Oscuro sólo me obligó a ver y lanzó dichas lanzas, Marina como había podido soltarse de su captor se puso en el medio y recibió el golpe de lado, sus hermanas del enojo y la tristeza atacaron a sus captores y se lanzaron rápido para atraparla y así evitar una herida mayor.
Al ver la cara de Oscuro había entendido que su odio ya estaba fuera de control, atacó a todos de un solo golpe, Kath, Cedric y el resto de los que amaba estaban heridos o escupiendo sangre.
Aunque quería forcejear no podía, debía pensar con calma y me decidí concentrar, mi pequeña Lunita me hablaba de un hechizo, me decía que estaba listo todo para el contra ataque.
Eso me asombró y seguí sus indicaciones, reuní toda la energía que podía del dragón de Luz, los demás dragones esperaban la señal, aunque odiaban sólo esperar y no era para menos. Luego de canalizar la energía una hermosa aura dorada cubría mi cuerpo, hasta que me logré liberar del hechizo y me aleje de Oscuro.
Este al verme sólo pudo decir: Maldita, entonces morirás.
Yo: -citando el hechizo- ya veremos quien muere primero Armando.
Al extender mis alas, 2 portales de colores dorados y ocres me cubren mientras unas hermosas espadas cortas aparecen ante mi y en el portal de al lado aparece Lunita con una hermosa ropa egipcia, sus alas representaban a Isis y en su mano llevaba una espada con el símbolo que antes no había reconocido.
La espada de la verdad y el arco sagrado brillaron con dicho círculo mágico, había entendido que Lunita era la portadora de dicho círculo. su cuerpo parecía un espíritu pero al verla Ángel se lanzó hasta ella y la abrazo.
Pude ver a la Diosa del templo y como decía: así que tu eres yo, al Zafiro tener tu cuerpo crei que eras yo, pero este es mi verdadero yo, es hora de que vuelva a la vida y restaure mi mundo.
Amanda en trance: Zafiro, Diosa de las hadas, gracias por lo que has hecho hasta ahora, déjame pelear a tu lado y disculpame la demora.
La miro asombrada y digo: ¿Cómo?, siento que me e perdido algo importante.
Amanda sólo ríe y promete contarme luego los detalles, los dragones junto conmigo y Amanda decidimos atacar mientras los demás se recuperan.
Notaba como los chicos se curaban y aparecían los 4 guardianes de ambas armas sagradas, 2 de ellos se me acercaron y reconocí que eran mis padres. lloré feliz y ambos se inclinaron ante mi; entendí que por ahora no se podía hablar y debíamos destruir el mal.