Con una gran sonrisa se levantaron de sus lugares para comenzar a caminar pero algo los hizo retroceder, se trataba de una mujer que parecía una muñeca de porcelana. Su piel pálida tal nieve ojos negros como la noche y unos finos labios con labial color carmesí le daban un aspecto fino y elegante pero su semblante y presencia causaba inquietud.
Con una mano en su mentón solo observó a su alrededor y después dirigió su mirada hacia los jóvenes para tratar de entablar una conversación con ellos.
— Vaya, vaya, veo que solo quedaron 6 de la penúltima prueba.— habló mientras en su rostro se dibujaba una sonrisa socarrona.— jaja.... no lo puedo creer ya están por encontrar a los dos restantes...
Aquella mujer había dejado desconcertados a los dos jóvenes, ya que era la primera vez que la miraban en esos lugares. Manteniendo su mismo semblante solo arregló el escote de su vestido rojo y con un poco de arrogancia les habló para interrogarlos.
— Díganme, ¿quiénes son?.— se acercó un poco a ambos, dejando que sus pisadas emitieran sonido a causa de sus zapatos de tacón.— vamos no sean tímidos.
Amanda no se sentía segura de contestar cualquier pregunta que proviniera de ella, pero por otro lado Ethan se miraba dispuesto a responder pero no porqué quisiera hablar sino que por pura cortesía le contestaría, pero su compañera al percatarse de aquello decidió tomarlo del brazo y abrazarlo preocupando al joven.
Aquella mujer solo esperaba que respondieran, pero al ver que eso no iba a suceder decidió volver a preguntar.
— Vamos, díganme....— habló con un tono un poco cortante.— ¿cuáles son los nombres de candidatos que quedan?
— ¿Por qué tanta insistencia?.— interrogó una cuarta persona con un tono burlón ante la pregunta de la mujer.
Aquella solo frunció el ceño por la presencia de aquel hombre que vestía un esmoquin negro con una corbata color lavanda, mientras que los jóvenes se encontraban confundidos él hombre solo mantenía su semblante tranquilo a pesar de que la mujer reflejaba molestia.
— Aléjate de ellos, no tienes nada que hacer aquí.— manteniendo su sonrisa solo comenzó a espantarla para que se fuera del lugar.— vamos, ¿qué esperas?. Deja de acecharlos, pareces un vil animal y eso que eres una simple dama..... o eso es lo que quieres aparentar ser....
— ¡¿Qué tratas de insinuarme?!.— gritó la mujer llena de ira.
— Upss, creo que hablé de más.— respondió con un tono burlesco.— emm, chicos es mejor irnos de aquí, porqué de tanto hablar con esta.— dijo haciendo un leve gesto de disgusto mientras miraba a la cabellos azabache.- me dio hambre.
El hombre solo tomó de los hombros a los menores y se los llevó lejos de la mujer extraña, cuando se alejaron lo suficiente los liberó y le entregó a Amy una carta.
— Mi nombre es Sey.— dijo sonriente.— y soy en guardián de el elemento aire, mucho gusto.— extendió su mano para saludar primero a Amanda y luego a Ethan.
Los chicos correspondieron al saludo, mientras que Sey solo sonreía. Parecía muy emocionado ante la presencia de aquellos, pero su actitud asustaba un poco a los jóvenes.
— Amy y yo nos tenemos que ir a la siguiente prueba.— mencionó eso para después tomar la mano de la mencionada con el fin de alejarse de él mayor.— si nos disculpa...
Sey solo se posó frente a ellos para evitar que se alejaran acto que los extrañó.— Antes de que se vayan, quiero que tu amiga lea esa carta....
Amanda dudó por unos segundos, pero al ver la insistencia de aquel hombre decidió acatar la orden. Al abrir aquel sobre se encontró con un escrito en griego, cosa que la perturbó un poco.
— Disculpe señor, yo no se leer griego.-— su voz tenía un tono en el cual se podía escuchar la vergüenza que le daba admitir el no saber leer ese texto.
— ¿Cómo que no sabes?.— arqueó una ceja.— si tu misma leíste el anterior escrito, ¿o me equivoco?
— Si lo hice, pero.... no se como...— desvió su mirada pare evitar la del guardián.
— Solo concéntrate, esto es muy importante además... me puedes ayudar a facilitar mi trabajo.— dijo regresando a su semblante alegre.
— Amy, yo se que tu puedes.— esta vez habló Ethan para animar a su amiga.
La mencionada solo sonrió para su amigo y después pasó su mirada sobre aquel papel, observando cada una de las letras, aún que su vista sólo se posó en el último párrafo que le llamó la atención, este decía lo siguiente:
Εάν μόλις διαβάσατε αυτό το έγγραφο, αυτό σημαίνει ότι ο άνεμος φυσάει στο πλάι σας, πηγαίνετε και είστε ελεύθεροι ως το αντίστοιχο στοιχείο σας ... αγαπητέ αέρα
Amanda frunció el ceño, no entendía ninguna palabra escrita en el trozo de papel. Estaba a punto de botar aquella hoja, cuando de pronto regresó su mirada hacia la nota las letras ya no estaba el escrito anterior sino que ahora se encontraba un texto que podía leer sin dificultad alguna.
"Si este documento lo acabas de leer, significa que el viento sopla de tu lado, anda y se libre como tu elemento correspondiente.... querida aire"
Su mirada reflejaba asombro, mientras que aquel hombre sonreía. Por otro lado Ethan solo estaba confundido ante la reacción de su amiga ya que el aún veía el texto escrito en griego.
— Amy, ¿lograste leer aquel papel?.— le preguntó un poco preocupado.
— Si, pero... ¿tu no lo puedes leer?.— preguntó al joven quien solo negó con su cabeza manteniéndose en silencio.
— Señorita, estoy a su disposición.—
interrumpió el hombre acto seguido se arrodilló.— la eh estado cuidando durante años, y al fin se que mi corazonada es la correcta, señorita Aire.
— Disculpe señor, pero... eso que dice son mentiras, yo no soy nadie especial.— dijo un poco confundida.
— Oh, usted siempre tratándose como si fuese alguien de poca importancia.— habló con un tono lleno de preocupación.— es tiempo que veas por ti misma y no por esos simples sentimientos que manchan la pureza de su elemento.
— No, eso no es correcto....— contestó un poco molesta.— Sey no es correcto... los sentimientos son esenciales para la vida de todo ser humano.
— Pero señorita Aire, ¿no ve que esos sentimientos le están afectando?.— su semblante alegre cambio por uno lleno de tristeza por haber escuchado a la joven pero aún así, no se iba a rendir.— usted era diferente, era un amor de persona, no tenía sentimientos negativos, cariñosa, compasiva, amable, amorosa.... y ahora....
Aquel hombre no pudo contener las lágrimas y comenzó a llorar, mientras que Ethan y Amanda solo lo abrazaron por unos momentos para que dejara de llorar.
— Sniff... ahora te encuentro destrozada... Sniff, esa hermosa alma pura y aquel corazón.... están llenos de grietas, que de tan solo verte el dolor se apodera de mi corazón... Sniff... verte me da tristeza.
— Tranquilo Sey, se que te duele demasiado, y a mi también, pero.— hizo una pequeña pausa para pensar bien en lo que estaba a punto de decir.— pero estoy aquí para cuidarla de los que quieren hacerle daño.... yo la protegeré como ella a mi.— con un pequeño rubor en sus mejillas se acercó a su amiga y la abrazó.
— Snif... que tierno eres Ethan, pero no es la culpa de ella que se encuentre así... es mi culpa, yo tengo la culpa de haber escogido a esos dos para que la cuidarán.— frunció levemente el ceño.— ¿pero que hicieron?, ¡solo me la entregaron hecha pedazos y eso que solo tenían una sola tarea: Cuidarla como su propia hija mientras crecía oculta de todo mal!..... soy un tonto, no debí haberte entregado... yo mismo me hubiese encargado de criarte. Aún que siempre estuve a tu lado para evitar desgracias... no pude intervenir en tu educación.
— Ahora entendido todo.— pensó al recordar todo lo que había pasado desde que era solo una niña hasta su juventud, era doloroso pero siempre recordaba esa sensación de calidez a su lado a lo que rápidamente asoció con su guardián.
Amanda solo se separó de Ethan para después pararse frente a el mayor ya que después de todos estos años había caído en cuenta que Sey siempre estuvo presente en su vida y debía decirle.
— ¡No te lamentes de nada!.— dijo tratando de sonreír.— que yo no soy nada para las demás personas que están en peores condiciones que yo... Sey no es tu culpa y nunca lo será.... por que...
¡Estuviste conmigo y de eso no hay duda alguna aún que llegue a creer que era mi subconsciente pero ahora no hay duda alguna que eras tu!
Aquellas palabras provocaron que el hombre dejara de llorar, mientras que su amigo observaba y escuchaba atentamente.
— Tu siempre me cuidaste cuando me iba a jugar... siempre sentía una presencia que estaba a mi lado, incluso podía escuchar tus carcajadas cuando hacía alguna travesura.... el viento limpiaba mi lágrimas y sentía la calidez de un abrazo cuando lloraba de tristeza que me causa este mundo...
....
Gracias Sey, por estar conmigo siempre que te necesité....
El guardián no sabía cómo reaccionar ante lo dicho por la ahora señorita Aire. Después de unos cuantos minutos solo se dio una bofetada mental para salir de su trance y caminar hacia su elemento para abrazarla.
— Ay señorita Amy, siempre tan dulce.— dijo limpiándose las lágrimas.— creía que usted nunca se iba a dar cuenta de eso..
— Claro que me di cuenta, por que usted fue quien me susurraba cada vez que me dormía con alguna duda sobre este mundo.— mencionó un poco melancólica.— podía escuchar su risa cada vez que cometía un error.
— Señorita...
Esa escena conmovió a Ethan quien miraba entusiasmado y a punto de estallar en llanto por la emoción, pero al escuchar una campana dejó de lado su sentimentalismo y llamó a su amiga.
— Amy, debemos ir a la última etapa.
— Disculpe joven Ethan, pero la señorita Amy tiene que venir conmigo.— Mencionó Sey.
— ¿Por qué?.— Ethan preguntó algo preocupado.
— Ella ganó uno de los 4 tesoros.— respondió sonriente.— bueno joven Ethan, es mejor que se apresure por que solo quedan dos de aquellas recompensas.
Sey tomo de la mano a Amanda para llevársela, pero Ethan los detuvo.–Amy, nos vemos luego.— dijo sonriente.
— Ethan, prometeme que ganarás... porqué me dolería no volver a verte, eres muy especial para mí....
—Te lo prometo Aire.— dijo eso para después abrazar a su amiga.— eres tan linda conmigo, así que te prometo otra cosa...
—¿qué?.— interrogó un poco confundida.
— Que cuando vuelva con uno de los tesoros, estaré a tu lado para evitar que cualquier idiota trate de hacerte daño, si llegasen a tratar de hacerlo en mis narices... juro que les daré una ...
Interrumpió.— Ethan, eso no importa, no me debes de proteger, porqué con el simple hecho de tenerte a mi lado, eso hace que me sienta protegida.