Agosto 15 del 2004, Primera Era Humana.
Asfolts, cerca de la frontera sur del Imperio.
Cuando dejas tu casa a los 17 años es normal sentirte temeroso y con ganas de regresar, pero cuando mi padre me golpeaba furioso tras encontrarme en la cama con mi prima, sumado al desastre que cause cuando, en un ataque de irá, mi magia se descontroló, yo sabía que lo que encontrará afuera, en la calle, sería la gloria comparado a volver y permitir que mi padre me mate en un arranque de irá, antes de escuchar lo que tengo que decir.
-¡Maldita seas Kerry!
Grito al suelo mientras unas cuantas lágrimas caen.
Kerry es mi prima. Ella y su hermano, Kevin, eran mis únicos amigos. Son mayores así que siempre me deje influenciar por ellos, eran tan geniales.
Un día, a mis 13 años, ellos llegaron a mi casa cuando estaba sólo. Joder que buenos tiempos. Eso creía. No tardaron en poner en la mesa las botellas de vodka. El humo de la marihuana solo se escapaba por una ventana mal cerrada y el olor se quedaba por horas. Ahí, entre juegos y bromas, las cosas entraron en calor y yo, que no sabía que estaba haciendo, no pude evitar que la curiosidad me ganará.
-¡Que mierda!
Si, es una mierda. No es un buen recuerdo ahora. Nunca aprendí a decir que no. Ahora estoy sin hogar, sin familia, sin dinero y solo el gruñido de mi estómago me habla.
Entro a un supermercado abarrotado, logro escabullirme entre la gente para sacar levitando al menos una pieza de pan o fruta. No puedo hacer esto toda la vida y, cuando cumpla los dieciocho años, ya no podré huir del encierro.
He escuchado mucho de un viejo amigo que ahora mueve mierda por la calle, lo busco para pedirle consejo. En menos de 24 horas ya estoy en una esquina vendiendo porquería.
Conseguí que un tipo que conocí en el escondite me llevará a un apartamento. Práctico mi magia allí, en secreto, con libros robados de varios lugares. Siendo un mago puedo subir unos cuantos peldaños en esto y dejar de estar en la calle.
Diciembre 19 del 2006, Primera Era Humana.
Frontera norte de High Rocks.
El Imperio mueve mucha cantidad de droga y High Rocks es el principal cliente. Mucho se produce en el centro del continente, dónde el emperador comienza a perder autoridad y la comienzan a ganar sus corruptos delegados.
-Es fácil moverse entre las montañas. – Anthony intenta hacer conversación. -Es casi imposible que nos atrapen.
-Odiaría quedar varado en la nieve, – respondo. - o caer por un risco.
En invierno las tormentas cubren de blanco toda la frontera y las montañas son el peor lugar para recibirlas. Por suerte nos movemos con vehículos más que preparados.
-La nieve y el hielo no son un problema aún, pero tienes razón, no me quedaría aquí por mucho tiempo.
Logramos atravesar el paso de la montaña y llegamos al punto acordado. Hay personas ahí, esperando. Nos detenemos. Antes de bajar me pongo los guantes y me preparo. Odio el frío. Al bajar nos reciben con bullas y quejas. Hacemos caso omiso. Rápidamente cambiamos la carga de vehículo.
-Esto pesa. - dicen entre ellos.
-Debe haber millones aquí.
-Ni siquiera lo piensen. – Vocifera una voz desde el interior de uno de los vehículos.
Una vez está todo en su lugar nos vamos. Algunas horas después estamos en Asfolts. Luego de presentarnos ante el jefe y rendir cuentas nos vamos a un bar. Nos sentamos en una mesa, inmediatamente una empleada se nos acerca y pregunta por lo que vamos a toma, Anthony pide Vodka, yo pido una simple cerveza. Cuando la chica se va, noto como el brazo de mi amigo entra de forma torpe en su bolsillo, del que saca una muy pequeña bolsa con un polvo blanco en su interior. Abre la bolsa con mucho cuidado, se pone un poco de polvo en el dedo meñique y lo inhala. Vuelve a poner la bolsa bien cerrada en su bolsillo y acto seguido me observa.
-Esto es mierda. -Dice.
-Lo sé.
-Hablo de todo, chico. Estamos más que jodidos por todos lados. El imperio no hace más que olernos el culo, las familias del interior están en guerra con las traídas al norte, nos exigen más; el paso en la montaña es cada vez más peligroso y recibimos lo suficiente para mantenernos vivos, luego nos mandan a morir por ellos. Por eso es que te digo, vete, busca otra vida.
Las palabras de Anthony resuenan en mi cabeza por algunos días. Es casi media noche y estoy por llegar al lugar donde nos reunimos antes de ir al trabajo. Cuando cruzó el callejón habitual veo sombras moverse. Al acercarme puedo lo noto. Anthony está en el piso, con una decena de perforaciones de bala en el cuerpo. Mi vista se nubla y estoy a punto de volver el estómago.
Uno de los tipos de me acerca apuntando con un arma. Yo aprieto los dientes para que mis nervios no me traiciones.
-Veo que conoces a este pendejo.
Levantó la mirada pero no puedo verlo a la cara, el miedo me lo impide.
-Te haremos la misma oferta que a él. Es simple, respondes a unas preguntas y vivirás. Niégate, te dejas en igualdad de condiciones con tu amigo y nos vamos a buscar algún mierdas que si quiera cooperar.
Veo de nuevo el cuerpo inerte Anthony. No lo entiendo. El hombre que siempre hablaba mierda de su trabajo ¿Realmente prefirió morir antes que decir algo? No. Estoy seguro de que habló.
-Les diré todo lo que quieran, pero llévenme con ustedes.
Agosto 25 del 2007, Primera Era Humana.
Riadas, las afueras.
Al llegar aquí, realmente no se que es lo que estaba espero de este lugar. Solo me deje guiar por los rumores. Para ser sincero, esto realmente parece un templo. Me parece increíble que un lugar así siga en pie. He visto soldados matar magos a sangre fría ¿Por qué los dejarían está sitio en paz?
Cuando me acerco a tocar las enormes puertas de madera, una multitud de voces me regresan desde mis pensamientos. Decido rodear el enorme recinto y llegó hasta la parte posterior, dónde un enorme terreno se expande hasta el bosque, cercado por una barda baja. Un gran número de personas se encuentran repartidas por todo el sitio, realizando acrobacias y ejercicios; otros más están quietos, meditando, mientras el resto lanza espectaculares hechizos. Yo solo puedo ver absorto. No doy crédito a mis sentidos, mi mente se adormece hasta que una voz me despierta.
-Bienvenido al templo Riadas. Hogar de la orden de Al' Kayit.