Chapter 2 - 01

No se quien eres, nunca antes te había visto, tampoco se si eres real. ¿Porqué apareces en mis sueños cada vez que tengo un mal día? llego del instituto después de tener que aguantar burlas sobre mi familia, no tenemos una situación económica buena y la gente aprovecha eso para meterse conmigo o hacerme la vida imposible.

Cuando llego a casa lo primero que hago es tirar la mochila al suelo de mi habitación para luego tumbarme y dormir, no soy muy fan de dormir pero desde que tengo sueños extraños en lo que tú apareces no puedo evitar tener las ganas de querer dormir durante días para saber exactamente quien eres y porque apareces en mis sueños.

Cierro los ojos y ahí estas, intento alcanzarte pero cada vez que siento que voy a poder tocarte el hombro para que te des la vuelta y poder ver tu rostro resulta que estás aún más lejos. Voy andando por la ciudad ¿que ciudad es esta? ni siquiera se en donde se supone que estoy.

¿Desde cuando los sueños parecen tan reales? el ruido de los coches, la luz del sol, el sonido de los pasos de la gente... no parece un sueño, pero se supone que lo es. Estaba tan distraída que no me di cuenta y choqué con alguien.

–P-erdón...–dije agachando la cabeza. Me estaba muriendo de vergüenza, ¿porque pedía perdón a esa persona si estaba soñando? daba igual lo que dijera, era simplemente un sueño.

-No te preocupes, para la próxima deberías tener más cuidado o estropearás tu bello rostro.–que voz tan suave y cálida tenía aquella persona.

Levanté la vista y encontré aquella misteriosa mirada que llevaba buscando durante días, ojos marrones claritos tan brillantes como el sol que iluminaba esta misteriosa ciudad y ese misterioso chico.

Aquel chico se dio la vuelta y estaba a punto de irse pero instintivamente le agarre de la muñeca y se giró sonriendo.

–¿C-omo te llamas?- apenas me salían las palabras.

-Watashi wa Dazai Osamudes.–dijo cogiendo mi mano y depositándole un leve beso.

Así que se llama Dazai, no me sonaba haberlo visto a lo largo de mi vida, sin embargo sentía que tenía que seguirlo. ¿Debería arriesgarme sabiendo que se trata de un simple sueño?