El bien llamado Dios del amor, encargado de hacer que dos personas destinada se conozcan y se enamoren profundamente a su tiempo. Armado con arco y flechas, vuela por todo el mundo para cumplir con su misión.
Esa es la información general que se tiene de Cupido, pero... ¿y si no es así?
Desde la época de los Dioses romanos en constante guerra con los griegos, se llegó a un acuerdo entre ambos dioses supremos, Júpiter y Zeus. Con sus poderes terminaron con la forma física de sus compañeros, unieron y guardaron sus almas en embaces de carne y hueso, como tú y como yo. Siendo desde ahora simples mortales con su misión más que clara. Destinados a morir y renacer en un ciclo eterno, hasta que la humanidad se termine.
Así es como Luzu, nuestro protagonista supo desde el momento en que empezó a razonar que el era el Dios del amor, Cupido.