ESU, se siente extraña, la posibilidad de perder a OGLAE le duele mucho.
Nunca había sentido algo así en su vida, ni si quiera con la pérdida de KELAO, o de alguna persona de su aldea.
Sólo la pérdida de su padre, al cuál no tuvo tiempo de llorar su muerte en aquellos momentos.
Sabe que apenas lo conoce, pero, se ha enamorado, ahora lo sabe, no imagina una vida sin él.
El rostro de ESU está a la altura de su herida, ella puede verla, parece carne podrida.
Las lágrimas salen de sus ojos entrecerrados, mas es su angustia al sentir que el cuerpo de OGLAE está casi frío y su corazón muy acelerado debido a la fiebre, siente mucha impotencia.
Las lágrimas de ESU caen sobre sus heridas y yace aferrada a OGLAE.
Afuera de las chozas, el panorama no es diferente, en muchas de ellas, muchos de los aldeanos están muriendo, algunos ya lo hicieron.
Todos en la aldea lucen demacrados y algunos llorando la pérdida de sus amigos.
Las lágrimas de ESU han entrado en las heridas de OGLAE.
Poco a poco, el color de la carne comienza a cambiar.
Está sanando.
Al cabo de unas horas, NAIFU está cerca, ha estado ayudando a las mujeres a envolver a los muertos.
Puede ver a ESU dormida, recostada sobre el pecho y brazo de OGLAE sentada en una pequeña silla.
NAIFU entra a la choza, de todos los hombres heridos, es el último que no ha sido envuelto, todos creen que lleva horas muerto, no se han atrevido a entrar, al ver a ESU desde afuera, les da pena separarla de OGLAE.
Al entrar, acompañada de unas señoras.
Una de ellas, se da cuenta de que OGLAE respira, van a checarlo, ESU despierta, se da cuenta de lo que las mujeres hacen.
OGLAE ha recuperado su calor corporal y el ritmo de su corazón se ha normalizado.
Al revisar la herida, pueden ver que la carne ha recuperado su color y no supura.
Nadie puede dar crédito a lo que están presenciando.
Una de las mujeres sale a dar la noticia.
A pesar del dolor de los habitantes, el hecho de que OGLAE siga con vida, es una pequeña esperanza.
Luego de unas horas, OGLAE recobra la consciencia, al abrir los ojos, lo primero que ve es a ESU, recargada en su cama, dormida, lo ha estado cuidando desde que cayó en cama.
OGLAE cierra los ojos de nuevo.
ESU, creyó sentir algo y se despertó, al ver a OGLAE dormido, se abraza a él, recarga de nuevo su cabeza sobre su hombro y llora de tristeza, sabe que está mejor, pero, le preocupa que no despierte.
Al sentir OGLAE que ESU se ha recargado, abre sus ojos, ESU llora un poco, ha sido muy estresante lo que ha pasado estas últimas horas, mucha gente perdió la vida en la aldea y ella tiene un deber que cumplir, pero, lo único que le importa en este momento, es la salud de OGLAE, se siente un poco mal por ser egoísta.
Está claro que, esta no es la razón que la trajo a este mundo, más, es justo en este mundo donde ha encontrado una razón más para vivir.
OGLAE un poco más repuesto, dice a ESU, con voz baja que, no le importa ser su paño de lágrimas, pero, es más linda cuando sonríe.
ESU, algo asustada, se separa y lo mira.
Está agradecida de que OGLAE esté vivo, OGLAE con la poca fuerza que tiene eleva su mano hasta el rostro de ESU para limpiar sus lágrimas.
ESU puede ver que aparentemente se ve mejor.
ESU toma la mano de OGLAE, la vuelve a poner sobre la cama, ella no puede explicar lo que ha sucedido, ninguna persona de la aldea sabe lo que sucedió, sólo sabe una cosa, lo que importa es que, no morirá, aunque, está delicado aún.
Fue un milagro, las ancianas creen que fue debido a las lágrimas de ESU.
ESU no lo tiene muy claro.
Su poder no ejerció su don sobre sus heridas, así que, no garantiza que sus lágrimas sean capaces de hacerlo.
Sin embargo, de ser así, ha de ser debido a la sangre pura que corre por sus venas, proveniente de otro mundo.
ESU calla cuando OGLAE le informa que, la barca ha sido terminada.
Sólo le faltaba una capa de savia para que no se merme con el agua.
ESU duda de irse ahora.
OGLAE entiende el proceder de ESU.
Ella se siente entre la espada y la pared, además, OGLAE no quiere que ella se marche sola, de ser así, es probable que nunca más la vuelva a ver.
ESU, dice que su poder es suficiente para protegerlo, no está segura, pero, siente que fue el sentimiento hacia OGLAE lo que permitió curar sus heridas.
Quizá, este poder lo proteja y no muera cuando dejen la isla.
Los dos se quedan mirándose por un rato.
OGLAE rompe el silencio, con una propuesta.
Pide a ESU que se case con él.
Sabe que, es algo repentino, pero, nada le haría más feliz.
ESU conmovida, acepta la petición.
Dicho esto.
Pide que le hablen a las dos señoras que siempre lo atienden.
ESU les habla.
Las mujeres entran, OGLAE Y ESU les dan la noticia.
Las mujeres sienten felicidad por OGLAE, pero, también algo de preocupación, al saber que se arriesgará a dejar la isla.
ESU es quien va en busca de NAIFU.
La encuentra lavando unas telas dentro de un barril pequeño.
ESU le hace saber que se casará con OGLAE.
La reacción de NAIFU es de ira.
Esto no sorprende a ESU.
NAIFU, le recuerda el motivo por el que vinieron a esta dimensión sin la certeza de volver a encontrarse o tan sólo sobrevivir este mundo hasta poder rescatar a KEKI, ni si quiera tiene idea de donde está ella o aquél ser que se la llevó.
¿cómo se atreve a hacer semejante tontería?
NAIFU reitera que, ESU tuvo suerte de haberse encontrado con ellos.
El rostro de ESU, deja ver una leve actitud de enojo, más no dice nada.
Con respecto a NAIFU, ella tuvo que abrirse paso dentro de una caverna de la que no estaba segura de poder salir, en la oscuridad, su cuerpo lleno de fango o cualquier cosa que fuera eso.
El olor a sangre, hedor de heces y orina llenaba toda la caverna.
Estuvo en peligro real durante su travesía hasta que fue encontrada por los aldeanos que la trajeron hasta aquí.
Es una suerte que ella saliera con vida.
Reniega con ESU, ella la tuvo fácil.
Pudo morir ahogada, sí.
Sólo eso, ahogada.
Ni por hambre, frío, sed, o a causa de sus heridas.
(NAIFU nota la reacción de ESU, esta vez aprieta sus puños, su rostro no refleja enojo, si tristeza).
Por eso ESU no tiene los pies sobre la tierra, pero, es libre de hacer lo que le venga en gana.
NAIFU anuncia su partida de ahí, con o sin barca.
ESU con voz fuerte por el enojo que está controlando.
Dice a NAIFU que, ella también irá, su deber es con sus amigos, ella ayudará en el rescate de KEKI, sólo que, partirán después de su boda.
No le pide que la espere hasta ese momento, que será dentro de unas dos horas.
FIN DE CAPITULO 81