Por tal detalle Cedric sonreía y apura su paso con golpes rápidos y precisos, hasta combatir con espadas donde ambos salieron lastimados. Al verlo lastimado mi cuerpo instintivamente corre hacía el, mientras los demás dragones sólo observaban, no supe como pero traspase la barrera y me puse en frente de Cedric y mientras miraba a ese hermoso ángel de alas negras grite
Yo: YA ESTA PELEA FINALIZÓ.
Mientras Cedric trata de alzarse y al ver mi gesto prefirió callar, el dragón que ahora era ángel sólo bajo y mientras me daba la espalda destruyó la barrera y luego fue donde el dragón de luz estaba; abrace a Cedric y le sonreí un poco, este no dijo nada, sólo se limitaba a observar como curaba sus heridas y lo ayudaba a alzar, luego de alzarse pensé que me regañaría pero me abrazo tan fuerte como años atrás y beso mi frente mientras decía en tono suave
Cedric: gracias mi Zafi.
Luego de esas hermosas palabras nuestros anillos brillaron y se volvieron un poco mas claras, el toma mi mano y quita el anillo de mi dedo del medio y lo pone en el anular, luego de eso junto nuestros anillos mientras en nuestros otros dedos anulares aparecía otros anillos, uno con el dibujo del sol y otro con la Luna, yo tenía el Sol y el la Luna.
El anillo era hermoso porque era blanco plateado, los bordes del sol dorado suave con una hermosa piedra Zafiro pero amarilla, la de Cedric era un dorado suave y la Luna plateada con la piedra de un Zafiro blanco, lo cual me hizo sonrojar cuando Cedric dijo
Cedric: son unos Zafiros.
Luego de tal pelea volvimos los 4 al comedor del castillo y luego se presentaron, el Dragón de Luz se llamaba Sounion y el de Oscuridad Cirene, sus nombres me eran hermosos así que decidí que debíamos presentarnos y dije
Yo: es un gusto conocerlos, mi nombre es Zafiro y el es Cedric.
Mientras ambos nos miran Cirene dice: ya sabíamos vuestros nombres -luego de una larga pausa prosigue- no los entiendo, porque se complicaban tanto.
Presentí que se refería a nuestros sentimientos y queriendo ser educada dije: creo que eso lo podemos hablar luego, consideró que lo importante ahora es ir al mundo de Neptuno… no quiero ser grosera pero hemos perdido algo de tiempo.
Decidimos salir del comedor y avisarles a Kath y Dante que debíamos partir donde Neptuno, al encontrarme con Kath vi como en su hombro tenía una hermosa dragona, al verla sonreí e hice una leve reverencia, a lo que Kath dice
Kath: me comenta que le parece extraño que aún un humano recuerde viejos modales.
Sonreí y le respondí: lo considero más respeto que modales… mi niña ya es hora de ir al mundo de las sirenas.
Esta asiente y dice: estamos más que listas.
Sonreí y fui rápido al cuarto a cambiarme y ponerme algo más ligero y verificar si las dagas aún estaba bien afiladas.