Mientras que el Arcángel Mikha-El y el King (Rey) Seithan continuaron su lucha, por otro lado, el Dragon Herensuge cargó ferozmente contra el Humano Inum y el Canidae Canem.
El Commander (Comandante) Herensuge, volvió a formar en sus fauces una esfera de fuego. Esta vez más potente.
- Señor del Fuego, el elemento más destructivo de la creación e implacable purificador de mundos. Este devoto siervo, solicita la enormidad de tu Poder. Da forma a una concentrada esfera ígnea y que, con tu devastador Poder, desintegre a todos aquellos que osan enfrentarme...
¡Bola de Fuego!
Rugió el Commander Herensuge.
El Dragon Herensuge, lanzo una potente esfera llameante, a Inum y Canem, que rápidamente entendieron que visiblemente era más grande y sintieron que sus llamas eran más concentradas y calientes. Ambos no dudaron y tras correr cada uno a un lado, saltaron y rodaron por el suelo, esquivando el ataque por muy poco.
El Capitán Canem, se levantó rápidamente y formó una poderosa 'lanza de Energía Espectral', mientras que el Commander Herensuge, no había perdido ni un segundo tras lanzar su 'Bola de Fuego' y avanzó muy velozmente aleteando sus alas con fuerzas, dirigiéndose con una enfermiza sonrisa donde estaba el aterrado Humano Inum.
Inum se armó de valor y alzó su lanza de madera con punta de afilada roca, intentando perforar su pecho al llegar.
Al verlo, el Commander Herensuge emitió una amplia sonrisa llena de desdén y simplemente golpeó la lanza con un ala, como el que golpea una mosca que le revolotea y la lanza se cayó de las manos de Inum con suma facilidad.
El Dragon Herensuge abrió sus grandes fauces y con un veloz movimiento, clavó sus afilados dientes en el hombro izquierdo del Humano Inum, junto con gran parte de su pecho y la espalda. Provocando en el Humano, un inevitable grito de dolor.
- ¡AAAAAGGGGHHHHH...!
Gritó Inum por un breve momento, pues aunque la mordedura era terrible, usó todas sus fuerzas para aguantar el dolor.
- ¡Lanza Espectral!
Dijo el Capitan Canem, tras llegar muy velozmente a la altura del Dragon Herensuge y el Humano Inum.
El Commander Herensuge estaba mordiendo a Inum, cuando de repente, una Lanza Espectral lanzada por Canem le acertó en el lomo.
-¡ROOOOOOAARRRRR...!
Esta vez, fue el Dragon Herensuge el que rugía de dolor soltando a Inum de inmediato. El cual, caía al suelo indefenso, derramando bastante sangre.
El Commander Herensuge estaba furioso. Quería aterrorizar al débil Humano Inum, pero era la segunda vez que el inoportuno Canidae se había entrometido.
¿Quién se creía para entrometerse en su negocio por segunda vez? Si quería ser el primero en morir, así sería.
Herensuge aleteó sus alas y se elevó velozmente, tomando un poco de distancia y comenzó a pronunciar un 'Cántico' de nuevo.
- Señor del Fuego, el elemento más destructivo de la creación e implacable purificador de mundos. Este devoto siervo, solicita la enormidad de tu Poder. Da forma a una inmensa esfera ígnea y que, con tu ingente devastador Poder, desintegre sin compasión a todos aquellos que osan enfrentarme...
El Commander Herensuge Conjuró frente a sus fauces una enorme esfera ígnea y se lanzó a por el Capitán Canem aleteando sus alas con mucha fuerza, manteniendo la gran esfera de fuego entre sus fauces.
Viendo que el Poder conjurado por el Dragon era enorme, el Capitán Canem no dudó y comenzó también a recitar un 'Cántico' para fortalecer su Hechizo.
- Energía Espectral, que fluyes con fuerza y rectitud, entre la opuesta dualidad y te eriges con solidez, en contra de las egoístas ambiciones de nuestros enemigos, acudo a tu incomparable Poder. Da forma a una impenetrable e indestructible formación de Energía, que me proteja con fuerza y determinación, ante la hostilidad y la osadía de nuestros adversarios...
¡Blasón Espectral!
Conjuró el Capitán Canem formando, un escudo de Energía.
El Commander Herensuge se sorprendió un poco al sentir la densidad del 'Blasón Espectral' del Canidae, pero confiaba en su enorme Poder y cuando se halló, a escasos dos metros de su rival, lanzó su poderoso ataque contra el Capitán Canem, que lo esperaba en guardia, protegiéndose tras su escudo de Energía.
- ¡Gran Bola de Fuego!
Rugió el Commander Herensuge, mandando una enorme esfera ígnea a su adversario.
La poderosa 'Gran Bola de Fuego', impactó en el 'Blasón Espectral', originando una potente explosión, que desmenuzó el escudo de Energía del Capitán Canem, haciendo que saliera despedido casi un centenar de metros. Aunque realmente tuvo mucha suerte y la explosión originada por su Energía Espectral al ser deformada, contuvo gran parte del inmenso Poder destructivo de la 'Gran Bola de Fuego'.
El Dragon Herensuge dio unas largas zancadas, mientras aumentaba su velocidad impulsándose con sus alas y se acercó al herido Canidae Canem muy velozmente, riendo con un claro gesto de malicia.
- Es la segunda vez que te metes en mi camino perrito... E incluso has tenido el valor y la audacia de herirme por la espalda. Remueve de inmediato esta maldita 'Lanza Espectral' de mi lomo.
Ordenó el Commander Herensuge pisándole el pecho con fuerza al Capitán Canem, usando su Poder Espiritual para potenciar en gran medida la fuerza de su pata.
- ¡WWUUUUUUUUUU...!
El Capitán Canem aulló de dolor y sin dudar ni un poco, esparció al viento el Poder de la lanza que estaba incrustada en el lomo del Dragon. Mientras intentaba sujetar la pata que lo pisaba, para que no le reventara el pecho.
El Commander Herensuge reía al ver que también el Canidae fue intimidado y sometido antes su Poder, mientras seguía presionando con su pata en el pecho del Capitán Canem.
- Dime, chucho... ¿Por qué insististe en ayudar a ese maldito cobarde? ¿Acaso sois aliados, o es que simplemente viste la oportunidad de herirme mientras me centraba en él? ¿Creías que iba a ser tan fácil vencerme a mí, el grandioso Commander Herensuge? ¿Creíste en verdad que un miserable perro podría vencer a un poderoso Dragon?
Preguntó Herensuge, que se sentía curioso y le interrogaba mientras mostraba una perversa y jactanciosa sonrisa.
- Alguien como tú, no lo entendería...
Contestó el Vasdal Canem, derramando un pequeño reguero de sangre al hablar, mientras que dejaba de forcejear con la pesada pata del poderoso Dragon.
Tú... tú no sabes lo que es el honor... Te burlas de tu adversario porque está aterrado y aun así, aquí está, frente a todos, sacrificándose valientemente por su pueblo... No digo que no lo puedas matar, hasta él sabe que eso es lo que le espera, pero no veo la necesidad de ridiculizarle de forma tan ruin...
El Commander Herensuge esbozó un claro gesto de incredulidad. No sabía quién era más tonto de los dos. A él, sentimientos tan banales, llegaban a provocarle hasta asombro y no podrían parecerle más ridículos y estúpidos. ¿Cómo pueden ser tan ingenuos? ¿Acaso no saben dónde están? Definitivamente pensaba que eran un caso perdido.
- Tienes razón, alguien como yo jamás entenderá cómo se puede ser tan imbécil. Pero recuerda bien esto antes de morir. Para mí, ambos no sois más que juguetes con los que entretenerme. Ni siquiera tenéis los requisitos para hacerme usar mi verdadero Poder. Sin embargo, tú has querido inmiscuirse en mi negocio hasta dos veces, creyéndote un defensor de la justicia y el honor...
Aquí, la justicia y el honor son del que gana. El que gana es el Rey y el que pierde no es más que un ladrón. Ahora los dos vais a morir ante mí. Y cómo veo que tienes prisa por morir, tú serás el primero.
Así que aprovecha lo que te queda de vida, para recordar lo que has hecho, grandioso "Héroe de la justicia". No olvides que si el Humano hubiese muerto antes que tú, toda tu Raza tendría mejor posición tanto en el Evento Universal, como en el éxodo a los mundos inferiores que ha sido anunciado por la Égida. ¿Dónde está tu honor ahora? JAJAJAJAJAJA...
Preguntó el Commander Herensuge riendo maliciosamente.
El Dragon Herensuge no perdió más tiempo en ridiculizar al Canidae. Comenzó a formar una esfera de fuego en sus fauces, mientras sostenía al Capitán Canem con la pata que presionaba su pecho.
A pesar de que el Capitán Canem sabía que el Commander Herensuge solo quería ridiculizarlo, no era estúpido y sabía que había una gran verdad en lo que dijo el Dragon.
Este pensaba que quizás su pueblo, no entendería por qué decidió ayudar al Humano. Debió dejarlo a su suerte, e intentar conseguir mejor plaza para los suyos, de cara al éxodo masivo que se hará de la Patnali, a los mundos inferiores.
Pero su propia manera de ser, le impedía hacer las cosas así. Si su gente vio cómo se burlaban del Humano a pesar de su valentía, seguro que entienden por qué dio la cara por él. ¿O pensarán que, es parte del evento y que no valía la pena? Ya no sabía si había hecho bien. No por él, si no por lo que su pueblo pensara.
El Dragon Herensuge reía sin parar mientras formaba la esfera. Se divertía tanto que cuando vio llegar a Inum, apenas pudo reaccionar.
El Humano Inum, el cual estaba visiblemente dañado por la feroz mordedura de Herensuge, lanzó una valiente estocada al Commander Herensuge con su lanza.
El Dragon apenas pudo reaccionar y al moverse, la lanza se le clavó en su ojo derecho.
- ¡RROOOOOOAAAAAARRR...!
El Commander Herensuge, emitió un potente rugido de dolor y furia y dio varios pasos hacia un lado.
- ¿Estás bien, amigo Canem?
Le preguntó Inum ofreciéndole su mano al Capitán Canem para ayudarle a levantarse, con un evidente gesto de preocupación.
- Creo que sí, amigo Inum.
Respondió Canem, cogiendo la mano de su nuevo amigo y se levantó con cierta dificultad, aunque con mucha alegría. Pues ahora estaba seguro de que había hecho bien. Ya que su gesto fue correspondido y con ello, se sentía satisfecho de haber hecho lo que a su parecer, era lo correcto.
Mientras uno se alegraba de la aparición de Inum, el otro maldecía. El Commander Herensuge estaba furioso. El apestoso y cobarde humano le había dejado ciego de un ojo. Eso era algo imperdonable. Estaba enloqueciendo de odio.
- ¡Prepárate amigo! Estamos a punto de sufrir la ira del Dragon Herensuge.
Advirtió el Capitán Canem, mirando al Humano Inum. Negando con la cabeza sonriendo, al ver la pose de combate de su compañero de batalla, que había perdido su lanza y quería pelear con los puños.
Canem creó una 'Lanza Espectral' y se la dio a Inum.
- Inum, coge esta lanza de Energía Espectral que está entre mis manos.
Indicó el Canidae, mientras extendía su mano.
Inum, miró un poco extrañado al Capitán Canem, no veía ninguna lanza, pero su amigo aseguraba que había una y fijándose bien, parecía que había cierta distorsión, apenas discernible para sus ojos.
El Humano extendió su mano y toco algo semejante a un denso y pesado fluido. Pero al mismo tiempo notaba que el fluir, no goteaba ni perdía su forma, era un fluir sólido. Era extraño, pero ahora tenía un arma.
- ¡Sí! Gracias Canem, ahora sí estoy preparado.
Afirmó Inum contento, mientras cogía la lanza.
- Energía Espectral, que fluyes con fuerza y rectitud, entre la opuesta dualidad y te eriges con solidez, en contra de las egoístas ambiciones de nuestros enemigos, acudo a tu incomparable Poder. Da forma a una imparable y devastadora multitud de lanzas de Energía y guíalas con fuerza y determinación, hasta aplastar la osadía de nuestros adversarios...
Un total de ocho lanzas fueron creadas por el Capitán Canem y fueron reforzadas con un 'Cántico'.
El Capitán Canem no tenía un mal nivel de Poder Espiritual, sin embargo no era tan bueno creando objetos de Energía, pero a pesar de que el número de 'Lanzas Espectrales' creadas no era muy elevado, al menos se veían densas y fuertes.
El Commander Herensuge los observaba furioso, mientras conjuraba un Hechizo.
- Señor del Fuego, el elemento más destructivo de la creación e implacable purificador de mundos. Este devoto siervo, solicita la enormidad de tu Poder. Da forma a una concentrada y desbordante corriente ígnea y que, con tu ardiente poder, desintegre a todos aquellos que osan enfrentarme...
¡Aliento de Fuego!
Una enorme ráfaga de fuego, salió de las fauces del Dragon Herensuge, como si fuera un potente lanzallamas.
El Humano Inum y el Canidae Canem corrían cada uno hacia un lado, dando un amplio rodeo, para colocar al Commander Herensuge entre ellos.
La llamarada, perseguía al Capitán Canem. Que se puso a cuatro patas para huir más veloz. Con ocho 'Lanzas Espectrales', flotando sobre él.
Inum aprovechó que se ubicó a la espalda del Dragon y le lanzó con fuerza la 'Lanza de Energía' que hizo Canem, siendo esta clavada en el muslo de su pata izquierda.
- ¡RROOOOOOAAAAAARRR...!
Rugió Herensuge, dejando de soplar su 'Aliento de Fuego', justo cuando estaba por alcanzar al Capitán Canem. El cual, siguió corriendo haciendo el rodeo, se incorporó y lanzó las ocho lanzas al unísono.
- ¡Oleada de Lanzas Espectrales!
Gritó el Capitán Canem al lanzarlas.
Las ocho 'lanzas de Energía', se dirigieron hacia el Commander Herensuge que al darse cuenta, se cubría con su ala mientras esquivaba hacia un lado.
Ciertamente pudo esquivar varias lanzas, pero tres 'Lanzas Espectrales' se clavaron en su pata y dos de ellas le atravesaron el ala, clavándose en sus costillas y pecho.
- ¡RROOOOOOAAAAAARRR...!
El Dragon Herensuge, volvió a rugir de dolor y con los ojos inyectados en sangre, emanó su Poder Espiritual y tras potenciar su cuerpo, contratacó encolerizado, lanzándose a la carrera contra el Capitán Canem. El cual estaba sorprendido, de la rapidez con la que había contratacado su adversario.
El Dragon, cargó contra el Canidae, que intentó cogerlo de las fauces con sus fuertes garras, pero con la poderosa fuerza con la que cargaba el Commander Herensuge, no pudo pararlo y este clavó sus fauces en la garganta y parte de la cabeza del Capitán Canem.
Inum, corrió furioso para salvar a su amigo. El Commander Herensuge se giró y lo golpeó con la cola con mucha fuerza haciendo que Inum se empotrara en el suelo. El Humano yacía aturdido, con varias costillas machacadas por la enorme fuerza del Dragon, que ahora sí estaba usando su Poder Espiritual.
El Dragon Herensuge, arrojó el cuerpo sin vida de Canem a la Arena mientras rugía furioso y las Lanzas Espectrales alojadas en su cuerpo, se desfragmentaron y se esparcieron en el aire.
Inum, miraba el cuerpo sin vida de su amigo y compañero de batalla. Estaba afligido por su muerte, pero su desánimo no le duraría mucho tiempo, el mismo destino le aguardaba.
EL Commander Herensuge lo miraba con sus rojos ojos sedientos de sangre. Tosía sangre y se agarraba el costado, ya que una lanza se le incrustó en las costillas y le perforó un pulmón. Le costaba respirar, pero no caería sin matar a Inum, que permanecía en el suelo, intentando incorporarse.
Herensuge se acercó a Inum y con sus mandíbulas le arrancó la cabeza, sin que Inum pudiera hacer nada.
El Dragon Herensuge, cayó al suelo, mientras seguía tosiendo sangre. Apenas podía respirar. No quedaba apenas tiempo para que sus pulmones estuvieran completamente encharcados de sangre.
Ese maldito Humano y su amigo el perro lograron dejarle en ese estado. Si tan solo hubiese usado su Poder Espiritual desde el principio, no se encontraría en esa situación, pero ese fue el precio a pagar por menospreciar a sus adversarios.
- ¡A...ban...dono!
Gritó el Commander Herensuge, muerto de la vergüenza.
- El Dragon Herensuge, ha abandonado. Id a atender sus heridas.
Ordenó el Égida Serusec a los Entes y Elementales de Vida, que estaban con él...