El Maestro Arth se convirtió en aire y desapareció.
El silencio en la sala se convirtió en murmullos.
"Soy el asistente del Profesor Arth, bajen en orden y formen una fila, les daré las llaves de sus habitaciones, estos serán aleatorios y todos tendrán lo mismos materiales mencionados por el Maestro Arth. Hay una torre que está en el lado izquierdo del castillo, esta torre tiene en su parte superior una bandera gigante con la insignia de la escuela. Esa torre es especial para los nuevos aprendices"
Los aprendices bajaron e hicieron una fila en la puerta. El aprendiz asistente del Maestro Arth estaba con una bolsa azul repartiendo las llaves.
`Un artefacto de almacenamiento, es muy útil´pensó Sach que estaba en la fila con los demás.
Sach y los demás recibieron su llave y fueron hacia la torre indicada. Esta tenía en su parte superior una bandera roja con la insignia de un castillo. La torre tenía un portón rústico con partes metálicas. Los pasillos tenían puertas cada cierto espacio, la torre tenía ocho pisos.
Iny se quedó en el segundo piso, Aaron en el tercero, Lyna en el sexto y finalmente Sach en el séptimo.
Cuando Sach entró vio una habitación simple como la que había en el barco, una cama, una silla con una mesa y una ventana por donde entraba la luz. Encima de la cama había una capa de la escuela y una caja de madera pequeña. Dentro de esta pequeña caja estaban las diez piedras Ágata verdes y el vial con el Líquido del Despertar.
Sach empezó a leer el corto folleto, este decía lo mismo que él sabía. Lo bueno era que él había revisado incontables libros y había ganado mucha experiencia en esto. Estaba de acuerdo con el hecho de que todos los organismos son diferentes y necesitan de la comprensión de uno mismo para poder sacar provecho de las piedras, pero llegó a saber unas cuantas técnicas especiales para absorberlas mejor.
Tomó el líquido dorado, lo abrió y sin la menor vacilación se lo tomó, y cerró los ojos. Sintió que el líquido fluía por todo su cuerpo, pero la mayor concentración estaba en su cerebro, luego un leve hormigueo sucedió allí y empezó a sentir la energía mágica a su alrededor. Abrió los ojos y tomó una de las piedras Ágata. Alrededor de ella vio un aura verde que salía de su contorno. Esto no pudo visualizarlo por primera vez, ahora lo veía claramente. Aparte de eso la energía mágica también estaba concentrada en toda la piedra y tenía un brillo opaco con su color.
Como recordaba, acercó la piedra a su frente hasta tocarla, luego cerró los ojos y comenzó a absorber. En la oscuridad de su mente aparecieron partículas de energía, Sach trató de juntarlas pero había muy pocas. Con gran esfuerzo las partículas formaron diversos grupos hasta que Sach abrió los ojos.
*grieta* *grieta*
Había pasado como una hora, la luz en el cielo ya estaba desapareciendo dando pase a la noche.
La piedra en su mano había perdido el aura y grietas se veían por todas partes.
"Ya absorbí una, pero no es suficiente…" Luego vio a las restantes "tengo que hacer misiones para ganar más piedras o intercambiar cosas valiosas".
Con ese pensamiento se puso a entrenar con su espada y practicó durante horas. La piedra le había dado una cantidad de energía significativa ya que no estaba tan cansado.
Sach bajó hacia el cuarto de Lyna.
*toc* *toc*
*abertura de puerta*
"¿Todo bien?" Dijo Sach con una sonrisa.
"¿Sach?"
"¿No querías que viniera?"
"Claro qu-"
*cerrado de puerta con fuerza*
"Mmm.." Lyna no terminó lo que iba a decir y Sach la besó salvajemente. Sus manos recorrieron todo su cuerpo. Nina estaba indefensa y su respiración se volvió agitada.
"Sach…en este momento…" Sach no esperó y comenzó a desvestirla. Ambos se enredaron en la cama con fuerza hasta quedar satisfechos.
*respiración agitada*
Lyna estaba encima del pecho de Sach con el cuerpo sudoroso y con una sonrisa. Luego tomó una respiración profunda y se calmó.
"Sach, ¿ya absorbiste la piedra?"
"Sí, ¿y tú?"
"Aún no, la verdad he estado pensando en la mejor manera de utilizar esas diez piedras"
"Estoy de acuerdo, hay que saber utilizarlas bien. Muchos tal vez lo absorberán todos o los gastarán en lo que quieran, pero no debes hacer eso. Trae una piedra, te enseñaré a absorberla mejor".
Lyna se sentó en la cama con Sach al frente.
"Escucha atentamente, cierra los ojos, bien, coloca la piedra en tu frente, comienza a absorber como dice el folleto. Yo sé que me escuchas, pero no hables ni hagas ningún movimiento, eso solo hará que te desconcentres, solo escucha lo que digo. Verás tu mente en oscuridad, luego aparecerán partículas brillantes por todos lados, la verdad no sé cómo estarán acomodadas en tu mente ya que somos diferente organismos, pero estarán dispersas, entonces lo que quiero que hagas es que trates de unirlas de dos en dos, haz todos los que puedas…"
Sach sabía de su vida anterior que había aprendices que trataban de juntar todas la partículas de una solo vez, y así se pasaban todos los días, al final muy pocos lo lograban y la mayoría nunca llegaba a condensar las partículas. Él lo recuerda también por experiencia propia ya que él también quiso hacer lo mismo, pero con el tiempo se dio cuenta de que esta manera era nada eficaz y en eso perdió mucho tiempo.
"…cuando ya las hayas juntado mantenlas en movimiento circular, haz que giren…"
Esto ideó Sach en su tiempo para que las partículas unidas choquen con otras partículas y establezcan cierta conexión, entonces cuando vuelva para la absorción de otra piedra las partículas ya estarán "familiarizadas" y será más fácil su unión.
"…haz eso hasta que la piedra se agote…"
…
Luego de un largo tiempo.
*grieta* *grieta*