El par miro sorprendidos, pero luego entendieron, como la elite joven, no vivian en una burbuja impermeable a las atrocidades de la vida, conocian mucho de ellas, por lo que no tuvo ningun efecto notable en ellos, el saber que Dariel fue entrenado como asesino. Aunque saber esto, dio luz a los actos que a priori, pensaron que eran nacidos de la mente retorcida del niño, ahora comprendian los factores de cada decision.
...
- Maldita sea - El explorador lanzo una piedra a la calle, solo para verla ser reducida a polvo por un disparo. Sabia que estaba siendo vigilado, pero pronto se calmo, decidió ir por el edificio donde se oculto y pasar a otra calle.
Salio corriendo por el edificio residencial, vio una entrada en forma de U, con escaleras en las esquinas, el edificio constaba de dos zonas de pisos conjunta. Tambien encontro dos huecos para ascensores de gravedad, tras mirar dentro de uno de ellos, vio que estaba derrumbado en el subterraneo, por lo que no dudo en saltar al hueco usando sus ganchos para escalar la pared.
Tardo varias plantas en encontrar una puerta abierta, las puertas con cierre forzado serian demasiado complicadas de abrir para el. Por lo que solo siguio subiendo esperando no escalar el maldito edificio entero para tener que volver a bajar.
La puerta chirriante, fue movida con cierta difultad, saliendo a un pasillo bastante normal. Quitando el polvo y algunas perforaciones aqui y haya, el pasillo parecia estar bien.
Fue corriendo, pues solo quedaban de dos a tres enemigos como mucho, la posibilidad de encontrarselos era infima, sobre todo, el queria encontrarlos, sincluso si lo mataban, aun podria haberiguar que lo mato y decirles a sus compañeros, aparte de decir con exactitud donde los habia encontrado.
Era una de las partes menor realistas del simulador.
Como si el destino jugase con el, escucho un ruido en uno de los apartamentos mas en adelante.
- Chicos, he escuchado movimiento con mi explorador, estoy en el quinto edificio siguiendo la habenida 14, delante de el tiene un vehiculo verde en llamas sin las puertas, buscad un metodo alternativo para entrar, la puerta esta siendo vigilada por el francotirador enemigo - Tras informar, comenzo a caminar despacio, pegado a la pared.
Dando pasos medidos y cronometrados, hasta llegar a a la puerta, esta estaba entreabierta, puso su mano en ella y suavemente empujo.
Sin resistencia.
La puerta se abrio casi por arte de magia, ya no habia habia ruido dentro, tampoco pudo detectar nada, aun extrañado, decidio comprender la situacion.
Asomo la cabeza por un segundo y la econdio.
Vio un salon diafano, con cocina, mejor que barracon sin ninguna duda.
Pero nadie en el espacio abierto.
Los muebles estaban medio intactos, solo lo fragil destruido.
Se armo de valor por un segundo y entro, agachado y casi rodando por el suelo.
Pero nada.
Nadie en absoluto, espero un par de minutos, pero solo encontro unas pocas marcas de cortes suaves en las paredes, nada relevante a su parecer.
Decidio arriesgarse y probar.
- Si hay alguien, sal desarmado, solo quedais dos, ya habeis perdido, solo rindete y tomemos algo en la cantina, yo invito - Aunque rendirse estaba mal visto por los soldados, en el simulador, era algo normal, cuando una batalla acaba siendo tan desequilibrada, muchos no dudan en suicidarse o entregarse, acabando apresuradamente el juego.
Invitar a los perdedores a una bebida, era un clasico de este "deporte", los soldados tenian permitidos pocos vicios y con sanciones graves en caso de que uno se descontrole en ellos. Si quieres desahogarte, entrena, descansa o ves al grupo de expertos de la fortaleza, pues cobran por ayudarte. Pero no caigas en placeres externos que perjudiquen tus futuras misiones.
Nada.
Nadie respondio, parecia que estaba solo... Pero entonces, escucho un suave golpe en una de las puertas interiores.
Al escucharlo instintivamente se tiro al suelo y disparo, dejando varios orificios candentes.
- Mierda, si quieres jugar jugaremos - Se acerco pegado a la pared, apuntando a la puerta recien disparada, mientras tambien miraba las otras puertas cerradas del pasillo.
Cuando llego a dicha puerta, la golpeo con el pie y disparo dentro.
Nada.
Eso es lo que sintio, hasta que un fuerte dolor en el cuello lo hizo despertar unicamente con la vision de su otra unidad, el experto en explosivos.
- Joder, joder, sera cabron... - Maldijo en el chat de voz, mientras sus compañeros estaban extrañados.
- ¿Que tipo es? - Su capitan pregunto, pero no espero que la respuesta fuera un: No lo se.
- Creo que tiene que ser un Phantom, es una unidad asesino, con un traje de invisibilidad, pero gasta mucha bateria, por lo que no le tiene que quedar nada, si todo ese tiempo lo ha pasado usandolo - Uno de los soldados comento, parecia conocer bien a este tipo de avatar.
- Bien, olvidemos al francotirador, sabemos donde esta por ahora, encontremos a ese cabron escurridizo, id al edificio y registradlo, aunque ahora carecemos de explorador, por lo menos, no podra ocultarse o no le quedara mucha capacidad de ello - Los miembros del grupo asintieron, y las unidades medio desperdigadas comenzaron a acercarse al punto de conflicto.