Tiempo viejo. Tiempo casi siempre recordado. Melancólicamente. Lecciones amargas. Aun se alcanzaba a escucha ese melodía que lo atrajo a el.
Un gran país, con lo que la seguridad era dirigida por su padre. Clanes que eran vampiros. La gran diferencia no lo era todo. Sin tener la enfermedad de porfiria. Al menos para los nobles, en un determinado tiempo. Pocos de los plebeyos eran humanos, no se discriminaban entre ellos. Pero algunos odiaban su inmortalidad.
Un joven de ya pasado los veinte seiscientos años. Era la ceremonia de graduación, después de tantos años de estudios. Lesson Irreglarless Worcestershire. Una escuela solamente para los vampiros mas poderosos y al igual que sus riquezas. El heredero del país Seven Garden. Kyllian Kenan Gavrilovich Vladmir. Un joven vampiro de cabello negro. Heredero de una familia noble y muy bien reconocida por su disciplina. A si como sus riquezas y poderes de vampiro envidiados por nobles también vampiros. No era nada nuevo.
...
Un país jamás olvidado, murmurando a las esquinas, un cristal casi quebradizo en su temperamento de toro, en aquel país en donde vivía, se notaban los mejores pianistas, la opera era popular en esa época.
En aquellos tiempos era invierno. Un cálido frio pasaba por el juego de cortinas grises. Junto a papeles y libros. Kenan pasaba las horas mirando desde su ventana al pueblo. Tenia la habilidad de observar a las personas a 30 kilómetros. En especial para aquellas ocasiones. Era como un cliché, un príncipe deseando no ser noble y tener un vida normal en pueblo.
"Esta noche haremos una ceremonia para la selección de tu futuro esposa"
Gruño al recordar las palabras de su padre. No era para nada sociable en especial en asuntos de matrimonio. No era nada romántico. Ya tenia planeado escapar esa noche. Era la hora antes de que iniciara, usaba una capucha para ocultar su identidad.
Apresuro su paso al entrar al bosque cerca del pueblo, le gustaba pasar el tiempo escuchando tonadas de música en especial en la calle, la opera era demasiado elegante para el, incluso a las pobres que les daba limosna a un necesitado. Tendría que regresar para ir a la ceremonia. O seria castigado aun siendo mucho mayor.
Los arboles llenos de nieve y el piso blanco ondeado. Le gustaba el clima de noche aun siendo casi inmune al sol.
Ahí fue cuando cambio algo.
Escucho algunos chillidos a lo profundo del bosque, fue una punzada al olfatear sangre.
Sus pasos eran débiles al igual que su pulso. Hasta el punto de visualizar la silueta.
...