Con ojeras debajo de los ojos, un rostro pálido y agotado Lucia se dejó caer a la cama exhausta.
Todo había pasado muy repentinamente. Ese mismo día en la mañana varios caballeros llegaron a la enfermería de la orden y la llevaron con ella en contra de su voluntad.
Para su sorpresa el lugar donde la llevaron fue el palacio imperial. Odiaba este lugar con todo su ser, en especial porque tenía que ver a esos bastardos con cabello púrpura.
Todo el día estuvo ocupada sanando y brindando primeros auxilios a los caballeros que les trajeron. Cuando los heriros subieron a más de 10, Lucia se dió cuánta de que algo muy raro estaba pasando.
Todo el día y la noche la pasó usando su magia hasta que ya no pudo. Solo en ese momento la dejaron descansar.
No podía negarse a sanarlos porque tenía miedo que la matarán, tampoco podía escapar ya que su habitación estaba muy vigilada por más de 10 guardias, todos caballeros.
Tock Tock
"¡¡¡Déjenme descansar!!!" Lucia lanzó una de las almohadas contra la puerta exasperada. La falta de sueño junto con el agotamiento la volvieron muy irritable.
"Me temo que eso no es posible, señorita." La puerta de la habitación se abrió de forma silenciosa.
Lucia apretó lo dientes con irá al ver a su visitante.
Un hombre de unos treinta años, cabello púrpura hasta los hombro, ojos del mismo color y una suave sonrisa en su rostro.
"¡¡Lester!!" Los ojos de Lucia se volvieron rojos, agarrando con fuerza las sábanas Lucia luchó contra la idea de saltar ahora mismo encima del hombre y desgarrarlo en pedacitos.
"Así es." El hombre estaba muy tranquilo ante la reacción de Lucia como si la hubiese esperado. "Mi nombre es Erik von Lester. Pero no sé confunda señorita a pesar de lo que usted pueda creer, usted y yo tenemos más en común de lo que cree."
"¡¡No te atrevas a compararte conmigo!!" Lucia reaccionó con un grito y casi pierde el control.
Erik por su parte actuó muy tranquilo, tomó una silla hecha con madera redmind y se sentó muy elegantemente. Su mano llegó a su barbilla como tratando de recordar algo.
"Lucia Evergrem princesa del reino Amber, raptada a los 10 años por el caballero bluefire. Lamentablemente en el proceso también termino matando a tu madre y dos de tus hermanas ¿o me equivoco?"
Arrrrrgggggggg
Lucia se lanzó sobre Erik pero esté la esquivó con mucha facilidad. Su postura y comportamiento elegantes nunca cambiaron.
"¡¡Somos exactamente igual princesa!!"
"¡¡No lo somos!!"
"¡Haaaa!" Erik no pudo evitar suspirar con exasperación, mirar al techo y dejar escapar unas palabras que nunca creyó tener que decir.
"¡El emperador a muerto!"
Lucia y la habitación se quedaron en completo silencio ante la repentina e impactante declaración de Erik.
¡La era del emperador sabio ha acabado!
"¡Im-posible!" Los ojos de Lucia estaban fuera de sus órbitas y casi no pudo formar una palabra coherente.
"Acompañarme por favor señorita." Erik levantó a Lucia con unos de sus brazos. "No es seguro hablar aquí, las paredes tienen oídos."
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Después de media hora de caminata y de bajar por innumerables escaleras, Erik y Lucia se encontraban cerca del calabozo.
Allí fue donde el le contó todo.
Como un resumen básico, el emperador murió repentinamente, dejando como regente a uno de sus descendientes más destacados: Aurelio III de 87 años de edad.
Pero su nieto directo: gladius, no pudo aceptarlo.
Inicio un golpe de estado en medio de la noche con sus caballeros y fuerzas que había estado escondiendo. Bajo el amparo de la noche y junto a una de las casas más temidas del imperio: los blackwater. Asesinaron a la mayoría de los Lester.
Niños, bebés, ancianos...Nadie se salvó.
Pero incluso con el apoyo de los blackwater y sus caballeros, gladius se vio obligado a luchar contra los más fuertes de la familia.
Su batalla fue tan aterradora y destructiva que convirtió la noche en día y desapareció la gravedad.
Erik incluso ya había escuchado a personas refiriéndose a ese día como: la noche blanca.
La única razón por la que el y varios de sus familiares aún seguían con vida era porque sus poderes le eran de mucha utilidad para gladius.
En medio de todo el desastre y caos, algunos pudieron escapar al valerse de los túneles de escape de abundaban debajo del distrito imperial.
De la noche a la mañana una de las familias más numerosas y poderosas se había reducido a cerca de un 1%.
Lucia tomó una respiración profunda tratando de digerir toda la información.
"Así que como puedes ver princesa, somos iguales." Erik se encogió los hombros indefenso. "Hoy en día podría ser referido como príncipe, pero solo soy uno más de los secuestrados por gladius."
"¿Porque me dices todo esto?" Preguntó Lucia con sospecha.
"Porque necesito un favor tuyo." Erik metió las manos en sus bolsillos. "Necesito que cures a alguien."
"Eso no es mucho."
"Con tu habilidad especial."
Lucia se quedó quieta en el pasillo mirando a Erik con mucha cautela.
"¿Como sabes de esa habilidad?"
Siendo parcialmente ocultado por la oscuridad Erik le dió la espalda a Lucia.
"Porque yo..." Erik se dió media vuelta con los ojos brillando con un color blanquecino y la sombra de una bestia indistinguible a su espalda. " puedo ver el futuro."
"Bueno, solo fragmentos." Erik sonrió muy jovial. El aura de misterio y poder que mostró hace solo unos segundo desapareció en un instante. "Pero me gusta decir que pudo hacerlo."
"Volviendo al tema principal, quiero que llegues al calabozo y cures al chico que está allí. Te sorprenderá saber esto, pero ese chico allí luchó contra meteoro y vivió para contarlo."
"¿Que gano yo con esto?" Le pregunto Lucia a Erik. "Si lo que dices es verdad. Quieres sanar a ese chico porque te puede ser útil en el futuro, pero ¿que gano yo con eso?"
Erik sonrió.
"No le diré nada a gladius sobre tus ideas de rebelión." Erik entrecerró los ojos. "O mejor aún. Le contaré sobre tu habilidad especial, estoy seguro que después de conocer tu habilidad tendré otro compañero raptado."
Apretando los puños con el rostro rojo Lucia lo miro con furia.
"Además también te daré una poción fortalecedora y de mana cada mes apartir de ahora."
"Trató." Lucia no lo dudo ni un segundo al escuchar la palabra poción.
"No te preocupes por el sacrificio, ya tengo a un criminal que puedes usar."
Lucia asintió y camino en dirección de los calabozos.
"¿En serio es tan importante que ese chico sobreviva, señor?" Derek apareció en una ventana a su lado.
"Claro que sí. Dónde quiera que va ese chico, hay muerte y destrucción. Sería una pena no utilizar ese talento suyo bajo el gobierno de mi hermano ¿verdad?" Erik sonrió fríamente." Después de todo maxwell es un caballero del imperio."
Derek no le creyó del todo pero no veía razón para contradecir a su señor por un tema tan insignificante.
"¿Conseguiste el sacrificio?" Preguntó Erik.
Derek se rascó la calva con una sonrisa.
"No era fácil en medio de todos estos sucesos pero encontré a un chico que servirá."
"Dejando eso de lado, quiero que averigues porque mi hermano traicionó a sus más leales partidarios: los blackwater e intento asesinarlos a todos." Erik se tomó la barbilla pensativo. "Eso es muy extraño."
"Extraño es ese chico maxwell, que dormía en la misma casa de unos asesinos natos." Replicó Derek.
"¡¡Jajajaja es cierto!!"
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Faltan 30.