Cerca de la una de la mañana Camie se despertó, compartía habitación con su hermana y la cama con su madre, bostezo somnolienta y se acomodó de nuevo en la cama para volver a dormir, en unas horas tendría que ir con su hermana al hospital, su madre estaría trabajando y nadie mas que su hermana podría acompañarle.
Ya era 4 de la mañana y la joven ya estaba lista con su hermana, su madre les acompaño al paradero de buses, luego de que este viniera se despidieron. Al estar en el hospital formaron una cola larga, parecía nunca terminar así como también no se podía ver el inicio, un poco desanimada mira a su hermana que parecía molesta, suspiró triste y angustiada.
Son 7 de la mañana, la fila empezó a avanzar, hasta que al fin consiguió cita con el especialista, alegre decide invitar a su hermana a comer, con los pocos ahorros fueron y consumieron un delicioso desayuno que alegró a ambas hermanas.
12 de la tarde, cansadas se dirigen al paradero que estaba pasando un puente de madera que quedaba a 5 calles del hospital, su hermana se había molestado con ella, Camie también estaba molesta, ya cuando estaban cerca al puente Camie empujó a su hermana a unos arbustos y salió corriendo, al bajar las gradas que estaban a lado del puente se resbaló, empezó a rodar como si fuera alguna basura llevada por el viento. Todo se pintó de negro cuando llegó al final, solo veía unas 3 personas rondar a su alrededor.
Al despertar vio una figura alta, cabello largo y rubio, ojos negros y piel pálida.
- entonces eso nos lleva aquí, nuestra actualidad señorita Camie - dijo la figura alta cerrando un pequeño libro - que miserable vida.
- que sigue ahora?
- un trabajo, este consiste en que hagas lo que creas correcto y todo eso - sin dar explicaciones extendió su mano hacia ella - solo te dejaré una ciudad la cual cuidarás pequeña.
- no entiendo nada, podría explicarme que va a pasar por favor?
- no, no estoy de humor ahora,puedes odiar me si deseas - la punta de su dedo índice empezó a brillar, un fuerte viento la golpeo, haciendo que cayera varios metros atrás - luego tendrás una explicación - con eso finalizo la conversación y dejo que el viento se la llevara.
Al volver en si, se dio cuanta de que estaba en una clase de edificio sin ventanas, eso la ponía nerviosa, un líquido caliente resbaló por su mejilla, al acercar su mano al origen de la herida se empezó a quejar, ahora recuerda que paso con claridad. Había fallecido al caer de las escaleras, unos tipos las venían siguiendo desde que salieron del hospital, pero no pudo decírselo a su hermana mayor a tiempo, si se lo hubiera dicho quizás las cosas hubieran resultado diferente.
- que pasa? - preguntó cuando la herida empezó a dejar de doler, con un pañuelo que compro de una señora de avanzada edad en el hospital se limpió el rostro y la herida, efectivamente no estaba herida - que demonios?