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Chapter 4 - Capítulo 3: Cazadores

Al día siguiente de la pelea en el hospital, Hiyami fue a su escuela, aunque no pasó inadvertido el hecho de que ella hablara con espíritus que nadie más podía ver, logro terminar su horario escolar de forma decente. Sin embargo, no corrió con la misma suerte en su trabajo, ya que al ver que un yookai hacia perder el equilibrio a un niño no pudo evitar gritar para alertarlo, por lo que tanto la gente como su jefe la miraron raro y fue citada a la oficina.

- Hiyami, ¿me puedes explicar que fue lo de hace un momento? - pregunto indignado el jefe.

- Esto... ¿Me creería si le digo que vi fantasmas? - dijo Hiyami con una sonrisa incomoda.

- Al menos tus excusas vuelven a ser creativas - dijo su jefe - aunque creo que el accidente aun está haciendo efecto en ti, te dejo el resto del día libre, descansa y cuando estés bien vuelve a trabajar, y tranquila, no lo descontare de tu sueldo.

- Pero estoy bien - reclamo Hiyami - aun puedo trabajar.

- Es por tu bien, tuviste un accidente hace poco tiempo - le indico su jefe - prefiero que descanses y luego vuelvas, como estas ahora, difícilmente puedas trabajar bien. .

- Esta bien - dijo Hiyami decepcionada - le hablare cuando me sienta mejor.

Así Hiyami se fue de su trabajo cabizbaja, entendiendo que sería más difícil de lo que pensaba tratar con espíritus diariamente. De igual forma, para seguir aprendiendo de los espíritus que veía, y aprovechando que tenía la tarde libre, fue a un santuario dentro de un bosque donde se decía que habitaban yookai alejados de la sociedad. Al llegar se llevó una grata sorpresa, ya que pudo ver que había decenas de yookai, algunos con formas animalices, otros humanoides, pero todos vivían en paz. Lo que más sorprendió a Hiyami, sin embargo, fueron unos chicos jugando con un yookai que tenía cuerpo de gato y cara de humano.

- ¿Como es que pueden ver a los yookai? - pregunto Hiyami.

- Se cree que los niños son mucho más perceptivos que los adultos - dijo el ángel - por lo que hasta cierta edad algunos pueden ver yookai, aunque cuando crecen, dejan de creer, y a su vez, de verlos, por lo que, aunque de niño mucha gente puede verlos, cuando son adultos ya no recuerdan nada.

-Así que los niños pueden verlos y jugar con ellos - reflexiono Hiyami - ¿no hay peligro en que los ataquen?

- Ya que son lo suficientemente perceptivos para ver espíritus, los niños también pueden distinguir más fácilmente las auras buenas de las malas - dijo el demonio - por lo que se alejan de los yookai agresivos.

- Vaya, parece que he subestimado a los niños - dijo Hiyami con la cara más seria que podía.

Mientras Hiyami hablaba con su ángel y demonio, noto que algo hizo que un yookai comenzara a enfurecerse, cuando logro percatarse, el yookai corría abalanzándose contra uno de los niños. Hiyami, que estaba a algunos metros, no pudo reaccionar lo suficientemente rápido, por lo que pensó lo peor y cerró los ojos, cuando los abrió, observo que los niños estaban bien, y que el yookai se había tranquilizado. Cuando intento averiguar qué había sucedido, un chico le hablo desde su espalda.

- "¿Que paso?" te estarás preguntando - dijo con un tono levemente sarcástico el chico.

Hiyami se giró asustada, cuando alzo la vista observo a un chico de una edad similar a la suya, de cabellos dorados con algunos mechones negros que parecían manchas de aceites caídas luego de reparar un auto, vestía una camisa roja sobre una camiseta negra y unos pantalones cortos negros (al menos para Hiyami se veía bastante bien), tenía una mirada seria y una postura corporal relajada.

- ¿Que paso? - pregunto Hiyami por inercia.

- Fácil de predecir - dijo el chico ahora en tono burlesco - fue intervención de un demonio de bajo rango.

- ¿Demonio? - pregunto Hiyami mientras se giraba hacia su demonio y le apuntaba con el dedo índice - como te atreves a hacer eso... ¿Que hizo? - miro nuevamente al joven.

- ¡Espera! - dijo asustado el demonio - yo no hice nada, estaba conversando contigo, ¿recuerdas?

- De verdad parece que no sabes nada - dijo el chico mirando a Hiyami - no fue el demonio que te acompaña, fue un demonio que estaba hace un rato, pero lo purifique.

- Ya veo - dijo Hiyami totalmente seria - ¿¡Como que otro demonio!? Pensé que este era el único que había.

- Dios... - suspiro el chico - tienes energía espiritual por montones y puedes ver espíritus, incluso mataste a uno en el hospital, ¿cómo es que no has visto demonios o ángeles?

- Bueno...- dijo Hiyami mientras pensaba en alguna excusa - puedo ver a estos dos.

- No seas estúpida - exclamo el chico - ven conmigo te mostrare algo.

- Esta bien - dijo Hiyami poco convencida - pero primero me gustaría saber quién rayos eres.

- Ryota - dijo el chico - confórmate con eso por ahora

- Esta bien, Ryota-kun- dijo alegre Hiyami - yo soy Hiyami, por si te interesa.

El chico llevo a Hiyami de vuelta a la ciudad hasta que llegaron a un parque cerca de varios locales.

- Dime, ¿que ves? - pregunto Ryota.

- Mmh, algunos yookai jugando - dijo Hiyami mientras entrecerraba los ojos para observar mejor las cosas.

- Ahora enfócate en las espaldas de los humanos - dijo Ryota mientras apuntaba a una fila de personas.

- Mmh... - Hiyami miraba fijamente a algunas personas - veo... ¿¡Un ángel!?

- Correcto - dijo Ryota un poco más entusiasmado - si te concentras puedes ver ángeles y demonios cerca de las personas.

- ¿Pero por qué? - pregunto Hiyami - pensé que solo yo tenía un ángel y un demonio, ¿no es peligroso que haya tantos de ellos sueltos? Sobre todo, demonios.

- ¡Oye! - le recrimino su demonio.

- Los ángeles y demonios son similares a los yuurei, no pueden interactuar con las personas directamente, esto se debe a que los ángeles se encuentran en el cielo y los demonios en el infierno, y ambos tienen prohibido entrar a este mundo - explico Ryota.

- Entonces ¿por qué están acá? - pregunto Hiyami.

- Aunque no pueden presentarse de forma física, los ángeles y demonios pueden filtrar parte de su poder a través de las puertas que separan los mundos, y de esa forma manifestarse en forma espiritual - dijo Ryota mientras miraba a un demonio volando sobre la cabeza de un señor - aunque esto hace que no puedan hacer nada por su cuenta, por lo que persuaden a las personas o a los yookai para que lo hagan por ellos.

- Entonces lo que altero al yookai en el bosque ¿fue un demonio? - volvió a preguntar Hiyami

- Correcto nuevamente - dijo Ryota haciendo una señal de aprobación - el demonio provoco al yookai para que atacara al niño, por lo que lo purifique y el yookai perdió las ganas de atacar

- Entonces eso paso... - dijo Hiyami pensativa - ¿no deberían ser todos los demonios purificados? Así solo los ángeles andarían por el mundo

- Eso se pensaba antiguamente - dijo Ryota mirando al cielo - pero la realidad es que los ángeles no son totalmente buenos, y los demonios no son totalmente malos.

- Explícate - exigió Hiyami.

- Por ejemplo - dijo Ryota buscando algo - observa ese ángel de ahí, esta hablándole a un hombre.

- Mmh... - Hiyami miraba fijamente - ¡Ahh! Ese hombre le quito el puesto a una abuelita en la fila ¡Despreciable!

- Esa fue probablemente la influencia del ángel - dijo Ryota con la mirada perdida en el ángel.

- Pero entonces ese ángel está haciendo cosas malas - indico Hiyami - ¿no debería ir al infierno?

- Incorrecto - dijo Ryota - a pesar de que parece una mala acción, ni los ángeles pueden ir al infierno, ni los demonios pueden ir al cielo

- Entonces los ángeles pueden hacer cosas malas - dijo Hiyami curiosa - pensé que serían totalmente buenos.

- Ahora mira ese demonio de ahí - dijo Ryota apuntando hacia el parque

- Mmh... - Hiyami miraba atentamente el parque - ¡ay no! Ese niño empujo a otro a la fuente de agua, ¡que malo!

- Exacto - dijo Ryota - pero observa bien, fue influencia del demonio, ¿puedes ver por qué lo hizo?

- Para jugarle una broma - respondió Hiyami

- En parte sí, pero también fue porque a ese niño lo estaban persiguiendo abejas - dijo Ryota mientras se sentaba

- ¿Entonces lo ayudo? - pregunto intrigada Hiyami

- Si, aunque puede parecer malo, lo hizo para que el niño salvara a su amigo de las abejas- dijo Ryota - como puedes ver, aunque los ángeles y los demonios tengan una reputación de buenos y malos, a fin de cuentas, los ángeles son ángeles porque nacieron en el cielo, y los demonios son demonios porque nacieron en el infierno, así que dije, no todos los ángeles son buenos, ni todos los demonios son malos

- Creo que puedo entender un poco lo que pasa - dijo finalmente Hiyami - a todo esto, ¿por qué estabas en el bosque hace un rato?

- Te seguía - respondió sin problemas Ryota - después de ver como eliminaste al yookai me ordenaron vigilarte

- ¡Eso es acoso! - le recrimino Hiyami

- Puede ser - dijo Ryota - pero no se tenían registros tuyos ni por parte de los exorcistas ni de los cazadores.

- ¿Exorcistas? ¿Cazadores? - pregunto Hiyami - no entiendo nada.

- Son instituciones - respondió Ryota - en resumen, son gente que puede usar energía espiritual y la usa para derrotar yookai malos y purificar demonios y ángeles

- Sigo sin comprenderlo del todo - indico Hiyami

- Entiendo que es demasiada información - respondió Ryota - yo vine por que el exorcista que iba a matar al yookai del hospital se equivocó de ruta y termino en Kioto, así que como yo estaba cerca me pidieron que lo matara, pero cuando llegue, tú lo habías derrotado, y para mi sorpresa tenías un ángel y un demonio contigo, por lo que mis superiores me ordenaron vigilarte.

- Esto ya parece una película de terror - dijo Hiyami dejándose caer en un asiento

- Por cierto - dijo Ryota - ¿por qué diablos andas con un ángel y un demonio?

- Hehe - rio Hiyami mientras miraba hacia un lado - Larga historia, pero en resumen me los dieron para vigilarme.

- ¿Vigilarte? - pregunto Ryota - ¿por qué?

- No puedo dar muchos detalles - dijo Hiyami mirando hacia el suelo - por ahora solo piensa que son mis guardias.

- Así es - dijo el demonio.

- Al fin podemos entrar en la conversación - reclamo el ángel.

- ¡Ahí estaban! Pensé que habían muerto - dijo sarcásticamente Hiyami

- No te desharás de nosotros tan fácil - dijo el demonio riendo

- Parecen buenos tipos - dijo Ryota

- Mmh, aun no me agradas chico de luz - dijo el demonio

- ¿De luz? - pregunto Hiyami - ¿tiene algún foco?

- Cosas sin importancia - dijo Ryota - por cierto, estoy acá por que mañana una secta hará un ritual para intentar una posesión demoniaca, por lo que tengo que detenerlos ¿quieres ayudarme?

- Imposible - dijo Hiyami exaltada - eso sería muy peligroso

- Tranquila, solo purificaremos a los demonios y nos iremos - dijo Ryota calmándola - probablemente la secta solo está formada por personas sin energía espiritual y estén siendo manipuladas por los demonios

- Bueno si tú lo dices... - dijo Hiyami algo desconfiada

- Entonces nos veremos mañana aquí mismo a las 8 P.M. - indico Ryota - ¿de acuerdo?

- Entendido - dijo Hiyami haciendo una señal de soldado - nos vemos.

- Ten cuidado, niña - dijo el demonio luego de que Ryota se fuera- no sabemos sus verdaderas intenciones

- Lo es - dijo Hiyami - por eso iré con el

- Si lo entiendes creo que no hay problema - respondió el demonio.

Al día siguiente, Hiyami estaba ansiosa, tenía curiosidad , pero a la vez tenía miedo de lo que pudiera pasar, por lo que, para evitar percances, tomo un bastón desde su casa y lo guardo en un bolso para armas que tenía el Sr. Miyagi, lamentablemente para Hiyami, el Sr. Miyagi la vio con el bolso.

- ¿Para dónde vas tan tarde? - pregunto el Sr. Miyagi

- Esto... Me voy a juntar con unas amigas - respondió Hiyami nerviosa

- Vaya, eso me alegra mucho, al fin sales y te diviertes con tus amigas - dijo el Sr. Miyagi - ¿pero para que llevas ese bastón?

- Es por seguridad, nunca se sabe cuándo alguien puede atacarme - dijo Hiyami mientras hacia una pose de karate

- Ya veo, bueno ten cuidado y no llegues muy tarde - dijo finalmente el Sr. Miyagi

- Por supuesto, viejo - dijo Hiyami mientras corría hacia la salida.

Cuando llego al parque observo que Ryota estaba acostado en el césped.

- ¡Yahoo! - dijo en modo de saludo Hiyami

- Que lenta - dijo Ryota notoriamente molesto - y ruidosa

- Pero si llegue 10 minutos antes - exclamo Hiyami

- Si, si, andando - dijo Ryota mientras se levantaba.

Cuando llegaron al lugar, Hiyami se arrepintió de haber ido, era una antigua fábrica, y, aunque su aspecto no era peor que el del hospital que visito, no dejaba de tener escalofríos recorriendo su espalda.

- No te asustes - dijo Ryota buscando una forma de entrar a la fábrica - pero tampoco te relajes

- Es difícil no asustarse con un lugar así - dijo Hiyami

- ¿Así que eres de las miedosas? - dijo Ryota en tono burlesco

- No, pero nadie con su cabeza en buen estado pensaría que este es un buen lugar - exclamo Hiyami

- Exacto - y por eso es por lo que la secta hará su ritual acá - dijo Ryota mientras escalaba un muro - ni las pandillas más greñudas vendrían a este lugar

- Tienes un punto - dijo Hiyami mientras seguía a Ryota - esa secta debe estar llena de locos

- O los demonios tienen un gran poder de convicción - dijo Ryota - imagina una voz susurrándote, si el demonio es relativamente poderoso, la voz que escucharas será más fuerte y resonará mucho más en tu cabeza, por lo que será difícil que la ignores, hasta que eventualmente te corrompe.

- Suena terrible - dijo Hiyami preocupada - liberemos a esa gente lo más pronto posible, Ryota-kun

En su camino, observaron algunos yookai y yuurei, aunque nada fuera de lo común. Revisaron el primer piso, pero no encontraron nada, solo ratas y restos de máquinas que ya no funcionaban. Los siguientes 2 pisos fueron iguales, nada raro, hasta que, cuando estaban subiendo las escaleras hacia el 4to piso, sintieron gritos, y se veían luces. Ryota le hizo una señal a Hiyami para que guardara silencio, se acercó a observar, y vio como había una chica atada de pies y manos en el suelo, sobre símbolos dibujados en él y rodeada de velas de color purpura. Ryota al ver que la situación era la peor, observo rápidamente a los demonios que flotaban sobre los humanos, eran 4, todos tenía formas similares a duendes con dos cuernos y una cola puntiaguda.

Hiyami - susurro Ryota - esto es lo que haremos, tu entraras corriendo a la sala y distraerás a las personas, cuando, lo logres, entrare y purificare a los 4 demonios que flotan, luego de eso, noquearemos a las personas y liberaremos a la chica.

- Parece fácil - dijo Hiyami concentrada - pero ¿lo será?

- Habrá que tener fe - dijo Ryota - en el peor de los casos, tendremos que pelear.

Hasta donde pronostico Ryota, el plan salió relativamente bien. Hiyami corrió por el pasillo y llamo la atención de las personas, por lo que Ryota entro rápido y con una espada imbuida en una especie de luz, corto a los 4 demonios y luego junto a Hiyami, noquearon a los miembros de la secta y los amarraron. Cuando entraron a mi habitación donde se iba a llevar a cabo el ritual, Ryota encendió varitas luminiscentes y apago las velas purpuras. Hiyami y Ryota se acercaron a la chica para desatarla, pero ella comenzó a gritar desesperadamente. Hiyami intentó tranquilizarla, pero algo tarde, se dio cuenta de que la chica no estaba asustada de él, si no que le estaba advirtiendo sobre el peligro. Detrás de ellos, la puerta metálica se cerró de golpe, y cuando voltearon, observaron a un tipo, de casi 2 metros de altura, y notoriamente fornido, al que un demonio desde atrás le susurraba mátalos , mátalos, ¡mátalos!

- ¡Cuidado! - grito Ryota mientras empujan a Hiyami justo antes de que un barril impactara cerca de ellos.

- ¿¡Que está pasando!? - pregunto Hiyami asustada - pensé que los habíamos noqueado a todos

- No lo sé - respondió Ryota - pero tendremos que dejar las preguntas para después, purifiquemos a ese demonio, repitamos el plan de hace un momento

- Okay - respondió Hiyami mientras corría hacia la derecha del hombre

Cuando Hiyami llamo la atención del hombre, Ryota se posiciono a sus espaldas, y rápidamente se abalanzo como un rayo hacia el demonio para purificarlo, pero cuando estaba por cortarlo, el hombre se giró y golpeo en el estómago a Ryota, quien luego del golpe, retrocedió rápidamente.

- ¡Ryota-kun! - grito Hiyami asustada

- Tranquila, estoy bien - respondió Ryota mientras tocas y se tocaba el estómago - ten cuidado, a pesar de ser grande, se mueve rápido

- Lo sé - respondió Hiyami - tendremos que noquearlo antes de eliminar al demonio.

- Espero que podamos - dijo Ryota mientras pensaba una forma de ganar - tendremos que atacar juntos

Hiyami saco su bastón y Ryota su espada, ambos estaban en posición de ataque, a la espera de ver que haría el hombre que tenían frente a ellos.

- ¡Vamos , vamos! - dijo el hombre para sorpresa de Hiyami y Ryota - vamos a tener algo de diversión mocosos

- No queremos pelear - dijo Ryota calmado - solo tomaremos a la chica y nos iremos

- Veo que entiendes la situación - dijo el hombre - pero lastimaron a mis compañeros, y necesito a la chica para traer a este mundo al señor Berith

- ¿Berith? - dijo Ryota mientras comenzaba a sudar frio

- ¿Ohh? Veo que lo conoces, mocoso - dijo el hombre mientras avanzaba - como dijiste, es Berith, príncipe de los querubines, que tentaba a los hombres a cometer asesinatos, este mundo necesita a alguien como el

- ¡Estas demente! - grito Ryota - si hacen eso se perderá el balance y su influencia será mucho mayor con una forma física

- ¡Exacto! - exclamo el hombre - él fue el que me enseño lo que se, cuando lo conocí volví a sentirme vivo

- ¿Cuándo lo conociste? - susurro Ryota

- Ryota-kun mira - dijo Hiyami mientras apuntaba detrás del hombre.

Cuando Ryota logro observar bien al demonio que acompañaba al hombre sintió una presión en el pecho tan fuerte que sintió que le explotaría en cualquier momento.

- No puede ser, debería haberme dado cuenta antes - dijo asustado Ryota - ¿por qué un demonio de tu nivel esta acá?

- Kikiki - rio el demonio - al fin te percataste, enano.

- ¿Ahora lo comprendes? - dijo mientras seguía avanzando el hombre - el señor Berith fue mi revelación y como compensación hare que vuelva a este mundo, y cuando lo logre, seré libre de asesinar a quien quiera y cuando quiera.

- Imposible... - pensó Ryota - si Berith consigue una forma física...

- Ryota-kun, ¡Ryota-kun! - grito Hiyami - vamos, aún tenemos al grandote en frente

Cuando Ryota se percató, el hombre ya estibaba solo 3 metros de ellos.

- ¡Muévete! - grito Hiyami mientras se lanzaba contra Ryota para evitar que un pedazo de metal le impactara.

- Lo siento - dijo Ryota recomponiéndose - creo que, por ahora, la única forma para detenerlo será pelear juntos.

- Lo mismo pienso, atacaremos desde ambos lados, en algún momento perderá la concentración - dijo Hiyami - después de todo, sigue siendo un humano.

Entonces ambos chicos se levantaron, empuñaron sus armas y corrieron hacia los laterales del hombre. El primer ataque vino desde el lado de Hiyami, quien lanzo un gran golpe con su bastón, pero que el hombre logro detener. Por el otro lado, Ryota haciendo uso de la parte sin filo de su espada, lanzo un mandoble hacia la nuca del hombre, quien, de igual manera, logro repeler el ataque. Así siguieron por el siguiente minuto, Hiyami usando el bastón daba golpe tras golpe, igual que Ryota, quien seguía intentando darle en la nuca, esperando poder noquearlo, pero sus ataques aun parecían no hacer efecto y el hombre solo reía mientras los bloqueaba. Ambos retrocedieron, entendiendo que seguir así solo los desgastaría a ellos.

- Si seguimos así solo perderemos - dijo Ryota

- Así es - respondió Hiyami - necesitamos un plan

Entonces Hiyami comenzó a susurrarle algo a Ryota al oído

- Vamos mocosos - dijo riendo el hombre - entreténganme mas

Cuando el hombre se disponía a avanzar, los chicos corrieron en direcciones opuestas y se escondieron entre las máquinas y las cintas desplazadores con ganchos que había en el lugar

- ¿Las escondidas? - pregunto el hombre - ¡Esta bien! Esto hará más delicioso el matarlos y ver sus caras de desesperación

Cuando el hombre pasaba por la parte de los ganchos, sintió que algo venía a él, se giró para golpear, pero solo era un trozo de tela colgando de un gancho. Otro sonido desde su espalda se giró, y nuevamente un trozo de tela. La tercera vez el hombre ya estaba preparado, por lo que al sentir el ruido no giro y espero por un ataque frontal de parte de los chicos, pero en vez de eso recibió un golpe en su espalda, ya que el 3er gancho traía a Hiyami, quien luego del golpe, rápidamente volvió a esconderse. Los ganchos nuevamente comenzaron a ir hacia el hombre, quien notoriamente enfurecido decidió asestar golpes a cada una de las telas que iban hacia él. Cuando ya no quedaban ganchos ni telas, un trozo de metal salió lanzado hacia el hombre, quien se alcanzó a percatar y trato de esquivarlo, pero debido a la gran cantidad de telas y ganchos en el suelo, este resbalo hacia a un lado, logrando a duras penas esquivar el metal, entonces, viendo una apertura ante el resbalón del hombre, Ryota se lanzó a golpearlo con la esperanza de noquearlo de una vez por todas, pero el hombre lo estaba esperando y logro esquivarlo, y cuando Ryota se estaba girando, el hombre lo agarro del brazo izquierdo y le dio un fuerte golpe en el estómago que lo dejo semi inconsciente. Al ver que aun así Ryota intento darle un golpe en la cara, el hombre apretó fuertemente el brazo de Ryota y con un movimiento limpio, se lo quebró. El grito de dolor de Ryota resonó por toda la fábrica, y, en especial, en la cabeza de Hiyami, quien al ver esto, corrió gritando hacia el hombre, quien le arrojo el cuerpo semi inconsciente de Ryota. Hiyami logro atraparlo, y le tomo el pulso.

- ¡Ryota-kun! - grito Hiyami mientras sentía el pulso de Ryota

- ¿Viste su rostro? - pregunto el hombre mientras reía - a pesar de que su mirada inspiraba odio, cuando le quebré el brazo su mirada se volvió la de un gato asustado, esa es la desesperación que me gusta, y la que estas por experimentar.

- Huye, Hiyami - susurro Ryota mientras tocia algo de sangre

- No intentes hacerte el héroe si con suerte puedes pararte - replico Hiyami - en tu estado actual, no lo lograras ni distraer por 1 segundo.

- No te preocupes, yo te traje aquí, me hare responsable - dijo Ryota mientras intentaba ponerse de pie

- Quédate quieto, intentare distraerlo yo, tu escapa con la chica - dijo Hiyami poniéndose de pie - después de todo, solo me quedan 6 meses.

- ¿A qué te refieres? - preguntó Ryota

- Solo escapa - terminó de decir Hiyami

Cuando Hiyami se puso de pie, agarro fuerte su bastón, y comenzó a caminar hacia el hombre mientras pensaba que al menos usaría su vida para algo útil.

- Eso es mocosa - dijo el hombre - ven a mí, sin juegos, sin distracciones, una pelea de verdad.

Si la pelea pudiera describirse, en una palabra, seria "sangrienta". Desde el inicio Hiyami no tuvo oportunidad, su bastón fue roto al primer ataque y, a pesar de saber artes marciales, no eran suficiente para hacerle frente a tal animal. Hiyami intento usar patadas mientras giraba y esquivaba, pero el hombre bloqueaba una y otra vez, y cuando Hiyami paraba a tomar un poco de aire, el hombre la embestía. Un golpe al abdomen, seguido por un golpe a la cara, una patada al costado, y terminaba con otro puñetazo a la mejilla, Hiyami simplemente no podía hacer nada. Después de unos segundos peleando, Hiyami estaba llena de sangre, tenía cortes en su cara producto de los golpes, y, además, tocia sangre, posiblemente debido a los golpes en el abdomen, aun así, seguía de pie e intentaba pelear.

- ¿Que sucumbirá primero? ¿Tu cuerpo o tu espíritu? - dijo el hombre - vamos mocosa, déjame matarte

Mientras más duraba la pelea, más lento se volvía el tiempo para Hiyami y, cuando pensó que Ryota había logrado huir, observo que la chica del ritual seguía amarrada, busco a Ryota, no estaba en ningún lado, hasta que levanto la vista y observo que Ryota estaba en el techo cerca de ellos. Sin tiempo para reclamarle, Hiyami se lanzó contra el hombre, quien ante la sorpresa retrocedió unos metros, solo para volver a lanzarle un golpe preciso al estómago que lanzo a Hiyami por el aire.

- Creo que ya terminamos, mocosa - dijo el hombre limpiándose los nudillos con un trozo de tela - ¿lista para morir?

- ... - Hiyami se mantenía en silencio.

- No te escucho rogar por tu vida, habla más fuerte - exigió el hombre - suplica, llora, grita, déjame disfrutar de tu agonía maldita mocosa.

- Hehe, nos vemos en el infierno, bastardo - dijo Hiyami con una leve sonrisa dibujada en el rostro.

Poco tiempo tuvo el hombre para pensar, ya que mientras miraba a Hiyami, Ryota cayó desde el techo e impacto la cabeza de este con un ladrillo.

- Tch - se quejó Hiyami - siento que me duele el alma

- Al menos tienes tus dos brazos intactos - le reclamo Ryota

- Creo que al menos esto salió bien, aunque me tomara un tiempo pararme - dijo Hiyami mientras intentaba sentarse

- Somos dos - dijo Ryota con una mueca de dolor.

- ¿Que paso con el demonio? ¿Quién era? - pregunto Hiyami algo más recompuesta.

- Debe haber escapado, pero en estas condiciones no podremos atraparlo - respondió Ryota algo decepcionado - y respecto a tu segunda pregunta, es uno de los demonios más poderosos, no pensé que alguien de su nivel intentaría entrar a este mundo.

- Pensé que solo podían estar en forma de espíritus - dijo Hiyami curiosa

- Si, pero en algunos casos, demonios han logrado entrar a este mundo mediante rituales de sacrificio - indico Ryota - los cultos muchas veces intentan sacrificar personas para darles un cuerpo a los demonios, obviamente no tendrán todo su poder, pero tener un cuerpo es como dejarles la puerta abierta a que vengan y destruyan todo.

- Entonces debemos detenerlo - exclamo Hiyami

- Primero desatemos a la chica - dijo Ryota - ya veremos que hacer desp...

Mientras Ryota hablaba, escucharon fuertes ruidos en la fábrica que iban hacia ellos. Parecían pisadas, de muchas personas, por lo que pensaron que los policías u otros cazadores vendrían por ellos, pero no podían estar más equivocados. Un fuerte golpe azoto la sala en la que se encontraban, la puerta se abrió de golpe y un grupo de varias personas con velas, camisas blancas y un par de ángeles entraron.

- ¡Ahí están los blasfemos! - grito uno.

- Solo quedan esos 3 - dijo un ángel - aprovechemos que están heridos, pagaran con su vida por la traición al reino de Dios

Hiyami y Ryota intentaron ponerse de pie, pero aún estaban afectados por la pelea anterior. Cuando pensaron que las personas los atacarían, un fuerte viento recorrido la sala.

- Ara, ara - dijo una voz

Cuando los chicos miraron hacia la ventana de donde provenís la voz, observaron una silueta femenina, la cual dio un salto desde la ventana y, balanceándose entre las máquina, llego a donde las personas, a quienes derroto mientras realizaba lo que, a ojos de Hiyami, parecía ser una hermosa danza utilizando abanicos.

- ¡Ohayoo! - exclamo la chica a Hiyami - ¿estás bien, saco de boxeo-chan?

- Creo que está bastante claro que no lo estoy - dijo Hiyami notoriamente molesta - y no soy un saco de box

- Pero ¿no te usaron como uno? - pregunto irónicamente la chica mientras se tocaba el mentón en forma pensativa

- ... Hiyami guardo silencio unos segundos - si nos vas a matar hazlo sin burlarte

- ¡Que cruel! ¿Crees que yo mataría a una chica tan linda como tú? - pregunto la chica mientras sacaba un frasco que le dio de beber a Hiyami - es un analgésico, frenara tu dolor, al menos hasta que te curemos

- ¿Quién demonios eres? - pregunto Hiyami

- ¡Oye! - grito Ryota interrumpiendo - ¿no crees que necesito también algo de analgésico?

- Vaya, Ryo-chan, esas no son formas de referirte a tus mayores - dijo la chica mientras se acercaba a Ryota

- Tch, solo dame el analgésico - reclamo Ryota

- Barrieron el piso contigo ¿eh? - dijo la chica

- Esto... - dijo Hiyami interrumpiendo - ¿me pueden explicar que rayos pasa aquí?

- Soy Kasumi, miembro de los cazadores de las sombras, y soy un año mayor que Ryo-chan - respondió la chica - gracias por cuidar a mi revoltoso Kauai.

Cuando Hiyami se levanto pudo apreciar de mejor manera a Kasumi, era una chica de estatura media, aunque un poco más alta que Hiyami, tenía ojos negros pero brillantes, su cabello negro que caía por sus hombros, y que era cubierto por un sombrero purpura con la punta doblada, similar al que usaban las brujas , por lo que Kasumi parecía imitar las vestimentas de estas. La impresión de bruja llego hasta su cuellos, ya que, desde ahí hacia abajo, su vestimenta era como la de una chica normal, una camiseta purpura que en el medio tenía impresa la frase "maestra vudú", una falda de color negro, y unas medias del mismo color.

- Deja de llamarme así - reclamo Ryota mientras se ponía de pie - y aun tenemos trabajo, Hiyami, amarra con cadenas al tipo antes de que despierte, Kasumi, deberías hacer lo mismo con los celtistas.

- Deberías referirte de mejor manera a tu mayor - respondió la chica mientras avanzaba hacia los celtistas

- ¡Solo hazlo! - grito Ryota mientras se amarraba un trozo de metal en el brazo.

Finalmente, Hiyami desato a la chica del ritual, y esta entre lágrimas no dejaba de pedir perdón y agradecerle a los 3 que la hayan salvado. Luego de esto, entre los 3 chicos llevaron a los miembros de la secta y del culto cerca de una comisaría y los acusaron de secuestro, por lo que los dejaron en prisión. En cuanto a las heridas de Hiyami y Ryota, estas fueron curadas de forma "milagrosa" como lo llamo Hiyami, ya que una persona vistiendo ropas blancas con el kanji de "luz" al medio, utilizo algo llamado "regeneración celestial", y todas las heridas, incluyendo el brazo roto de Ryota fueron curados.

- ¿Que hicieron? - pregunto asombrada Hiyami

- Fue una técnica bendita - respondió Ryota - algunas personas pueden hacerlo, por lo que ayudan a los cazadores luego de las misiones.

- ¡Wow! - exclamo Hiyami - entonces ¿ambos trabajan juntos?

- Algo así - respondió Ryota - yo soy un cazador de la luz

- Y yo una cazadora de las sombras - respondió igualmente Kasumi - y bajo la autoridad de los grandes maestros de la hechicería, Hiyami vendrás con nosotros.

- ¿Eh? - dijo Hiyami mientras sonreía incómodamente - ¿¡Ehhhhhhh!?