En las bajas calles desoladas en altas horas de la noche, se podía observar a una pequeña niña corriendo, muy desesperada. Corría sin mirar por donde iba, no pensaba nada mas que en huir, se sentía agitada, el corazón le latía rápidamente, la falta de aire en sus pulmones, podía sentir su cuerpo caliente por toda la adrenalina corriendo, se escabulló por la ventana de su cuarto que a pesar de ser el 2° piso, pudo bajar gracias a la estructura de su casa.
Desde el momento que salió corriendo de su casa ni siquiera se volteó a verla en ningún momento. Solo sabía que tenía que estar lejos de ella, de los adultos que discutían. Se sentía terriblemente sofocada. Se detuvo después de tanto correr, inmediatamente respiró como si desde que empezó a correr no hubiese respirado en ese tiempo, tras tomar varias bocanas de aire empezó a fijarse bien a su alrededor para saber en donde se encontraba, pudo apreciar mejor el lugar tras normalizar su respiración, estaba en un parque de juego a 8 cuadras al este de su casa.
Suspiro tomando otra bocanada de aire y se escondió dentro de un tubo de juego y se quedo allí adentro tratando de asimilar lo último que ha pasado, ella lo entendía, aunque no quería, ella sabia, por lo menos lo necesario, y eso le era muy doloroso, demasiado doloroso que no podía evitar sentir dolor.
Se preguntaba ¿Por que tenía que saberlo? ¿Por que no podía simplemente ignorarlo? ¿Por que ella tenia que ser así? Igual de la manera de como se lo preguntaba, igual conocía sus respuestas, porque la involucraba, le mintieron, la presión en su pecho era muy doloroso. Odiaba ser así.
Desde que empezó a tener consciencia, se dio cuenta de las cosas muy rápidamente, su forma de memorizar y aprender, su buena resistencia física, su método deductivo, su mentalidad; siempre diciendo que era gracias a su padre, ella sabia que eso no era lo normal en un niño, trató todo este tiempo de actuar como uno, pero ahora ya no sabía que hacer, odiaba mucho pensar como una adulta.
¿Por que no puedo ser como los otros niños de mi edad? Siempre se lo preguntó. Pero jamás hubo una respuesta. Las estrellas no podían contestarle, porque solo son explosiones que aun no se deshacen por completo o son planetas que se encuentra a millones de años luz.
Solo quería llorar y nadie se lo impedía. Lloró, lloró mucho hasta que dejó de sentir el dolor en su pecho, se quedó allí abrazando a sus piernas, sus párpados le pesaban, estaba casi por dormirse si no fuera porque repentinamente escuchó algo que avivó sus sentidos. Sonaban como si fuesen tambores o campanas. No sabía cual de las dos era.
-¿Que sucede con ese ruido? -se pregunto. Salió del tubo para mirar a los lados, estaba solo ella-. Son... ¿campanas? Pero... No hay iglesia por aquí cerca... -se dijo, cada minuto que pasaba estas sonaban más alto.
-Pero no creo que ya sea medianoche, ¡apenas deberían ser las 10 de la noche! -el sonido se volvió raro, en un momento sintió que eran latidos, sus recuerdos vagaron en el sueño que tuvo hace poco, pero se espabiló al sentir como el sonido se sincronizaba con sus latidos, como cada parte de su cuerpo reaccionaba a cada sonar, parecía como si le estuviesen diciendo algo. Y ese algo le decía que tenia que buscar la causa de ese misterioso sonido.
-¿De donde viene?... ¿Donde..? ¡Es por ahí! -dijo para luego salir corriendo, pero se detuvo de improvisto. Era de noche, hacia frío y no podía evitar tener miedo-. ¿Estará bien? Pero... No quiero volver a casa... Pero también tengo mucho miedo... No quiero ir a casa... Yo solo quiero... Debo resistir, yo... -hablaba en susurros inentendibles, de repente el sonido volvió a sus oídos y no pudo pensar en nada más. Su mente se nubló.
Si tenía miedo se había desvanecido, ese sonido la hipnotizaba, siguió caminando sin darse cuenta por donde iba, sino hasta que se encontró en un callejón oscuro y sin salida.
-¿Qué? Pero... Estoy segura que este es el camino... El sonido... -miró la pared unos momentos para luego decirse-. Debe ser cruzando ésta pared, tendré que hacerlo -Terminó para luego tratar de escalar la pared, cuando logró subirlo, pudo sentir el sonido algo calmado como si le dijera que lo hizo bien, siguió persiguiendo el sonido, sin darse cuenta que caminaba por el espacio de la pared que había.
Reaccionó al darse cuenta cuando el sonido cesó de repente, que la hizo perder el equilibrio, pero estaba muy estrecho así que las paredes a los costados evitaron su caída, eso hizo que se asustara y trató de bajarse de inmediato. Cuando se pudo bajar con cuidado y sin tropiezos, volvió a prestar atención al ruido. Empezaba a divisar una salida de ese callejón angosto, pero se detuvo, sentía que en esa salida había algo diferente, dudó en seguir, pero el sonido venia de allí, saber de donde viene ese sonido era lo único que importaba en ese momento. Ese sonido era lo único que pasaba por su cabeza.
Así que salio de ese angosto callejón y sintió como si traspasará algo, de repente el ambiente se volvió algo pesado, un olor horrible invadía su nariz, no pudo evitar taparse la nariz, no podía describir ese horrible olor, su cabeza empezó a doler y cerró fuertemente los ojos por acto de reflejo, mientras inconscientemente caminaba, tratando de acostumbrarse a ese pesado ambiente.
Al abrir sus ojos esperó varios minutos a que se acostumbraran a la iluminación del lugar y luego vio a los lados, parecía todo normal, como si no hubiese ningún tipo de cambio, pero era demasiado obvio que algo había pasado. Al mirar al frente abrió los ojos por sorpresa y sintió su respiración entrecortarse, su fuerza le había dejado, ella jamás creyó ver algo así, estaba demasiado impactada para articular palabra alguna, en una esquina un poco alejado de su posición, el lugar medio alumbrado por un farol parpadeante, se encontraban varios hombres, uno de ellos se veía más amenazante que los otros y tenía un arma, apuntándola hacia un sujeto que le decía que no tenía su dinero, y muchas otra cosas. Jeny no podía dejar de ver eso su cuerpo no respondía. No podía creer que algo así este pasando justo en frente de ella.
Sentía demasiado pánico y eso que no era a ella la cual amenazaban.
-No puede ser... Lo está amenazando... Lo van a matar... -pudo decir entre cortadamente, su voz temblaba del miedo que no la dejaba hablar bien, aun no podía creer lo que sus ojos veían, no quería aceptarlo-. Yo... debo hacer... Pero... ¿Que debo hacer? -se decía mirando atentamente la escena, no podía apartar la mirada por el miedo, su padre trabajaba para evitar ese tipo de cosas, el trabajaba junto a la policía para evitarlo, su padre-. ¡Cierto! ¡Debo llamar a la policía! -levantó la voz sin darse cuenta, eso hizo que llamara la atención del armado.
El hombre que amenazaba al sujeto la volteo a ver, sin quitar el arma del cual amenazaba. La mirada que le dirigía a la niña era de burla y superioridad.
-¿Una niña? -parecía que uno de los otros hombres le susurraba algo al oído, la cara del hombre se frunció-. ¿Que dijiste mocosa? ¿como te atreves? ¡No me hagas reír! ¿Que harán esos vagos? ¿¡arrestarme!? -el hombre empezó a reírse y fue seguido de los otros hombres que parecen estar de su lado.
¿Por que se ríen? ¿No es eso lo que hace la policía? arrestar a las personas malas...
-Como eres una pequeña niña y seguramente alguien importante -giró los ojos por obviedad el señor-. Pensaba dejar que solo contemplaras como le entierro una bala en el cráneo a este estúpido -dijo el hombre moviendo el arma.
¿Como es que lo dice tan tranquilo? Él esta completamente demente.
-Pero si tú vas a llamar a la policía, entonces debería matarte a ti también ¿no lo crees? -finalizó y dirigió su arma a la pequeña, ella se exalto por el pavor que sentía al ver que la estaban apuntando, Jeny empezó a temer más de lo que podía. Sus piernas empezaban a temblar, sentía que en cualquier momento se caería. No sabia que hacer o como reaccionar, no podía hacer nada en este momento, tenía mucho miedo que le disparará, no quería morir así. Iba a suplicarle, pero algo le decía que a ese hombre no le importaba nada de eso, empezó a regañarse por haber huido de casa.
Un gritó interrumpió sus pensamientos, era la voz del cual estaban amenazando anteriormente.
-¡Niña! -su gritó sonó fuerte y claro que la despertó de toda resignación-. ¡Corre niña! ¡Y no mires atrás! ¡Por nada del mundo voltees! -gritó el hombre mientras el igualmente empezaba a correr, había aprovechado ese minúsculo descuido cuando habían dejado de apuntarle, haciendo que ese hombre aterrador se sorprendiera y lo mirase mientras dirigiera el arma hacia él otra vez, Jeny con las palabras del hombre en su cabeza, se dio valor y sacó toda la fuerza que tenía y empezó a correr, pero se detuvo cuando escuchó ese impactante ruido.
Ese ruido que hizo que su respiración se detuviera por minutos, el sonido que hace el arma al jalar el gatillo, ese ruido hizo que perdiera la poca fuerza que tenia y cayera de rodillas con brusquedad, haciendo que estas sangraran, pero el miedo que sentía no le hacia darse cuenta. Empezó a sentir su estomago revolverse.
No mires atrás, él dijo que no lo hiciera...
Ella sabía que esa bala no era dirigida a ella. Si no a él.
-Por favor... Levantate, responde... No mires atrás... ¡levántate! ¡no mires atrás! -decía una y otra vez mientras se levantaba rápidamente y volvía a correr, esta ves muy rápido, al girar en una esquina una de las balas le pasó por su mejilla, llevándose algunos mechones de su cabello, eso la hizo temblar, soltó un grito ahogado por todo el terror que sentía. Pero aún así siguió dándose ánimos.
Al dar otro giro, empezó a correr más rápido de lo que había imaginado, no le importaba si le causaría algún dolor mas tarde, porque si no huía, no abría mas tarde. No se fijaba hacia donde iba, solo quería huir lejos de ese hombre, hasta que cuando giró en una vuelta, chocó con algo que la hizo caer sentada, levanto la vista y vio que había chocado 'no con algo' sino más bien con alguien.