Me ha dicho que yo y mi hermana, lo ayudemos en la entrada de la ciudad.
Cuando iba a su encuentro por la mañana, pensaba ¿Cómo podría ayudarlo? ¿En qué forma?
Estoy segura que el solo puede hacerlo, ya que tiene cientos de soldados a su disposición.
A pesar de eso, pidió que lo acompañemos.
Debe ser importante, de lo contrario no lo hubiera pedido.
En el transcurso del día, cuando estaba con El Gran Maestro. Mi hermana quería relajarse, así que se alejó de nosotros.
Cuando me quede a solas con él.
Me contó, acontecimientos interesantes de su vida.
Cuando los escuchaba; parecían historias de tiempos pasados, de sucesos vividos intensamente en otros tiempos, en otra vida.
Cuando ya era tarde, sucedió que un hombre que había entrado junto con algunas personas a la ciudad. Este con mal humor, fue directamente hacia El Maestro, y tanto fue su altanería al hablarle, que ya no quise estar en ese lugar. El busco provocarlo dirigiéndole una mirada amenazadora.
El Maestro, dirigió su rostro hacia él.