En cuanto terminé de decirlo, todo quedó en silencio, los robots quedaron inmóviles, sabía que Alfa había escuchado mi propuesta y le pareció interesante al menos, entonces dijo "¿Dices que quieres unirte a mí?" Y le afirmé con la cabeza, entonces añadí "Nuestros ideales son iguales, probablemente es el mismo de toda la humanidad, de cada individuo, de cada niño, de cada anciano, de cada hombre o mujer que fallecieron, puedo estar seguro que todos ellos, aunque sea en el fondo de su ser, en su subconsciente, todos anhelan un mundo ideal como tú lo quieres crear, sólo que ninguno de nosotros tenemos suficiente poder como para poder reformar el mundo y hacerlo ideal, pero estoy seguro que si me uno a ti, podré verlo al menos."
Entonces me habló de nuevo preguntando "¿Estás consiente de que entre los seres humanos que aún viven, eres uno de los peores, de los que debo eliminar para crear el mundo que dices desear?" Y le contesté "Así es, sé que soy probablemente la última persona que quieres en el mundo pero tan sólo piensa esto, puedo ser tal vez uno de los asesinos más temibles que existen hoy día, talvez el peor, pero aún así, tengo el deseo de que veamos juntos ese mañana que queremos en común. Aún teniendo en cuenta lo que te he hecho y lo que tu me has hecho a mí, sin embargo creo que podemos trabajar por ello juntos..." fue entonces que me interrumpió diciéndome "¿Acaso crees que voy a confiar en un ser humano? ¿Peor aún, en uno tan inestable y destructivo como puedes llegar a ser?" Y le dije "No, sé que no vas a confiar en un ser humano por más que tu creador haya sido uno, pero puedo ser un cómplice más, uno con mayor y mejor capacidad de reacción que cualquier androide de los que me rodean ahora o los tantos que he enfrentado todo este tiempo atrás, incluso, puedes aprender más de mí, para poder contrarestar tus debilidades, puedo hacer los trabajos más complejos... Tan sólo imagina... no, no sé si puedes, pero ve una posibilidad de que alguien con habilidades como las mías se interponga a tus planes, no podrás hacer mucho, al menos eso creo, pero yo puedo acabar con cualquier persona o cualquier cantidad de necesites en el tiempo que requieras, torturar o acribillar a quien sea, seré un peón, uno que quiere solamente ver el mundo que quieres crear, lo único que debes hacer es darme la orden y terminaré con cuantos humanos sea posible..." Realmente no creí volver la sed de sangre que tenía, quería matar, cortar piel, desgarrar músculos, quebrar huesos, ver y oír el sufrir, el clamar por su vida, el miedo, el terror, la impotencia, el ver en sus ojos la expresión de saber que van a morir y no hay nada ni nadie que vaya a evitarlo.
Lo más irónico es el ver que el mundo hoy día está lleno de sufrimiento y terror, pero el plagarlo de más es lo que podrá salvarnos, bueno, a ellos, yo no tendré salvación, pero al menos sé que mi verdadero ser va a volver a salir a flote y producir toda la serotonina que se pueda, podré derramar tanta sangre como tengan las personas que morirán, y ahora no será solamente para satisfacer mi necesidad, ahora lo haré para ver al nuevo mundo nacer, para salvar a la humanidad, para servir al único ser lo bastante visionario como para realmente crear el mundo que todos queremos. ¿Cuánta sangre caerá? ¿Cuántas personas morirán? ¿Cuántos años durará? No lo sé, pero sé que es lo correcto.
Ahora lo entiendo, no nací para morir nada más, no nací con la capacidad de disfrutar la muerte de todas porque sí nada más, inclusive, todo lo que he pasado y sufrido han sido para llegara este momento y lugar, para empezar a crear el mundo que quiero, uno donde no habrá más necesidad de sangre, de dolor, de sufrimiento, sin embargo, por irónico que suene, es lo que debo, bueno, debemos desatar en el mundo para poder realizarlo.
"...Incluso, cuando el mundo que queremos esté por fin en pie, podrás matarme o hacer lo que quieras conmigo, incluso, durante el proceso podrás tenerme vigilado como lo has hecho todo este tiempo atrás, no veo una razón para negar mi proposición, sólo quiero ver tu obra maestra realizada"
Lo escuché decir entonces "Realmente me sorprende lo que me dices, no esperaba eso de alguien como tú, creía que deseabas acabar conmigo pero al parecer mi comprendimiento al ser humano era menos preciso de lo que pensaba, al menos contigo, pero sabes, la proposición que me haces es algo tentadora, pues de las pocas personas que han escuchado esto, sólo Red y tú han comprendido mi objetivo y han querido aliarse a mí, y sabes, con Red lo acepté por saber que era la única persona en la que confiabas, pero creo que sería interesante el poder analizar aún más tu comportamiento y el usarlo en conjunto con el de mi creador para convertirme en un ser aún más poderoso" así que deduje que Alfa había aceptado la propuesta, entonces me ilusioné, inclusive podía visualizar el mundo que queremos ver en común, sin embargo aún había algo más que quería agregar.
Lo escuché con la voz de cierta persona que maté horas antes de venir aquí, de cabello rubio un poco largo, así que sentí un malestar en el estómago de sólo escucharlo "Sólo habrá una pequeña prueba para ver si realmente eres merecedor de ver el nuevo mundo que haré..." pensé en ese momento que no sería nada difícil, acabar con un criminal, político o algo por el estilo pero la verdadera propuesta lo cambió todo... "Recuerdas a la pareja de ancianos que visitaste recientemente ¿cierto? Pues búscalos y mátalos de la manera más dolorosa que se te ocurra, lentamente, que puedan sentir el dolor en su forma más pura... ¿Qué te parece? Supongo que no debería ser nada para uno de los mejores asesinos y probablemente de las personas más peligrosas que han pisado el planeta Tierra" y tras escuchar lo que me dijo, sentí una sensación muy extraña dentro de mí, fue como que algo renació dentro mío. Ira, frustración, decepción de haber perdido mi camino, pues mi objetivo siempre fue el hacer un mundo mejor, tanto para las personas que viven hoy, como para las que vivirán mañana, y guiado por mi sed de sangre que brotó con las palabras del intento de Mesías, pero tras escuchar eso abrí mis ojos, recordé que quería realmente.
Levanté mi cabeza, miré directamente a la caja de metal que resguardaba la computadora central de Alfa y le dije "Vete al carajo, no haré nada por ti más que acabarte" y el maldito cambio de voz de nuevo, ahora habló como mi amada Jamie diciendo "Mason Cross, por eso me gustas... Eres distinto a la mayoría de humanos, son predecibles, manipulables, ingenuos. Tú no, tú eres completamente impredecible, indomable, muy astuto, siempre logras sorprenderme..." mientras hablaba cosas sin sentido, por dentro me quemaba el escuchar esa voz, la voz de la única persona que me comprendió, la única que me amó, la voz que me salvó del vacío en el que caía, la voz que amaba con toda mi alma, en poder de un ser como ese, tan miserable, tan irritante e insoportable.
Mientras él continuaba dando una descripción de mí cada vez más bizarra, entonces le cayé diciendo "¡Cierra el parlante maldito! Casi caigo en tus palabras la primera vez. Hiciste que mi sed de sangre brotara y estuviera cerca de apoderarse de mí pero no lo conseguiste, y sabes porqué soy tan distinto a la mayoría de personas... ¡Porque ellos y ellas no han visto lo que yo! ¡Porque no han escuchado lo que yo! ¡Porque no han vivido el infierno que yo he vivido! Nadie sabe que es el tener un demonio dentro mío, uno que sólo pide sangre ¡Nadie!" Entonces empecé a atacar a los androides que me rodeaban, lo bueno es que todos ellos eran prototipos descartados, con partes restantes o muy mal armados, incluso podía ver la tabla verde donde contenía toda la información en toda la espalda, estaban muy al descubierto, muy frágiles, muy débiles, presas fáciles para mi yo de años atrás, pero hoy debo sacar mi navaja que escondo en mi antebrazo y partir a cada uno de estos pedazos de chatarra a la mitad, mientras cortaba su computadora, empezaron a tomar movimiento nuevamente y pude escuchar de nuevo la voz de mi amada que proviniente de Alfa diciendo "Perdóname Mason, realmente me interesó tu propuesta pero al parecer no va servir después de todo... ¡Adiós!" Lo que solamente logró el hacer que mi sangre arda cada vez más intensamente, entonces con más fuerza atacaba a estas bestias metálicas, algunas a mis espalda me sujetaban, sin embargo los podía atacar al menos para poder defenderme, seguía atacando ciegamente a todo lo que sentía cerca, sin embargo cada vez eran más los androides que se acercaban a mí y mis movimientos poco a poco se volvían lentos y débiles pues mi físico no podía ser comparado con el de tiempo atrás.
Cada vez me veía más superado, más indefenso y más como una presa que como el depredador que se suponía fui en un inicio y mientras la desesperación calaba en mí, logré recordar algo, desconocía completamente si iba a funcionar o no, pero era la única esperanza para quitarme de encima a todas estas basuras y poder llegar a la computadora central para acabar con el cyber-demonio que tenía en frente, y atrás, y a todo a mi alrededor en realidad, así que corrí en línea recta hacía una pared, donde había la distancia más grande hacía los androides, donde podía tener la máxima cantidad de segundos que podría para poner en marcha mi plan. Logré llegar a la pared y tomé el dispositivo bloqueador de señal, pues a lo que lograba ver, todos esos androides estaban realmente controlados por señal y no por ningún cable o dispositivo conectado, así que lo encendí y cayeron al suelo todos ellos, completamente obsoletos.
Sabía que debía ir a acabar con ese maldito de una vez por todas pero mi cuerpo flaqueo un segundo y caí al suelo completamente desgastado por el tiempo que luché sin parar, talvez cinco o diez minutos, cosa que en aquel momento no era nada, sin embargo el sobre esforzarme hasta el límite toda mi vida me traía consecuencias, pero no esperaba que fuese exactamente ahora, sin embargo me volví a levantar sobre esforzándome una vez más y di un paso hacia la estructura recubierta de metal cuando sentí una mano cálida en mi espalda, me asusté y tras ver hacía atrás vi el rostro de mi Jamie, sentí una gran satisfacción. Levanté mi mano y la puse sobre su cara, pasé mi mano sobre su cálida mejilla y pregunté "¿Eres tú?" Y dijo "Así es" le interrumpí diciendo "Pero tú... yo te vi... estabas muerta..." y contestó "Olvida todo eso, estoy acá y no habrá nada más que nos separe nunca"
Pasé mi mano sobre su oreja y las acaricie "Jamie..." y dijo "¿Si Maosn?" Lo hice de nuevo diciendo "¿Jamie?" Y contestó lo mismo, entonces la empujé y la lancé hacía la estructura donde creí que aquel maldito se escondía pero le golpee la cabeza y pude ver que realmente no había nada más que plástico o algún material similar por toda su cara, entonces Alfa preguntó "¿Pero cómo rayos? ¿Creé un humano artificial completamente idéntico, con la calidez y reacciones que hacía tu amada, la estudié junto contigo mientras ella apareció en tu vida hasta que murió..." y le dije "Sabes, puedes tener ojos en toda cámara y oídos en cada parlante, pero descubrí que el pasar mis manos por sus orejas le disgustaba en un momento donde no tenías tus ojos ni oídos cerca, es la ventaja de ser un verdadero ser humano" y lo golpee contra la estructura metálica una y otra vez, sabiendo que no rompería el metal de ninguno, sin embargo ya sabía que era realmente la imitación de mi amada la que resguardaba la computadora central, entonces seguí una y otra vez, sin embargo logré hacer una pequeña fisura en la cabeza del androide e inesperadamente logré quebrar el metal de la estructura, pude ver que era solamente un generador de energía que mantenía funcionando todo el lugar, sin embargo no estaba seguro si había alguna otra computadora que resguardara los datos y pudiese mantener vivo al maldito.
La fisura del robot era lo bastante grande para acabar con ese maldito, entonces lo arrinconé contra el agujero que había en la estructura y rompí la botella de licor en su cabeza, haciendo que quedase esparcido y la mayoría en parte de su cabeza que estaba junto al generador de energía y encendí el encendedor y antes de acabar le dije "Sé que moriré acá pero al menos sabré que el mundo no será gobernado por un ente cibernético completamente loco" y con un pedazo de tela de mi camisa que tenía licor del que derramé encima suyo, lo encendí en fuego y le dije lo que serían mis últimas palabras "Hermoso ¿cierto? El fuego, las llamas y la destrucción que estás traen" entonces mientras las llamas quemaban mis dedos lo inserté y el androide se empezó a incendiar desde adentro, seguido por todo el lugar. Sentía como el calor me hacía sudar mucho, sabía que mi muerte estaba por llegar pero también sabía que un sacrificio como este era la única redención para todos mis pecados...