El domingo Cedric se fue con Jack y yo me quedé en casa sola cocinando y terminando de sembrar unas plantas y algunas hortalizas hasta que una voz llamo mi atención diciendo
Voz misteriosa de mujer: ¿Tu eres Zafiro?.
Me alce y voltee hacía donde provenía la voz, eran 2 mujeres, la de voz suave que había preguntado era una mujer muy linda de 1.73 de cabello rojizo y ondulado largo hasta un poco mas debajo de sus hombros, sus ojos eran verdes y piel bronceada, en cierta forma me recordaba a Luisa.
La otra mujer ya era algo mayor, su cabello era blanco como la nieve, sus ojos eran negros, su piel era blanco crema, no era tan alta como la otra mujer ya que media 1.68, no tenía orejas de Elfa pero si me dio curiosidad, la mujer mayor se acerca a mi y me dice
Mujer mayor: es un placer conocerte al fin zafiro, mi nombre es Alessa.
Me miraba de manera tranquila mientras la otra chica sólo mantenía su distancia, me acerqué a Alessa y dije
Yo: es un gusto conocerla Sra. Alessa.
Alessa que ve a la pelirroja suspira un poco dice: parece que a Dalila a un no le das confianza, sólo vino porque le dije que vendría.
La miro curiosamente y luego veo a Alessa y le digo: entiendo perfectamente, es una reacción normal.
Alessa me pregunto de el porque de la casa cerca de la aldea, así que le expliqué lo que había pasado cuando Cedric volvió conmigo de la aldea, le comenté sobre mi leve presentimiento y como en parte le insistí en quedarnos acá cerca de su gente.
Dalila quien oye atentamente pregunta: ¿tu no extrañas a tu 'gente'?.
Hice una pausa algo larga y le dije: mi gente ya no son los humanos… -preferí callar el resto de la oración ya que era mejor no seguir más con eso y dije- aunque no lo crean, ustedes también son importante para mi.
Alessa no dijo nada pero se que vio mis gestos de gran emociones encontradas, Dalila quien iba a seguir interrogándome Alessa le dijo que ya debían volver a la aldea y que en unas horas habría reunión, las acompañe a la puerta y les despedí, decidí esperar a que entrarán a la aldea ya que yo también necesitaba aire fresco.
Luego de volver Cedric le conté quienes habían ido a la casa, omití algunos detalles ya que no quería que Cedric peleará con Dalila y todo fuera a mal otra vez. Aunque cuando fui a salir con Paula está que me conocía bien me saco la verdad a cucharadas y en un corto silencio dijo
Paula: No hiciste nada malo pequeña, fue una mentira si, pero tiene un buen propósito… Además, no creo que Dalila lo haya hecho con mala intención.
Yo también lo veía así y creí en ello para estar más tranquila, había comprado unas cortinas y unas pieles falsas de animal para la casa, si Cedric no les gustaba podía cambiarlas por otras más sutiles por así decir.