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Chapter 3 - Desde niños

Capítulo1

Clase de formación

Ese primer día se organiza una reunión con los padres de los alumnos para presentar a los maestros de las asignaturas y al tutor de la clase, quien es el profesor que se encarga de la seguridad y bienestar de sus alumnos asignados. Eran las nueve de las mañana y el sol estaba furioso en esa mañana de febrero, la gente vestía ropa cómoda con el logo de su clan y se saluda en el anfiteatro de la Academia.

—Solo espero que mi hija quede en el salón uno, siempre suelen ser los que destacan. —Hablo Karui Dagaz, madre de Valentine Dagaz. A su lado, Shina Dagaz, esposa de uno de los hombres del clan, negó con la cabeza. Esta mujer no poseía un don y solo quería que sus hijos pudieran gozar de su juventud sin preocuparse por cuentos de dones más poderosos que otros.

—No siempre se ha visto de esa manera. Ahora, silencio. —La callo de la manera más respetuosa posible, quería evitar problemas con esa mujer que tenía que soportar por ser parte de su mismo clan. Además no le agradaba por meterse con un hombre casado y que prácticamente es su primo; ella entendía que en los clanes esto era normal pero aun no dejaba de parecerle algo asqueroso. Gracias a la aparición de la Directora en la tarima, Karui callo sin prestarle atención a lo descortés de su compañera.

Los demás padres de familia y alumnos, hicieron silencio mientras veían a la mujer de cincuenta y tantos parada sobre el podio. Luna I Dagaz es una mujer esbelta y con temple de acero, cabellos color negro cortos y peinados de manera elegante siempre adornados por una peineta brillante, con un conjunto de tres piezas color morado pastel en honor a su clan, su don es convertir lo que toca en ciertos metales de transición como titanio, paladio (No recomendable que lo haga), hierro, níquel y cobre. Siempre lo intento con el oro y la plata, pero jamás lo logro. Tomo el puesto de Directora después de veinte años como profesora de química.

—Me alegra tanto que en este año nuevo, nos sigan acompañando. Veo sus rostros tan llenos de juventud y en el de sus padres, tan llenos de arrugas. —Hablo la mujer con una sonrisa cordial. Algunos padres y niños rieron divertidos. —Como todos sabrán desde mañana empiezan una nueva etapa de su educación como es la etapa de formación, donde junto a sus maestros los guiaremos para que conozcan más acerca de sus dones y de cómo volverlos útiles para la sociedad, ¿Quiénes ya manifestaron su don?

Muchos de los niños alzaron sus manos emocionados y se rompió el silencio con todas las exclamaciones de júbilo con respecto a hablar de sus dones y hasta se escuchó una mini explosión que vino de alguno de los niños. La directora sonrió tensa, que niños problemáticos los de esta etapa, los anteriores eran más calmados.

—Ehem, gracias niños. No alarguemos más esta reunión y vayamos a la presentación de maestros. Los maestros que los acompañaran estos cuatro años serán los siguientes: Devon Hygge, en la clase de Psicología, como verán tenemos a la mejor psicóloga que se puede tener, que mejor que una persona que percibe tus emociones al tocarte, es perfecta en su trabajo. —Comento la directora con una gran sonrisa, le había tocado mucho convencer a la psiquiatra de cabecera del hospital de Kotoisa para que pasara a dar algunas clases en su Academia pero la mujer le gustaban los niños y por fin había aceptado cuando pudo configurar su horario en el hospital con el de la Academia y más para poder ver un poco más a sus dos queridas hijas, Nelly y Yuleixis Hygge. La joven mujer de treinta y tantos se levantó de su silla y saludo a los padres y niños, una mujer de una sonrisa encantadora, morena de mejillas llenas y cuerpo atlético con un cabello tan largo y sedoso, una de las mujeres más bellas que había sin dudas.

—En la clase de medicina, Nerón Dagaz, siendo el primero fuera del clan Meraki que imparte la clase de Medicina, pero sin dudas uno de los mejores investigadores de medicina con los que contamos. ��El hombre se notaba serio, es de estatura baja para el promedio de los hombres de cabello ondulado castaño casi rubio al ras y mandíbula fuerte, esposo de Shina Dagaz y padre de Diego y Ángela Dagaz.

—Laia Perdhro en la clase de Biología. Nuestra zoóloga brillante. —La mujer saludo con una pequeña sonrisa amable. Era tan menuda y delgada que bien podría confundirse con una adolecente, de piel oscura y ojos negros brillantes, cabello afro y un particular vitíligo que hacía ver su mano derecha de color blanco. Madre de Tiago Perdhro.

—Leo Mannaz, impartirá matemáticas. Nuestro siempre confiable profesor de matemáticas nos sigue acompañando y pronto cumple los ocho años como docente. —El hombre haciendo alusión a su clan, era un hombre muy alto, probablemente mediría los dos medros, corte al ras y cara cuadrada, hace de él un hombre bastante intimidante. Padre de Luisa y Eider Mannaz.

—Dank Perdhro, todos nos vamos a ir a dormir al cementerio y el seguirá tan vivaz como siempre. Nuestro legendario héroe y profesor de Entrenamiento físico. —Se burló la directora, el hombre mayor se carcajeo y flexiono los músculos de sus brazos. Algunos adultos rieron conociendo como era el hombre adulto, no tenía nada que envidiarle al cuerpo de los más jóvenes y su cabello blanco solo los inspiraba a envejecer así de bien. Padre de Laia, abuelo de Tiago y Vanessa Perdhro.

—David Hygge en la clase de Domestica. Con el van a aprender desde la parte más básica de las labores hasta la más elaborada. —El hombre moreno y alto se levantó y se inclinó ante los demás, él es conocido como el ciudadano modelo de Kotoisa y definitivamente el más trabajador, un hombre amable y apacible. Padre de Isaac y Ángel Hygge.

—Fé Dagaz, nuestra siempre confiable profesora de Química de siempre, por favor presten mucha atención a esta clase, y a las demás, claro, pero esta les va a ayudar para poder diferenciar los metales y no ir por ahí diciendo que todo es hierro. —Rio la Directora mirando los de su familia que a veces decían cosas como esas. Fé sonrió ante todos, siendo una mujer sencilla y con una larga trenza como característica general.

—Y Gema Toska, la cual es nuestra primera docente del clan Toska. Bienvenida sea, ella impartirá la materia de física. —Los adultos aplaudieron, algunos con mirada de desconfianza y otros sospechando por qué habían puesto una maestra de ese clan precisamente ahora. La mujer tiene dos hijos dentro de la Academia, Liseth y Adrián, los cuales no sabían de que su madre impartiría clases.

—Bueno esos son los profesores de asignaturas, mientras que los tutores de cada aula serán: Roshi Dagaz del salón uno, Lucy Mannaz del salón dos, Dimas Hygge del salón tres y Jazmín Meraki del salón 4. A continuación hagan una fila los alumnos que llame el profesor.

Roshi Dagaz vio la lista de sus alumnos y conocía a la mayoría, ya veía venir algunos problemas con la combinación con la que había quedado.

—Camila Meraki, Isaac Hygge, Edwin Dagaz. Yaisi Perdhro, Luisa Mannaz, Pierce Meraki, Diego Toska, Julián Mannaz, Valentina Ortga, Neiver Shimura, Andrés Gonzes y Nela Toska. —El ultimo nombre puso en alerta a algunos padres, así que esa era la razón por la que había una Toska como maestra, de seguro era para vigilar a esa niña, algunos se mostraron contrariados, no querían a sus hijos cerca de ella, era un peligro.

—Se han tomado medidas de protección a aquellos que se preocupan. —Comento la directora, viendo algunos padres con ganas de objetar. —Les recuerdo que es un tema que está zanjando y no se permitirán comentarios al respecto, y el niño que llegue a saber de tal tema quedara expulsado.

La voz de la directora sonó enojada, los padres aunque estaban enojados no podían hacer mucho. Si sus hijos eran expulsados les tocaba ir a la escuela de comunes y no podrían aprender de los conocimientos necesarios para desarrollar sus dones a menos que ellos mismos les enseñaran, y mucho no tenían los conocimientos para conocer del don de sus propios hijos. Los demás salones se nombraron un ambiente tenso y más porque Nela Toska no había aparecido y su madre tampoco se encontraba en la reunión.

A las afueras de la aldea en el clan Toska, de paredes de rosales y construcciones majestuosas, en una de las habitaciones de la mansión de la primera rama se encontraba Nela Toska mirando por la ventana con aire ausente. No era más que una niña de once años, baja para su edad, de cabello corto castaño, piel morena y ojos vacíos desde los ocho años. Aquella niña había sido culpable de un horroroso crimen en contra de su propia familia y por eso fue exiliada en soledad durante tres años en una fortaleza en medio del bosque, sin visitas y sin compañía alguna. No la metieron a la cárcel por ser sola una niña, pero le tenían miedo y necesitan mantener alejado el fruto de su terror. Había sido perdonada por el nuevo canciller y este insistió regresarla con un collar sellador de don, hasta que se sepa que controla su don con normalidad y no posea intenciones hostiles.

—¿Quieres ir mañana a la academia? Me informaron que estas en el salón uno, junto con tu amigas Camila y Luisa, ¿No te emociona? —La madre de ella, era la única que no le tenía miedo. Era su hija, lo que más ama y le destrozo el alma no haberla visto durante tres años y trato de verla, pero siempre la detenía la guardia, hasta estuvo tres meses en prisión por herir a uno. La niña no se movió, ni espabilo. No había hablado desde que regreso hace una semana y probablemente tampoco lo había hecho durante su estadía en solitario. No se movía mucho tampoco y parecía mirar sin en verdad observar. Esa no era más que una cascara vacía. Ivana Toska abrazo a su hija y lloro silenciosamente con su rostro enterrado en el cabello de su hija hasta que sintió que se quedó sin lágrimas.

De regreso a la reunión de conocimiento de la academia, los padres ya se habían ido y quedaban los maestros tutores junto con sus nuevos alumnos, cada uno sentados en sus salones, dispuestos a presentarse y escuchar el plan del año. En el salón uno ya se había pasado las presentaciones y ahora hablaban del plan del año.

—Chicos y chicas, al finalizar el semestre se hace la demostración de dones para aquellos que ya los han presentado y al final se hace la otra presentación de dones para que resto que no había manifestado y lo haya hecho, pueda mostrarlo. —Hablo el maestro. Andrés alzo la mano, él no había escuchado de la demostración y sonaba algo absurdo, de donde él venía no existía algo así.

—Disculpe profesor, ¿Pero qué es eso? —El chico ya tenía voz de estar pasando por la pubertad y era algo alto para su edad, además de presentar una que otra espinilla. Es un buen chico, muy inteligente pero de débil actitud.

—¡¿Cómo no vas a saber qué...?!—Vocifero Diego Toska, un alumno algo problemático pero muy inteligente. Moreno, de cabello afro y mirada altiva.

—Él no es de Kotoisa, Diego. —Interrumpió Valentina la niña de largo cabello castaño y con gafas.

—Eh si, En Kotoisa se hace una demostración pública de dones para que todos sepan que don tienes y la gente no este desprevenida. Es obligatorio informar de tu don a las autoridades y si no estás registrados te pueden multar o incluso ir a prisión. —Explico el profesor. Después de eso hablaron todos de sus dones y los que no tenían comentaban que don querían llegar a tener.

Mientras en el salón cuatro, ya habían hablado de todo lo necesario y ahora se reunían en grupos para hablar de las vacaciones o lo que se les ocurriera. En una esquina apartada estaban Andrés Meraki, José Toska, Valentine Dagaz, Yuleixis Hygge y Maryori Arena.

—¿Y tú prima porque no apareció? —Le pregunto cómo quien no parece interesado Andrés a José. El Toska de cabello largo, lo miro serio por un momento y al siguiente se encogió de hombros.

—No sé, y ella no es nada mío. —Hablo rápido el niño moreno. Yuleixis lo miro con el ceño fruncido, no le terminaba de agradar ese niño. Siempre había actuado mal con todas las niñas y ahora negaba a la que era obviamente su prima.

—Todos se ponen tan incomodos cuando hablan de ella, ¿Acaso mato a alguien? —Se burló Valentine acariciando el cabello de Andrés. José la miro con los ojos muy abiertos, tenso la mandíbula y frunció el ceño. —Deja de verme así, solo bromeaba.

—Es por eso que las niñas no deberían bromear nunca, lo hacen del asco. —Dijo mordazmente el Toska. Se levantó y se retiró de la esquina de sus compañeros.

—Tan desagradable como siempre. —Murmuro Yuleixis. Maryori asintió en acuerdo y Valentine solo miro por donde se fue José, no le gustaba que le dieran cosas malas como esa, pero le gustaba que él le prestara atención, así como necesitaba la atención de Andrés.

En el salón tres se estaban haciendo pequeñas demostraciones de dones de aquellos que ya habían manifestado su don. Ángel Hygge había congelado la taza de café del profesor, y este estaba muriendo por dentro, condenado niño.

—Ahora voy yo. —Diego Dagaz se adelantó y toco la taza congelado, derritiéndola y dejándola como una plasta negra burbujeante y húmeda en la mesa, donde la mesa se ahueco.

—¿Conviertes las cosas en baba negra? Eso es horrible— Hablo Natalia Mannaz. La chica bajita de y de voz nasal.

—No, mi sudor es acido, pero ahora solo puedo secretarlo de mis manos. Tiene dos modalidades uno para objetos y otro para la piel humana, aunque este último casi no puedo hacerlo, me lleva mucho esfuerzo. —Explico Diego, orgulloso de su peligroso don. El profesor no había prestado atención porque veía la mesa con expresión contrariada, ¿Cómo demonios explicaría tremendo agujero en la mesa?

—Yo puedo hablar con los muertos. —Revelo Keyla Toska. Todos voltearon a verla con algo de miedo. Al igual que todos los Toska, es morena, con sus ojos cafés y cabello largo oscuro.

—¡Eso es lo más genial del mundo! —Salto Santiago Intero, este fue hacia la chica a hacerle miles de preguntas. Uno de los chicos que no pertenecía a un clan y que había llegado al pueblo hace menos de dos años con su madre, padrastro y hermano menor, los cuales ninguno poseían don.

Vannesa Perdhro les dijo de su súper fuerza y como demostración con un puño rompió la mesa del profesor. Este ya estaba tan amarillo como su camisa. Y por último Angie les mostro como hacia crecer una enredadera que estaba afuera del salón y la introducía al salón. Dimas Hygge, el profesor, pensaba como iba a reparar la mesa y a quitar esa enredadera de tan alto. Suspiro profundo, los niños lo iban a volver loco.

Mientras tanto en el segundo salón estos estaban en medio de una votación para escoger al representante de la clase. La votación está reñida entre Nicolle Meraki y Ángela Dagaz. Hasta que al final gano la primera.

—Esto no es justo, en este salón hay más niñas que niños, las cosas deberían ser más parejas. —Se quejó Patret León, los otros tres niños asintieron en acuerdo a él. Un muchacho moreno y bastante alto para su edad, siempre el payaso de la clase.

—Debes ganarte a tus compañeras, Patret. —Le sonrió la profesora.

—¡Poder femenino arriba! —Exclamo Lauren Perdhro. Con su velocidad apareció con los brazos arriba en frente del salón. Para después rápidamente volverse a sentar dejando una estela de viento que mando a volar los papeles de la profesora. Las demás niñas celebraron, mientras los cuatro niños se encogían en sus asientos.

A dos semanas del inicio de las clases, las cosas en la academia se habían normalizado bastante, ya tenían un patrón de clases y cada quien había hecho sus grupos de compañeros. Aunque había temas que aun trataban de perforar la piel de los niños y una de esos era la presencia de Nela Toska, nunca hablaba, ni siquiera asentía o negaba. Lo más comunicativo que había hecho era dedicarle una mirada profunda a Pierce Meraki cuando este había sido muy ruidoso, está según los demás decía: "Cállate", ella llegaba con Diego Toska y se iba con él, estaba con sus amigas en el descanso porque estas las llevaban y no hacia ninguno de los ejercicios de entrenamiento físico. Los niños y niñas de los otros salones la evitaban en las áreas comunes y había sido llamada tantas veces por la psicóloga que sus piernas dolían. Lo más extraño es que la psicóloga al tocarla jamás sentía emoción alguna, era como tocar una pared y toda persona por más fría, tenía sentimientos. No quiso reportar esto, ya la niña estaba lo suficientemente trastornada, como para agregarle una investigación. Y la psicóloga había leído su caso, la niña no había lastimado por placer, si no en defensa, el castigo que le impusieron fue poco humano para lo que ella había sufrido. Otro de los temas era el caso de la desaparición de un niño con dones, era de la clase de inspiración que era de los niños de seis a diez años, no pertenecía a un clan, pero aun así una desaparici��n de un niño en un lugar tan seguro como Kotoisa mantenía a todos alerta, era por eso que los niños ya no podían andar solos en las calles y había un toque de queda para estos. Mucho se especulaba sobre la desaparición del niño, tenía un nombre raro y lo más intrigante de todo es que es un niño que ya había presentado su don, por lo que se decía que podía haber sido para esto que se lo llevaron.

Esa tarde después de la Academia, en el clan Hygge/Hyggeling, Mari-Dani Hyggeling de la clase dos, salió a recoger flores que crecían a los lados de las paredes que reguardaban el clan y que daban con el bosque. Se inclinó y recogía las flores más bonitas para el jarrón que pondría esa noche en la comida. Aunque se desconcentro por el sonido de una rama rompiéndose, y ella sabe perfectamente que cerca de ahí no se acercan animales, así que debía ser una persona, una persona sospechosa porque nadie debería estar en el bosque a esa hora. En un rápido movimiento de su mano, echo su brazo izquierdo hacia atrás y una ráfaga de viento enorme mando a volar a quien fuera, porque ella escucho como choco contra el piso. Soltó su canasta y las flores y corrió en dirección a la entrada, mientras iba gritando, personas salieron del clan y la sujetaron preguntándole si todo estaba bien.

—¡Alguien me quiso hacer daño! —La voz chillona de la niña puso en alerta a las personas que llegaron y dos hombres corrieron rápido por donde estaba la niña para investigar y dar con la persona.

En un pueblo tan pequeño, las noticias vuelan y esto reforzó aún más la seguridad del pueblo. Todos los de su salón le preguntaron a Mari-Dani como había sucedido todo y la apodaron como valiente por haber reaccionado ante el peligro. En los demás también se comentaba lo sucedido y se preguntaban que fueran hechos en una situación de esa magnitud.

—A mí me fueran llevado, lo más seguro es que me fuera congelado. —Hablo Luisa Mannaz del Salón uno. Camila y Valentina que también estaban con ella asintieron de acuerdo. Nela que también estaba solo siguió con su cara recostada en su mano mirando por una ventana.

Ese día hacia más calor que los demás y por lo tanto fue el primer día en que la niña no traía un suéter cuello de tortuga, dejando ver una especie de gargantilla de metal con una inscripción en otro idioma, la mayoría de niños solo lo vería como otro collar normal, pero aquellos de Meraki sabía que esos eran los collares que llevaban los presidiarios para sellar el don y no puedan usarlo. Camila lo había visto y no dijo nada, solo miro a su amiga con tristeza, la extrañaba mucho y no creía que ella fuera hecho algo malo, el otro Meraki en el salón estuvo a nada de preguntarle, pero se acordó que ella no hablaba así que no le respondería. La ultima clase de ese día, es la clase de Domestica y en ella aprenderían a cocinar un plato sencillo.

El salón de domestica era más amplio y con mesas con puesto para tres. Camila tomo a Nela del codo y la llevo a la mesa donde se había acomodado su primo.

—Camila, hoy te vas a ir conmigo. Tu mamá me pidió que nos fuéramos juntos. —Le hablo su primo. Ella se puso a hablar con el sobre cosas del clan, él es su primo favorito y con el que más hablaba. También estaba Ricardo pero él era bastante reservado, por lo que casi no cruzaban palabra, su prima favorita es Angie y a los otros dos, Nicolle y Andrés no los soporta, son un par de engreídos. Hablaron hasta que llego el profesor con los utensilios que usarían, el profesor fue dejando en cada puesto un juego de cuchillo y espátula. Camila saco sus utensilios y saco los de Nela, dejándole el cuchillo y la espátula a plena vista. Ella se distrajo en su receta. Del otro lado de la mesa, Pierce miro a su compañera de banca. La pequeña mano de la niña temblaba acechándose al cuchillo, no lo sujeto solo puso la mano sobre este, la niña bajo la cabeza tapando su cara con su cabello y una gota callo sobre su mano, y empezó a temblar, era casi imperceptible, pero el vio el movimiento en sus hombros; estaba llorando. El tomo la mano de la niña y la alzo del cuchillo y se la llevo del salón muy rápido. Edwin que estaba atrás de Nela y vio todo el desarrollo de los acontecimientos y alzo una ceja con curiosidad, la niña esa había mostrado emociones. El profesor y los demás reaccionaron y el maestro les dijo a los demás que se mantuvieran en sus puestos y salió detrás de los alumnos en fuga.

Pierce había llevado a Nela a un lugar apartado detrás de los salones y la sentó en un muro. Se sentó a su lado y espero a que dejara de llorar o que los encontrara el profesor. La niña detuvo sus pequeños sollozos y alzo la cara.

—No quiero estar aquí—Pierce se tuvo que detener a pensar un rato si lo que había escuchado era efectivamente la voz de la niña a su lado o una ilusión, pero jamás había escuchado esa voz y él no tenía la imaginación para inventarse el sonido de una voz.

—¿Quieres ir a tu casa? —Le pregunto con la voz más bajita que pudo reunir. La niña asintió jugando con la manga de su suéter. Le tomo de la muñeca y la llevo para buscar al profesor, el cual encontró con semblante pálido, al menos hasta verlos. Ahí le regreso el color de una.

—Nela se siente mal y quiere ir a casa. —Explico al profesor por la niña. Este no alcanzo a hablar porque llegaron Camila y Diego Toska.

—¡¿Qué paso?! —Exclamo Camila mirando a los dos fugados. No parecían tener nada malo, aunque Nela miraba hacia el piso, eso no era habitual, ella no bajaba la cabeza.

—Camila, avisa a tus compañeros que la clase acabo y guarda todo por mí. —Mando el profesor a la Meraki. Esta asintió a regañadientes y se fue. —Diego, ve por tus cosas y las de tu prima, los llevare a casa. Y gracias Pierce por ayudar.

Cuando estuvieron todos listos, el profesor se retiró para llevar a Nela y Diego a su hogar. Este le dijo al su alumno que le dijera a la madre de Nela que había tenido un ataque de pánico y que no la dejara salir por si sentía mal. Se despidió y se fue, los primos caminaban hacia la misma casa.

—No le digas nada a mi mamá. —Hablo Nela. Su garganta se sentía rasposa, ella había empezado a hablar con su madre hace unos días y no quería seguir preocupándola más. Su primo a su lado asintió y le recomendó que no fuera el resto de la semana a la academia, lo que le había pasado es serio. El resto de la semana Nela no apareció, y Camila trataba de sacarle información a Pierce, pero este le dijo que eso era privado así que no insistiera. Incluso había ido al clan Toska, pero las políticas del clan no permitían ingresar a nadie sin invitación previa.

Tres semanas más habían pasado y se cumplía el primer mes de clases, lo que significaba exámenes, todos estaban algo estresados por los exámenes, eran muy complicados y habían enseñado tantas cosas que sentían que se iban a derretir de la sobrecarga de información. El primer examen es de Física, lo hacían todos los niños al mismo tiempo, vigilados por sus profesores dirigentes de cada salón. Siendo una materia en la que la mayoría de los niños fracaso, muy pocos obtuvieron notas agradables, como Camila Meraki, siendo la mejor nota de todas un casi perfecto 9.8, en segundo lugar, Edwin Dagaz con un 9.6, Tercero Ricardo Meraki del salón 2 con un 9.5, en cuarto lugar Isaias Mannaz y Keyla Toska del salón 3 con un 9.0 y en el quinto lugar Julián Mannaz con un 8.9; tres estudiantes más aprobaron por debajo de 8 y el resto saco menos de 6.0 lo que significaba que habían perdido, los otros tres fueron Nela Toska, Valentine Meraki y Neiver Shimura de la clase uno. La profesora estuvo desencantada con la cantidad de pérdidas que hubo, había planeado las clases durante mucho tiempo, pensó que los niños si estaban comprendiendo.

Después de ese examen de dos horas, dieron un descanso de tres horas y más las dos horas de almuerzo, en el cual algunos se reunían a estudiar para el examen de la tarde que es de Matemáticas.

—¡¿Por qué dejan lo más difícil para el primer día?! —Reclamo Daniel Dagaz. Los demás niños Dagaz estaban todos reunidos en un salón de estudio que estaba en las propiedades del clan, un salón donde la mayoría de veces iban a jugar o simplemente a perder el tiempo.

—Matemáticas es más fácil que Física. —Comento Ángela, la niña poseía un cabello cobrizo largo siempre sujeto en una trenza que posaba en su lado derecho, con un don particular de poder ver el pasado de la persona que toca.

—Los de la Academia común llegan a dar física a los quince, y nosotros tenemos que verla tan jóvenes, no es muy justo. —Resoplo Olga, ella siendo la mayor con casi trece años cumplidos, tiene el cabello muy corto en muchos gajos de color negro, tenía una de las pieles más pálidas vista de todos los de su generación y a veces se le veía con múltiples dibujos en la piel que simulan ser tatuajes.

—Nosotros debemos ser mejores, por eso nos enseñan antes. —Se jacto Valentine. Los demás ignoraron ese comentario y siguieron hablando de las clases en general y de vez en cuando algo de matemáticas.

Mientras tanto una reunión similar se podía observar en el clan Toska, casi todos los niños estaban reunidos estudiando juntos menos José, quien no se lleva bien con ninguno de sus primos.

—Aun no puedo creer que hayas sacado un 5.9, Adrián. —Se burló Diego, había interrumpido su estudio para reírse un poco de la desgracia de su primo. Adrián como los pocos Dagaz de buen corazón, se rio junto su primo notando la saña pero volviéndola una broma inocente.

—Puedo recuperar mi promedio con ese puntaje. —Comento para librarse de la burla. Sabe que eso callaría las intenciones de su primo.

—Casi logramos tener tres aprobados en física en nuestro clan. —Celebro Keyla. Liseth a su lado movió incomoda sus útiles, ella había sacado la nota más baja de todos ellos, inclusive que José. Un 1.7, una de las notas más bajas de todos y la más baja de su salón. Y su mamá siendo la profesora de la materia, y ella siendo tan mala en esa, era muy vergonzoso.

—Le podríamos pedir ayuda a tu mamá. —Le dijo Diego a Adrián. Este negó con la cabeza, no estaba de acuerdo con esa idea.

—Sería injusto con el resto de nuestros compañeros, sería como recibir más oportunidad que ellos. —Acoto el niño más alto. —Lo mejor será ayudarnos entre todos, Keyla y Nela salieron bien paradas, ellas nos pueden guiar.

Diego rodo los ojos, odiaba cuando su primo se ponía en ese plan de la persona más correcta. Aunque probablemente su tía no quisiera ayudarlos por las mismas razones que dijo su hijo.

En la tarde a eso de las dos de la tarde, ya todos los niños se encontraban sentados en sus puestos para el examen de matemáticas. A las dos horas todos esperaban los resultados sentados en el gran patio de la Academia, todos hablaban de las respuestas o en caso de algunos discutían fuertemente. A las 4 y media recibieron la merienda y a las 5 el resultado de los exámenes de matemáticas estaba siendo entregado. Siendo esta vez los mejores cinco, Camila Meraki con un 10.0, Luisa Mannaz con un 9.9, Edwin Dagaz con un 9.7, Nelly Hygge con un 9.6 y Julián Mannaz con un 9.5. Aunque en Matemáticas les fue bien a muchos, reprobando solo once alumnos de los cuarenta y ocho. Ninguno de los del salón uno reprobó, en el salón dos reprobaron dos, Liseth Toska y León Patret, en el tres reprobaron cuatro siendo Ángel Hygge, Jose Perdhro, Natalia Mannaz y Kathy No Hyorin. Y en el tres reprobaron cinco, los cuales fueron Andrés Meraki, Yuleixis Hygge, Santiago Perdhro, Moisés Roses y Maryori Arena.

Al terminar de recibir los resultados los que fueron llegados a buscar, se retiraron y los que se iban en grupo salieron directo a sus clanes. Esa noche en algunos clanes, algunos comían juntos, otros no. En el clan Meraki, cada quien tenía su propia casita común y solo habían dos casas lujosos que eran la del heredero y la del segundo, en la casa del Heredero vive la familia de Camila Meraki, su madre, su hermano mayor Meroly y su hermano menor Camilo. Ellos celebraron con una cena los resultados de ese día, su hermana mayor Meroly con su don es la mejor y probablemente siempre lo sea con su don de poder memorizar toda la información que desee. Siempre ha sacado notas perfectas, y Camila algún día espera poder superarla sin necesidad de un don como el de ella. Su padre no había venido a felicitarla, tampoco esperaba que lo hiciera, él vivía actualmente en una de las casas del clan con su nueva familia, la cual incluía a su Hermanastra Nicolle, aunque ella le dijera prima, jamás la consideraría una hermana o algo similar. Él le había sido infiel a su madre, una persona sin dones con una de las mujeres del clan, una de las profesoras, Jazmín Meraki.

El clan Toska en el interior es el más elegante, todas las construcciones son grandes y majestuosas, hay cuatro mansiones al fondo, en la esquina izquierda la del heredero, en la cual solo se podía vivir cuando el heredero cumpliera los dieciocho, por lo que ahora estaba vacía, al lado estaban la mansión de la primera rama que es donde viven actualmente todos los Toska que existen, porque la rama secundaria ya no existía, al lado estaba la de la segunda rama que había sido asesinada hace mucho y permanecía vacía, al contrario de la casa del heredero esta no era aseada todos los días, la verdad era que a nadie le gustaba entrar y según Keyla que se comunica con los muertos, los fantasmas de esa casa prefieren que no pisen su lugar; por consiguiente estaba la mansión del segundo. Y habían otras construcciones, lo que más destacaba en el clan era la gran piscina profunda que ocupaba casi todo el suelo del medio del clan y hacia una forma de T, aunque usualmente no se dejaba al aire y era tapada, dando la ilusión de césped igual que el resto del suelo.

Por lo tanto, en la mansión de la primera rama estaban todos sentados en una mesa para veinte personas. El comedor era oscuro y sobre la mesa había un gran candelabro que hasta poseía cuatro rubíes guindando, si ellos contaran la cantidad de dinero y bienes que poseen en verdad le ganarían al Dagaz y por mucho. En la mesa no había ningún anciano, todos estaban muertos, y algunos daban gracias, porque eran una molestia. En la cabeza de la mesa en el lado derecho estaba Gare, madre de José y Diego, siendo la mayor tomaba el puesto de cabeza de clan con cuarenta y cinco años, su esposo había sido un hombre sin don y ya había muerto hace un tiempo. A su lado Derecho estaba su hermana gemela Gema, madre de Liseth y Adrián, ella no se había casado, el padre de sus hijos fue un nómada que llego a la aldea durante dos años y paso lo que paso y la abandono con sus dos hijos. A la izquierda de Gare esta Ivana, prima de Gare y Gema, madre de Nela, siendo viuda, aunque su esposo había desaparecido y jamás se supo si murió o no, pero después de un año de desaparecido su cruel madre la había obligado a darlo por muerto para mantener el orgullo, pero ella sabía que él no se había ido por voluntad propia. Al lado de Ivana, esta Nela comiendo en silencio y después de ella, Keyla. Al frente de Nela se encuentra Osiris su tía, hermana de su madre y mamá de Keyla, Ozir y Lenma hija. En medio de Osiris y su esposo Lenma Padre, estaban sentados sus hijos, siendo Lenma Padre un humano común con su familia arraigada en Kotoisa hace muchos años.

—¿Mañana de que tienen exámenes? —Pregunto Ivana. La charla era amena y tranquila. Las personas que quedaron del clan son bastante pacíficos y nada maliciosos, siendo el de más burdos sentimientos José.

—Biología y Química. —Respondió Keyla. —Los Meraki les debe ir muy bien en esos dos, menos a Andrés, es un tonto.

—Seria vergonzoso ser el, el día de mañana. —Secundo Diego con una sonrisa ladina de pura maldad.

—Ese muchacho con el tiempo que entrena debería dedicarlo a estudiar un poco. —Hablo Ozir, hermano mayor de Keyla con quince años se encuentra en las clases de Fortalecimiento que son las que van de los quince a los dieciocho.

—Tú deberías entrenar un poco, es vergonzoso que quieras pertenecer a la policía con ese cuerpo tan escuálido, un niño de doce años como Andrés te podría vencer fácilmente. — Se mofo José de Ozir. A él le importaba poco Ozir o Andrés, solo quería dejar mal parado al otro.

—Y tú deberías callarte, eres patético tratando de llamar la atención como un niño desesperado. —Le reto Diego. Los adultos entraron a poner la calma y nadie hablo más durante el resto de la cena.

Mientras en el clan Hygge/Hyggeling, todos poseían sus casitas sencillas, solo había una casa más grande que las demás por un poco y era la del heredero, actualmente solo vivía una pareja de ancianos, la cual la mujer había sido la última heredera y lo seguiría siendo un poco más hasta que Isaac cumpliera los dieciocho y tomara su puesto de heredero.

En el clan Dagaz, las casas comunes son como la casa del heredero del clan Hygge, son de tamaño medio y cómodas. Este clan posee la mansión más grande de todas y es para el heredero, no escatimaron al construirla, también hay una mansión para el segundo, no tan grande pero igual de lujosa, de igual forma le dan una al sacrificio y la otra mansión es para los padres del heredero.

Los Perdhro, también tienen sus casas individuales, son pequeñas y con dos mansiones para el heredero y el segundo, siendo la construcción más grande del clan un gran comedor y sala de reuniones. Por otro lado en el clan Mannaz, se ve algo completamente diferente, acá también cada quien vive en sus casas y hay muchos apartamentos. La casa del heredero este la comparte con el sacrificio, mientras el segundo y el tándem reciben una casa cada uno más cómoda que las normales. En cada clan hay construcciones como almacenes para guardar cosas o tesoros, en algunos hay laboratorios, lugares de entrenamiento y hasta de entretenimiento, depende mucho de lo que sea importante para el clan.

Al día siguiente en el examen de Biología los cinco mejores fueron Camila Meraki con 10.0, Julián Mannaz con 9.9, Ricardo Meraki con 9.84, Angie Meraki con 9.82 y Nelly Hygge con 9.81, en esta materia les fue bien y solo reprobaron cinco, siendo uno de esos Andrés Meraki, algunos se burlaron, era casi un sacrilegio que viniendo del clan Meraki fueras malo en Biología o Química. Por la tarde el resultado de los de química, para la mitad fue desalentador, un poco más de la mitad reprobó y los mejores cinco fueron Camila Meraki con 9.9, Nelly Hygge con 9.7, Angie Meraki con 9.4, Ricardo Meraki con 9.2 E Isaías Mannaz con 8.8. Y de nuevo reprobó Andrés Meraki.

El día miércoles el examen de la mañana es de psicología, les enseñaban cosas básicas, en ese nadie perdió, porque era más que todo personal y no tenía una nota en sí. Y el de la tarde era de medicina, les enseñan cómo tratar algunas heridas, dolores y como ayudar a alguien. En este los cinco mejores, variaron, teniendo como resultado en el primer lugar a Nelly Hygge con 10,0, Camila Meraki con 9.8, Valentine Dagaz con 9.2, Alejandra Marín del salón cuatro con 8.9 y Yuleska Kiev del salón dos con una nota de 8.8.

El jueves es el último día de exámenes, siendo prácticos. Por la mañana llegaron todos con uniforme deportivo, listos para el examen de entrenamiento físico, el cual consistía en varias etapas con obstáculos por toda la academia. El primero era correr y saltar unas vallas, después llegaban a una pared que se tenía que escalar, caían a una piscina de barro y tenían que pasar por barandas muy delgadas equilibrándose, al lograr pasar esto, llegaban y tomaban un balón tenían que encestarlo y hasta que no lo hacían no pasaban de ahí a una pista resbalosa, hasta un agujero sobre el cual colgaban algunas liana y cuerdas y así llegaban al final, tomando un brazalete amarillo que decía ganador. El profesor definitivamente se lució este año con los brazaletes, años anteriores no los daba.

—Está bastante fácil, dependiendo de cómo lo hagan los califico. —Hablo el profesor. Posicionando de cinco en cinco niños. —Espero que no hayan desayunado mucho, no quiero vomito en mi pista.

Ese examen se terminó a las 3 de la tarde, algunos demoraron mucho pasando. Por lo cual ese día se aplazó el examen de domestica para el viernes, los mejores cinco en ese examen habían sido: Santiago Perdhro, Andrés Meraki, Leon Patret, Yaisi Hygge y Pierce Meraki. En el último examen tuvieron que preparar un pastelillo de cero, estuvo fácil para muchos, pero hubo alguno que no les quedo comestible como a José Perdhro, Ángel Hygge y Natalia Mannaz, los cuales lamentablemente reprobaron.

Con ese último examen terminaron, y la siguiente semana todo volvería a la normalidad, pero espera, no todo seguiría igual, porque esa mañana una de las niñas que había terminado de hacer su examen no llego jamás a su clan. Fue Luisa Mannaz, justamente ese día su hermano Eder se fue con su amigo Isaac y sus otro amigos a otro lado y le dijo que se fuera directo al clan, en el camino no vio a los demás del clan como a Julián o Isaias probablemente ya habían llegado, porque ella y Eder habían salido más tarde por esperar que el hablara con sus amigos Isaac, Jainy, Yaisi y un tal Iván del salón 3. En el camino al clan iba caminando muy feliz por sus notas, ella es una niña muy entusiasta y alegre, sin lugar a dudas la más infantil de todas, pero con un buen corazón.