...Te puedo pedir un favor...
Viernes 25 de marzo del 2016
Me encontraba por el pasillo de la escuela, buscando un lugar para comer, en donde nadie me molestará, no le hablaba a nadie ya que no comprendían mucho de lo que decía y realmente sus intereses no eran compatibles con las mías, así que terminaron alejándose de mí.
Cuando por fin encontré un lugar para comer un chica se acercó a mi lado, parecía algo nerviosa y dudaba en las palabras que quería decir, pasaron algunos segundos, entonces hablo.
-Hola, mi nombre es Roxana. Roxana Parsons -decía aquella chica con un obvio nerviosismo y linda sonrisa-¿Pu...puedo comer contigo?
Aquella chica sin duda era muy rara pero aún así accedí a comer con ella, se sentó a un lado de mí. Se hizo un silencio un poco incómodo, aunque ella ya no hablo, decidí empezar con la conversación.
-Dime Roxana, ¿Por qué una chica como tú se encuentra sola? ¿No tienes amigas? -al parecer le sorprendió que le hablara por qué otro poco y tira su comida- Dime q... - fue interrumpido por el timbre para regresar a clases, guarde el poco juego que aún tenía, me levanté y me despedí de ella.
Caminaba tranquilo por el pasillo que conducía a mi salón pero algo hizo que me detuviera alguien agarraba la manga de mi uniforme, era aquella extraña chica que comió conmigo, estaba agotada, al parecer había corrido para alcanzar me -vaya que esta chica no tenía condición, parecía como si le fuese a dar un infarto- cuando al fin recupero el aliento me miró a los ojos.
-D...disculpa pero se me olvidó preguntar tu nombre -con la cara un poco roja de haber corrido y algo nerviosa, me reí al notar comida en su mejilla izquierda y su cara roja de haber corrido, ella claro se sorprendió a no saber por qué me reía solo saque mi pañuelo para limpiar su mejilla la cual hizo que se sonrojara aún más, cuando termine de limpiar su mejilla sonreí y finalmente conteste.
-Samuel puedes decirme Sam. -guarde mi pañuelo- Dime, ¿De qué salón eres?
-So...soy del salón 2B. -vaya si que está nerviosa- ¿Y tú?
-Soy del 2A. -mire el reloj, me sobresalté al ver que las clases ya habían comenzado- bueno...lo siento pero tengo que ir a clases o si no ya no me dejarán entrar. -Antes de irme a mi salón corriendo me giré y con una sonrisa le dije- Espero verte después. Cuídate.
Fue lo último que dije antes de dirigirme al salón de Física, el rostro de esa chica se notaba alegre, le agrado que le dijera eso. La profesora de física es muy estricta espero que no haya llegado todavía espero que me deje pasar, ya que no le gusta que lleguemos tarde a sus clases. Una vez que llegue, me dispuse a pasar ya que la maestra no estaba, llegué a mi asiento con gran alivio, a unos segundos de haberme sentado entro la profesora.
-Bien chicos, empecemos la clase -dijo la profesora Alicia-. Ese día... ese día no presté atención a la clase. Solo mire la ventana, pensativo susurré.
-Esto es extraño... siento que...