La furia me desgarraba por dentro al ver mi hogar totalmente destruído. —¡Que pasó aquí!— gire mi cuerpo hacia los imbéciles que tenía por guardaespaldas.
—Mi señor, durante su ausencia el joven Caleb tomó ventaja para realizar su escapé— me balance sobre el idiota para comenzar a plantar en su rostro puñetazos. Lo tome por el cuello de la camisa, acercándolo a mi.
—¡Dónde estaba Adler!— espere su respuesta antes de atacarle de nuevo. —El.... lo ayudó a escapar junto con las pandillas de la zona A y C. Acomode mi sacó tratando de relajarme ante tal situación.
—Asi que ese idiota decidió traicionarme— tome mi arma del cinturón de mi pantalón para apuntar directamente al centro de la cabeza de ese idiota. —Ya no nesecito de tus servicios— tire del gatillo, haciendo estallar su cabeza. manchas de sangre adornaron mi traje costoso, algo que disfrutaba que pasará.
Guarde mi arma en su lugar, observé nuevamente lo que antes era mi hogar. —Asi quieren jugar... entonces que así sea— caminé hacia mi coche adentrándome en él, di la orden al chófer para llevarme a una de las muchas mansiónes que tengo en la cuidad. Ese mocoso no tenía ni idea de lo que le esperaba; después de todo lo que yo había hecho por él.
Al llegar a mi mansión tome el teléfono para llamar a los hermanos Zheng y Huan Je. Mientras esperaba diseñaba mi plan para terminar con Caleb y sus amiguitos estúpidos.
Escuché que llamaban a la puerta la cual atendió una sirvienta. —¿Ahora que pasá Russal?— les indique que tomarán asiento lo cual hicieron de inmediato. —Tenemos un problema con su hermano Ozami— pedí a la sirvienta una copa de vino tinto antes de seguir con la charla.
Lo único que recibí de su parte fueron miradas con desagrado, ese simple gesto hizo que mi paciencia se esfumará por completo.
—¿Que clase de problemas? estamos seguros que él no se atrevería a desobedecernos— tome nuevamente una postura relajada para no terminar matando a ese par de idiotas. —Entonces... ¿díganme quién mierda es ese que está ayudando a Adler?— les mostré las grabaciones de mi antigua mansión en la que claramente se veía a su hermanito. Zheng se puso de pie exaltado. —Asi que por eso nos dejó plantados en la gala familiar—
Solté una risa burlona al ver la reacción de Zheng.
—Ustedes son unos idiotas.... Ozami desde hace tiempo mantiene una relación más allá de lo laboral con Adler Hansen— me divertía demasiado ver las caras de idiotas de los hermanos. —Su problema es que subestiman la inteligencia de Ozami... tenía planeado matar a Adler y Ozami, sin embargo creó que el joven Ozami es muy hermoso y sin duda su belleza puede ser de mayor provecho ¿no lo creen?—
posee mi mirada en ellos notando su nerviosismo. Todos en la cuidad de New York saben lo que les pasa a los que se quieren pasar de listos conmigo y Ozami no era la excepción. —Lo buscaremos y obligaremos a qué le sirva en lo que usted ordené— asentí ante su propuesta.
—Ahora... largo de mi vista— ambos hicieron una reverencia para después apresurarse a salir de mi mansión.
Tome el teléfono para contactar a un viejo amigo mío.
—si, ¿quién habla?— una sonrisa adorno mi rostro al escucharlo. —Soy Russal Decker,.hablo para solicitar tus servicios— escuché una risa proviniente de la otra línea.
—Te escuchó Russal— Connor era la única persona fiable que mantenía a este nivel. Después de un rato de charla colgué el teléfono poniéndome de pie para ir a mi habitación. Al llegar a ella observé el cuadro que había mandado a pintar de Caleb en el cual se podía apreciar lo hermoso que era. —Lo siento Caleb pero... no permitiré que me pasé lo mismo que a mí amigo Trevor Lavernat—