-Señoras, no las esperaba por aquí. -Dijo como saludo Nolune a las tres mujeres con partes de araña que la miraban con sus oscuros ojos arácnidos desde el techo entretejido.
Las "las tejedoras", como las solían llamar, eran las guardianas y tejedoras de el destino de todos los universos que coexistían de manera conjunta. No solían presentarse ante nadie, se dice que muy pocos seres las habían visto a parte de Thanatos.
No podían intervenir en el devenir, aunque había sus excepciones… Si habían pasado por la morada de ella, algo debía de haber ocurrido.
-Querida, diosa Luna… una de las telas de nuestra telaraña sufrió un brusco cambio de sentido… deslizzzandose hacia otra lejana, destejiéndossee… y uniéndose a ésta en dobletes… -sonrió sin sentir, mostrando sus colmillos diminutos junto a sus otras dos hermanas que rotaron.
-Tú cambiaste su ceann-uidhe, destino, la que no debió vivirrr… lo ha hecho -señaló a la niña -, por lo que el que debía caerrrr, ahora está en un limbo entre el bien y el mal.
Nolune no hizo ningún comentario al respecto, sólo protegió a la joven criatura. -Sólo hice una parte de lo que sé que se debía.
-Sabes que eso no hará tu redención, tu carga es sólo tuya… -Dijo la tercera de las hermanas, la única con los ojos del color del cielo, alargó la mano y algo brilló colgando entre sus garras-. Cógelo, es lo único que proporcionaremos en esta partida de ajedrez.
Nolune agarró en su mano lo que le decía, al abrirla, de un colgante tejido con lágrimas de tela de arañas, una preciosa flauta de jade brilló.
-Esto es… la flute, flauta, … pero… si fue destruida la Stone…
-Eso es lo que se creyó, cuando el idiota de Nuada le pasó por encima -hizo un sonido gutural como riéndose del pobre-, pero no fue así, una cosa es cierta él no era el receptor del trono.
En un instante se esfumaron ellas, las telas de arañas y todo lo que iba con ellas; sólo quedando el eco de la voz de la tercera hermana.
Esas palabras la dejaron algo afectada, durante sólo por un instante permitió que le laceraran, un instante que rápido pasó. Miró a Grim, ahora recostado sobre su silla.
- ¿No piensas decir nada?
- ¿Yo? Solo soy un gato.
- ¿Un gato? -dijo otra voz interrumpiendo en la alcoba.
- ¿ES QUE NADIE SABE LLAMAR? -gritó exaltada, frunciendo el ceño-. ¿Quién te ha invitado aquí Belenus?
Su Karma en persona se encontraba justo delante de ella; el dios sol, dios de la luz del día, Belenus como siempre tan arrogante… y bien visto.
-Tú si que montas buenas fiestas Nolune -ronroneó el gato sidhe con sorna. La pequeña Nyx gorjeó en acuerdo.