Narro Yo
Un pelinegro se encontraba observando a la oji-verde, con unos ojos oscuros.
-Tsukasa: mmmm... princesa.... en donde estabas...??-preguntó.
-Amaya: (rayos! Está molesto!)-pensó la fémina-estaba en casa de un amigo.
-Tsukasa: oh....-cerró los ojos, y luego los abrió y dijo-pero tenía que ser un exorcista...-sus ojos habían cambiado a un tono oscuro.
-Amaya: exorcista??? De qué estás habla-no puedo decir nada ya que ahora el espectro estaba cerca de su rostro.
-Tsukasa: ahora me va a decir que no lo sabías...-iba a tocar a la chica pero.
-Amaya: detente!!-gritó y pequeños destellos salieron del collar haciendo que el espectro saliera volando-que ibas a hacerme-dijo enojada pero igual estaba asustada.
-Tsukasa: ...-miro el collar de la pelinegra-¿Ella te lo dio?-preguntó aun los los ojos oscuros.
-Amaya: ¿?
Rápidamente el pelinegro agarro el collar, pero sus manos empezaron a quemarse.
-Amaya: h-hey!!
-Tsukasa: no te muevas...-rompió el collar.
-Amaya: ah!-sintió como algo la agarraba de las manos y de las piernas-!!!
-Tsukasa: esto será un pequeño castigo...
-Amaya: que?!-estaba atada con cadenas-suéltame!
-Tsukasa: ...-noto que sus manos y piernas estaban con vendajes.
La pelinegra vio a Tsukasa y dijo.
-Amaya: quieres saber lo que me paso...?
-Tsukasa: ....no...-desapareció de la habitación.
-Amaya: lo sabia.... a nadie le importo....-se arrodillo.
-Kanao: Amaya-Chan? Estás aquí?-tocó la puerta.
-Amaya: ......
-Kanao: (se que esta allá dentro..)-se fue.
La pelinegra estuvo pensando hasta que lágrimas salieron de sus ojos.
-Amaya: estar aquí nunca fue mi deseo... desearía estar con ustedes....-se quedó dormida.
-Tsukasa: se que ese no es tu deseo...-apareció a su lado-hago esto por tu bien... no debes confiar en ella ni en otra persona... solo debes confiar en mi.
La pelinegra soltó una risita y abrió los ojos.
-Amaya: eso es lo que hago-le dio una sonrisa.
-Tsukasa: !!!!! Cuanto tiempo llevas despierta??
-Amaya: en realidad no estaba durmiendo... pero estar amarrada me incómoda..
-Tsukasa: ese es tu castigo... ~o quería que fuera otro~-dijo coqueto.
-Amaya: ahora que lo dices prefiero este-dijo nerviosa.
La pelinegra empezó a moverse pero su falda se le levantó un poco, luego unas cadenas aparecieron en su cintura y cerca de sus pechos.
-Tsukasa: ~creo que lo disfrutaré~-veía cómo las cadenas apretaban más a la fémina.
-Amaya: mmmgggg! Ahhhh!
-Tsukasa: ~me gustaría que dijeras mi nombre~
Las cadenas se empezaron a mover por el cuerpo de la pelinegra.
-Amaya: ~Tsukasa!!~-estaba avergonzada.
Las cadenas siguieron moviéndose, haciendo que la pelinegra soltaras leves gemidos.
-Amaya: ~Tsu-Tsukasa~ mmm~
Pasaron las horas, y la pelinegra ya estaba cansada y mojada.
-Amaya: p-para... esas cadenas pasaron por donde no debían-dijo roja.
-Tsukasa: sabes algo... ~me aguante las ganas~-lamió su colmillo.
-Amaya: T-Tsukasa no...
-Tsukasa: te daré un respiro-las cadenas la soltaron.
-Amaya: (al fin...) me iré a bañar...-se paró y camino al baño-no me sigas....-lo miro y siguió
-Tsukasa: auw-hizo puchero.
La pelinegra salió del baño con su pijama dispuesta a dormir.
-Amaya: (Tsukasa??) ven Tsukasa...-dijo para sentarse en su cama.
-Tsukasa: yay!!!!-salto hacia la pelinegra y la abrazó.
-Amaya: auch..
El pelinegro acosto a la pelinegra y el también se acosto a su lado, noto que ya se había quedado dormida, acarició la cabeza de la pelinegra y tiempo después el también se quedó dormido.
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¡Hola! Espero que les haya gustado el capituló, ¡cuídense! Y sin nada más que decir.
Adiós!!!
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