--¿Vas a ir a la fiesta mañana?
--Tal vez… Mel…
--Siempre dices lo mismo, Albert…
--¿Albert crees que soy bonita~?
La rolliza sobrina del jefe se recostó provocativamente sobre mi escritorio, su blusa semi abierta dejaba ver dos sobre dimensionados pechos junto con un pequeño saludo por parte de la delicada pero resistente lencería de encajé color verde oscuro.
Contemplado tranquilamente la vista, solo pude mantener mi constante media sonrisa y responder con medias verdades.
--Sep…
--Entonces iras a la fiesta el sábado~
--Tal vez…
--¡Nuuuu! ¡Albert! ¡No puedes decir otra cosa!
--Tal vez…
Me burle de la rolliza y torpe mujer bajo la mirada burlesca de los demás miembros de la oficina.
--¡Olvídalo, le diré a mi tío que te obligue~ no quería hacerlo pero me obligaste a hacer Albert Greenland~!
Con sus palabras la joven rellena corrió a una velocidad inesperada para sus proporciones y subió al ascensor que parecía haberla estado esperando. Las bromas terminaron y la diversión acabo.
--Oye, Greenland ¿Estarás bien?
--Lo dudo… pero mientras no haga nada, el viejo no me despedirá…
--No, no es eso Greenland… ¿Vas por la gorda Mel?
Mire con molestia al compañero de trabajos ante de golpearlo con una carpeta.
--Recuerdas lo que le paso al último tipo que se enredó con Mel ¿verdad?
El compañero masculino palideció y asintió.
Hace un año cuando Merrybell se unió a la oficina ya era rolliza, amigable, ligeramente ingenua y algo desesperada por casarse ya que pronto se acercaba a los treinta, gracias a su posición como sobrina del jefe y florero administrativo, se convirtió inmediatamente en la Mascota de la oficina, todos hombre y mujeres hicimos un acuerdo tácito de tratar a Mel como una mascota, ya que sabíamos que el jefe era "Bastante" sobre protector con su familia.
Poco después de su llegada un tipo guapo y libertino de la división de logística, engatuso a Mel durante una de las fiestas de la compañía y terminaron enredándose en las sabanas, tristemente para el intento de Don Juan, el jefe tiene ojos y oídos por todas partes.
Lo último que supimos de ese pobre infeliz fue que termino flotando en las aguas residuales en la planta de tratamiento.
--Si… lo recuerdo ¿Sabes nadar Greenland?
--Sí, pero espero no necesitarlo…
--Deberías hablar con ella, sabes romper su redondo corazón.
--Y que me maten por eso… no gracias… y encárgate de esto…
Suspirando, entregue las carpetas que requerían su revisión y otros papeles, ya que me estas molestando bien puedes ayudarme.
***
No recibí ningún escrito, recordatorio o citación por parte de la alta gerencia o la oficina personal del jefe por lo que pasare otro día alejado de las aguas. Tomando el mismo camino de regreso me encontré con una pequeña conocida.
Sentándome a su lado, salude a la pequeña niña.
--Hola… fue un buen día…
--Ladrón tramposo…
--Siempre tienes que estar atenta, ya no estás en la zona Kansas…
--¿Kansas?
--Eres muy joven para entender…
--Viejo…bastardo…
--Amucha honra…
--Descarado…
--También lo soy… ¿Y volverás a la escuela o buscaras trabajo?
--Trabajare… no tengo papeles o dinero para la escuela…
--Ese es un comienzo… bien por ti.
Palmee su cabeza con cariño, esta pequeña niña me recuerda a mi pequeña sobrina por eso no puedo evitar ayudarle aunque sea un poco.
--Pero no tengo donde dormir… ya no…
--¿Dónde estabas antes?
--Contenedor de basura… pero me lo quitaron unos vagabundos.
--Ya veo… mala suerte.
Pensé por unos instantes antes de preguntar.
--¿Tienes miedo a los fantasmas?
La niña me miro con duda antes de responder con una gran sonrisa petulante.
--No me asustan, me gustan las pelis de terror.
--Bien, conozco un lugar que necesita mano de obra, puede ser algo mal pagado pero tendrás un techo sobre tu cabeza.
--¿Dónde?
Zoe me miro con sus ojos azules resplandecientes, llena de ánimo infantil.
--Mi edificio… necesitamos un ama de llaves.
--¡Acepto!
--Espera… aún tenemos que hablar con la dueña… aunque dudo que ella se niegue, a ella…
Mire a la enérgica Zoe antes de acariciar nuevamente su cabellera mal recortada.
--Le gustan las niñas pequeñas~
Zoe tembló un poco ante la mención de los gusto de esa persona pero lo ignore, continuamos platicando de cosas al azar hasta que llegamos a nuestro destino.
***
--Realmente es una casa embrujada.
--Edificio…aunque si da todo el aspecto de una película de terror pero te acostumbraras…
Camine por el lúgubre pasillo y escale las chirriantes escaleras, Zoe estaba enganchada a mi brazo con miedo de caer.
--¿Esta cosa es segura?
--Supongo… no se cayó antes… no caerá ahora…
--No eres para nada tranquilizador Albert…
--Bah… te acostumbraras en una semana…
--Lo dudo…Kyaaaaaa…
--Es solo una cucaracha… hay más en la planta baja.
--¿Este lugar es siquiera habitable?
--Técnicamente… cumple con las normas de seguridad, las mínimas pero las cumple…
--No me gusta este lugar…
--Pero no tienes otra opción…
--Tuche…
Salimos de las escaleras y caminamos por el pasillo del segundo piso caminado hacia mi apartamento deteniéndonos en la puerta contraria a la mía.
*Toc*Toc*Toc*
El sonido de paso pronto llego del otro lado, largos y delgados dedos de piel pálida y uñas pintadas de negro se asomaron por el borde de la puerta, seguidos por el rostro pálido y enfermizo de Evelyn, su cabello negro como la brea se extendía por su rostro y cuerpo escondiendo una parte de su buena figura.
--¡Albert~! ¿Quieres otra ronda~? Solo que no te dejare escapar esta vez~ Fufufu~
--Evelyn… hay niños presentes…
Ignore las palabras calientes de Eve y señale a la pequeña invitada.
--¡¿Tu Hija?!
Ante las fatídicas palabras grite en el acto.
--¡Carajo! ¡NO! Solo la recogí en el camino.
--¡NO SOY UN GATO!
--¿Pero igual te recogí de la calle o no?
Respondí a las quejas de la pequeña y volví con Evelyn.
--Dale trabajo, limpiara un poco este lugar…
--De acuerdo~ solo somos tú, yo, y esa pareja del tercer piso en realidad~ no hay mucho que hacer~
--Bien, ya tienes un trabajo Zoe, felicitaciones… Evelyn encárgate de ella…
Di una pequeña palmada en la desordenada cabellera de Zoe y la entregue a la excéntrica mujer, ignorando las miradas de auxilio de la niña, gire sobre mis talones e ingrese en mi apartamento.
***
Gracias al aislamiento acústico del edificio los sonidos eran aislados casi perfectamente, podrías gritar por ayuda y nadie respondería, la única manera de llamar a alguien es golpeando las puertas.
Ya en mi silente hogar, retirando mis zapatos y chaqueta me senté en el sofá y retome mis notas.
--Esta loca caja satánica~ Abuelo no se ni me importa de qué secta o tumba demoniaca sacaste esto pero sí que apesta a magia negra…
Golpee rítmicamente la superficie con mis dedos, mientras repasaba las inscripciones en la tapa.
El Árbol del conocimiento y el Árbol inverso estaban tallados en la tapa con un gran nivel de detalle, cada rama y deferente esta bellamente lacado y delineado, si bien toda la estructura está llena hasta el tope con simbologías de diferentes regiones todo sigue un patrón y una concordancia hacia y desde estos dos árboles, como si todo saliera y regresara a ellos.
--Todos los caminos llevan a Roma ¿eh?
Trate de leer e identificar los símbolos rememorando mis días de juventud llenos de estudios y libros extraños desde ciencias básicas hasta teología, pasando por la física cuántica y los tratados esotéricos, leí muchas cosas en esos años, tal vez demasiado. Aprendí y entendí muchas cosas lamentablemente perdí mucho a cambio, parte de mi psique se insensibilizó a la realidad mientras que otra se hizo aún más sínica.
Con los años la insensibilidad se volvió entumecimiento y ahora roza la apatía, me limito a actuar un personaje, fingiendo mi propia personalidad y ocultándome bajo una máscara al igual que todos, la única persona que ha podido ver atravez de mí es Evelyn, las aves del mismo plumaje se reconocen entre sí.
Evelyn al igual que yo juega un papel aunque desconozco sus motivos, igualmente no quiero saberlos, lamemos nuestras heridas y nos acompañamos el uno al otro en este abismo, llamado vida.
Cerré los ojos y deje de mirar la caja… frotando el puente de mi nariz y el entrecejo, libere la presión de mi mente.
--Estoy recordando demasiadas cosas… una molestia…
Pospuse nuevamente el abrir la caja. Preparando una cena encilla, comí y me duche, recostándome sobre mi maltrecha y vieja cama, observe las múltiples manchas en el techo.
--Dos años desde que deje ese lugar… dos años ¿ah sido poco o mucho tiempo? Aunque tampoco es como si importara…
Murmure en la penumbra mientras me cubría con una manta que ya había visto días mejores.
Gotas de lluvia acida golpeaban interminablemente la ventana, el olor de la humedad y la polución llenaban el aire acompañados por el frio desgarrador, no pude evitar sonreír por la buena acción que torpemente hice.
La pequeña ladrona fácilmente habría muerto si estuviera bajo esa lluvia acida y el frio, neumonía, pulmonía o simplemente fiebre, otro cadáver en las calles de este basurero al que llamamos Grey City.
Maldiciendo un poco al clima poco colaborador, busque algo e consuelo y paz en los sueños.
***
Hoy es sábado, no tengo que despertar temprano ya que la compañía abre dos horas tarde, tristemente la rutina no me permite seguir escondiéndome en los sueños.
Dejando las sabanas y arrastrándome a la cocina, preparando una olla de cafeína y realizando las ya consecuentes flexiones y abdominales despejando mi mente con el ejercicio.
--¿Tendré que asistir a la fiesta… espero una muerte digna al menos?
Resignándome a mi suerte como lo he estado haciendo los últimos años, retire el café del fuego y serví una humeante taza, un pequeño sorbo.
El sabor amargo, la ligera quemadura despertó mis sentidos y reinicio mi descontrolado espíritu.
--Olvidemos la fiesta y preparemos el desayuno…
Antes de que pudiera empezar a, el chirriar de la puerta llamo mi atención.
Solo hay dos personas en este lugar con llaves para esa puerta, Evelyn quien es la dueña de este edifico y yo… ¿Qué querrá esa excéntrica mujer?
--¿Evelyn, necesitas algo?
Salí de la cocina y me encontré con dos mujeres, una alta y un pequeña, Evelyn y Zoe habían entrado en mi apartamento.
--¡Desnudo!
--Es mi casa y acabo de despertar…
Zoe grito mientras cubría su rostro con vergüenza, no obstante miraba por entre sus dedos, es algo maravilloso la doble moral de esta niña, ya que cabe aclarar que Evelyn solo viste un conjunto semitransparente de lencería ¿Cuándo compro ese par? Por mi parte solo uso un par de bóxer holgados.
--Albert~ desayuno~ por favor~
--¿Quieres comer aquí?
--Si~
--De acuerdo…
Evelyn se desplomo en el sofá y de inmediato empezó a revisar mis notas y acariciar la caja, Zoe solo se sentó a su lado mientras me observaba rubicunda.
--No toquen la caja… aun la estoy estudiando.
--Okey~ quiero huevos revueltos~
--Entendido… ¿Algo más?
--¡Tostadas!
Grito Zoe mientras cubría su rostro esta vez sin verme entre sus dedos.
--Huevos revueltos y tostadas… voy…
Regrese a la cocina y comencé a confinar, podría ir y vestirme pero no importaría, Evelyn viene a desayunar algunas veces, otras me arrastra a su lugar para cocinar, de cualquier manera me deja vivir aquí prácticamente gratis, solo cobrándome menos de la mitad de la renta a cambio de mis servicios. Cocinar para ella y atenderla es solo el menor de muchos males.
***
La insonorización del edificio es solo para el exterior, los sonidos se escuchan fácilmente dentro, la charla de las dos niñas flotaba en la cocina.
--¿Qué es esa caja?
--No, no Zoe… no debes tocar~
--Pero… ¿Qué es? Se ve aterradora…
--Debería serlo~
--¿Debería?
--Si, debería~ Albert es alguien muy curioso~ es muy amable pero también muy cruel~
--¿Cómo alguien puedes ser amable y cruel a la vez?
--Albert es así~
--Tú eres más rara…
--¿Oh~? Dices eso aun cuando te di trabajo~
--Lo siento… ¿pero a que te refieres con que es cruel y amable?
--Albert renuncio a vivir… pero viendo esto parece que encontró algo de que asirse.
--¿Asirse?
--Algo de que sostenerse~, él es como una pequeña canoa~ que va con la corriente…solo que estas son corrientes rápidas y peligrosas que terminan en una gran cascada~
--¿…no es peligroso?
--Para la mayoría si pero el~ aún está aquí~ flotando torpemente~ en el borde del abismo~
--… no entiendo.
--Es normal, aun eres pequeña~ vive lo suficiente~ estudia lo suficiente~ sufre lo suficiente~ y entenderás muchas cosas~
--No soy pequeña… tu eres muy grande.
--No estoy hablando de tus pechos~ y con el tiempo también crecerán~
--¡No soy pequeña!
--Entonces ya lo has hecho~ sé que lo niños de ahora son precoces~ eh atendido algunos pero~ no creo que estés listas~ para algo grande~
--¡Tú! Tú, tu, tu… ¿De que estas hablando?
--¿Ah~? ¿Interesada~? ¿Albert es un buen material~?
--… Lo vi.
--Fufufufu~ parece que no eres tan pequeña Zoe~
*Música de Radio*
Encendí la radio para evitar seguir escuchando las voces corruptas, una súcubo formando a otra, en lo personal no me importa pero ser el usado como material de ensañaba de la excéntrica súcubo (Evelyn) es demasiado para mí ya retorcida mente.
Unos quince minutos después el desayuno simple para tres personas está servido en la mesa, las dos féminas comieron con alegría mientras yo fingía ignorancia ante las indiscretas y calurosas miradas de la adolecente.
--Albert~ ayuda a Zoe a instalarse en el apartamento de abajo~
--¿Planta baja…no hay muchos insectos?
--Sera su primer~ trabajo~
Evelyn dio una sonrisa aterradora completamente acorde con su apariencia espectral.
--¡No, no le temo a los insectos!
Protesto la niña mientras sus hombros temblaban.
--Poco creíble…
--¡No le temo a las cucarachas!
--Hay más que solo bichos allá abajo…
--Si~ Albert tiene razón~ por eso es trabajo~
Evelyn se recostó presurosamente sobre la mesa dejando caer su cabello negro como la brea por todo el lugar y cambiar de tema.
--¿Qué pasa con la caja~?
--Herencia… aún estoy estudiándola…
--Magia negra~ tiene demasiados símbolos para ser algo bueno~
--Satán, Lucifer, Belcebú, Baal, Diablos… llámalo como quieras, no me arriesgare a abrirla a ciegas…
--Volviste~ a estar~ vivo~ ¿Es un buen día~?
--Si puede que sea un buen día…
Ambos tomamos un sorbo de café bajo la confundida mirada de la pubescente niña.
Termine ayudando momentáneamente a Zoe a limpiar el apartamento del primer piso aunque solo consistió en abrir un pequeño camino entre los objetos pútridos y mohosos almacenados. Sin muchas preocupaciones deje a la niña armada únicamente con una escoba, un mata moscas y una lata de insecticida.
***
La fiesta de la compañía, no es más que una pequeña reunión trimestral después del cierre, el jefe simplemente ordena una gran cantidad de comida y bebida acorde a las ganancias producidas. Más ganancia, más comida y bebida, muchos se esfuerzan por esta pequeña felicidad.
--¿Qué hago en este lugar…?
Murmure mientras vaciaba la tercera botella de cerveza en mi garganta, el olor de la carne asada arrastrado por el viento del balcón llenaba el salon de fiestas, recostado de una de las paredes, deje que mi vista vagara por el lugar.
Personas bailando, personas charlando, personas comiendo y bebiendo, algunos moviéndose junto a sus amantes y pretendientes.
--Albert~ ¿Estabas aquí?
--¿Mel?
--No pensé que realmente vendrías…
--¿Le dijiste a tu tío que me atraparan, correcto?
--Lo siento~
De hecho uno de los Minions personales del jefe evito "amablemente" que escapara.
--No te disculpes… al menos la cerveza es buena…
Di un trago a la cuarta cerveza y observe el aspecto de Mel.
Se había cambiado de ropa ya no está en su ajustado traje ejecutivo, sino en un suave vestido azul claro con un corsé bastante ceñido, dando a mostrar su ya rico pecho y caderas mostrando una buena cantidad de tersa piel blanca, ciertamente esto es peligroso… en muchos sentidos.
--Albert… ¿Cómo me veo~?
¿Por qué me preguntas? Los Minions del jefe están en la otra mesa ¿Así es como moriré? ¿Esperaba algo mejor? Opte por ignorar las claras insinuaciones de Merybell y respondí con medias verdades.
--Te sienta bien...Merybell…
--¡¿Ah?!... ¿lo dices en serio~?
Si parece que hoy moriré… Podría decirse que viví una ¿Buena vida? De cualquier manera, ya sea el cielo, el infierno o el limbo no puede ser peor que la vida.
--¿Por qué mentiría, Merybell?
Tome un poco de los entremeses de la mesa y di un bocado ¿al menos tengo una última cena?
--Albert~ bailemos~
Mel abrazo coquetamente mi brazo y me arrastro lejos de la pared hacia la pista de baile, dejando rápidamente la cerveza me resigne a mi suerte.
*Música de ambiente*
Un suave vals lleno el escenario, arrastrado por Mel solo pude seguirle el juego, colocando mi mano es su cintura y abrazándola un poco, nos dejamos llevar por la música, paso a paso al ritmo de pausado vals.
--¿Al~ estas molesto~?
--No en realidad…
Ambos hablamos mientras nuestros rostros se encontraban, sus cejas pequeñas y delgadas, sus ojos azul claro me miraban con ensoñación, el ligero olor de su perfume combinado con su sudor era ligeramente embriagador, sus labios color carmín eran tentadores.
--Siempre eres así~ tan serio~
--No en realidad…
--Sabes Albert~ en realidad me gustas~ mucho~
Mel se apoyó en mí, la pieza casi termina.
--Lo siento…
--¿Hay alguien más? ¿Tienes novia?
--No… no funcionara…
--¿Es porque soy gorda?
--No...
--¿Temes a mi tío?
--Al igual que todos… pero no es por eso…
--¿Entonces por qué?
Los hombros de Mel temblaron, las lágrimas escapaban de su rostro.
--Aprecio tus sentimientos pero no comparto el sentimiento… lo siento.
La música termino y ambos nos separamos, Mel limpio sus lágrimas y se fue del salón.
Espere a que los Minions del jefe vinieran pero esquive ese final. Vacié otras cinco cervezas y comí una buena cantidad de carne asada antes de dejar el edificio bajo el patrocinio de las sombras.
--La luna es igual no importa donde la mires ¿eh?
Observe al plateado satélite del planeta, sintiendo el sabor acre de la cerveza y el humo en mi boca.
***