Al ver eso, los humanos que portaban las armas dispararon contra el lobo, pero solo dañó ligeramente la armadura que lo protegía y el jinete de esta montura solo se reía de la inútil resistencia humana. Aunque las armas se clasificaban como armamento de quinto nivel, su potencia es insuficiente para romper la armadura que los protege, así que ni hablar de sus barreras de energía. Si otro ser de quinto rango utilizara el arma sería más efectiva, porque la fuerza del arma sería potenciada por el núcleo interno del usuario, pero los humanos que las portaban ni siquiera eran rango cuatro, eran solo dos humanos de rango tres.
Lo peor para ellos es que eran los humanos más fuertes del grupo, el resto eran o de nivel dos o eran niños indefensos. Toda esta persecución luego de la destrucción de la ciudad solo fue un juego sádico por parte de los soldados enemigos. Permitieron que algunos grupos escapen y les puedan dar persecución para divertirse. La resistencia inútil y la destrucción de la esperanza de sobrevivir fue algo que les causó mucha diversión a estos soldados.
La ciudad destruida es una que se encuentra en las fronteras del territorio humano y se encuentra bastante alejado de otras ciudades, se calcula que incluso si envían refuerzos a alta velocidad tomará varios días en que llegue algún ejército, así que podían tomarse su tiempo para divertirse. La guerra se intensificó mucho más con los años, la frontera de los humanos es extremadamente extenso, haciendo difícil defender todas las ciudades fronterizas. Aunque cada ciudad tenía su propia guarnición militar y defensas, pero en cada ataque llegaban grandes números de tropas enemigas que destruyen los muros y la ciudad.
Los primeros ataques destruyeron muchas ciudades y masacraron a millones de humanos, pero lentamente las ciudades fueron reforzadas y podían resistir los ataques hasta la llegada de los refuerzos. Para enfrentar este cambio, algunos reinos unieron sus ejércitos para atacar una ciudad, abrumando rápidamente las defensas de la ciudad, aunque el número de ciudades caídas es inferior a las primeras, pero, cada ciudad perdida debilita las fuerzas humanas.
Los ataques a la humanidad se intensificaron aún más porque miles de rango cinco fueron exterminados en las fronteras con Delta, un reino repleto de criaturas mecánicas. Producen soldados a nivel industrial y se han dispersado por todo el territorio humano y Delta, son un fuerte aliado de la humanidad y un poderoso enemigo de los demás reinos. Incluso los ataques en el abismo han empezado a fallar, trataron de cortar el suministro de materiales abismales con el fin de ralentizar el nacimiento de humanos de quinto rango, pero todos los ataques fallaron y solo reforzaron las filas de Delta con núcleos de quinto rango.
El reino de quinto nivel detrás de ellos está cada vez más ansioso, la humanidad a este paso dará nacimiento a suficientes rango cinco para abrumar a todos los reinos y todos serán destruidos o nacerá un rango seis entre los humanos. Al inicio los reinos que se unieron a la alianza querían repartirse el enorme territorio de la humanidad y con tantos reinos unidos sería imposible para la humanidad resistir y terminaría por fragmentarse en pequeños grupos. Aunque al final recibieron muchas derrotas, muchos rango cinco cayeron en batalla, muchos otros más luchaban en el abismo y murieron.
Esto ya no parecía una guerra por territorio, se parecía más a una guerra de exterminio entre dos razas. Normalmente una guerra se detendría antes que escale tanto, pero por alguna razón el reino de quinto rango siguió empujando la guerra, parecían desear la destrucción de la humanidad. Aunque muchos reinos querían separarse de la alianza y desertar al lado de los humanos para así disminuir sus pérdidas, fueron amenazados con la destrucción de sus ciudades y la caza de todos sus rango cinco si alguno se rendía.
Si no fuera porque más reinos parecían unirse a la alianza reforzando sus filas es probable que esta ya hubiera caído, han sido muchos años de guerra. El reino que atacó la ciudad de donde salieron huyendo los humanos es uno de estos reinos que se unieron recientemente a la guerra, por eso lanzaron un ataque sorpresa desde una parte de la frontera que no había sido tocado por la guerra aún.
Los demás soldados llegaron rápidamente y rodearon al pequeño grupo humano, estos estaban muy asustados, las armas son inútiles, son como conejos frente a un león. Se podía oír la desagradable risa de los jinetes, deleitándose con el miedo de los humanos. Ahora que el juego ha terminado llegó la hora de eliminar a estos humanos para luego recuperar el botín de la ciudad antes que el ejército de los humanos llegue y terminen perdiendo todo lo que ganaron.
Uno de los lobos tenía un humano bajo sus patas, era un niño de al menos doce años, temblaba y lloraba por el miedo. Fue uno de los pocos sobrevivientes del ataque, su padre fue uno de los soldados que luchó en los muros para defender la ciudad, pero murió al igual que todos los soldados de la ciudad. Sabiendo que ha llegado su fin, su único alivio es que volverá a ver su padre y a su madre que murieron durante el ataque, aunque está lleno de ira y odio hacia estos enemigos por haber destruido su vida, pero sabe que nunca podrá vengarse.
El niño cierra los ojos mientras espera su muerte, probablemente el lobo destrozará su débil cuerpo que apenas se clasifica en el rango dos capa media. Era un niño talentoso, normalmente a su edad deberían apenas entrar al rango dos, pero él ya estaba en la capa media, probablemente cuando sea adulto estará en el rango cuatro y tal vez tenía el suficiente talento para llegar a ser un rango cinco y un pilar para la humanidad, pero el talento solo es talento si está con vida, así que su trayectoria de vida terminará aquí, en los colmillos de una bestia.
Repentinamente unas gotas de líquido caliente caen sobre su cara, lo primero que pensó es que es la saliva del lobo que está ansioso por devorarlo, pero así pasan unos segundos y no llega la mordida del lobo, repentinamente escucha un fuerte quejido, es un grito de dolor del lobo que estaba sobre él y varias gotas de otro líquido caen sobre su cara, el niño abre los ojos para saber porque la muerte no ha llegado aún.