Capítulo 30: Reunión secreta.
Nota: En Cuba, la expresión ''coger un diez´´ significa tomar un respiro, descansar un momento básicamente. ''Il Carcerieri'' e ''imprigionalo'' son palabras en italiano que significan ''El Carcelero'' y ''aprisiónalo'' respectivamente.
Ring, ring.
Jotaro: ¿Oigo?-Dijo al contestar el celular.
???: Buenas tardes de nuevo señor Jotaro, soy yo, Jaime.-Dijo al otro lado de la línea
Jotaro: Buenas tardes Jaime, ¿qué quieres?
Jaime: Nada en particular, solo para avisarle de que acabo de derrotar a otro miembro del grupo enemigo.
Jotaro: ¡¿Qué?!
Jaime: Si, parece que me siguió desde que dejamos el apartamento de Pedro. Creo que me siguió a mí por considerarme el más débil y fácil de derrotar, pero le salió el tiro por la culata.-Dijo, omitiendo el detalle de que él mismo decidió enfrentarlo solo en vez de con ayuda pues probablemente Jotaro lo consideraría una decisión estúpida, el mismo lo hacía en cierto modo.- En fin, dado que hay tanto lío con encontrar a sus miembros para atraparles e interrogarles, pensé que te convendría saber esto. Si puedes venir a recogerlo pronto te lo agradecería, el lugar en el que estoy custodiando su cuerpo inconsciente, va a empezar a llenarse de gente dentro de cuarenta minutos más tardar.
Jotaro: Agradezco tu cooperación, pero me temo que yo no podré ir. Actualmente estoy ocupado con otra labor. Pero no te preocupes, contactaré a un miembro de Passione que se encuentra custodiando la zona. Necesito que me digas tu ubicación para decirle adonde ir.
Jaime: Claro, es un establecimiento deportivo al aire libre frente a mi casa llamado Pepe Barriento. Por cierto, ese miembro de Passione, ¿es de confianza?-Preguntó nervioso por el hecho de tener que reunirse con un mafioso italiano, especialmente estando bastante maltratado por el último combate.
Jotaro: Puedes confiar en él, de hecho es con el que me reuní antes de encontrarme contigo hoy. Es uno de los capos, le reconocerás por su vestimenta oscura y su broche de Passione. Por precaución no puedo darte más detalles de su persona, mucho menos decirte su nombre ni el de su stand por teléfono, pero para que sea más fácil corroborar su identidad, utiliza el apodo de Il Carcerieri.
Jaime: Entendido. Gracias por la ayuda.
Jotaro: De nada. Buena suerte y adiós.
Jaime: Adiós.-Dijo y ambos colgaron al mismo tiempo.- Bueno, al menos esto me dará oportunidad para coger un diez.-Dijo y dejó que sus piernas se derrumbaran mientras se recostaba contra la pared, sentándose así apenas a dos metros de distancia del enemigo derrotado.
Acto seguido, Jotaro guardó su celular y sacó un Nokia antiguo de color verde oscuro de su bolsillo, marcó unas teclas y a los pocos segundos de timbre hubo contestación:
???: Buenas señor Kujo, imagino que si me llama ahora es para verificar si tengo más información del enemigo tras haber registrado la casa del usuario que le atacó esta tarde, pero temo decirle que tal no es el caso.
Jotaro: No llamo por eso, más bien por justo lo contrario. Uno de nuestros aliados acaba de vencer a otro miembro de ese grupo y está custodiándolo mientras espera a que alguien vaya a recogerlo. Dada tu habilidad asumí que sería mejor dejarte este trabajo a ti.
???: Esto son buenas noticias. Me encargaré de ello lo más pronto posible, solo dime la dirección y con quien debo reunirme.
Jotaro: La persona con la que debes reunirte es un adolescente de 15 años llamado Jaime Javier Lorenzo López, le reconocerás porque está usando una camisa y pantalón azul, siendo que ese es el uniforme de los estudiantes de preuniversitario y que no hace mucho salió de la escuela. Su stand se llama Last One Standing y es una figura humanoide blanca que usa un gi de artes marciales, sin pelo y sin rasgos faciales aparte de unos cristales purpuras por ojos. La dirección es en la calle Juan Alonso entre la Calzada de Luyanó y la calle Pedro Perna, en un establecimiento deportivo al aire libre llamado Pepe Barriento. Es posible que el lugar empiece a llenarse pronto así es que mejor si llegas lo más pronto posible.
???: -Levantó su muñeca para ver su reloj y la hora en este.- Está a treinta minutos de distancia. Estaré allí en diez.
9 minutos y 37 segundos después:
Un auto se estaba estacionando en frente del Pepe Barriento. De este salieron dos personas que se dispusieron a entrar al establecimiento cuyo guardia en la entrada seguía inconsciente. Una de ellas era un hombre mayor de pelo canoso que usaba un traje de cuerpo completo sin mangas, una corbata, un reloj y un par de mocasines, todo de color negro excepto por el reloj que es plateado, y la otra era un hombre relativamente más joven de pelo corto castaño sujeto en el lateral derecho por una presilla para cabello, con unas gafas, una camisa blanca con diseños de carros que le sobresalía por encima del pantalón beige, una corbata rosada, un reloj rojo y unas sandalias amarillas, dándole la apariencia de un asalariado despreocupado. Jaime les vio entrar y desde una distancia segura gritó mientras se ponía de pie:
Jaime: ¡Alto ahí! Díganme quienes son ustedes.
???: Soy uno de los capos de Passione y vine aquí por encargo del señor Kujo. Me llaman Il Carcerieri,-Dijo el hombre mayor mientras él y el otro sacaban su insignia de Passione de un bolsillo.- pero en vista de que estaremos trabajando juntos, y que ya has ayudando bastante a nuestra organización, puedes llamarme por mi nombre real, Pablo Bocelli.
???: Y yo soy su mano derecha, Andrea Roldán.
Jaime: (Espera, ¿Andrea es nombre de hombre? Bueno, en Rusia Sasha es nombre de hombre, así que quien sabe. ¡Espera, ese no es el punto ahora!) Ya veo. Mi nombre es Jaime Javier Lorenzo López, y este de aquí- Dijo apuntando al cuerpo inconsciente.- es
Pablo: Emilio Romasotti.
Jaime: Ahm, si… ¿cómo lo sabes?
Pablo: Es un contorsionista italiano. Le vi una vez cuando llevé a mi sobrina pequeña al circo por su cumpleaños. No era particularmente famoso pero era bastante bueno en su oficio he de admitir. Hace unos meses se reportó como desaparecido y no se le pudo encontrar hasta hoy. Lo más raro es que, sin contar su flexibilidad casi inhumana, no había nada raro en él, ningún encuentro con organizaciones que quisieran verle desaparecer y, según las personas que le conocieron, no era el tipo de persona que se metería en una pelea, yo mismo no noté en él el aura que suele rodear a las personas así cuando le vi actuar.
Andrea: ¿Crees que le lavaron el cerebro o algo?
Pablo: No descartaría esa opción.
Jaime: De cualquier modo, ¿cómo piensas llevarte a ese tipo de aquí? Te advierto que posee la habilidad más escurridiza que he visto en mi vida. Puede deformar su cuerpo en formas inhumanas y no dudará en escapar en el momento en que despierte. Le apliqué unos puntos de presión para inmovilizarle pero no estoy seguro de que tan efectivo sea eso contra alguien que puede deformar la forma de sus músculos. Honestamente, el único modo que se me ocurre para evitar que escape es encerrarle en un cubo de acero reforzado que no tenga la más mínima abertura, ni siquiera para la entrada del oxígeno, y eso obviamente lo mataría así que no se puede tampoco.
Pablo: Esa ciertamente parece una habilidad díficil de tratar. Por suerte, tratar con su habilidad no representa un problema para mí.-Dijo, y acto seguido, extendió su mano izquierda hacia Emilio y gritó- ¡Locked Away, imprigionalo!
Al decir esto, unas cadenas salieron de su mano y atraparon a Emilio quien se despertó al sentir las cadenas que acababan de ponerle.
Emilio: ¿Q-qué es esto? ¿Quiénes son ustedes bastardos?
Pablo: Nosotros somos el enemigo que quiere respuestas, y tú, amigo mío, eres el prisionero de guerra que nos las va a dar.
Emilio: Eso te crees, ahora mismo saldré de estas cadenas.-Dijo y empezó a forcejear, pero por alguna razón, ni su stand salía ni su cuerpo se había deformado.- ¿Q-qué demonios está pasando aquí? ¡¿Qué me han hecho bastardos?!
Pablo: Dime, ¿alguna vez te has detenido a pensar cómo funcionan los stands?
Emilio: ¿De qué coño estás hablando ahora maldito viejo?
Pablo: Los stands-Habló, ignorando la respuesta de Emilio.- son cúmulos de energía que representan la consciencia del usuario. Cuando un usuario queda inconsciente, especialmente en contra de su voluntad, la energía que compone al stand se reduce a cero, o lo más cercano posible al menos. Estando así de debilitado, estas cadenas que crea mi stand aprisionan al stand dentro del usuario para asegurar que no pueda ser invocado este ni su habilidad.
Emilio: Espera un momento, e-eso significa-Dijo con nerviosismo al empezar a interiorizar en las palabras de Pablo.
Pablo: Así es. Mientras esté atrapado por mis cadenas, un usuario de stand se convierte prácticamente en una persona normal.
Emilio: N-no-no-no-NOOO,-Dijo y empezó a gritar como loco y a luchar más fuertemente contra las cadenas, aunque en vano, pues no solo no podría deshacerse de las cadenas aunque quisiera, sino que gracias a los puntos de presión que le aplicó L.O.S. ni siquiera podía mover su cuerpo de forma adecuada para ello.
Al ver esto, Jaime usó su stand para noquearlo de un golpe a la nuca, más que nada porque aúne estaba enojado con él por lo de antes.
Pablo: Por cierto muchacho, ¿estás seguro de estar bien? Te veo bastante maltratado.
Jaime: Si, un montón de moretones, dos o tres dientes medio sueltos y creo que tengo unas cuantas costillas rotas. Gajes del oficio, sobreviviré, el mayor problema será intentar ocultar esto de mi madre.
Pablo: Sabes, creo que puedo ayudarte con eso.
Jaime: ¿A qué te refieres?
Pablo: No puedo curar tus heridas, pero puedo ayudarte a ocultarlas. Puedo usar mis cadenas para encarcelar el daño dentro de tu cuerpo, de modo que nadie que vea tu superficie pueda darse cuenta de que estás herido. Solo para estar claros, esto no elimina el daño ni el dolor, solo lo oculta. De hecho, la ocultación funcionará tan bien que mientras esté activa tu cuerpo no podrá sanar tus heridas naturalmente.
Jaime: (Ñó, de pinga tener que aguantar esto. Pero bueno, algo es mejor que nada. Mañana puedo encontrarme con Claudia y pedirle que me sane las heridas, lo importante ahora mismo es evitar que mi madre se dé cuenta.) Por favor, hazlo.
Pablo: Bien.-Dijo y lanzó unas cadenas hacia Jaime las cuales, al entrar en contacto con su cuerpo, se desvanecieron junto con los moretones y rasguños sobre las que se colocaron. Acto seguido, cerró su mano y al abrirla apareció una llave.- Toma, aquí tienes la llave para abrir la cerradura en el momento que desees, solo tienes que colocarla frente a tu corazón y girarla.
Jaime: Gracias.-Dijo y cogió la llave.- Sabes, empiezo a entender porque Jotaro te mandó a ti.-Dijo a Pablo.
Pablo: No me subestimes muchacho. Se necesita más que unas cadenas para volverse capo de Passione, especialmente cuando el propio Jefe ha depositado su confianza en ti.
Jaime: No he preguntado hasta ahora porque no quería involucrarme con esto de la mafia, pero llegados a este punto supongo que es demasiado tarde así que preguntaré, ¿cómo es el jefe de Passione?
Andrea: Niño idiota, eso es información confidencial, no puedes simplemente ir preguntando así como así.
Jaime: P-perdón, no sabía. Espera un segundo, ¡¿a quién estás llamando niño?!-Preguntó con enojo porque le llamasen de esa forma.
Pablo: Vamos, no hay necesidad de pelear. Perdona a mi subordinado muchacho, es buena persona, pero a veces es un poco obstinado a la hora de seguir las reglas. Si quieres saber cómo es el Jefe con gusto te lo diré.
Andrea: P-pero señor
Pablo: Sin peros Andrea.-Dijo, cortando a su subordinado en medio de su oración mientras le dirigía una leve mirada que imponía autoridad.- Este muchacho arriesga su vida al ayudarnos sin esperar ni desear nada a cambio, lo menos que podemos hacer es hablarle acerca del hombre al que indirectamente está ayudando.
Jaime: (En realidad, no me importaría si me pagasen por esto, pero considerando que es dinero de la mafia creo que es mejor si me mantengo lejos de eso. Si algún día me descubren, no quiero que la policía halle pruebas que me vinculen directamente con algún crimen que ni siquiera cometí yo.)
Pablo: Si tuviese que describir el mejor rasgo del Jefe en una palabra sería… carismático. Es un hombre capaz, audaz y bondadoso que siempre sabe cuál es la mejor respuesta a cada situación, pero esto sería inútil si no fuera capaz de inspirar a otros a seguirle, a serles fiel y a apostar sus vidas por su sueño, no por la determinación del Jefe, sino por la que cada uno guarda dentro de su propio corazón, y en ese aspecto puedo garantizar que no hay nadie mejor que GioGio para ello. Su aura es casi divina y cada palabra de su boca lo llena a uno de esperanza.
Jaime: Vaya, parece que le tienes en alta estima.
Pablo: Así es. No siento nada por ese hombre más que confianza y respeto absoluto.
Jaime: (Wow, nunca había visto a nadie así de emotivo.) ¿Realmente lo que dijiste basta que confíes en él a tal grado o hay alguna razón en específico?
Pablo: No sé si eres perspicaz o simplemente curioso, pero tienes razón, tengo un motivo para seguirle, pero eso si acaso será otro día, según tengo entendido no podemos permitirnos perder tiempo aquí.
Jaime: ¡Ah cierto!-Gritó, viniendo a acordarse ahora de que en poco el lugar estaría llenándose con personas.
Mientras salían del lugar, con Last One Standing arrastrando a Emilio de un modo que para las personas normales pudiese parecer que se estaba moviendo por sí mismo (aunque quizás algo borracho), Andrea le dijo a Jaime:
Andrea: Ah, casi se me olvida, toma esto.-Dijo y le lanzó un objeto pequeño.
Jaime: ¡Ah!-Gritó por el objeto que acababan de lanzarle, no porque temía que le diesen, sino porque temía no agarrarlo a tiempo y que se cayese. Por suerte, no se cayó.- (Uf, menos mal que lo agarré a tiempo. ¿Qué es por cierto?)
Al tener el objeto en sus manos, Jaime lo revisó y en unos segundos tuvo una descripción completa de este. Era un Nokia antiguo de color verde oscuro con una especie de calcomanía con las letras LP en la parte de atrás. Sin embargo, esto solo a Jaime con más dudas.
Jaime: Ahm, ¿por qué me das un Nokia?
Andrea: No es simplemente un Nokia, es mi stand.
Jaime: ¡¿Qué?!-Gritó por la sorpresa y, guiado por la misma, volvió a echar una ojeada al Nokia, pero no logró encontrar nada en particular, y eso solo lo hizo dudar más.- ¿Estás seguro? Se mire como se mire esto tiene una presencia física normal, podría verlo y tocarlo incluso si no fuera un usuario de stand.
Andrea: ¿Realmente estás dudando si estoy seguro de MI PROPIO STAND?-Preguntó con cierta molestia y Jaime se dio cuenta de que lo que dijo pudo haber estado mal.- Existen algunos stands cuyas características específicas les permiten ser vistos por personas normales. Ese es también el caso de mi Linkin Park.
Jaime: Y-ya veo.-Dijo al recordar que en una ocasión Jotaro también le habló de este tipo de stands, solo que se había olvidado al no haber visto ninguno antes.- Pero entonces, ¿estás seguro de querer darme tu stand? ¿No lo necesitarías tú mismo?
Andrea: No te preocupes, puedo crear tantos como sea necesarios.
Jaime: ¿Qué? ¿Eso se puede?
Andrea: ¿Quisieras parar de atosigarme con preguntas por un momento para que así pueda explicarte y así no tengas que estar atosigándome con preguntas?-Dijo conteniendo su irritación lo mejor posible, pero dejando salir la suficiente para que Jaime le respondiese lo que respondió.
Jaime: S-si por supuesto.
Andrea: Mi stand es del tipo de control remoto, no tiene ninguna capacidad ofensiva o defensiva y solo puede usarse para llamadas y mensajes. Sin embargo, estas llamadas no pueden ser interferidas por ningún tipo de sistema haciéndolas perfectas para compartir información o comunicarse en secreto. También tiene una función que permite rastrear a cualquiera que esté listado en tus contactos del teléfono. Dado que un dispositivo de comunicación no sirve si eres el único que lo posee, puedo crear tantos como sea necesarios. No obstante, cada persona solo puede tener uno a la vez incluyéndome y solo puedes usarlo para comunicarte con otros Linkin Parks. Te preparé ya este Nokia con los contactos nuestros-Dijo apuntando a sí mismo y a Pablo.- y el de Jotaro.
Jaime: Ya veo. ¿Y qué pasa si hay un Nokia que le pertenece a alguien más pero yo se lo estoy guardando por el momento?
Andrea: No podrías usarlo, pero podrías tocarlo y trasladarlo.
Jaime: Un momento, dices que no se pueden usar los que no te pertenecen, pero antes de eso dijiste que agregaste contactos al mío.
Andrea: Al ser yo el usuario, tengo permiso especial para verificar y alterar los datos. Aún así, no puedo usarlos para sus funciones de comunicación y rastreo. ¿A qué vino la pregunta de todos modos?
Jaime: Tengo unos amigos que también son usuarios de stand y que también se han visto envueltos en esta lucha a los que también les convendría tener esto.
Andrea: Bien, ¿cuántos necesitas?
Jaime: Veamos,…-Dijo y empezó a contar con los dedos.- (Están Claudia, Miguel, Kevin y José. ¿Debería incluir también a Frank, Marlon y Roberto quienes realmente no se han involucrado tanto?… Pediré para ellos también por si acaso.) necesitaré siete.
Andrea: Bien, aquí tienes.
Al decir esto, empezó a sacarlos uno por uno de un bolsillo demasiado pequeño para contener tantos mientras los depositaba en la mano de Jaime.
Jaime: (Solavaya, parece un mago sacando conejos de un sombrero.) Gracias.-Dijo una vez los tuvo todos en la mano para, a continuación, meterlos en su mochila.
Andrea: No hay de que, es mi trabajo.
Finalmente, llegaron al auto y L.O.S. colocó a Emilio en uno de los asientos de pasajero mientras que Pablo y Andrea se sentaban adelante. Tras despedirse, Jaime por fin subió a su casa alrededor de las 4:25 PM, inusualmente temprano para alguien que supuestamente debió haber cogido el autobús a las 4, pero no era imposible por lo que su no tendría problemas para explicar su hora de llegada. No es como que en ese momento le importase demasiado de todos modos. Los eventos del día, una carrera contra el tiempo lidiando con proyectiles, un suicidio, una pelea a muerte y un encuentro con la mafia, lo habían agotado física y mentalmente. Subir esos tres pisos de escaleras nunca fue tan pesado para Jaime como en ese momento. Hubo una anoche hace un mes que casi se vuelve ese momento, pero la incertidumbre del momento había sido aplacada por la satisfacción momentánea que todos sobrevivieron, ahora que él era el único que lo experimentó todo sentía el peso caerle encima como un yunque. Ya frente a la puerta del apartamento donde vive, para evitar ningún tipo de sospecha en su madre, usó su stand para aplicarse puntos de presión en el rostro y así, por la siguiente hora, ser físicamente incapaz de mostrar un ceño fruncido o decaído. Una vez preparado (o al menos creyendo estarlo) entró.
Liuba: Hola mi ñiñi, ¿cómo te fue?-Saludó la madre a su hijo desde la cocina,
Jaime: Primero que todo bien, puedes comprobar que hoy tuve suerte en coger la guagua rápido. Segundo que todo, ¿qué es eso de ñiñi? .-Dijo con una expresión de auténtica duda.
Liuba: Sabes que me gusta inventarte apodos locos.-Dijo con una sonrisa risueña que habría tenido más efecto si la hubiese hecho con 30 años menos.
Jaime: Si lo sé, aún me acuerdo de los clásicos como pollito lindo, principipito, bola de sueños, y el clásico de clásicos, arroz frito con mantequilla. Nunca logré entender ese último. (Aunque tampoco es que le viese mucho sentido a los otros de todos modos.)
Liuba: Si te soy sincera yo tampoco. Tal vez es que tenía hambre ese día, ya no me acuerdo.-Dijo con la encogiéndose de hombros, pero con una sonrisa que daba a entender que la situación solo le hacía gracia.
Jaime: Jaja, si eso debe haber sido.
La naturalidad y alegría de esta situación hizo que Jaime se olvidara por un momento de lo que hasta hace poco había estado atormentándole. Por desgracia, darse cuenta de esto solo le hizo acordarse de ello, y al comparar la realidad que solía vivir con la que en realidad estaba viviendo solo aumentó aún más el peso del yunque.
Físicamente era incapaz de demostrarlo, pero la madre que le trajo a este mundo y le crió por 15 años pudo sentir que algo no estaba como siempre con su hijo.
Liuba: Sabes que confío en ti, ¿no?
Jaime: ¿Eh? P-pues claro que si.-Dijo con sorpresa ante las palabras repentinas de su madre.
Liuba: Y sabes que puedes confiar en mí no.
Jaime: Pues sí, ¿en quién más sino?
Liuba: ¿Hay algo que te esté preocupando?
Al instante Jaime se dio cuenta de a dónde estaba yendo esto.
Jaime: (Mierda, sé que ella no sabe, pero presiento que ella presiente. ¿Por qué tenía que ser ella tan buena madre como para saber que algo anda mal con su hijo? Tantos irresponsables por ahí y me tocó la que se preocupa de más.) No es nada en serio, ¿por qué preguntas?-Dijo fingiendo lo mejor posible.
Pero Liuba aún no estaba del todo satisfecha. AL cabo de unos segundos, finalmente dijo:
Liuba: Sabes, recuerdo cuando yo era joven.
Jaime: (¿Eh? ¿A qué viene esto de repente?)
Liuba: Cuando yo tenía tu edad siempre iba de aquí pa´llá con mis amistades. Sé que en este punto de tu vida es importante estar con tus compañeros, tener algo de libertad.
Jaime: Pues si, eso es obvio para cualquiera.-Dijo sin entender a qué se refería su madre.
Liuba: Sabes, lo cierto es que último mes has sido un buen chico, y antes de eso hacía bastante de la última vez que me hiciste preocupar. Creo que ya no tengo de que preocuparme contigo.
Jaime: E-espera, ¿quieres decir-Dijo empezando a entender a qué se refería su madre.
Liuba: Si, ya no estás castigado. A partir de mañana puedes volver a salir con tus amistades.
Jaime: Oh, muchísimas gracias, te quiero.-Dijo y abrazó a su madre.
En realidad, si bien se sentía contento, no se sentía tan contento como estaba mostrando dado lo que había experimentado durante la hora anterior, pero sabía que su madre volvería a sospechar si se mostraba menos contento que esto, así que hizo lo mejor que pudo.
Liuba: Vaya hijo más hipócrita que tengo, solo me muestra cariño cuando hago algo bueno por él.-Dijo con un ligero toque de broma, siendo la parte no bromista del toque lo que hizo sentir nervioso a Jaime.
Jaime: Querida madre, usted me ofende.-Dijo haciéndose el ofendido.- Yo a usted la quiero con la vida y estoy dispuesto a demostrárselo en cualquier momento. El hecho de que las veces que te lo demuestro coinciden con momentos en los que me das un motivo para estar particularmente contento y agradecido con tu persona es pura coincidencia.
Liuba: Si, si, sal de aquí antes de que te de un gaznatón.- Dijo con un ligero toque de broma, siendo la parte no bromista del toque lo que hizo que Jaime obedeciera sin titubear.
Después de unas bastantes horas, finalmente Jaime se fue a la cama.
Jaime: Bien, dulces sueños.-Dijo para sí mismo.
Pero la mente es traicionera y le hizo revisar los hechos del día, especialmente la imagen de un hombre volándose los sesos frente a él.
Jaime: … Espero.-Rezó para sí mismo.
To Be Continued|\|
Nombre del stand: Locked Away.
Nombre del usuario: Pablo Bocelli.
Características del stand:
Fuerza: C Velocidad: C Defensa: C Rango: B Precisión: C Potencial: C
Características de la habilidad:
Fuerza: C-A Velocidad: Instantánea. Defensa: B-(Solo se puede deshacer con llave.) Rango: A Precisión: A Potencial: B
Este stand consiste en unas cadenas que salen de la mano izquierda de su usuario. Este stand, a pesar de no ser particularmente fuerte, solo lo mismo que unas cadenas normales, tiene una habilidad que le permite aprisionar cualquier cosa, desde objetos hasta daño hasta recuerdos. Si un stand tiene su nivel de energía al mínimo puede, Locked Away podrá aprisionar incluso al propio stand. Las cadenas, una vez son colocadas en un objetivo: no se pueden romper a menos que el nivel de prioridad que se le puso a las cadenas sea bajo; solo serán tangibles y/o visibles si el usuario lo decide; no desaparecerán ni se podrán abrir a menos que se use la llave de la cadena en cuestión, incluso si el usuario muere la cadena seguirá ahí pero la llave habrá muerto junto con este.
Nombre del stand: Linkin Park.
Nombre del usuario: Andrea Roldán.
Características del stand:
Fuerza: D Velocidad: Ninguna Defensa: B Rango: Infinito Precisión: Ninguna Potencial: D
Características de la habilidad:
Fuerza: A Velocidad: A-(Las ondas de radio que transmiten la señal.) Defensa: A-(Imposible de interferir con la señal.) Rango: A Precisión: A Potencial: A
Este stand se manifiesta como una especie de Nokias antiguos que pueden comunicarse entre sí de forma 100% efectiva sin posibilidad de que alguien interfiera en la señal. El propio usuario actúa como antena para las ondas de radio, por lo que si muere, incluso si el stand sigue existiendo, se volvería inservible.