Ivar y Akihiro continúan su lucha, ambos son muy buenos luchadores, ninguno se rinde ante el otro, pero uno de ellos tendrá que caer o ser sacado del área de combate. Ivar es un buen luchador de fuerza bruta, pero Akihiro es bastante hábil y ágil, esquiva los golpes con bastante rapidez, pero la resistencia de Ivar es un problema para él a largo plazo.
Akihiro piensa: «Maldita sea, ¿no se cansará este tipo en algún momento?
»Tengo que atraerlo ya al borde del círculo.
Ivar poniendo más fuerza en sus golpes se lanza contra su oponente, pero nota que Akihiro no está esquivando algunos golpes, sino bloqueándolos, parece que se ha dado cuenta del plan de akihiro y retrocede dando un paso atrás.
«Se ha dado cuenta, no es tan tonto como parece» se dice Akihiro, notando que Ivar estaba jadeando, ya se veía un poco cansado. «Esta es mi oportunidad» se dice a sí mismo mientras intercambian una mirada decisiva.
«Tendré que poner toda mi fuerza en estos últimos ataques, tengo que derribarlo, pero no me acercaré tanto a los bordes, se ve que está tramando algo» piensa Ivar para sí mismo, mientras jadea por el cansancio, ya estaba llegando a su límite.
Ivar se lanza al ataque lanzando fuertes golpes a su rival, pero este los bloquea y esquiva, Ivar se enfada, «¿qué demonios le pasa a este tipo, por qué no ataca?».
Akihiro esquiva y bloquea mientras su rival va penetrando poco a poco en su defensa, «joder si sigo así me va a derribar, pero ya se ve un poco agotado, solo falta un poco para hacer mi movimiento».
La defensa de Akihiro en ese momento se rompe e Ivar logra conectar un golpe en la cara dejando a su rival aturdido e indefenso. «Es el momento», piensa Ivar, «es el momento de dar el último golpe», aprieta el puño con fuerza, poniendo sus últimos esfuerzos en él para derribar a su oponente, se dirige hacia Akihiro, lanza el puñetazo hacia su cara mientras estaba descubierto. Es el final, el combate ha terminado, piensan los espectadores.
Akihiro logra reaccionar y con un rápido movimiento, mueve la cabeza hacia la izquierda esquivando el golpe mientras este le roza la mejilla, agarra el brazo de Ivar, usando el impulso de su rival logra lanzarlo fuera del círculo a sus espaldas. Ambos caen fuera, pero uno de los pies de Akihiro se queda dentro, lo que le da la victoria.
Arthur se queda asombrado ante el gran despliegue de habilidad y fuerza de lucha de estos dos.
Llega el turno de aquella misteriosa persona con la que se había tropezado anteriormente, Gremur les explica las reglas nuevamente y les pregunta sus nombres.
—Mi nombre es, William, de la familia de los nobles y prestigiosos Seymour. —Dice con aires de superioridad y arrogancia el contrincante de aquella misteriosa persona.
—Elspeth.
Dice esta sin más nada que agregar, Gremur pregunta por su apellido, pero esta niega con la cabeza indicando que no posee.
Las personas a su alrededor intrigadas se pregunta porque no tendrá un apellido, ¿acaso fue exiliado de su familia?, después de algunos murmullos entre la multitud, Gremur, sin importarle si esta persona tenía apellido o no, comienza la batalla.
—¿Quieres que esto sea rápido o quieres entretenerme un rato?. —Dice arrogantemente William
Al otro lado del círculo esa misteriosa persona no dice nada, ignorando sus palabras.
—ehh, ¿acaso eres mudo oque? —exclama un poco enfadado porque le han ignorado.
Aquella persona ni siquiera se ha movido de su sitio, los bordes de su capa ondean con la fresca brisa y una capucha le cubre prácticamente toda la cara. William se enfada porque esa persona no le presta atención.
—Bueno, si no quieres hablar entonces tendré que sacarte del círculo de inmediato —dice con el ceño fruncido.
Este alardea dando unos saltos y preparándose para atacar, arremete con furia contra su rival, pero este le logra desviar sus puños con las palmas hacia los costados, un estilo de lucha sublime e impecable, esta persona se movia con tal ligereza y elegancia que hacia que los movimientos de Akihiro pareciesen de un principiante.
William estaba ya enfadado de que esta persona lo estuviera avergonzando enfrente de esta multitud, y más que él era un noble, cómo podía alguien que estaba exiliado de su familia humillarle de esa manera. Aquella persona seguía desviando sus golpes. William estaba bastante irritado lo cual decide hacer una mala jugarreta, deslizó su pierna hacia abajo y atacó los tobillos de su oponente con una patada, pero este saltó y logró esquivarla, un ataque muy pobre por su parte, pero no era lo que pensaba hacer.
Después de esto siguió atacando con puñetazos y rápidamente abrió el puño cuando lanzó un ataque a la cara de su oponente, dejando salir un poco de arenilla, esta cae en los ojos de su oponente y lo deja ciego. Dejando salir una sonrisa de rufián William se lanza al darse cuenta de que su rival está cegado y al borde del círculo.
Elspeth cegado por su rival por una mala jugarreta, queda inmóvil y ya no puede esquivar o desviar los ataques, pero este simplemente tiene una agudeza que otros no poseen, a pesar de haber quedado ciego sus otros sentidos se agudizaron, escucha los pasos de William que viene como un toro a propinar el último golpe, postra sus pies firmes en el suelo, inhala profundamente y siente su entorno. Ya teniendo casi el golpe en la cara salta en el aire haciendo un giro de 180 grados con la pierna extendida y conecta una patada en la nuca de William dejándolo tirado en el suelo inconsciente.
Simplemente un movimiento sublime, fue la pelea más rápida e impecable que pudo haber hasta el momento.
—Rápido vayan a atenderlo.—Dice Gremur a las sacerdotisas que se encontraban en el lugar para atender cualquier inconveniente.
"Que increíble batalla", "esa persona es muy buena luchando", "Sir William fue derrotado", murmuran entre la multitud, mientras Arthur mira fijamente a esa persona en la distancia.
«Es realmente fuerte» piensa.