Después de unas horas estaban en horario de almuerzo así que aprovecharon para conversar
—Y...¿me dirás?— dijo Sara viendo a su amigo desayunar
—Ya te había dicho que no estoy de suficiente humor— dijo Rubén mirando su comida
—no es bueno que te guardes tus problemas—
Rubén al escuchar eso de Sara pensó que tal vez era bueno desahogarse
— Carley termino conmigo—
Sara tardo unos segundos en responder
—no tengo consejos de pareja, mis relaciones no duran tanto así que...— rió bajo
—entiendo, solo necesitaba que lo supieras— dijo Rubén revolviendo su comida
—¿te vas a mudar?, ¿cómo estás?—
—dame un segundo para respirar— rió
—ella se había quedado muchas veces, no me siento cómodo estando ahi—respondió Rubén
—y sobre cómo me siento... no tengo idea, ayer me sentía decepcionado, hoy creo que lo manejo mejor—
—date un tiempo, no puedes superar algo tan largo en tan poco tiempo, deberías pedir vacaciones— dijo Sara
—pense en eso pero si quiero mudarme necesitaré dinero, ¿no crees?—
—entonces, ¿qué harás?—
—le hablé a mi madre cuando venía en camino, le pregunté si podía quedarme en su casa un tiempo—
respondió Rubén
—tienes 28 y ¿quieres ir a vivir con tu madre?, mejor quédate en tu departamento y supéralo— dijo Sara riendo
—no te burles, además tú dijiste que no lo podría superar en poco tiempo— dijo Rubén dándole un sorbo a su jugo
—no tienes la actitud de siempre pero me agrada que no estés tan apagado— sonríe Sara
—no me trates diferente, parece que me tienes pena— respondió Rubén
—bien— ríe