— ¡____ Arleth levanta tu maldito trasero y baja a desayunar!
— ¡Ya voy bruja!
Una linda mañana como todas las demás, las aves cantaban y el sol iluminaba con todo su esplendor a través de la ventana junto a mi cama.
¿A quien engaño? Estaba lloviendo a cántaros afuera y para colmo el agua se filtraba por la ventana mojando la sábana que me cubría, genial, me daría un resfriado.
Me puse la primero que vi y baje a desayunar, mi madre estaba cocinando.
— Porfin bajas, ayúdame a poner la mesa.
— Dijiste "baja a desayunar" ¿Por qué me dices eso cuándo sigues cocinando? Odio que siempre sea lo mis- Antes de poder continuar recibí un golpe con una cuchara de madera.
— ¡Pon la maldita mesa mocosa del demonio! — Me gritó mi madre a lo que obedecí con mala cara.
No me malentiendan, amo a mi madre y ella a mi—O eso creo — simplemente nuestra relación es así desde siempre, nuestras personalidades chocan bastante así que siempre es lo mismo.
Después de poner la mesa desayunamos bajo gritos e insultos, al menos la mañana nunca era aburrida con ella ahí.
— ¿Hoy harás el examen para la beca? — Me preguntó a lo que yo asentí aún con fideos dentro de mi boca. — Esta lloviendo mucho. — Dijo mirando por la ventana de la cocina. — Llévate el impermeable y botas, si te resfrías me quedaré sin quien haga los que haceres de la casa.
Cuando terminé de comer me coloqué el impermeable y botas, tomé mi mochila la cual cubrí con plástico y salí corriendo entre la lluvia, como amaba hacer eso.
Entré al inmenso edificio y me senté, pasaría el examen con facilidad, después de todo soy inteligente pero no nerd.
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Nos habían dado un pequeño receso que aproveché para comer, tenía un pequeño bento hecho por mí y un poco de café en un termo, observaba a quienes probablemente serían mis posibles compañeros en un futuro no muy lejano.
— ¿____? ¡____! — Yo voltee ante el repentino llamado agudo de mi nombre, pero al hacerlo cierta enana se encimo sobre mis hombros. — ¡Cuanto tiempo sin verte! Jamás creí que harías el examen para entrar a esta preparatoria.
La enana de aquí es Eleine, una chica de baja estatura y complexión muy delgada, resultado de problemas alimenticios durante la secundaria, la apoyé mucho durante ese tiempo y por ende me agarró bastante cariño y confianza, poco a poco a ido superando sus problemas.
— Lamentablemente tendré que soportarte más tiempo enana. — Dije en burla.
— ¡Exacto! ¡No te libraras de mi! — Dijo balanceandose de un lado a otro aún en mis hombros hasta que perdí el equilibrio y ambas caímos al suelo.
— Eleine, no cambias, en algún momento matarás a la idiota de ____.
Quién habló fue mi querida prima Merlín, una sabelotodo y un poco arrogante, es algo así como mi hermana aunque me fastidia la existencia día a día.
— ¿¡Cómo que idiota maldita pelos de uva!?
— A pesar de los años tu temperamento sigue siendo el mismo, nos vemos. — Se despidió retirándose de forma elegante, como me fastidiaba a veces, dos años sin vernos y es como me recibe.
— Un segundo...¿Qué hace Merlín aquí si ella es un año mayor? — Preguntó Eleine.
— Los de segundo año también hacen su exámen aquí ¿Lo olvidas? — Dije obvia y ella sólo sonrió penosa. — A todo esto ¿Dónde esta el enano 2.0?
— King esta platicnado con su grupo de amigos, así que me dejo sola y decidí explorar un poco, hasta que te vi y-
— Ya me se el resto.
— Oye ¿Te puedo preguntar algo?
— Ya lo hiciste. — Ella hizo un puchero. — Habla.
— ¿Por qué tu y Merlín no se habían visto en tanto tiempo?
— Ella se fue a estudiar al extranjero, para ser más precisa Camelot, así que no había hablado con ella hasta ahora, tengo entendido que regresó de niñera. — Dije riendo y Eleine ladeo su cabeza. — Parece que es tutora de un niño rico de allí, no se si volvió porque la harto o se trajo al mocoso con ella.
— ¿De un niño?
— No se los detalles, lo que sé es por los chismes de la bruja y mi tía.
Al finalizar el día regresé a mi casa caminando, la lluvia había cesado hace ya un buen tiempo así que no había problema, sólo tenía que esperar los resultados para saber si me aceptarían o no, se que lo harán, nadie me podrá superar en esa maldita escuela.