Primer día en la escuela en un hogar sin conocer a alguien y solo significa una sola cosa, tengo que comunicarme con las personas y no soy muy buena que digamos. Nunca lo fui, soy una persona reservada, una persona que se guarda todo sentimiento o pensamiento para sí mismo, aunque yo creo que no tengo tanta confianza.
En mi antigua ciudad tenía muy pocos amigos aunque ellos intentaban a que yo me integrará a su grupo no pude hacerlo, algunas veces me invitaban a salir pero yo preferiría estar en mi casa, también me invitaban a fiestas pero tenían el mismo resultado, yo con mi celular en la cama y al enterarme que me iba a mudar, deje de hablar con ellos y perdí todo contacto.
Hace algunos días a mi padre le dieron la noticia de que será ascendido en su trabajo pero que tenía que cambiarse a otra ciudad, cuando me lo contó me quedé muy disgustada, estaba segura que me sentiría muy rara en una nueva ciudad sin conocer a alguien pero no pude decirle algo y no tuve más opción que empecar mis cosas e irnos.
Como iba diciendo hoy en mi primer día de escuela, caminaba por las calles, el lugar era muy solitario ahora que lo noto, no había mucha gente caminando. La nueva escuela a la que voy asistir no está muy lejos de mi casa, es como a media hora caminando.
A los minutos pude notar algunos adolescentes con mi uniforme y solo le rezaba a Dios que ninguno de ellos sea alguien de mi salón, de reojo pude ver un grupo de chicas, al principio creí que serían unas amigas conversando mientras iban al colegio pero había algo extraño y es que parecían un poco desesperadas.
Después de fijarme bien había un chico alto de pelo claro en medio de todas las chicas y entendí todo. Las chicas no estaban conversando amistosamente estaban intentando llamar la atención de ese chico.