Mientras Laura y Oswald caminaban por las calles de la Capital, no podían evitar, si no, de deleitarse con las discrepancias con Ber.
Los humanos y sus variantes, tranquilamente, demostrando lujo, incluso para los sin techo.
Varias razas alienígenas también eran residentes permanentes en el planeta, muchos embajadores y verdaderos creyentes del Dogma, permanecían en el planeta y sus símiles, en el sistema solar.
La visión en si era extraña, Ber al ser un planeta fronterizo carecía de la enorme diferencia tanto tecnologica, como cultural.
Dejando al par algo descolocados, quien pensaria que recoger a un pequeño niño herido, cambiaria sus vidas tan bruscamente.
Pero asi fue, sin saber como, sus vidas dieron tal giro, viéndose aqui, aprendiendo de los mejores doctores de la galaxia, caminando por las calles destinadas a las altas esferas, disfrutando de la belleza mas natural y embelesadora.
- Padre... ¿No hechas de menos nuestra casa?¿ En Ber? - Oswald la miro suavemente.
- Yo si, este lugar no parece hecho para nosotros, es sofocante, hecho de menos a la tia Marian - Oswald se mantuvo en silencio, dejando de Laura se desahogase un poco.
- Me he llegado a preguntar. ¿Que hubiera pasado si no...? Si no hubiese ido a pasear ese dia - Oswald acaricio la cabeza de Laura, mientras esta seguia mirando el suelo en contemplación.
- Nuestras vidas se mantendrían, en el futuro heredarías mi clinica o quizas, te buscarias la vida en otro lugar del planeta. Posiblemente, seriamos mucho mas libres que ahora, sin la presion del saber, lejos de los problemas mas importantes y ahogándonos en los mundanos, seriamos los dos, mirando a un mañana diferente al que vemos hoy -
Laura levanto la cabeza para ver al Doctor, mientras este le mantuvo la mirada y le sonrio.
- Pero si lo no hubieses decidido pasear ese dia, no tendrias un hermano, nunca contemplarias este paisaje, mas alla de la imagenes y videos. Dariel, seguramente hubiera sido capturado, esclavizado o moriria por su situacion critica. Nunca llegarias a aprender tanto como ahora y aunque tambien añoro nuestro hogar, me alegro que decidieras salvar una vida, por muchos dolores de cabeza que trajera a cuestas - Laura estuvo pensando un poco, mientras sus pasos se detuvieron.
Por unos segundos, parecía ajena al mundo, pero al final, sus ojos brillaron, iluminados por su aceptación.
- Yo tambien creo que hice bien, aunque estemos lejos, aun sigo hablando con la tia constantemente y sobre todo, ahora tengo un adorable y importante hermanito - Algo mas motivada, volvió a caminar con paso firme.
Oswald la vio alejarse lentamente, mientras sonreia.
Poco a poco, su pequeña parecia comenzar a madurar.
Esto le hizo feliz y de alguna manera triste.
Entre negacion y aceptacion, siguio el paso de Laura, mientras regresaban al hotel.
En su camino, de regreso, decidieron tomar algunas imagenes para mandárselas a Marian, sobre todo a Laura le gustaba sacar alguna foto de manera oculta, al Doctor, cuando este pensaba o tenia alguna pose interesante, eran las favoritas de la Tia.
Cuando llegaron al magnifico hotel, un hombre trajeado esperaba su regreso, el era la llave de su casa por asi decirlo.
El elevador hacia copa del arbol, estaba oculto y solo un par de llaves podian encenderlo, por lo que cada vez que salian, el esperaba su regreso.
El hombre alto y delgado, con un porte excelente y un cuidado perfecto de la vestimenta y la apariencia, les abrio el camino.
El nunca hablaba, como si fuera sordo mudo.
Pero Laura y Oswald sabian que solo los ignoraba.
En esta epoca, incluso una cabeza amputada podria ser devuelta a su sitio, junto a su funcionalidad, incluso tras 15 minutos del corte. Todo esto sin daños a la persona, para no decir algo como la sordo mudez, la mayoria de estos males fisicos, eran completamente manejables.
Pero no le dieron vuelta a la inalterabilidad de su guia, solo lo tomaron como una de las muchas personas que hacían todo lo posible para no interferir con ellos.
Claro que si Dariel estuviera delante, este hombre no se atrevería ha hacerles el vacio, pero mientras el monarca no estuviese presente, era mejor evitar al par.
Esto se debía a muchos factores, no solo algo adrede para molestar.
Primero que nada, el par eran un grupo de paletos de campo, granjeros espaciales, por asi decirlo, segundo, este hombre sabia que la persona mas importante era el niño pequeño, el cual la gerente le aviso que jamas lo enfureciera y que si este le pedia algo, que la llamase de inmediato, da igual la hora o lugar. Otro punto fue, que las personas del hotel estaban acostumbrados a tratar con la mas altas esferas, para evitar perjudicarse abriendo su bocaza, aprendieron a que el silencio, podria ser la solucion mas efectiva para evitar inconvenientes.
Por lo que la mayoria de empleados mantenian sus labios practicamente cerrados la mayoria de su jornada laboral.
Cuando llegaron a su hogar, se encontraron con una escena relativamente extraña,
Varios soldados "extra", guardaron el perímetro, mientras Desdel permanecía en el techo de la casa, expectante a todo a su alrededor.
Ver a la bestia tan vigilante, ofreció un nudo en el pecho de Laura. No dudo en mirar a Oswald y ver como este también la miraba.
La añoranza se fue, cuando comenzaron a casi correr a la casa.
Ninguno de los soldados se atrevieron a frenarlos.
Cuando llegaron a la puerta, pudieron contemplar algo extraño, una niña pequeña de pelo blanco vigilaba una puerta como guardia de hierro, mientras que Selena y Denetria, permanecían en el comedor, ambas tomaban un te, charlando de sus cosas.