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Chapter 2 - No te metas conmigo que ya veras

—Eso espero...— Respondió el padre de las chicas

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La familia Evans pasó un momento muy grato, viendo películas, haciendo karaoke, jugando y más.

Ya era de noche y todos estaban en sus cuartos.

Helena estaba componiendo una canción cuando le llega un mensaje, era Adrien...

—Hola, ¿Cómo estás? — Adrien era preocupado

A lo que Helena contestó con un simple "Bien, gracias... ¿y tu?"

— Estoy igual...😉 — Adrien puso y Helena rio

Después de esa primera y pequeña conversación Helena se acosto en su cama doble plaza, con un respaldo blanco, tenía un cubrecama rojo de terciopelo con un bordado a mano precioso.

Su cuarto tenía un escritorio blanco con una lámpara para cuando estudie y un computador Mac, dos veladores , uno en cada lado con dos lamparas y libros, un walking closet, perchas, un maniquí para poner su ropa del día de mañana y para diseñar, una TV con consola de juegos, muchos instrumentos musicales, un ventanal con cortinas blancas simples pero elegantes, también con terraza y un baño privado, era muy lujoso.

Tenía una ducha, puertas de vidrio transparente pero tenía partes empavonadas, un lavabo doble con cajones, hay estaba su maquillaje que a decir verdad tenía bastante, un espejo enorme, y un tarro para echar su ropa sucia.

Apagó su teléfono y lo dejó en su velador izquierdo para dormir.

Al día siguiente...

Helena

Había tenido una terrible pesadilla de mi pasado, había gritado, sudado y había estado inquieta.

Me levante de la cama con dolor de cabeza, me pongo mis pantuflas y me paro para ir a mi baño y ducharme.

Al terminar de asearme elijo mi outfit algo casual pero elegante, me saqué una foto para mandársela a mi mejor amiga de la infancia, Sofia.

Tenía una blusa gris con una chaqueta verde y unos jeans un poco gastados y rotos pero era a propósito y por último tenía unos zapatos negros, eran charoles.

Agarre mi mochila y me la puse en el hombro izquierdo, salí de mi cuarto, me estaba despidiendo de mi familia pero mi madre me detuvo y hablo

— Hija... ¿puedes llevar a Agus a su escuela? Hoy tengo mucho trabajo ¿si? — Yo solo asientí y me la lleve conmigo.

Estábamos en el auto cuando Agus puso música, cantamos todas las canciones que pusieron y justo llegaron a la escuela de Agustina, se bajó despidiéndose de mi.

Seguí conduciendo hasta mi escuela, llegue y estacione, salí y entre rápidamente, por suerte no estaba atrasada.

El director vino y se acercó a mi, me morí de miedo pero lo saludé y el me dijo

— Señorita Evans... aún no tenía casillero... venga conmigo se lo mostraré... — mi miedo se fue por suerte.

— Cl-Claro — tartamudee y lo seguí al ver que empezó a caminar.

Llegamos a unos casilleros y me dio el mío.

Guarde mis cosas y fui a mi primera clase del día.

Me encontré nuevamente con Adrien en la primera clase, biología, lo odiaba, era la peor clase del mundo, contando con Matemáticas, química y física, sip... esa era la verdad no era muy científica y menos matemática... era más humanista y humanista artístico... esas eran mis especialidades...

Nos saludamos de beso en la mejilla y nos sentamos, Elliot no me dejaba de mirar, por un lado me incomodaba pero por otro me intrigaba el por qué de su mirada tan penetrante.

Empezó la clase y yo casi me duermo.

Naaah mentira pero si me aburrí, mucho, era como estar en mi antigua escuela... incluso peor.

Pasó la hora y media y termino la clase, fui al baño pero al salir... tropecé con una tipa que en vez de solo chocar... me había empujado para que cayera.

— ¡Hey! ¿¡Que te pasa?! — grité enojada y sacudiendome un poco la ropa.

— ¿Perdón? ¿Acaso no sabes quien soy? — dijo muy engreída para mi parecer.

— No y la verdad no me importa... menos si hablo con una bravucona... — la provoque sin siquiera notarlo.

— ¿Que dijiste? — me miro enojada

— Bravucona, eso dije — hablé firme, no le tenía miedo a una rubia tonta y engreida.

— Agh no te conviene meterte conmigo...— dijo irritada.

— No me interesa meterme contigo... si tú no te metes conmigo... — informe enojada y ya parada del suelo

Hay es donde pasó Adrien y hablo.

— ¿Pasa algo aquí?

— Si... esta niña me está molestando... — dijo y se abrazo a su pecho algo que me extraño ya que Adrien no se opuso y sólo rodó los ojos.

— Si... supongo que la conoces y sabes que clase de persona es... eso quiere decir que sabes que ella empezó... — deduje

— Ok... Emi, cálmate ¿si? — Adrien la abrazo para que se "calmara" y supongo que para que no haga un berrinche

— ¡No! ¡No me calmo nada! No te debes meter conmigo y te lo voy a dejar claro...— hablo la chica pero yo la interrumpí

— ¡No! ¡Tú! ¡no te metas conmigo que ya veras! — alce la voz enojada y me fui a mi casillero, una chica se acercó a mi, usaba falda negra como de escolar y una camisa de cuadros.

— Hola... creo que eres nueva aquí ya que no te había visto... te quería decir y agradecer por poner a esa mujer en su posición... — dijo y yo le sonreí a medias, casi triunfante

— Gracias... eso creo... - dije aún sonriendo y seguí hablando — Perdón pero como dijiste soy nueva y no se tu nombre...

— Ooh claro me llamo Bella Collins... un gusto y ¿tu eres? — dijo y estrecho la mano

— Helena... Helena Evans... — acepto su mano y rio por lo tan correcta que era o eso creía por ahora

— Bueno... me tengo que ir... pero... si necesitas algo me puedes llamar... -sonrió y yo solo reí — ¿Por que te ríes? -pregunto

— Es que... no tengo tu numero — seguí y saqué una tarjeta de mi mochila negra de cuero, se la pase y ella sonrió, se fue y yo también.

Llegue al estacionamiento, encendí mi auto y entre, empecé a conducir hasta la escuela de mi hermana, mi madre hace un rato me había mandado un mensaje pidiéndome si la podía pasar a buscar

— Hola... ¿como te fue? �� hablé cuando entro al auto.

— Bien... — me respondió con una sonrisa y seguí conduciendo hasta casa.

Entramos y gritamos al mismo tiempo.

— ¡Hola! ¡Llegamos! — reímos al terminar de gritar ya que lo habíamos dicho al mismo tiempo.

— Hola mis princesas... ¿cómo les fue? — dijo papá y nos abrazó dándome un beso en mi mejilla y para mi hermana en la frente y cabeza.

— ¡Nos fue bien! — celebró Agus y yo solo me calle

— La verdad... este día fue... intenso... — reí nerviosa y seguí — Una chica trato de enfrentarme... pero la dejé callada... perdón ¿ok? se que es dije sin peleas pero... me tiro al piso, algo bueno que hice fue tener una amiga nueva... — dije algo positivo para que no me mataran

— ¡Helena! — me advirtió mi padre para que me callara de una vez por todas.

— Perdón...

— Nada de perdón... lo prometiste... incluso prometiste que aunque si ellos te molestaban tú no lo ibas a prestar atención... — me reto y yo solo agache mi cabeza y encogí mis hombros.