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Chapter 21 - Mi muerte y el más allá II

Me comentó que tenía deberes acá y por eso aún no podía cruzar, no entendía muy bien a lo que se refería pero sabía muy bien que para los dioses el tiempo no existía, me llevo al gran templo de la diosa Bastes, esta al verme me abrazo y me dijo que hice un gran acto de valentía con la Jaguar y sus crías.

Isis era curiosa en algunas cosas y en esta fue muy curiosa así que quiso saber la historia y Bastes le contó lo ocurrido y Isis sólo dijo

Isis: para ser pequeña y humana… eres arriesgada.

Les dije que no con la cabeza y les explique que me sentía protegida por ellas a lo que estás en unísono dijeron

Diosas: no tienes que mentir, admite que fuiste valiente.

Luego de eso reímos y Isis se fue dejándome con Bastes, esta me enseñó un lugar donde estaría no por maldad pero así ella no me aplastaba. Un día en el mundo Elfo eran 1 hora en el templo de los dioses es decir, en si era un gran mundo para dioses Egipcios y conectaba con los otros dioses ya sean griegos o hindú, muy pocas veces salía del templo de Bastes a hacer cosas en el templo de Isis.

Entrenaba varias áreas con los discípulos de Isis y Bastes, es cierto que acá no comía ya que siempre me sentía con energía, trate de volver a hacer magia pero al parecer estaba algo restringida ya que sólo podía hacer elementales pero no a cada rato. Siempre que querían hablar algo sobre mi, se iban a otro lugar algo alejado; no negaré que mi curiosidad podía más que yo pero lograba controlar esas ansias.

Bastes tenía un portal donde recibía a todos los gatos y los juzgaba, no sabía cómo pero los asigno a áreas diferentes, no necesitaba círculos mágicos como yo, ya que con un chasquido los volvía algo humanos, cuerpo de hombre y cabeza con pelaje de gato, las gatas se encargaban de los aposentos y el cultivo y los gatos del trabajo pesado.

Mis aposentos como los llaman los dioses estaba al lado de las gatas, donde fueran medio humanas no quitaban sus leves instintos de cariño o atención, así que antes de dormir se volvían gatos y se dejaban consentir por mi, la primera vez que lo hice me asombró que el gato me hablara y dijera "gracias, eres muy amable" pero me pareció bien eso, aunque les pedí tiempo para acostumbrarme ya que es algo difícil de asimilar.

Entrenaba con todos combate cuerpo a cuerpo y luego con saltos, se veía difícil aunque con práctica no es tan malo y te resulta útil, me enseñaron a ser más sigilosa pero para mi era algo imposible.