Me miro al espejo y ya no me reconozco perdí lo que me caracterizaba ya no sé quién soy en este mundo o si algún día llegue hacer alguien o solo sonreía por hacer por los demás no perdieran la suya qué sentido tiene sonreír o hablar, porque no es mejor callar y dejar que el viento se lleve nuestros pecados a través de un susurro que recorre las campos de flores donde solos aquellas amantes escuchan aquella petición y dejan que aquel polen se esparza por el aire como si fuera su respuesta para ese ser que se rompe por dentro en las noches mientras grita ayuda.
Deje de vivir hace mucho intente que aquel grito de ayuda no saliera de mi pero que puedo hacer si lo único que quiero hacer es recostarme y mirar como las estrellas caen sin ningún motivo.
Perdonen ya no tiene sentido que escriba y si lo que hago es atormentarme mas día tras día la tinta se ha convertido en mi sangre, mi cuerpo un hoja de papel en blando y aquel lápiz que debería ser para escribir los versos más hermosos se convirtió en un cuchillo de va dañan más aquel papel en blanco.
Un día escuche que el cuerpo humano es como una casa pero ese día cuando lo escuche me quería echar a reír para no llorar preguntándome como seria esa casa rotas la ventanas construida por pedazos, se está cayendo hay más lugares fríos que cálidos y la oscuridad asecha cualquier rayo de luz que quiere intentar colarse aquella propiedad donde solo habita una persona que recorre las habitaciones día y noche buscando una salida pero lastimosamente esta casa o celda no tiene puerta de salida o escape.