Hoy se cumplen 5 años desde que llegue a Bermund, si lo se es un nombre extraño y me costó mucho aprender a pronunciarlo es que ¿Quién rayos le pone Bermund a un pueblo? A mi me suena más a bermuda. Okey definitivamente no soy buena en las comparaciones que quede claro.
Por cierto mi nombre es Adeama Grapham Jeymian y dentro de poco cumpliré 17 años. Y justo ahora voy en camino a la secundaria Seebold, a terminar por fin mi último año.
¿Lo bueno de esto? Pues NADA absolutamente nada, es que la verdad no se que estudiar. Hace algunos años si me hubiese preguntado te hubiera dicho que iba a ser doctora sin embargo cuando fui creciendo me di cuenta de cosas que antes no me había percatado. Ya saben, la inocencia de un niño y esas cosas. Actualmente me encuentro entre estudiar psicología o psiquiatría por que, ahora que lo pienso lo que me aterra de la medicina no es abrir cuerpos ni nada por el estilo sino el hecho de que es una carrera que exige mucho y no creo ser capaz de estar a la altura... Okey olvidemos todo el drama de mis indecisiones y sigamos.
Justo cuando llego a la puerta de la secundaria veo que el carro de la desquiciada de Milie Veitch se estaciona y de allí baja una linda morena de ojos marrones y cabello laceo. Ella señora y señores es lo que se supone mi mejor amiga y de hecho la única sin contar a mi grupo de 4 ineptos que se volvieron parte de mi rutina y a las únicas 5 personas que tolero en todo Bermund.
A ella la había conocido en primer año de secundaria y a los otros en segundo año aunque soy consiente que estos ineptos al principio se acercaron por lo despampanante que era Milie sin embargo mi sorpresa fue muy notoria cuando me dijeron que en realidad se acercaron a ella por que tenían curiosidad sobre mí. Y ustedes preguntaran ¿Qué hay de interesante en mi? y bueno lamento informarles que no es por que tenga un deslumbrante cabello, ni un cuerpo de infarto, sino por mis ojos negros tan oscuros como el carbón que solían llamar la atención sin embargo muchos por miedo evitaban acercarse pero obviamente eso no fue impedimento para Milie.
De hecho mi rechazo solo llamo más su atención así que todos los días buscaba una razón para acercarse y así estuvo hasta que faltaron solo dos meses para acabar las clases y yo sinceramente ya estaba harta por lo cual tenía dos simples opciones para que me dejara en paz y como persona inteligente que soy escogí la que me traería menos problemas y molestias. Es así como por fin accedí a ser su amiga.
El año próximo a ese conocimos a los 4 ineptos y ahora somos 6, por cierto me olvidé mencionarles que uno de esos ineptos es MÍO, pero esa historia viene después.
Dentro del aula nuestra primera clase era Ciencias, a decir verdad era uno de los cursos que se me daban bien. Tome asiento en la última carpeta como todos los dias y a mi lado se sentó Milie. Que había estado muy callada así que decidí hablarle yo.
-¿Porqué tan silenciosa hoy?- Pregunté y se sacudió como si la hubiese desconcentrado.
-¿Yo?- Preguntó
-No, yo. Si te pregunto es por algo ¿No?, nunca estás tan callada y no es que no me guste pero verte tan desconectada y pensando me sorprende- Iba a seguir hablando hasta que el profesor comenzó su clase y no me quedo de otra a esperar que acabe su clase para irme.
Después de 1 hora y media por fin acaba la clase y nos toca nuestro preciado recreo así que salimos al patio y nos sentamos en la mesa junto al árbol que por cierto lleva aquí desde que se fundó la escuela. No me sorprendería que en cualquier momento se venga abajo y nos aplaste pero nos gusta que nos haga sombra.
Sentadas esperamos a que vengan los 4 ineptos, sin embargo mis planes de sacarle información a Milie fallaron cuando estaba a punto de interrogar la y ella estaba como siempre.
- ¿Estas bien?- Pregunta estúpida ya lo se pero con ella estás si funcionan.- Te note rara en la mañana y eso no es normal en ti-. Me miró nerviosa. Negó con la cabeza y dijo.
-Me gusta un chico de hecho lo lleva haciendo desde hace 4 años desde la primera vez que lo vi y antes que me digas algo, NO, no te diré el nombre por que no quiero que lo fastidies ni nada.
-Pero...- Agregué, sabia que siempre había un pero, el chico le podría estar gustando mucho pero si lo guardo por 4 años y lo dijo ahora es por que algo trama.
- Quiero intentar acercarme a él y que se enamore de mi. Haré que deje a su novia- La interrumpi.
- Vaya vaya, crei que dijiste que dejarías la puteria amiguita pero sabes que no te juzgo además mientras no te metas en la relación todo normal.- Yo siempre le eh apoyado en todo y sinceramente a mi me daba igual con cuantos o con quienes se acostara con tal de que se cuide.
Se que ella por nada del mundo sería capaz de embarazarse pero los riesgos no son solo eso sino también las ETS.
- Es que no entiendo que ve en ella, yo soy más bonita, tengo muy buen cuerpo, tengo notas altas y no soy mala persona por que si por mi quisiera solo me metería en su relación sin embargo no lo haré solo quiero que se enamore y si lo hace pues no es mi culpa que sepa elegir bien.
- Sinceramente desde mi punto de vista torta, yo si te doy y no consejos-. Solté y empezamos a reír.
- Lo que no entiendo es por que sigue con ella y además es vírgen osea no tiene nada de experiencia comparado con todo el placer que yo le puedo hacer sentir a él.
- Ohh de eso no me cabe la menor duda-. Solté y ella me propinó un codazo seguido de una fuerte carcajada.
Milie podría ser muchas cosas sobre todo caprichosa, siempre a tenido todo lo que a deseado o querido ya que para ella no hay imposibles por lo cual me sorprende que se haya tardado tanto en tratar de conquistar al misterioso chico, pero en el tiempo que la eh conocido se que es buena y jamás me traicionaría.
"Eso crees"
"No confíes en nadie"
Otra vez mi conciencia fastidiando.
Me sumi en mis pensamiento que no me di cuenta de cuando llegaron los ineptos hasta que sentí ese peculiar aroma y una exhalación en mi cuello que causó un pequeño salto de mi parte.
Era él.