Al llegar a casa la vi parada junto a la puerta y la sonrisa en mi rostro se hizo presente de inmediato.Merle sanaba mis heridas ,heridas de las cuales solo ella conocía la profundidad, cuando nuestras almas danzaban ansiosas por descubrir lo más mínimo de la otra
-Prepara tus cosas chica debemos mudarnos ahora, el caso terminará mañana pero justo ahora tenemos que movernos de lugar, ayúdanos con unas cuantas cajas mete todo el desorden de la sala y la alcoba de tu prometida .
Ella se quedó fija en el viejo y cruzó sus brazos ante su petulante petición
-Merle.....
Mi voz sonó suplicante y ella lo entendió todo; con tan solo ver la expresión en mi rostro y el tono de mi voz fueron los códigos correctos para ambas.
Subió rápidamente a la habitación con unas cuantas cajas para iniciar la labor del día ,perdiéndose entre el caos de las habitaciones y déjandome nuevamente con el viejo y la no tan pequeña Lili.