Narro Yo
Un pelinegro estaba pensando en cosas hasta que un Haku-Joudai le aviso sobre algo que lo hizo asustarse.
-Hanako: Tsukasa... joven!!!
-Kou: qué pasa Hanako?
-Hanako: sabes donde está tu hermano?!
-Kou: lo vieron pasar por el club de radio por qué lo pregun-
-Hanako: no hay tiempo para explicaciones, acompáñame!-el pelinegro se llevó al rubio a rastras.
-Nene: niñas ya casi...-la albina tenía raspones en su cuerpo y dificultad para respirar al igual que las pequeñas, las tomó de las manos y siguieron caminando, ya estaban por llegar a la salida y escucharon bocinas, al salir vieron una ambulancia y a mucha gente, pero no vieron a Amaya ni al padre de la albina y mucho menos a la madre de las gemelas.
Narro Yo
La pelinegra iba caminando mareada por el fuego, hasta que no pudo más, se fue hacia el lado y se pegó fuerte en la cabeza con la pared y su cabeza había empezado a sangrar.
-Tsukasa: (espérame princesa!!!)
-Lilia: Tsukasa cuidado!!!
El chico esquivo los ataques del rubio, Tsukasa si que lo quería matar.
-Kou: Teru-nii detente!!-se lanzó sobre el.
-Teru: qué haces Kou?!
Tsukasa cayó de rodillas agotado y Lilia se había desmayado.
-Hanako: Tsukasa!!!-se acercó a él-reacciona!! Amaya está en peligro!!!
Por suerte el padre de la albina la había salvado, pero tenía heridas graves.
Se llevaron a Amaya al hospital mientras unas enfermeras curaban a la chicas.
-Nori: (perdóname Kanao... no pude protegerte... no te preocupes desde ahora yo cuidaré a Amaya...)
La pelinegra descansaba en una camilla, muy herida, los doctores la trataron y le dijeron al mayor que por suerte no había muerto.
Horas después la albina entró hacia la habitación donde estaba la pelinegra, vio que tenía vendas en su cuerpo y cabeza también tenía máquinas conectadas a ella.
Tomó una silla y se sentó cerca de la pelinegra, estaba cansada pero no le importaba.
-Nene: (cómo pudo pasar esto...)-pensó la albina.
Luego apareció su padre y le dijo que la acompañara a comer algo, cuando salió un espectro apareció dándole un beso en la frente de la pelinegra.
-Tsukasa: perdóname princesa...
Pero rápidamente la puerta se abrió dejando ver una albina con un café en sus manos.
Tsukasa la miro con unos ojos oscuros y ella soltó el café asustada.
-Nene: Ts-Tsukasa-Kun?!
-Tsukasa: que no te enseñaron a tocar primero...
Luego la pelinegra empezó a despertar.
-Amaya: mmmm... donde estoy??-se sentó.
-Tsukasa: princesa!!!-sus ojos volvieron a su color-despertaste!!!-la abrazo.
La albina no entendía nada sobre lo que estaba pasando, su mente estaba en blanco.
El pelinegro dejó de abrazar a la pelinegra esperando algún mimo por el estilo, pero nunca llegó... la oji-verde con una sonrisa en su rostro dijo.
-Amaya: ¿Quién eres tú?
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¡Hola! Este es el ¿Final? No no... todavía quedan caps, eso es todo por hoy espero que les haya gustado ahora si.
Adiós!!!
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