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Chapter 4 - capítulo 3: Bietka

El líquido rojo se esparció rápidamente por el suelo debajo de la moribunda chica. Observe durante unos segundos el ala que antes se desprendió de su espalda, y seguía aleteando, aun cuando ya no formaba parte del cuerpo de la chica.

«Hay que ayudarla.» Dije mirando a Vikim

«¿Estás loco? Ella salió de la Grieta dimensional.» Alego Vikim.

«primero, sí. Y en segundo, lo sé. Yo estaba aquí cuando sucedió.»

Tomé a la chica y rompí parte de mi ropa para hacer presión en el horrible agujero que quedo en su espalda. Le dije a Vikim que activara el generador de emergencia mientras yo llevé a la chica a mi cama para darle tratamiento. Justo cuando la puse en la cama las luces se encendieron revelando claramente su desnutrida figura. Su piel estaba pegada a los huesos y horrendas cicatrices adornaban su pierna derecha, eso sin mencionar el sin número de hematomas que se espacian por su cuerpo. En contraste con todo lo anterior, los cuernos en su cabeza casi parecían brillar de vitalidad y belleza.

Con mis conocimientos yo solo podía dar un tratamiento básico, pero Vikim fue medico durante su juventud y sus conocimientos sobrepasaban por mucho a los míos. Seguí al pie de la letra todo lo Vikim me indico hacer para ayudarlo a salvar la vida de la desconocida y después de una intensa hora, ya no había nada más que hacer. Aunque hicimos cuanto pudimos, no había esperanza de vida para la chica. Ahora solo quedaba esperar su muerte. El estado en que se encontraba era irreparable.

Aunque no la conocí, por alguna razón comencé a sentirme mal. Incluso pensé que, si no la hubiera sacado de la esfera y posteriormente de la grieta, ella aun estaría viva. Dejarla ahí tampoco cambiaria nada, la esfera está diseñada para ser similar a una criogenización, por lo que el prisionero se mantendría tal y como lo pusieron allí. Yo sabía esto, pero aun así quede con un mal sabor de boca.

Volví a poner la mesa en su lugar y me quedé sentado en ella por un rato. Lupus eventualmente llego a mi lado, no sabía dónde se encontraba hasta ahora. Según me conto Allen, Lupus estuvo tomando largas siestas durante todo el tiempo que estuvo con él. A veces Allen intentaba despertarlo, pero no lo lograba, incluso si había mucho ruido, Lupus seguía durmiendo.

Creo que el noto mi molestia y lamio mi cara como diciendo: ¿Qué ocurre?

Me ladro y luego corrió hacia la cama donde estaba la chica y cuando llego con ella se volvió en mi dirección y ladro otra vez. Si amigo, esa era la causa de mi molestia. A mi alrededor estaba todo desordenado, la onda expansiva arrojo todo lejos.

Estando encima de la mesa sentí un gran cansancio, pero no era físico, más bien mental. Poco a poco todo se volvía negro mientras cerraba los ojos para dormir sobre la mesa una vez más. Sabía que, al despertar, un cadáver me esperaría sobre la cama…

***

Un aroma conocido llego a mi nariz y aunque ya había pasado un tiempo desde la última vez que percibí ese aroma, lo reconocí de inmediato. Era el olor de la sopa que Vikim solía preparar para mi cuando era niño. Tenía mis ojos cerrados recordando los días en que solo comía esa sopa, era lo único que pedía para comer. Mi viaje al pasado fue interrumpido abruptamente por un fuerte ladrido que penetro en mi oído derecho. Salte de la impresión y caí de la mesa al suelo golpeando mi cabeza. «Despiertas justo a tiempo.» Dijo Vikim viéndome en el suelo.

El parecía alegre y llevaba en las manos un plato de sopa. El hizo un gesto con su cabeza para que lo siguiera y lo hice. Mas temprano que tarde llegamos a la cama donde debía estar el cadáver de la chica.

Me llevé una gran sorpresa. La moribunda chica de hace un par de horas estaba sentada en la cama. El color había vuelto a su cuerpo, los hematomas desaparecieron y parecía tener más peso. Solo su pierna derecha mantenía cicatrices.

«Él fue quien corrió en tu ayuda.» Le dijo Vikim a la chica sentada en la cama.

Ella fijo su vista en mí. Me agradeció y luego desvió la mirada. No entendía cómo era posible que estuviera viva. Su estado era irreparable, pero de algún modo logro sobrevivir.

Vikim me dio el plato de sopa. Dijo que le ayudara a comer mientras él servía más, pues ella no podía usar los brazos aún. Parece que todavía no se recuperaba por completo, lo que era bastante razonable. Acerque la cuchara a su boca. Ella parecía nerviosa, desviando sus ojos de los míos a cada momento. Ella hacia esto, pero igualmente recibía la sopa. Yo permanecí en silencio todo el tiempo, mis pensamientos no me dejaban hablar. ¿tal vez alguna medicina especial de Vikim pudo lograr que ella viviera? ¿o era algo más? ¿tal vez su raza poseía una super regeneración?

«¿Por qué?» Preguntó ella después de tragar la sopa.

«¿Qué cosa?»

«Me… ¿Por qué me ayudaste?» Preguntó bajando la mirada.

«Se que no necesitabas ayuda, pero yo quería ayudar.» Dije mientras sonreía.

«¿Por qué tardaste tanto…» Dijo la chica

casi susurrando mientras cubría sus ojos con la palma de su mano. ¿A qué se refiere con que tarde tarde tanto?

Ella levanto su cabeza y me miró fijamente. No lo había notado, pero ella tenía heterocromía, su ojo derecho era café mientras el izquierdo azul. Seguía mirándome cuando lagrimas cayeron por sus mejillas seguidas de mocos y un llanto que no podía detenerse.

"Gracias…" logro pronunciar. Todo lo demás se volvió inentendible con todo el llanto.

Vikim llego con los platos de sopa y al ver esto me regaño.

«¿Qué le dijiste Ains? Te dije que dejaras de ser tan sarcástico.»

¿Por qué siempre tengo que ser yo el culpable? Tal vez en algunas ocasiones soy demasiado sarcástico y de vez en cuando exploto cosas, pero eso no significa que siempre sea mi culpa, ¿o sí?

Como sea. Pensé que más tarde podía ir con el esclavista y obtener algo de información sobre la raza de la chica. Recuerdo que en el basurero el me mostró a una mujer con cuernos. Si alguien podía darme ese tipo de información sería el, aunque no me gustaba la idea de ir a su negocio.

Me pase el resto del día arreglando las alas mecánicas averiadas. Parece que todo el sistema principal estaba en buen estado, solo unas piezas reemplazables estaban fritas. Arregle el error en la potencia, que fue el causante del daño y para cuando eran cerca de las cinco de la tarde ya estaba todo arreglado. La chica ya podía caminar y también usar su brazo izquierdo. Vikim se había ido, pero sin decirme a donde, lo hacía cada vez más seguido. Si tenía una novia o novio simplemente debería decirme. No veo porque está viéndose con alguien a escondidas.

En el taller solo estábamos Lupus, la chica y yo. Aunque Lupus estaba en otra de sus extensas siestas.

Le dije a la chica que iría al mercado. Volvería rápido así que ella podía esperar en el taller. Ella se me quedo viendo, su cara decía que quería acompañarme. Yo no quería llamar la atención, después de todo ella estaba en la esfera de prisioneros y podría ser alguien buscada. Sin mencionar que sus cuernos eran demasiado llamativos.

"¿Quieres acompañarme?" Le pregunte sabiendo que no era buena idea.

«¿puedo?» Recordé que no sabía su nombre y en mi mente la había estado llamando "chica".

«Por cierto, ¿Cómo te llamas?»

«… Bietka…» así que se llamaba Bietka.

«Oye, Bietka, ¿puedes hacer con tus cuernos lo mismo que haces con tus alas?» si podía esconder las alas tal vez también con los cuernos. Valía la pena preguntar.

Ella entendió enseguida a lo que me refería, apenas termine de hablar, sus cuernos comenzaron a ocultarse. A diferencia de las alas, los cuernos no podían esconderse por completo y solo se hacían más pequeños, pero fue suficiente para que su cabello los ocultara. Ella daba la impresión de ser alguien bastante simpática y curiosa. Para nada se veía como un criminal. Durante el recorrido por el mercado le preguntaría todo lo que me intrigaba.

Supongo que también le compraría algo de ropa. Ahora mismo ella estaba usando una de mis chaquetas de cuero y aún mantenía la falda con la que salió de la grieta. No se veía mal, pero creí que se sentiría mejor con ropa para chicas. El resto de su ropa la guarde. No parecía ropa de prisioneros y supuse que podría obtener información en base a lo que usaba.

Estábamos parados frente a un puesto de frutas esperando para ser atendidos cuando escuche a uno de los clientes hablar sobre otro cuerpo petrificado. Y que el rey de Renatus estaba esperando a atrapar a la criatura para organizar el funeral del fallecido príncipe. El rey quería empalar la cabeza del monstruo y ponerla en el centro de la ciudadela. Una idea algo radical. También, una de las cosas extrañas es que, el príncipe petrificado estaba en el pueblo y no en la ciudadela ¿Por qué estaría en este lugar?

Creo que la existencia de la criatura ya era un hecho. Cuando la atrapara tal vez conseguiría un favor por parte del rey y entonces pediría una nave más grande. Y si la conseguía podría llevar conmigo a Allen y Amara. Y claro, ahora también estaba Bietka. Si no obtengo lo que quiero, tendría que dejarlos aquí y eso me revolvía el estómago.

Después de comprar la fruta avanzamos a la tienda de ropa y nos topamos con un puesto de postres. Un rico olor a pie de limón llamo la atención de Bietka y no pude evitar notarlo.

«¿Quieres un pedazo?» Le pregunte.

«¿De verdad?» Respondió

«Claro.» Le dije de vuelta.

Compre dos pedazos de pie de limón y nos sentamos en una banca para comerlos con tranquilidad. Mientras estábamos ahí, Amara apareció. Ella tenía el día libre y eso venia como anillo al dedo. Le pedí a Amara que ayudara a Bietka a elegir ropa. Después de todo eso, volvimos al taller.

Entramos y Vikim estaba tratando de detener al noble que venía por las alas mecánicas. El noble buscaba desesperadamente las alas. El me vio entrar y me dijo que las necesitaba ahora mismo. Él dijo que en la ciudadela se estaban organizando para patrullar por las noches en busca de la criatura. Alegando que no podían encontrarla antes que él o sus planes se vendrían abajo. Eso también presentaba un problema para así que le di lo que quería. Después de todo ya estaban listas y la cámara y "otras cosas" ya habían sido implementadas. Él no sabía usarlas y le advertí, pero dijo que aprendería a usarla de alguna forma.

Parece que esto era más serio de lo que parecía. Ahora solo quedaba esperar y usar mis nuevos ojos para hacerme una idea de donde se encontraba tal monstruo. También conseguiría información sobre esto del esclavista. Aunque olvide hacerle las preguntas que tenía en mente a Bietka.

Vikim me miro y pregunto por Bietka, ella no estaba conmigo. La perdí de vista cuando fui por las alas mecánicas.

Ella apareció vistiendo su nueva ropa. Que era un vestido completo hasta arriba de las rodillas con un nudo en el abdomen y mangas anchas que llegaban hasta el antebrazo. El color del vestido era azul y negro con líneas blancas en algunos lugares. También llevaba puestas unas botas largas negras. Eso combinado con sus relucientes cuernos blancos le daban una belleza sin igual.

Vikim quedo sorprendido. Para nada se parecía a la chica moribunda de hace un par de horas. Ella se acercó a mí y pregunto si le quedaba bien.

«¿Me veo bien?» Su cara parecía tener incertidumbre.

«Te ves hermosa.» Le dije y acaricié su cabeza.

Ella parecía buscar mi atención. Tuve una sensación extraña. Fue como acariciar un animal que nunca había sentido cariño, por el contrario, uno que había sido maltratado desde cachorro. Yo aun no sabía nada sobre ella y olvide preguntarle en el mercado. Supongo que será una conversación para otro momento, ahora iré con el esclavista para obtener la información que necesito.

Llegue al negocio del sujeto con la cicatriz en su cara. Vista por fuera parecía una tienda común, pero al entrar era un ambiente complemente distinto. Mujeres de todo tipo de razas se encontraban al costado esperando ser elegidas. Mas adelante una cortina translucida permitía a la vista tener una idea de lo que allí hacían. Un sinfín de instrumentos desagradables con todo tipo de formas se encontraban en una habitación aparte. Un chico humano que estaba cerca de los 25 se acercó a mí.

«¿Lo vi buscando algo? ¿tal vez era a mí?» Dijo mordiendo su labio inferior.

«No. Ve a venderte a alguien más» Dije directamente.

Ahí fue cuando un musculoso alienígena me tomo del cuello. Él me pregunto que si tenía algún problema. Elevo su puño para golpearme, pero fue rápidamente detenido por el esclavista.

«¿Pero ¿qué haces, que no ves que él es mi invitado?» Dijo.

El esclavista me indico seguirlo hasta una habitación más tranquila. Era amplia y un gran escritorio de madera se posaba al fondo de la habitación. Nos sentamos y el pregunto a que se debía la visita. Le dije sin rodeos que quería información sobre la criatura que rondaba las calles convirtiendo a la gente en piedra.

«Supongo entonces que no vienes a divertirte.» Dijo sirviéndose whisky.

«¿Entonces?» Le pregunte.

«diez monedas de plata.»

«¿dónde la vieron por primera vez?» Dije aceptando su precio.

"La supuesta criatura fue vista por primera vez en la ciudadela. Como ya te imaginaras, fuel el príncipe menor quien la vio y posteriormente siguió cerca de tu taller. Sobre su apariencia he escuchado que tiene piel escamosa como un reptil. Las víctimas no tenían relación y a excepción del príncipe, parece que solo estuvieron en el lugar y momento equivocado. Dentro de la ciudadela existe el rumor de que un hombre ha estado ayudando a la criatura, pero no se podido comprobar. ¿Por qué estas interesado en esto?" Explico él.

«Eso no es tu asunto, ¿tienes algo más?»

«Si. esto solo es una teoría mía, pero si quieres dar con la criatura, deberías vigilar al príncipe mayor.»

¿Vigilar al príncipe mayor? Gente común no tiene permitido entrar en la ciudadela, es imposible hacer eso. Además, ¿Qué tiene que ver el príncipe? El esclavista me dijo que no tenía más información sobre eso. Todo lo que me dijo casi no ayuda en nada.

«por cierto, el otro día en el basurero me mostraste a una chica con cuernos, ¿de qué raza viene?» Le pregunte.

«Ella es de raza Summdat. Vienen del planeta Daecorn ¿te interesa una? Te daré un buen precio.» Me dijo.

«¿Sabes sobre alguien de su planeta que fuera a prisión por tener potencial para destruir un planeta?»

«No, pero he escuchado… ¿había algo en la esfera?» preguntó curioso.

Su cara mostraba un total interés en el tema. No le diría que algo salió de la esfera ni mucho menos.

«No, solo estoy interesado en la raza de la mujer por uno de mis experimentos. ¿Qué más puedes decirme?»

«Primeramente, los Summdat sienten un total repudio hacia los humanos. Esto comenzó poco después de su primera visita a la tierra, más precisamente en la antigua sumeria, donde se les llamo los Lilim. Mas tarde también fueron mencionados en textos hebreos, pero como demonios malignos que se alimentaban de la fuerza vital de las personas. Muchos de los primeros en visitar este planeta fueron asesinados y cortaban sus cuernos para mantenerlos como trofeos.» Explico él.

«¿Porque vinieron a la tierra en primer lugar?» pregunté.

«A su planeta no lo queda mucho tiempo y la tierra era el planeta que más se parecía al suyo, incluso los humanos eran similares en apariencia, excepto por los cuernos de los Summdat, eran iguales. Esperaron poder convivir en paz con los sus humanos, compartir sus conocimientos, pero en cambio solo obtuvieron discriminación y muerte para los suyos.»

Con todo lo que escuche me era más que comprensible el odio y rechazo que ellos sentían hacia nosotros. También explicaría porque los criminales de su planeta vienen a dar aquí. ¿Por qué solo tenerlos en prisión si pueden enviarlos aquí a sufrir?

«¿puedes decirme algo sobre un prisionero con capacidad de destruir planetas»

En ese momento su cara cambio, la seriedad se apodero de su rostro y pude notar sudor en su frente. El me hablo sobre alguien que experimentaba con personas, modificando sus cuerpos de maneras atroces. Al parecer esa persona quería crear una fuerza militar con habilidades nunca antes vistas, soldados indestructibles, equipados con máquinas de destrucción. Una prisión especial fue creada para ese alguien. Ese alguien modifico su propio cuerpo, era una catástrofe andante.

Gamesh era el nombre del hombre que obtuvo más poder que cualquiera en el universo. El extermino 5 planetas enviando a sus soldados modificados, junto a pestes y virus creados por el mismo. Intentaron asesinarlo, pero les fue imposible, el descubrió la forma de volverse inmortal. Eso fue todo lo que me conto sobre Gamesh.

«Ahora responderás mis preguntas, chico.» Su cara cambio. Estaba serio, nunca antes lo vi así.

«¿La chica que salió de la esfera tiene los ojos de distinto color?» ¿Cómo podría el saber eso? Las posibilidades de que el prisionero dentro de la esfera presentara heterocromía eran escasas.

«Ella no tiene los ojos de diferente color.»

«Entonces si es una ella… Lo siento chico, pero sabía qué harías funcionar la esfera. Y sabía que ella podría estar ahí.» Me confeso.

Después de decirme eso, sentí un fuerte golpe en mi cabeza y todo empezó a dar vueltas… todo se volvió negro.