Me desperté con el sonido de la alarma, mire a mi lado y estaba Ale dormido, me movi lo menos posible para no despertarlo y baje a la cocina en pijama.
-Buenos dias- dije aun adormilada, ya todos estaban sentados comiendo el desayuno.
-Buenos días cariño ya te iba a levantar- dijo papá poniendome al frente mi plato con waffles.
-Mis favoritos- dije sonriente empezando a comer.
-¿Nerviosa por tu primer dia?- dijo Mill.
-Nop, para nada, al contrario estoy tranquila- seguía comiendo y tome un trago de jugo.
-¿Hay ironia?- pregunto Kevin.
Negué con la cabeza, Leo se levantó ya que había terminado.
-Me voy a cambiar, no demores mucho cara de rana que no queremos que llegues tarde tu primer dia- paso por mi lado Leo dándome en un beso en la mejilla y yo asenti.
Minutos después todos subimos a cambiarnos, ya mis padres se habían ido al trabajo y Ale se estaba cambiando también para la escuela.
-Primer dia, nuevo comienzo- mirando el uniforme que estaba colgado en el armario.
Lo saque y lo puse encima de la cama, contaba con una camisa de mangas largas blanca con el emblema de la escuela bordado y una falda de cuadros verde, una corbata del mismo color que la falda, cogi un par de medias altas blancas y unas converse negras. Termine de vestirme y empecé a peinarme, me hice una coleta desordenada y baje con la mochila en el hombro un poco apurada.
-Finalmente- dijo Leo en el salón, junto a todos los chicos que estaban en el celular, su uniforme era igual, lo que usaban pantalones hasta los tobillos.
-Soy una chica, es normal que demore- dije caminando hasta la puerta.
-Lindo uniforme- dijo mi hermano pasando por mi lado tirando de la falda.
-Hey, no empieces a molestarme- salimos al jardín y logre ver un auto estacionado.
-¿Y esa belleza de quien es?- dije señalando el auto -De tu querido hermanito que ya es mayor de edad- dijo Leo orgulloso.
-Venga apurate- subimos al coche, Leo en el asiento del conductor, Mitchell en el copiloto y Logan, Kevin, Ale y yo en los asientos de atrás. De suerte era lo suficientemente grande para caber los 4.
Mire a través de la ventanilla, como las casas pasaban rapidamente, todo seguía igual, Leo puso la radio con música mientras él, Mitchell y Ale cantaban a toda voz haciéndome reir. Kevin seguía mirando su celular y Logan tenia los ojos cerrado con los auriculares puestos.
Llegamos después de 10 minutos y nos bajamos del auto.
El instituto era inmenso en la puerta se veían cientos de alumnos conversando entre ellos, riendo y algunos otros simplemente en su celular. En el fondo se veían unas chicas tirándose fotos y otros chicos mirandolas.
-Que asco- dije mirando el estado del uniforme de las chicas, como la falda era tan estrecha y corta que mostraban demasiado.
-Tranquila, aquí son asi, nunca te acerques a ellas, se buena chica- dijo Leo riendose.
A nosotros se acercaron dos chicas una rubia alta con los ojos azules y pequeñas pecas en las mejillas y otra con el cabello castaño y ojos negros.
-Hey, mi amor- dijo la pelinegra acercándose a Mitchell dándole un beso en la mejilla.
-Te presento, Lorainne ella es Alex, la hermana menor de Leo, Alex ella es mi novia Lorainne- dijo Mill mientras la chica se acercaba a mi con una sonrisa estirando la mano.
-Un gusto, Leo me ah hablado muchísimo de ti- yo asenti con la cabeza y agarre su mano estrechandola.
-Logan, ¿que tal cielo?- dijo la chica de cabello rubio, mientras giraba a través del dedo un mechón ondulandolo.
-Bien- dijo Logan sin sacar la mirada del móvil.
-Ignorala, es una de las exs de Logan pero no lo olvida aun- dijo Kevin acercándose a mi oído, yo solo asenti.
-Bueno, yo los dejo en lo suyo, yo tengo que ir a la direccion a recoger mi horario y eso- dije excusandome y caminando rápido hacia dentro de la edificación, Ale me siguió.
-Por aquí hermanita- me guió Ale hacia la dirección.
-Gracias pequeñajo, nos vemos en los recesos ¿vale?- el asintió sonriendo y le desordene el cabello mientras se sonrojaba haciendo que me riera.
Ale se alejo de mi perdiéndose en la multitud y entre al despacho del director tocando la puerta.
-Bienvenida, usted debe ser la señorita James- dijo el director poniéndose de pie, era bajito y regordete yo diría que de unos 40 años, con poca barba pero parecía muy amable.
-Si soy yo- estire mi mano y el la estrecho haciendo un ademán para que me sentara en la silla.
-Estoy muy contento de tener a una alumna como usted en mi colegio, ya me dieron toda su documentación del otro colegio y le digo muy feliz que usted tiene unas calificaciones excelentes además de que es estupenda estudiante- yo sonreí nerviosa y el saco de su cajón un pequeño sobre entregandomelo -Aquí tienes, ahi está tu horario, un mapa del instituto, todos los clubes y sus jefes, aunque me encantaría que se uniera al de arte con su excelente habilidad de violín- yo asenti y agarre el sobre.
-Espero que nuestra escuela sea de su agrado y cualquier problema puede consultarlo conmigo- me levante de la silla y estreche la mano con el por última vez - Y por favor espero que nos es tan desordenada y problemática como su hermano mayor- yo me reí y asenti saliendo del despacho.
Mire el sobre y lo abrí, mire el horario y adentro decía que mis libros estaban en la taquilla 112 en el pasillo de la derecha en el tercer piso, subí por las escaleras buscando la taquilla.
Me pare delante de ella y la abrí con una pequeña llave que había dentro del sobre, agarre los libros que me tocaban ahora, Matemáticas y la cerre.
-Hola- apareció una chica de cabello castaño y ojos pardos.
Me sobresalte debido a que no la escuché llegar -Menudo susto-
-Ay perdón no quería asustarte, me presento, soy Viviana aunque podrías llamarme Bia, ¿eres nueva a que si?- dijo alegre y casi sin respirar.
-Tranquila, inhala y exhala, soy Alexandra aunque todos me dicen Alex y si soy la nueva- respondí calmandome un poco.
-Se nota, conozco cada rostro de este instituto y ya se ah corrido la voz de una estudiante nueva del extranjero- empezó a caminar a mi lado mientras me dirigía al salón de matemáticas.
-Vaya que rápido, si llegue ayer-
-Bien, no me equivoque, mirando tu rostro, cabello castaño, ojos verdes, actitud tranquila y fresca, labios carnosos, mirada de lujuria, diría que eres la hermana de Alejandro y de Alehandro- dijo mirándome de arriba abajo.
-Si, esa soy yo- sonreí mirándola de cerca se veía alegre.
-¿Te toca matemáticas?- yo asentí -Perfecto eso quiere decir que tenemos mismos horarios- dijo ella alegre dando brincos en el lugar.
Yo me reí, nos detuvimos al llegar al salón y entramos, no reconocía ningún rostro. Nos sentamos en la última mesa mientras seguíamos hablando y poco después llegó el profesor dando inicio a la clase.
Luego de la clase alrededor de la mesa se formó un círculo de alumnos, los miraba algo confundida.
-¿Eres la nueva no es asi?- dijo una chica pelinegra y yo asentí.
-Yo se de donde conozco tu rostro eres Alex la famosa violinista- dijo un chico con los ojos como platos y yo asentí nerviosa mientras todos sonreían y me miraban asombrados.
-No me puedo creer que una persona tan famosa este en nuestro instituto- dijo un chico ojos verdes.
-¿Y tienes novio?¿Me darías tu numero?- pregunto un chico ojos azules y cabello negro, me sentí incomoda y Bia parece que lo noto, agarro mi brazo y tiro de el sacándome del salón y jalandome hasta el cacillero.
-Gracias, no soporto las aglomeraciones con tantas personas- abrí el casillero y ella abrió el que estaba a lado del mio.
-No tienes nada que agradecer son muy pesados-
-No es eso, solo que no soporto la atención-
-Pero eres famosa-
-Solo hago lo que me gusta nada mas-
-Y como decia, son muy pesados- dijo rodando los ojos mirando detras de mi, me gire y vi a un chico con el cabello negro y ojos marrones, muy guapo como se acercaba a nosotras.
-¿Que les pasa a los cielos que están cayendo los ángeles?- dijo el chico parándose a mi lado con una mirada picarona, desvíe mi mirada a mi casillero.
-Matteo Robinson- dijo Bea con la voz pesada.
-Viviana Monroe más conocida como Bia- dijo el chico examinando a la chica detrás de mi.
-¿Monroe? ¿como la cantante?- la mire y ella asintió riendo -No somos familia- dijo ella desilusionada.
-¿Y tu eres?- volvió a hablarme el chico mirándome de arriba abajo.
-Alexandra James, Alex solamente- dije nerviosa y girando mi mirada al cacillero.
-Oye Alex ¿me darías tu numero? Para un día salir ya sabes- dijo el chico acercándose mientras evitaba su mirada aun nerviosa.
-Déjala tranquila Matt- respondió Bia.
-Venga, acaba de irte no seas tan pesada, que estoy hablando con tu amiguita- se volvió a acercar a mi.
-Sabes- me gire mirándolo fijamente - saldría contigo, pero ni tu eres para tanto, ni yo para tan poco- dije mirándolo de arriba abajo, luego cerre mi cacillero casi cogiendole la mano, cruce mi brazo con Bia y nos fuimos.
-Wao chica, ¡eres una bomba!- dijo Bia asombrada a mi lado yo solo sonreí apenada.
-Cierto, necesito ir al salón a recoger mis libros, que con todo ese problema no pude, nos vemos luego ¿vale?- me despedí de Bia y ella asintió.
Camine al salon y ya no estaba nadie, entre y recogí mis libros.
-Debería de preguntarle a Leo dónde está el salón de quimica ya que no se donde esta nada y el mapa lo tiene Bia con mi mochila- pensé frustada, metí la mano en mi bolsillo y no tenia el celular pero logre sentir un papel, lo saque de mi bolsillo y miré a todos lados, lo abrí.
•Leo•
Estaba en el vestidor masculino, preparándome para el entrenamiento de fútbol, me coloque la chaqueta.
-Chicos, listos en 2 minutos- grito el entrenador y todos salieron del lugar menos yo, me quede abrochandome los cordones de los zapatos.
Coloque las manos en los bolsillos de la chaqueta y sentí un papel, lo saque curioso y lo abri.
•Logan•
-Que tranquilo es aquí arriba- pensaba tranquilamente tirado en el suelo de la azotea, con un libro en mis manos.
-Es tan callado- pronuncie lentamente y movi mi mano para pasar de hoja, cuando la pase había un papel pegado en ella, lo abri.
•Mitchell•
-Por fin receso, tenia un hambre- dije agarrando la bandeja de la merienda.
Me senté en la mesa de siempre rodeado de algunos chicos, cuando veo dentro de la hamburguesa un papel arrugado, lo cojo y lo abro.
•Kevin•
-Voy a entrar ya al salón y espero que acabe el receso para que inicie la clase- dije para mi mismo entrando al salón y sentandome dónde siempre, abrí mi libreta para revisar la tarea por última vez y allí había un papel, lo agarre y lo abrí.
•Alehandro•
-¿Dónde abre dejado el chicle?- me detuve frente a mi cacillero dejando la mochila adentro y buscando por los bolsillos el paquete de chicle, en el primer bolsillo noto algo raro y entonces lo saco, es un papel arrugado, lo abro.
Nota:
Bienvenidos al juego de la muerte, donde ustedes serán mis demonios...
Cumplan con los requisitos o pagaran la condena fácil y sencillo.
El proximo dia de ckases sabrán que hacer y si no colaboran conmigo ya saben que trae de consecuencia. Ya les llegará el mensaje de lo que harán, por hoy disfruten su último día de libertad.
Atte: P8.
•Todos•
-¡¡Pero que demonios!!- todos dijeron a la vez, la guardaron y le hicieron mínimo caso.
•Alex•
Ya había terminado las clases, todo seguía normal, no le había tomado atención a la nota así que la deje arrugada en un bolsillo de mi mochila, me dirigí a casa sola ya que Leo me había visto en el último receso y me dijo que tenían entrenamiento, que me fuera sola.
-¡Llegue!- dije entrando a la casa y caminando a la sala, allí vi sentado a Kevin.
-Hey Kei, ¿no tenias entrenamiento?- pregunte sentandome a su lado.
-No, yo no practico deportes- respondió y yo rodee los ojos.
-Cierto- nos quedamos viendo unas pelis y un rato después llegaron los demás.
-Deben estar cansados- dije mirándolos y todos asintieron tirándose en los asientos de la sala. Kevin y yo reímos mirandolos.
-Iré a buscar bebidas para todos- dijo Kevin parándose mientras que de su mochila caía un pequeño trozo de papel y lo agarre, lo abrí y era el mismo que me había llegado a mi.
-Kevin ¿esto es tuyo?- pregunte nerviosa y Kevin se giro a verme rápido quitandomela de las manos.
-Si, olvídala- todos miramos a Kevin.
-A mi me llego una igual- dije pensativa. Kevin me miró sorprendido al igual que el resto de los chicos.
-A mi tambien- dijo Mitchell.
-Pensé que era el unico- dijo Leo sacando la suya.
-Pues te equivocaste- Ale saco del bolsillo el papel de el dejándolo en la mesa.
Logan saco el suyo del bolsillo y la puso en la mesa. Todos nos miramos asustados.
-Venga, no se creerán en serio esto, nadie nos puede hacer nada, debe ser una mala broma de alguien- dije intentando calmar la tensión.
-Debe ser eso- Dijo Leo relajándose un poco.
Todos decidimos ignorarla y quedarnos viendo pelis, comiendo rositas y rato después llegó mama y papá dijeron que estaban agotados y se fueron a dormir, poco después nosotros nos fuimos a dormir también.