La gente mayor dice que mientras se es joven, no se deben preocupar por tantas cosas, sólo de disfrutar su crecimiento, que los jóvenes exageran de todas las circunstancias y que las preocupaciones se les dejen a ellos.
¿Acaso no fueron jóvenes alguna vez también? ¿no piensan que los jóvenes se sienten atemorizados por el futuro tan incierto que les tocó vivir? Son los locos pensamientos que pasan por la cabeza de Sofía mientras intenta vivir el presente y el futuro de m*e*da que le tocó.
Otro día agotador, apenas es medio día y no ve en qué momento le dejará de atormentar la vida. Hace unos años que ya ha terminado su grado, se supone que con el ritmo de la sociedad ya debería trabajar.
Sin embargo nadie quiere contratar a una joven de 22 años con poca experiencia laboral, ni porque los profesores elogiaban sus diversas habilidades, principalmente el haber concluido la licenciatura pronto. Tampoco fue de mucha ayuda que mandasen cartas de recomendación, jamás le llamaban de nuevo.
A su agonizante desempleo se le debe añadir que para su familia estaba a nada de quedarse como la tía solterona de la familia, porque su afición era dejar pasar el tiempo.
No comprendía en qué cabeza cabe que a su edad debía juntarse con un hombre promedio que no cumple ni siquiera el 5% de sus expectativas.
Por desgracia al final del día esos comentarios, esas bromas, sí provocan que se cuestionase respecto a los caminos que había tomado ¿eran los correctos?, se preguntaba incontables veces.
-No quiero que nadie me salve, quiero flotar por quien soy. No quiero que nadie me diga qué hacer, quiero hacer el mundo donde pueda ser como elegí -se repetía frente al espejo en forma de ánimos-
Decidió deambular por la ciudad por algunas horas, en algunos momentos tomaba camiones sin rumbo y otros tantos sólo caminaba donde sus pies la llevasen.
Mientras realizaba tal odisea, se propuso escuchar música e intentar limpiar su cabeza de todos aquellos acontecimientos y pensamientos negativos. En sus auriculares se podía escuchar claramente la canción de 'Break' de Yoon Sanha.
Ella no sabía por qué motivo esa canción le devolvía las ganas de seguir adelante. Aunque justamente es lo que ella necesitaba, un break del mundo y de su gente.
Llegó a su departamento, sin ganas de mucho, por suerte tenía comida que su mamá había hecho por el cumpleaños de su hermano.
Prendió la computadora con ganas de poder distraerse con algún drama o para escuchar su música y relajarse en la inmensidad de la soledad entre 4 paredes.
Para su sorpresa había un correo electrónico en la bandeja de entrada, pero decidió no abrirlo, ya había tenido suficiente por el día de hoy.
Se decidió a continuar el drama de ayer, aunque ni siquiera logró llegar a la mitad del capítulo ya que las ansias por saber de qué trataba aquel correo le corrompieron.
Decidió abrir aquel mensaje sin saber que cambiaría la vida que hasta ese día había llevado y su destino por completo.
Aquello que comenzó como un juego se hizo realidad.