Download Chereads APP
Chereads App StoreGoogle Play
Chereads

A sus pies mi señor

🇪🇸ncaballerogi2
--
chs / week
--
NOT RATINGS
1.9k
Views
Synopsis
Nuestra joven protagonista vive entre dos mundos. Por un lado trabajadora de una de las editoriales más exitosas de todo el país, una chica sencilla, elegante, muy profesional y que intenta no llamar mucho la atención. Por otro lado una de las dominatrix más famosas y veneradas de la ciudad. Pese a ser switch y admitir comportamientos sumisos prefiere la dominancia de mujeres, cosa que demuestra cada vez que puede. En ese otro mundo una mujer esbelta, alta, con un cuerpazo y un pelo caoba de revista. Una mujer fuerte segura y peligrosamente sexy. No obstante que pasa cuando esos dos mundos se mezclan? Será el pelirrojo lo que ella buscaba? Tendrá una vida oculta?

Table of contents

VIEW MORE

Chapter 1 - capitulo I

Tras una dura semana de trabajo por fin había llegado el momento de descansar y relajarse. Era viernes y apenas me quedaban un par de horas para acabar mi jornada laboral y poder tomarme mi merecido descanso. Trabajaba en una de las editoriales más importantes del país como jefa de departamento y aunque era bien respetada por mis compañeros y subordinados, a veces más bien parecía la secretaria del director. Él era un hombre alto, bastante joven, corpulento. Tenía el pelo rojizo y unos ojos grisáceos que mojaban las bragas de todas las de la empresa. A mí por supuesto me llamaban la atención, pero mi jefe era demasiado simple como para cumplir con mis requisitos. Era un hombre muy frío y reservado y parecía estar enfadado con el mundo. Pesé a que todas las chicas le iban detrás el jamás mostró ningún tipo de interés al respecto y yo misma muchas veces bromeaba con que fuera gay. Ensimismada en mis pensamientos como estaba no pude evitarme reír al recordar la cara de aquellas muchachas despechadas y era tal mi nivel de abstracción que no me di cuenta de lo que me esperaba.

- Señorita Alice, me alegra saber que tu trabajo te resulta tan divertido, creo que debería premiarte por ello. _Al decir eso me dejó un bloque de manuscritos encima de mi mesa, tan denso que mi cara palideció de golpe_ No marches hasta que estén terminados y cuando acabes te quiero en mi oficina.

- Sí señor, disculpe.

Tras esas palabras me miró por encima del hombro y se fue de nuevo a su despacho a perderse en el mundo del papeleo editorial. Mascullé groserías, cabreada porque ese capullo acababa de joderme mi viernes. Decidí que no iba a permitírselo que si quería joder a alguien que se buscara a otra pero yo iba a tener mis días libres. Me puse manos a la obra y trabajé a contrarreloj para acabar con todo aquello lo antes posible. Vi a mis compañeros marchar observándome con cara de pena pero yo no daba ápice de ella y seguí trabajando arduamente. Terminé media hora después de que todos marcharan, media hora después de que finalizara mi jornada laboral. Encaminé mis pasos, manuscritos en mano, hacia el despacho del director y toqué la puerta con sutileza. Él me indicó que pasara y así lo hice.

-Aquí tiene señor los manuscritos que me entregó antes y los informes pertinentes.

- Señorita Alice, si la he llamado es por el incidente anterior. Usted es una de mis mejores trabajadoras y se que es la más eficiente de toda la compañía, pero eso no le permite comportarse de forma tan banal en la empresa. ¿Entiende?

-Sí señor lo lamento mucho.

-Esta bien espero que no vuelva a ocurrir. _se acercó lentamente a mí dejándome entre él y la puerta, mirándome desafiante_ Yo las malas actitudes las castigo. ¿He sido claro? _dijo mirándome de arriba a abajo para de nuevo darme esa mirada de desafío_

-Sí señor, lo lamento. _trague duro. Eso sin lugar a dudas me había puesto nerviosa. En comparación yo era delgada de cuerpo fino y altura estándar. Usaba un traje de dos piezas de mujer y unos tacones pequeños bastante discretos. Mi cabello caoba y mis ojos azules causaban estragos, pero a él parecía no impactarle y me hizo sentir más pequeña a su lado de lo que ya era. Su mirada quemaba nunca le había visto usar algo así. Necesitaba irme_

- Esta bien ya puede marchar.

Tan pronto como dijo eso, me despedí de él y hui de allí. Cogí mi bolso y mi chaqueta y marché hacia el parking para buscar mi coche. Me subí en el y empecé a conducir a gran velocidad para llegar a mi casa. Estaba cabreada y muy desconcertada, no entendía que había sido esa actitud.

Al llegar aparqué el coche, salí de el bolso en mano y me metí en casa. Me saqué los zapatos, me deshice del pantalón, me quité la chaqueta y arrojé la camisa al sofá. Después cogí la comida que había preparado por la mañana y la calenté en el microondas para sentarme a comer en el sofá mientras comía tranquila. Cambiaba de canales desconcentrada y estaba cabreada así que decidí darme una ducha para relajarme. Dejé el plato en la encimera y fui hacia el baño, donde tenía mis queridos bebes esperándome. Encendí el agua caliente puse un poco de jabón y espere a que surgiera efecto la magia. Con la bañera ya prepara hice uso de mis tan queridos bebes. Saqué un dildo de aproximadamente unos 50 cm y un plug anal de 15 cm de largo y 6 cm de ancho. Cuando mi piel entró en contacto con el agua, introduje ambos objetos en mi interior y empecé a darme el amor que tanto necesitaba. Sentía mis paredes estirarse por tan magníficos tamaños y es que mis dos nuevas adquisiciones me hacían sentir completamente llena. Al principio jugaba lentamente con ellos sin prisa con delicadeza, pero al tiempo y con mi necesidad en aumento empecé a masturbarme frenéticamente, con el éxtasi palpable recorriendo mis venas. Finalicé en un estruendoso clímax, seguido de muchos otros, que me dejaron en las nubes y proseguí el baño más relajadamente. Tras dar por concluido el baño salí, me sequé y me puse un camisón suelto para ir de nuevo al sofá esta vez para contentarme con el gozo de la lectura. Me sumergí en la historia y es que pese a haber trabajado arduamente con manuscritos hacía menos de tres horas, admiraba la literatura y arte de la narración escrita. Estaba tan concentrada que me costó darme cuenta de la vibración de mi teléfono, que al parecer llevaba rato así. Lo cogí para ver que ocurría y observé que era Kate la que me escribía incesantemente.

-"Alice tengo noticias"

- "Alice!"

- "Contesta"

-¿Estas ahí?"

Sonreí al ver su persistencia, realmente debía tener noticias importantes. Kate había sido mi sumisa durante varios años cuando empecé la carrera y ella sabía a ciencia cierta que no debía bombardearla con mensajes a menos que fuera muy importante.

- "¿Qué ocurre Kate va todo bien?

- "Estaba en la ducha ya sabes que no me gusta que me bombardees a mensajes...."

- "P-perdón debí recordar tu rutina de los viernes" _escribió con emoticonos sonrojados_"

- Esta bien da igual. ¿Qué noticias tienes?

- Esta noche se hará el debut de un nuevo local de bdsm en la ciudad, dicen que tiene las mejores salas y la mejor clientela de la zona. ¿Irás?

- Uno nuevo eh? Claro no me lo perdería por nada del mundo. _Dije maliciosa_ Iras con Jeff no? _refiriéndome a su nuevo amo_

-Sí obvio.

-Esta bien te veo allí mándame la ubicación y la hora.

- ¡Bien! Allí nos vemos. Bye!

- Bye!

Poco después Kate me envió la dirección y pude ver que el debut empezaba a las 11 de la noche. Era buena hora, ni demasiado pronto ni demasiado tarde y tenía tiempo suficiente para arreglarme. Con eso en mente me vestí de nuevo con unos jeans y una camisa escotada y me fui a una de mis tiendas favoritas a comprar algunos artículos que necesitaría para esa noche. Al llegar me atendieron en seguida pues era una de las mejores clientes que tenían. Allí compré un bastón de mando retráctil, un látigo de cuero nuevo y una de las nuevas esposas de inmovilidad. También y para terminar recogí el encargo que había hecho semanas atrás. Era un antifaz negro con bordes de oro y plata y algún zafiro incrustado, era una obra única y llevaba mi nombre de dominatrix inscrito en el, sencillamente una maravilla. Pagué complacida por las cosas que había adquirido y regresé a casa para prepararme. Cené algo ligero no muy pesado y me dirigí a arreglarme como era debido. Me puse un conjunto negro de encaje con unas ligas a juego, me coloqué un vestido corto y ceñido de color rojo, unos tacones negros de aguja de varios centímetros y pinté mis labios de rojo intenso. Peiné mis rizos y me dejé el cabello suelto y para terminar me puse el antifaz que había hecho diseñar para mí. Cogí mi bolso, las llaves del coche y me subí a el, conectando el GPS para llegar a mi destino correctamente. Iba bien de tiempo, llegaría puntual tal y como me gustaba, perfecto. Estacioné el coche en la puerta del local y dejé que el chico se lo llevara al aparcamiento. Esperé a Kate largo rato pero al no verla decidí entrar por mí cuenta. Era un sitio espectacular, habían un montón de salas distintas y la dominancia del lugar infundía un gran respeto al igual que se sentía lo elegante que era. La mayoría de nosotros íbamos con máscaras y casi no se nos reconocía lo cual se hacía más fácil la caza. Me encamine hacia la barra y pedí una copa de whisky al camarero. El muchacho lucia un apretado tanga negro que se tapaba con el delantal que llevaba puesto y un collar de cuero rodeándole el cuello. Me sirvió la copa algo tímido supongo que reconoció mi firma personal. La verdad era un muchacho bastante mono y sería buena caza para pasar la noche. Tontee un rato con él hasta que empezó el primer espectaculo de la noche. Al escenario de sesiones, subió un hombre algo y bastante musculado de pelo rojizo a quién distinguí como el director del local. Pensaba que diría unas palabras pero mi reacción fue de sorpresa cuando le vi subir a una sumisa al escenario. Él haría el primer espectaculo. Quedé tan impactada por la sesión que prácticamente olvidé al camarero, solo podía observar al pelirrojo.... No sé en qué momento acabaron pero yo sentía un creciente deseo de jugar. Me giré hacia el camarero de nuevo, algo frustrada y le pedí una copa. El me sonrió tímido y sonrojado pero su cara cambió de repente a una nerviosa y con algo de miedo. Tras eso sentí una fuerte presencia acercarse a nosotros y noté al muchacho temblar levemente.

- Disfrutó del espectáculo señorita? No pude evitar notar su mirada en la sesión.

Me giré levemente y me encontré con el pelirrojo mirándome detenidamente con esos ojos grisáceos clavándose en mí. Tenía que controlar los nervios

- Sí lo cierto es que disfrute bastante. Tienes una sumisa hermosa.

- Me alegra que le gustará. Una mujer tan recatada debería hablar con respeto a sus superiores. _dijo con algo de desagrado y ¿Desafío?

- Superior? Creo que no sabe con quién habla señor. _dije con el mismo tono desafiante_

- No, no tengo el honor pero si me acompaña me encantaría saberlo...

Hizo ademán de llevarme a otro lugar, supuse que a una sala privada y algo nerviosa acepté pues tenía que hacer respetar mi nombre. Sabía que eso no iba a acabar ahí y ese pelirrojo me traería problemas....

....................................

Hasta aquí el capítulo.

Que creéis que pasará?

Quién será el pelirrojo?