*sonido de campanas*
"Estamos reunidos, para honrar a la matriarca de la familia Rius, en nombre del Anónimo, y en honor a la señora Madel, guardemos un minuto de silencio!"
Esta religión es muy rara, a las personas fallecidas se les quema el rostro y luego es sepultado en una tumba sin marcar.
El proceso fue bastante escalofriante, sobretodo el tener que verlo completo.
Y un poco de ira sentí, era mi madre a la que le quemaron el rostro, tal vez no me haya encariñado mucho con ella, pero aún me desagrada ver como la des figuraron.
Esta religión es muy macabra, el objetivo de la sepultura es hacer que las personas puedan ser recordadas, pero en este lugar, es todo lo contrario.
Pero al final del día, quien soy yo, un bebé que no puede reclamar.
Quitando el echo de las culturas locales, este lugar es casi igual a una iglesia católica, salvo por el símbolo de adoración, que no es una cruz.
Soy conocedor de este tipo de lugares, me crié en una iglesia al fin del cabo.
"Bien, ahora pasaremos a bautizar la nueva cabeza de la familia Rius!"
El señor que habla es un.... sacerdote, no existe otra forma de describirlo, él está totalmente cubierto por una túnica, ni siquiera su rostro se puede observar, pues está tapado con un velo muy grueso.
He, porque nos levantamos, ya nos vamos, normalmente Talia no me suele cargar, pero hoy es diferente, mis parásitos/hermanos están siendo cargados por unas señoritas con uniforme de sirvientas, y yo soy sostenido por Talia.
Pero repentinamente nos levantamos de nuestro lugar, y por lo que puedo ver, las sirvientas que sujetan a mis hermanos nos están siguiendo.
Con pasos lentos en dirección hacia el escenario donde el sacerdote está parado.
Al subirnos en el escenario, puedo mirar a todos los presentes, y son muchos.
Todos sentados en bancas de madera con cojines, esto sería normal en una misa, exceptuando por los que llevan máscaras.
Son de dos tipos, los que parecen copias de Dispech, y los que no, una hilera de hombres vestidos de negro con máscaras de aves, están de pie al final de la sala, como si fuera guardián de seguridad, la mayoría tienen máscaras de lechuza, pero algunos utilizan de águilas, pelícanos y...cuervo, ese es Dispech.
Luego están los sentados, algunos de los presentes invitados llevan máscaras, son una minoría de seis personas, en comparación con los cientos que poseen el rostro descubierto, pero su presencia se nota en la sala, estos enmascarados se distribuyen al azar, y las personas que rodean a estos individuos están algo apartadas de ellos.
Talia y las sirvientas se pararon sobre el escenario mientras nos cargaban, Talia se colocó en el centro y las dos sirvientas a la derecha he izquierda de nosotros.
"Con esto, comenzaremos el bautismo!!"
Cuánto odio no poder entender el idioma de estas personas, por la reacción de los invitados, lo que está hablando el sacerdote es importante, incluso Talia tembló un poco cuando terminó de hablar.
De la puerta a la derecha del escenario, sale una...monja, está tapada completamente, y un velo blanco y grueso cubre su rostro.
Ella tiene una caja en la mano derecha, es pequeña, lo suficiente como para ser sujeta con una sola mano, sus contornos son dorados y la madera está bien barnizada.
La monja se acercó y sujetó la caja frente al sacerdote, el cual abrió la caja con suavidad, mostrando lo que contenía.
Era un par de objetos pequeños, no pude verlos bien pues rápidamente fueron tomados por el sacerdote, el tomo uno en cada mano y se acercó a Malla.
"Enseñame tu pierna izquierda, pequeña!"
El sacerdote habló algo, luego la sirvientas levantó la pequeña falda con la que está vestida Malla, el sacerdote acerca sus manos y.....genial, que les pasa a los sacerdotes, todos son unos pedófilos.
"WAH"
Un pequeño gemido de parte de Malla, el Sacerdote está de espaldas a mí, así que no puedo ver que hizo, pero sea lo que sea, es incómodo.
Cuando el sacerdote se gira, la pierna de Malla está cubierta nuevamente, el supuesto pedófilo se acerca lentamente a mí, y frena en frente de Talia.
"Enséñame tu brazo izquierdo, pequeño"
No se lo que dijo, pero Talia sujeta mi brazo y lo mueve hacia delante, el sacerdote acerca sus manos mostrando lo que sujetan.
Su mano derecha tiene lo que parece un sello y su mano izquierda un pequeño recipiente, el mueve el sello y lo colocó en el recipiente, para luego dirigir el sello hacia mí mano.
Talia sujeta muy fuerte mi pequeña mano, mi primer instinto fue apartar mi mano, pero el apretón de Talia lo impidió.
El sacerdote coloca el sello sobre mi antebrazo y luego presiona, un dolor punzante se transmitió por mi brazo, fue imposible aguantar un gemido de mi boca, pero no dolió lo suficiente como para hacerme llorar o gritar.
Cuando el sacerdote aparta su mano, en la zona de mi antebrazo quedó una marca, en ese instante lo comprendí todo.
Es un tatuaje, lo que parece un sello es una máquina de hacer tatuajes de esta época, y lo que me tatuó parece una pequeña marca de un dedo de largo, esta marca la vi muchas veces en mi paseo por la mansión, los cuadros de mi madre la tenían, al igual que los estandartes.
Mientras reflexionaba, el sacerdote acabó de marcar a Bell, el que faltaba, luego de hacerlo se coloca de espaldas a nosotros, mientras mira hacia la multitud silenciosa.
"Mallara, Bellam y Kurobu son reconocidos por la Iglesia Anónima como...la nueva cabeza de la familia Rius!!"
*sonido de aplausos*
No tengo ni idea de lo que dijo el Sacerdote, pero la reacción de la multitud fue muy exagerada, todos saltaron de sus asientos y comenzaron a aplaudir, de forma eufórica, incluso los vestidos de negro aplauden abiertamente.
Mire hacia Talia, ella estaba mirándome con anterioridad, por un momento nuestras miradas chocaron, ella parecía notar mi desconcierto, porque me devolvió una sonrisa tranquilizadora.
En esa sonrisa no había miedo, estaba totalmente limpia de imperfecciones, haciendo que un calor surgiera en mí pecho.
En ese instante mis dudas se despejaron, si ella estaba feliz, entonces no tenía nada de que preocuparme, pues, desde que llegué a este mundo, ella es la persona en la que más confío.
Su manera de actuar, la forma en la que me ha atendido, su sonrisa hermosa, su voz angelical, todo de ella me hace apreciarla.
Este sentimiento, es raro para mí, jamás lo he sentido, y eso me hace ignorante de lo que significa.
Pero el día en que mi verdadera madre murió, entre los aplausos de la multitud supe.
Que todo el amor que nunca sentí, se estaba acumulando, para cuando llegará a este mundo.
Mi mirada se posiciona sobre la multitud eufórica, mi mente estaba clara mientras veía a todas esas personas.
Yo estuve atrapado en un mundo que siempre me repudió, incluso después de mi muerte no encontré más que dolor y sufrimiento.
Pero mi oportunidad a llegado, en este mundo que no me odia, crearé mi nueva vida, empezando desde este momento.
Y ninguno Dios podrá arrebatarme esto, almenos, no sin pelear.