También hay Slimes que se tiran clavados en la pileta de la gobernante de Yuki.
Era divertido cuando Gager y Lessaria peleaban por sus distintas opiniones y la mayor parte del tiempo terminaban destruyendo este lugar, lo cual terminaba en la furia de Yuki, que después los hacía pagar por todo el destrozo provocado.
Sin duda ellos eran mi familia y amigos.
Una alerta roja sale en toda mi cara y tapa por completo mi visión del precioso cielo que veía arriba.
La alerta tiene el signo de una empanada y eso significa que mi cuerpo real tiene hambre.
Creo que será mejor que me desconecte para ir a ver si mi comida ya esta en camino y después reconectarme para pasar mis últimos momentos en este mundo que considero mi verdadero realidad.
¿Eh?
¡Ya son las nueve y no me había dado cuenta!
Será mejor que vaya rápido a Fijarme si mi pedido ya esta así puedo volver a conectarme antes de las doce en punto.
A esa hora será el cierre a nivel mundial de todos los servidores de Stelaris.
Será mejor que me apure y desconecte.
Abro el menú y le doy a la opción de cerrar el juego.
…
XXX
Luego de cerrar el juego abre los ojos y toca el collar para apagar del todo N.W
Se levanta de la cama debido a que recién se despertaba y lanza un gran bostezo mientras estira los brazos hacia arriba.
"Ahaha… ¡Que sueño!."
N.W lo ponía a dormir cuando entraba a algún juego, así que este dispositivo venía muy bien para cualquiera que quisiera descansar el cuerpo y jugar al mismo tiempo.
Ese fue uno de los principales motivos por los que N.W se popularizó.
Sin embargo, tampoco se puede abusar tanto de ese tipo de descanso, ya que con el tiempo si puede llegar a presentar síntomas de cansancio.
Mientras se despabilaba un poco siente el ruido del timbre y se apresura para llegar hasta la puerta.
A penas la abre se encuentra con alguien que le llamo la atención.
En frente tenía una hermosa mujer de tez blanca y cabello oscuro corto por encima de los hombros.
Sus rasgos faciales eran hermosos y Yossu se había quedado totalmente atontado con ella.
Sin embargo, le parecía raro y gracioso ver a esa hermosa mujer con un uniforme completamente rojo de repartidor.
Su belleza no combinaba con su uniforme.
" ¡AH que feo estereotipo tengo en la mente!. Que sea linda no quiere decir que tenga mucha plata. "
En tanto pensaba la mujer estaba igual que él.
Se había quedado encantada con el chico que tenía en frente.
Su tez morena y mirada firme y seria la habían enamorado.
Además, se quedó sorprendida con esos ojos rojos.
Jamás había visto a un hombre tan lindo.
La repartidora se quedó mirando con las mejillas sonrojadas.
Ambos estaban tan concentrados el uno con el otro que se habían olvidado de todo.
Los dos estaban frente a frente y sin darse cuenta se habían quedado en silencio durante varios segundos.
Cuando los dos se dieron cuenta se avergonzaron y rieron.
Yossu estaba curioso por su nombre y no podía contenerse de preguntárselo.
" Por cierto, ¿Cómo te llamas chica repartidora?."
La forma en que la llama le provoca una pequeña risa en tanto le respondía.
"Jajajajjaja…Soy Erika la repartidora."
"¿Y tu nombre es…?."
Entre risas Yossu le dice su nombre.
"Mi nombre es Yo….Aki. ¡Aki es mi nombre."
Al decir eso se había llenado de vergüenza, ya que por un momento casi decía su ID del juego y no su nombre real.
Es un error tonto y típico de una persona que se la pasa la mayor parte del tiempo en el juego.
Luego de haberse dicho los nombres un gran silencio se oye entre ambos.
Aki busca mirar hacia otro lado y Erika se mantiene sonrojada mirando hacia abajo.
Los dos estaban llenos de vergüenza hasta que Erika ve de reojo el collar que tenía en su pecho.
Eso la saco de sí mismo y soltó un gran grito sin darse cuenta.
"¡¡¿TAMBIEN JUEGAS STELARIS?!!."
Esas palabra repentinas lo hicieron retroceder un poco.
Se asusto, pero nunca lo admitió ni en su mente.
Tras razonar un poco a esa pregunta, Yossu también se sale de su propio "Yo" al saber que ella también jugaba a su amado juego y le responde con un fuerte "Si"
Se había emocionado mucho con eso.
Estaba feliz y acelerado.
Era la primera vez que veía a alguien de Stelaris frente a frente.
El hizo lo mismo que Erika y se le acerco con un grito que la asusto.
En tan solo diez segundos Aki había dicho un sinfín de cosas del juego.
Erika se sorprendió al verlo hablar sin parar y al igual que el se emocionó.
De la misma manera en que Aki hablaba Erika también lo hacía.
Los dos se compenetraron y empezaron a hablar un rato del juego.
Ninguno hablo de su vida privada o de su personaje, sino que se la pasaron hablando del juego.
Los dos se sintieron tristes cuando trajeron el tema del final de Stelaris, pero a pesar de eso disfrutaron de la comida.
Si, es como escuchan.
Los dos se sentaron en el marco de la puerta y comieron las empanadas que Erika había traído.
Para ambos poder hablar una última vez de Stelaris era tan maravilloso hasta el punto de olvidarse del tiempo y de lo que transcurría en sus alrededores.
En tanto hablaban veían la lluvia caer.
Era un momento feliz para ambos.
Durante la conversación Erika le contó a Aki que se iba a reunir una última vez con sus amigos en su reino para poder despedir el juego.
Es más, ella lo invito y todo, pero él se negó por varios motivos y puso como escusa que se iba a encontrar con sus amigos para también despedir el último momento de Stelaris aunque esos amigos no fueran a conectarse por más que fuera el último día.
De esa manera terminó la conversación entre ambos.
Erika se levantó y con una sonrisa se despidió.
Aki se quedó viendo la lluvia por unos segundos o eso le pareció a él.
Estaba tan cómodo que no se había dado cuenta de que habían pasados horas
No obstante, cuando recordó Stelaris y vio la hora que era se dio vuelta rápido para entrar a su casa.
Eran las 11:55
No podía creer que ya fuera tan tarde.
Sin embargo, en el momento que intento abrirla sintió un pequeño toque en su espalda.
Al principio fue un toque simple, pero después se volvió algo duro.
Eso lo sorprendió y la intriga le provoco que quisiera darse vuelta.
Pero antes de que lo hiciera escucho un pequeño ruido leve en su espalda.
No entendía lo que era ese ruido, pero segundo después se volvieron a escuchar dos ruidos iguales uno seguido de otro.
Cuando mira hacia adentro de su casa logra ver tres marcas negras al fondo desde las que salía un pequeño humo.
Eso le llamo la atención.
A continuación, sintió un pequeño dolor en su abdomen.
Bajo su cabeza y vio tres agujeros por los que salía sangre.
Lo que era hace unos segundos un pequeño dolor ahora era uno tan fuerte como si su cuerpo se estuviera quemando.
El dolor es tanto que cae al suelo gritando.
Sus pensamientos eran confusos.
No entendía nada y tampoco sabía lo que había sucedido.
Se arrastra hacia adentro con mucho miedo mientras grita del dolor.
En tanto lo hacía dejaba un largo rastro de sangre.
Con la poca fuerza se da vuelta y ve de manera borrosa como alguien de vestimenta negra cierra poco a poco la puerta.
Su rostro estaba completamente cubierto, solo podía ver los ojos dorados que no dejaban de brillar de una manera bastante sobrenatural e irreal.
La puerta estaba completamente cerrada.
"¿Qué acaba de ocurrir?."
"Iba a cerrar la puerta y alguien de repente me disparo."
Agarra el collar con sus manos llenas de sangre y lo mueve hacia arriba para poder verlo.
Lo observa con una sonrisa triste.
Verlo provoca que sus lágrimas caigan poco a poco.
Estaba desesperado y preocupado por Stelaris.
Ya no quedaba casi nada de tiempo para poder ver una última vez su hermoso mundo.
A pesar del gran dolor que sentía no dejaba de pensar en Stelaris.
"No se cuánto tiempo queda, pero voy a intentarlo. Aunque sea solo para ver por última vez nuestro precioso reino que creamos juntos."
Cierra los ojos, activa el collar el juego.
Mientras se adentra en el juego escucha una voz femenina muy alegre que le dice unas palabras, las cuales no llega a escuchar del todo bien debido a que estaba entrando a Stelaris y su cuerpo se estaba durmiendo.
"¡Estoy seguro de que lo volverás a ver!."
La escucho hablar, pero no tan fuerte como para oírlas.
XXX
Sus ojos se abren, pero no ve el techo oscuro de su casa por la luz apagada, sino que ve un hermoso cielo celeste con algunas nubes.
Mientras se quedaba plasmado de aquel cielo celeste su vista es interrumpida por la de un gigante dragón que le tapa el sol.
Todo se volvió un poco oscuro, pero eso le sirvió para que recordará lo que hace segundos le había ocurrido fuera del juego.
Levanto rápidamente del suelo la parte superior de su cuerpo.
El rostro de su personaje Yossu estaba sorprendido.
"¡YA NO SIENTO ESE DOLOR INFERNAL!."
Grita muy alegre.
Sin embargo, su alegría se va cuando recuerda que está a punto de morir.
"Si puedo ver esto quiere decir que todavía no morí, pero estoy seguro de que lo haré dentro de unos segundos."
"Gracias a dios por morir viendo esto y no el techo oscuro de mi casa. Por suerte no decidí perder el tiempo llamando una ambulancia, sino no me hubiera dado tiempo de entrar a Stelaris."
Mientras hablaba un poco feliz él se encontraba en el gigante pasto de su palacio.
Estaba encima de un brilloso pasto verde.
Yossu decide recostarse y esperar a su muerte.
Cierra los ojos y pone una sonrisa mientras dice sus últimas palabras en un tono alegré.
"No viví la mejor vida, pero logré conocer a mis amigos y a Stelaris."
"No me arrepiento de nada…bueno, tampoco tan así, pero creo que me voy feliz."
….
Lanza un fuerte suspiro.
"¡Adiós a mi verdadera realidad!."
Con esas últimas palabras espera su muerte.
Sus ojos estaban cerrados y su expresión era la de alguien feliz.
Sin embargo, los segundos pasaron…
Los minuto también lo hicieron…
Su cuerpo aún seguía ahí.
Por pura curiosidad abre un ojo y ve que ese hermoso cielo seguía.
Tras verlo cierra el ojo y espera a su muerte otra vez.
Los minutos nuevamente transcurren y el seguía más vivo que nunca.
La sorpresa era tanta que levanta la parte superior de su cuerpo nuevamente mientras grita sorprendido "¡¡QUE SE SUPONE QUE ESTA OCURRIENDO AHORA!!."
Estaba atónito.
Hace minutos tendría que haber muerto, pero nada…
Mira sus manos y las demás partes del cuerpo para confirmar que estuviera vivo.
No importa cuantas veces viera hacia arriba o hacia abajo el seguía vivo de alguna manera.
"¡No puedo creerlo!."
"¡Sigo en Stelaris!."
"¡¿Qué ocurre?!."
"Incluso si no hubiera muerto mi mente se tendría que haber salido de Stelaris por el cierre de los servidores."
"Espera…"
"¡¡¿QUE HORA ES?!!."
Mira la parte superior de su visión y ve la hora.
No había duda, el juego tendría que haber cerrado a las doce en punto, es decir, hace doce minutos, pero el aún seguía en Stelaris.
Estaba en un estado completamente desconcertado.
" Creo que lo mejor será levantarse e ir a la sala del trono para contactar desde mi trono a los administradores."
"Todo lo que me está ocurriendo hoy es bastante raro."
"Primero, me quedé hablando con una desconocida por varios minutos. Segundo, apareció esa persona que me disparo y por último el juego no cerró sus servidores a la hora acordada….¡Mierda! ¡No entiendo nada!."
"Al menos no siento el dolor de los disparos en mi cuerpo."
Tras todo eso se levanta del suelo.
Al hacerlo una fuerte ráfaga de viento lo golpee y por encima de él ve pasar un gigante acorazado con caños mucho más pequeños de los que debería de tener tal navío.
El acorazado paso tan cerca, que pudo ver a varios NPC encima del navío volador.
En lo poco que pudo ver observo como los NPC se movían de un lado a otro mientras hablaban y mostraban un sinfín de expresiones.
Eso lo sorprendió bastante, jamás había visto pasar a un acorazado tan cerca del palacio y mucho menos ver a NPC mostrar tantas expresiones y movimientos que no estaban en su típico patrón.
Otras de las cosas que llamo mucho su atención fue el gran realismo que tenía ese barco.
Por lo general a las cosas grandes se les solía ver algún que otro bug gráfico, pero ese acorazado se veía tan real que parecía falso.
Era muy hermoso ante sus ojos.
Luego de pensar en lo ocurrido observa su patio ve algo que lo saca de sí.
El lugar era mucho más hermoso que antes.
El fuerte verde brillante se notaba por todos lados.
Las hojas de los árboles se movían por todos lados debido al viento y las bestias del lugar tenían expresiones y movimientos tan libres, que hacían dudar a Yossu.
Era como si los gráficos y los movimientos hubieran sido mejorados hasta el punto de verse tan reales que costaba diferenciarlos de la verdadera realidad.
Mientras más veía de su reino menos entendía lo que estaba sucediendo.
De repente siente un pequeño olor refrescante en el ambiente y se queda enamorado de eso.
Sin embargo…
"¿Acabo de sentir un olor?."
"¡¡ESO ES IMPOSIBLE EN UN JUEGO!!."
"¡¡¡QUE MIERDA ESTA OCURRIENDO!!!."
"¡¡¡¿PORQUE PUEDO SENTIR ESTE OLOR QUE ME TRANQUILIZA?!!!."
Ante tantas sorpresas decide calmarse.
No obstante, no llega a nada.
Tras eso camino muy apresurado del gran patio de su palacio e ingreso al mismo.
Yossu se adentró en los majestuosos pasillos del palacio.
Su cabeza estaba llena de dudas y pensamientos locos sobre todo lo que estaba sucediendo.
Mientras caminaba apresurado y sin fijarse por donde iba choca con algo suave.
"¿Qué es eso suave con lo que choque?."Se pregunta confundido.
Mira un poco hacia abajo y ve a una mujer con el uniforme oscuro de sirvienta.
Era una pequeña que tenía un pelaje de leopardo por varias partes del cuerpo y con colores grises oscuros.
Su color era el de un animal típico de los paisajes nevados.
Su cola y orejas eran del mismo color.
"¡Ay ay ay ay… ¡Miau dolor!."
"¿Qué fue ese golpe? ¡Miau dolor x2!."
Ver las expresiones tiernas de esta chica lo sorprendieron.
No podía creer que existieran tales movimientos de boca u ojos.
Es más, se preguntó en su propia cabeza "¿Desde cuándo los NPC puede sentir dolor?."
"UN MOMENTO…."
"¡¿DESDE CUANDO LOS NPC PUEDEN HABLAR TAN LIBREMENTE?!."
Eso pensamientos destruyeron por completo todo lo que el conocía de Stelaris.
Todo era raro y no entendía nada de nada.
Es imposible para su cabeza procesar que un NPC tenga tantas funciones y que todo fuera tan realista.
Mientras él pensaba, la sirvienta de uniforme negro dice enojada en tanto se levanta con su pequeño cuerpo "La próxima vez fíjese por dónde camina. ¡Miau enojado!."
Poco a poco sube su mirada hacia arriba para ver la persona con la que había chocado, pero apenas ve el rostro de este individuo su cuerpo empieza a temblar.
"¡Esas gigante alas de color blancas y oscuras!. ¡Miau sorprendido!."
"¡Esa piel completamente morena y hermosa!. ¡Miau sorprendido x2!."
"¡DE NINGUNA MANERA!. ¡Miau sorprendió x3!."
"¡USTED ES SU MAJESTAD!. ¡Miau Super impactado!."
Grita sorprendida y sin dejar de decir Miau.
La leoparda de pestañas blancas y ojos naranjas se tira al suelo y empieza a pedir perdón mientras mueve su cabeza y largos bigotes.
¡Obvio!. Ella no dejaba de decir todas esas súplicas extremas sin que falte el "Miau" y algo más.
A pesar de que Yossu estaba sorprendida con cada detalle y función de este NPC, le era imposible pensar lo siguiente en un tono intranquilo…
"¿Desde cuándo los leopardos dicen "Miau?."
"No sé si esto es gracioso o algo turbio."
En ese momento decide calmarla tras haber visto un sinfín de cosas en ella, que un simple NPC secundario jamás haría.
"No te preocupes…solo vuelve a hacer lo que estabas haciendo."
La sirvienta mira de reojo a su majestad y le pregunta.
"¿No me va a hacer nada?. ¡Miau pregunta!."
Yossu mueve la cabeza para decirle que no.
"Entonces, si usted me lo permite….."
"….Yo vuelvo a mi trabajo. ¡Miau feliz!."
De esta manera sale corriendo y desaparece a la velocidad de la luz
"¡WoW! Que rápido de cambio. Hace unos segundos me estaba suplicando porque la dejara vivir y ahora se larga con una gran sonrisa."
"Estos NPC sí que son raros."
Menciona cansado.
"Estaba tan sorprendido y acelerado que ni cuenta me di de ella."
"Lo más gracioso y que no me sorprende es que cuando choque con esa sirvienta sentí un golpe suave. Algo que se supone que no tendría que sentir."
Dice eso último con pocas ganas.
A pesar de todo lo que le estaba ocurriendo en ningún momento sintió algo de terror o tristeza por lo que estaba sucediendo.
Es más, por fuera está muy sorprendido y acelerado, pero por dentro estaba emocionado con todo lo que ocurría, no podía creer lo realista que se había vuelto este mundo.
El solo hecho de ver que todo tuviera tanta vida le provocaba muchos latidos del corazón por la satisfacción y felicidad de esto.
Además, no hay nada mejor que esto para ver antes de morir.
Si bien, parecía que su muerte por algún motivo se estaba alargando a él no le importaba.
Poder ver todo esto antes de morir era un sueño.
Incluso llego a pensar que este era su cielo después de morir, sin embargo, ya no sabía que creer así que simplemente dejo que lo que ocurriera tenga que ocurrir.
Con ese pensamiento avanzo dos pasos y se volvió a quedar quieto mientras pensaba impactado.
"Un momento…"
"Recién me doy cuenta de que mi HP, MP y otras estadísticas no me aparecen en la pantalla"
"Estaba a punto de usar una de mis habilidades para tele trasportarme a la sala del trono, pero no veo mi medidor. "
"Mientras más veo más siento que no estoy en el juego por más que me encuentre en mi reino. Esto es muy raro. "
Tras meditar eso decide usar unas de sus habilidades para probar si puede utilizarla por más que no tenga su medidor.
Apunta su mano hacia delante y con un rostro serio menciona "[Puerta]."
A tan solo segundos de haber mencionado esas palabras un agujero oscuro del tamaño de su cuerpo aparece.
Se sorprende al ver eso, ya que ese inmenso agujero apareció sin ningún aviso o notificación de activación.
"Definitivamente esto ya no es Stelaris. Se supone que cuando usaba magia aparecía alguna notificación que explicaba en solo segundos cuanto consumía de mana, pero el agujero apareció a penas lo llame. No me quejo, es mas, me encanta que sea tan realista."
Después de esa pequeña prueba entra en el agujero negro con una sonrisa parecida a la de un niño feliz con sus juguetes.
Seguido apareció en su majestuoso sala del trono.
El lugar era una gigante habitación de color blanco con varios pilares negros con tapizado rojo y dorado. Estos se encontraban a los costados del camino principal.
En cada pilar había un soldado.
En los pilares de la izquierda había soldados con armaduras oscuras, estos eran demonios y sus alas bien abiertas lo demostraban.
Al frente de ellos y al lado derecho de la entrada se encontraban soldados ángeles con armaduras blancas y sus alas igual de abiertas que la de los demonios.
Con respecto al arma que llevaba cada uno era diferente.
Ninguno tenía solo espadas. Cada uno tenía su propia arma.
Llevaban desde espadas hasta hachas.
Por otro lado, la gigante alfombra era del mismo color que el tapizado.
Lo primero que observa al entrar era su trono.
Aquel simple trono era de un color completamente oscuro y tenía algunas líneas similares a una vena que eran de color rojo.
Estaba hecho del material más fuerte del juego, la Cratita. Este material además de ser el más duros y oscuro tenía dos funciones importantes. La primera era poder contactar con los administradores y la segunda función era bastante buena, la Cratita le permitía cancelar la magia que el dueño deseara, cuyo dueño era Yossu en este caso.
La Cratita tenia una radio de efecto por dentro de toda esa sala, así que era complicado para algunos atacar a Yossu, ya que en el momento que Yossu lo viera sería complicado activar algún tipo de magia en la habitación.
Atrás de este hermoso trono de Cratita había un gigante ventanal por el que entraba la luz.
A continuación de su llegada se dirige a su trono y se sienta.
Sin embargo, se siente un poco intranquilo y eso se debe a las pequeñas miradas de los soldados hacia el.
A penas podían giraban su cuello a escondidas para verlo.
A pesar de que trataban de ocultarlo Yossu se dio cuenta.
Decidió no decir nada y simplemente dejarlos hacerlo para centrarse en el verdadero motivo de estar ahí.
Movió su mano de izquierda hacia derecha en el aire y una gigante pantalla se abrió.
"Ahhh…ya no se si estoy rodeado de NPC, así que siento vergüenza al hacer esto en frente de ellos. Me siento como un tonto."
Intenta contactar con los administradores y suena el típico ruido de celular en tanto lo hace.
Nadie le contesta.
"Me pone nervioso no escuchar a nadie responder, pero por algún motivo no siento miedo ni tristeza, es mas, diría que siento todo lo contrario."
Vuelve a llamar y no recibe nada.
"Ahhhh ya no entiendo nada."
Mientras pensaba ve un botón gris en la gran pantalla táctil, el cual decía "Salir"
Con miedo intento tocarlo, pero no paso nada.
Se alegro de no haber salido.
"No tengo motivos para volver a mi realidad, así que estaría feliz si puedo estar un tiempo en este lugar hasta que muera."
"No se en dónde estoy, pero me gusta estar acá."
"Puede que todo esto sea un sueño o simplemente algo raro en realidad esta sucediendo, pero quiero creer en lo segundo."
"Puede que suene como un loco, pero estoy seguro de que estoy en el mundo del juego."
"Ahhh…en realidad si suena loco"
Se ríe en sus pensamientos.
"Ya he visto suficiente y no creo que este en el juego Stelaris que conozco, por más difícil que parezca estoy seguro de que todos esos NPC ya no son lo que eran. La forma en que hablan, la forma en que se mueven y actúan esta fuera de lo normal, jamás seria posible lograr eso ni siquiera para la mejor inteligencia artificial actual."
"Además, en este mundo puedo sentir y con solo eso ya queda claro que no estoy en el juego. Oler la naturaleza y sentir la suavidad de las cosas serían imposibles en el juego…."
"No se en dónde me encuentro, pero estoy seguro de que esto ya no es el juego, tendré que comprobarlo y la única manera de hacerlo es saliendo del palacio."
Seguido de haber pensado todo eso de manera muy emocionada medita en que hacer.
"De momento lo mejor será contactar a los generales, contactaría con los demás gobernantes, pero obviamente ellos no se encuentran en este lugar."
El recuerda todas las veces que en que a actuado como rey de este país y se avergüenza por lo que va a ser a continuación.
Se levanta de su trono con un rostro serio mientras su corto cabello blanco se revolotea al mismo tiempo en que sus dos pares de alas hacen lo mismo.
"¡Solados!."
Esas palabras llamaron por completo la atención de esos soldados que no podían dejar de poner sus miradas sobre su rey.
Por cinco segundos se quedaron callados de la sorpresa de escucharlo dirigirse a ellos, pero después reaccionaron y al mismo tiempo gritaron "¡SI!."
Yossu da dos pasos hacia el frente y les habla.
"¡Esta es una orden urgente!. Necesito que le avisen a todos los generales de que dentro de dos horas nos reuniremos en esta habitación."
Todos los soldados asintieron con fuerza y se marcharon en tanto se escuchaban sus fuertes pisadas por las pesadas armaduras que llevaban.
Una vez se fueron callo rendido al trono y dijo con un tono agotado….
"¡Definitivamente esto no es Stelaris!."
"Darle tales órdenes a un NPC secundario hubiera sido imposible en el juego."
Luego de eso el se levantó de su trono y abrió otro agujero negro para ir a su cuarto.
En tan solo un segundo se encontraba allí.
Al llegar se topo con un espejo que se encontraba en su habitación y en frente de su majestuosa cama con techo.
Se sorprendió bastante de verse en el espejo.
El perfil que había creado seguía siendo el mismo, pero muchos de sus rasgos eran diferentes.
Incluso le parecía difícil explicar la diferencia a pesar de que se notará mucho.
La diferencia era que su personaje ahora se notaba bastante realista.
Sus pestañas eran más detalladas al igual que sus ojos.
Su piel y músculos también parecían muy reales.
Sin embargo, lo que mas lo sorprendió fue ver como sus labios se movían y como sus expresiones cambiaban.
El personaje "Yossu" era idéntico a su "Yo" de fuera del juego, solo tenia algunos retoques, como sus músculos y sus ojos que no eran tan rojos como en el juego.
Tras verse así salto hacia atrás y callo en su cama.
Sus grandes alas eran mucho mas amplias que los costados de la cama.
Ver sus alas le provoco intriga.
Ahora quería saber si sus alas habían cambiado.
Antes, cuando las toco en el juego eran ásperas, así que tenía fe de que ahora su tacto fuera mucho más cómodo.
El puso sus manos en sus alas y las tocó.
….
"¡ESTO ES MARAVILLOSO!."
Al tocarlas sintió una inmensa satisfacción y cosquilleo en todo su cuerpo.
Le había encantado tanto que no podía dejar de tocarlas.
Era una sensación maravillosa y completamente placentera.
"Jamás me había sentido tan feliz en un lugar."
"¡No quiero irme nunca de este lugar!."
"De seguro muchos pensarían que estoy loco por querer quedarme acá, pero es lo que a mi me gusta y lo que deseo."
"Estar en este reino me provoca mucha felicidad." Menciona con un tono relajado.
De esta manera se quedo en su cama pensando en todo lo que había sucedido. Obvio, esto mientras continuaba tocando sus alas.
-CONTINUARA-