Chereads / Luna de rosas / Chapter 2 - Luna Negra

Chapter 2 - Luna Negra

Un ruido remoto sonaba con un chillido aturdidor, era su despertador no recordaba que lo había puesto tan temprano por la mañana, al abrir los ojos miro su gran techo de lujo de su habitación que aun estaba a oscura pero por las cortinas lograba entrar un poco de luz del astro del cielo iluminando de forma tenue todo el cuarto.

Aldric con una pereza y con su cuerpo golpeado se levanto de su cama que estaba cubierta con sabanas elegante de seda color azul miro alrededor y su cabeza daba vueltas como si hubiera tomado durante toda la noche, pero en realidad no era eso, era sus pesadillas recordando el sueño que tuvo cuando escapo de casa hace seis años atrás para lograr limpiar su vida de su familia aun así, su guardaespaldas nuca lo dejo solo por ordenes de su padre y lo logro encontrar ese día juro que dejaría a su familia pero nunca lo logro solo una persona lo ayudo y es la misma persona que lo regreso al parecer es contradictorio las acciones de muchas personas pero Zee está en contra de su jefe y está ayudando a escondida a Aldric a limpiar todo así le cueste la vida.

—¿Aun en cama? —pregunta la voz de un hombre, este era alto corpulento con una vestimenta casual a la moda su cabello era de color negro su mirada era gentil en ese momento pero podía a llegar a ser cruel cuando se lo proponía sin importar nada—¿Qué sucede?

—Nada…solo una pesadilla—le respondo con voz ronca mientras me levanto de la cama mirando alrededor buscando la toalla para ducharme—¿Dónde está?

—En una reunión con sus accionistas—me responde con una mirada tranquila y una sonrisa mientras se acercaba a mí para abrazarme como hace todas las mañanas desde que está a mi cuidado—venga quita esa cara fría, pronto terminara esto.

—No me toques Zee, sabes que detesto eso—le respondo de manera contarte mientras caminaba al baño—y si pronto terminara, al fin seré libre.

—Seremos.

—Seremos—le digo con una mirada distante—gracias—digo de repente Zee me ve sorprendido ya que suelo ser agradecido con nadie el solo se sienta y sonríe sin entender muy bien el porqué de ello—si no fuera por ti ese día y la paliza que me diste después no hubiera entendido mejor la situación y no estaría en este momento aquí.

—No tienes que agradecer, sabes que eres como un hermano y debo cuidarte sin importar que, vamos es tarde.

Sin decir más tome mis cosas para ducharme y salir, las cosas de esas casa todo era de lujo llenos de porcelana de primera, decoración modernas con toques ambiguos nada de que no fuera de los esquicitos gusto de su padre, cuando su madre falleció todas las fotos de ellas fuera guardadas bajo llave y su padre no permitió que nadie las obtuviera bajo ninguna circunstancia, sin embargo Aldric obtuvo una por medio de Zee que lo encontraron entre las pertenencias de su padre cuando salió de viaje con sus negocios y lo único que tiene guardado entre sus pertenencias en su apartamento privado lejos de la ciudad.

Después de una refrescante ducha Aldric se observa en el espejo de su lujoso baño, a pesar de todo aun se observaba algunas heridas hecha cuando su padre lo entrenaba, esas marcas quedaron como recuerdo del odio que aun siente por esa persona, su cuerpo marcado por los crueles entrenamientos dejaba en evidencia que las heridas físicas sana pero las emocionales no, a pesar de eso no se deja llevar por emociones fue criado de esa forma y todo lo que aprendió es, no muestres nada a tus enemigos, y es lo que lleva siempre en su mente todos son sus enemigos hasta su propia familia.

Aldric tenía un cuerpo color canela, muy marcado su perfil era elegante cuidado en todo los sentidos a pesar de ser rudo su cara angelical hacia que cualquiera, hombre o mujer, callera con sus encantos, sus ojos color gris hacia que sintieras que estabas bajo un enorme neblina que te envolvía lentamente con el corte de cabello a la moda color rubio platinado era la guinda del paste, sus vestimenta eran a la moda casual la mayoría del tiempo excepto en reuniones formales, pero en esta ocasión decidió ir con un jean rotos un suéter color rosa y unos zapatos casuales. A donde iba no quería llamar mucho la atención.

Mientras salía con Zee quien siempre le bromeaba en cualquier momento solo camino con calma por las escaleras de la mansión de su padre pensado en lo que haría ese día y una de ella era visitar el centro de la cuidad no tenía muy buen humor y deseaba despejar la mente un poco.

—¿A dónde mi querido jefe? —dice Zee mientras se sube al auto como conductor y yo me sentaba a su lado mirándolo con poco animo—¿Sentado a mi lado estas mal?

—Solo conduce y salgamos de aquí—le digo mientras miro por la ventana viendo como salíamos del estacionamiento de los autos de la mansión, este es el único auto que me pertenece es un BWM 8 CABRIO color gris del resto son de mi padre y posiblemente de mi hermano mayor.

Su hermano mayor era el líder de los negocios el segundo al mando y a pesar de que no se llevan mucho su padre no fue tan estricto como con él, Dominic Dibestrick su hermano, no era tan diferente en nada pero si tenía algo que Aldric nuca ha podido lograr hacer, eliminar a alguien de la faz de la tierra y por mucho que su padre lo entreno en casi todas las artes de pelea y técnicas de defensa, nunca logro llegar hacer eso con alguien, muy en el fondo sabia que la vida de cada persona vale a si sea de lo peor, aun así quizás con su padre tendría una excepción en la regla.

Mientras se alejaban mas de las colinas donde estaba la misión y de la seguridad de todo aquello que los rodeaba Aldric iba pensando en su futuro que estaba muy próximo y solo deseaba que todo terminara de una vez por toda, su estado de humor empeoraba cuando las cosas no se daban cuando debía y eso se reflejaba en su mirada que cambiaba a una de sin expresión a una donde quería matar a todo el mundo, la pasividad de las personas a su alrededor era algo que le enfermaba.

Al entrar a la ciudad los enormes edificios y rascacielos se observaban por la ventana del auto como si fueran enormes pilares de aluminio que reflejaba los rayos del sol bajo un cielo azul intenso, era un día despejado y las personas fuera de su auto caminaban apurados la mayoría para sus trabajos o a clases y solo una minoría no se dedicaba a nada, en este mundo que ha cambiado por muchos factores, las personas aun siguen siendo iguales, escorias que no aprende la lección.

—Imbécil!!! —dice Zee mientras frena de golpe el auto ambos son empujado al frente y gracias al cinturón de seguridad no se golpean contra el frente del auto, Aldric sale de sus pensamiento de golpe y mira la conmoción del momento no entendía nada solo que su molestia y fastidio aumento mas y sin pensarlo salió del auto con ganas de golpear al idiota que se atravesó en el auto sin ver las calles—Aldric—le grita Zee mientras ve como este se baja como un demonio furioso queriendo matar al que hizo que su paciencia se rompiera como un vaso.

Un joven estaba tirado en el suelo delante del BMW parecía aturdido con lo que sucedió, era un chico de estatura promedio llevaba un gorro de lana que le cubría sus cabellos negros, su piel era de color clara estaba vestido con un suéter que le tapaba la camisa del trabajo con unos jeans bastante holgados, la mirada de aquel joven era de miedo y asombro llevaba unos audífonos inalámbricos. Aldric al verlo lo tomo por el cuello dispuesto a golpearlo sin embargo este se contuvo al ver sus ojos color ámbar, aquellos ojos no tenían miedo al contrario parecían algo triste vacio como si acabaran de pasar por algo.

Aldric no entendía en ese momento porque le dio lastima ese chico y golpearlo no sería mejor que el susto que acaba de pasarle, aun con el puño listo para golpearle Zee lo toma para alejarlo de aquel chico quien se limpio un poco y lo seguía mirando pero esta vez sin brillo sin nada solo tristeza.

—No le golpees—le dice Zee mirando a Aldric quien estaba rojo de la furia—solo fue un accidente no pasa nada debemos seguir.

—Oye tu es que no ves antes de cruzar—le dice Aldric acercándose al chico quien aun no se movía del lugar, solo se quito sus audífonos bajo la mirada.

—Lo siento—su voz sonaba suave como una simple caricia pero que le faltaba vida.

Mirando aquel joven Aldric por alguna razón extraña se preocupo al escuchar su voz, jamás en su vida se había preocupado por alguien más que por el mismo, después de la muerte de su madre cerro toda clase de emoción en su vida, sin embargo este chico solo con su voz y su mirada hizo que sintiera un poco de pena por él.

—Es mejor que te vayas—le dice Aldric cortante mientras aquel chico asiente y se va lentamente al contrario de donde ellos estaban, las personas alrededor quedaron expectantes de lo sucedido los carros alrededor sonaban las cornetas para avanzar molesto quizás porque iban tarde, Zee solo les hacía señas para que avanzaran, Aldric bajo la mirada y vio que en el suelo estaba un teléfono justo donde estaba tirado aquel chico al darse cuenta lo tomo sin pensar su acompañante lo ve extrañado y ambos se dirigen nuevamente al auto.

—¿Es de ese chico? —pregunta Zee con algo de burla mientras ponía en marcha nuevamente—¿Por qué lo recogiste?

Este no respondió de hecho se quedo observando el celular, no era de una marca ni tan moderno solo estaba roto la pantalla y no encendía, seguramente con el golpe quedo inservible nada hacía con ese aparato en sus manos no quería dejarlo, Zee intento tomarlo pero este cerro fuertemente la mano quitándolo de su alcance con la cara de querer matarlo.

—No es de tu incumbencia.

—¿No? Si lo querías golpear y luego te detuviste ahora tienes su celular—le dice Zee con una media sonrisa—diría que algo te impresiono de ese muchacho, tenía un rostro terrible, triste como si sufriera por dentro.

—¿Lo notaste?—le pregunta Aldric sin darle mucha importancia

—Sí, y estoy seguro que no le golpeaste por lastima.

Aldric no respondió pero por dentro sabia que en parte tiene razón Zee, no le golpeo por lastima pero tampoco por su mirada, ese chico se incrusto en su cabeza de una manera extraña, seguía mirando el celular como si esperara que encendiera y le dijera dónde está.

—Déjame aquí, caminare un rato solo—le dice Aldric mientras Zee sin decir nada acepta dejándolo en un centro comercial muy popular de la ciudad—regresare por mi cuenta.

—De acuerdo—le dice Zee mientras sonreía de medio lado dejando que Aldric bajara del auto quien se alejaba lentamente.

Mientras caminaba por el centro comercial tranquilamente, las personas se le quedaba observando por su físico, un hombre bien vestido con un porte de calidad todos querían con él, pero Aldric no tenía interés en eso las personas no le causaba ninguna emoción solo aburrimiento muchas mujeres se les acercaba en eventos solo por su estatus social y principalmente por su apellido aquel que esta buscado romper con todas sus fuerzas. Nada le causaba más odio que las personas son interesadas, gente sin escrúpulos como su padre quien formo un imperio bajo negocios turbios logrando que su madre falleciera a razón de ello.

Ese dolor jamás lo dejo pasar ha estado escondido la pérdida de su ser más querido hizo que su alma fuera oscura, su vida empezó a girar en torno a la búsqueda de la destrucción de su padre y su hermano quienes no les importo nada, cada día estaba dispuesto a arriesgarlo todo solo para que ellos pagaran por cada una de las cosas que vivió con tal de verlos tras las rejas o bajo tierra.

Mientras caminaba sin darse cuenta llego a un pequeño puesto donde vendía comida rápida al observar bien el lugar se veía tranquilo con pocas personas solo estaban dos muchachas que eran las que atendía los pedidos y un joven que al parecer era el cajero, Aldric se acerco solo para ver mejor el puesto, las mesas estaban casi vacías las que estaban al fondo solo tenía a dos o tres persona, sin embargo una de esas personas le llamo la atención inmediatamente.

Era aquel muchacho que casi atropellan en la mañana no había duda estaba comiendo en una taza plástica con un refresco a un lado, su camisa era de color naranja seguramente pertenecía al uniforme donde trabajaba su peinado estaba algo desalineado pero se veía bastante bien, una de las meseras se le acerco de forma descarada tratando de mostrar sus atributos bajo su uniforme cuando lo vio parado allí.

—Si gusta le puedo mostrar el menú—le dice aquella chica hermosa pero demasiada descarada como todas las que ha visto en su vida.

—No gracias solo estaba observando a alguien—le dice Aldric cortante con un tono frio como su mirada en ese momento—si me disculpa me retiro

—Pero no has visto lo que puedo…perdón…podemos ofrecer—le dice nuevamente con una risa tonta, ya sabía que quería ella pero él no le interesa en ese momento solo observo al chico quien termino de comer y se levantaba recogiendo sus cosas parecía que regresaba al trabajo, Aldric solo lo seguía sin perderlo de vista mientras se alejaba el chico aun no había notado su presencia.

—Si no quieres perder el empleo te sugiero aprende a comportarte—le dice Aldric mientras la mira de manera amenazante, la joven solo baja la mirada inmediatamente y se retira como si su vida dependiera de ello.

Aldric levanto la mirada y busco al joven por el cual en ese momento se intereso, lo vio alejarse entre la multitud caminando algo apresurado, lo siguió rápidamente para no perderle de vista en ningún momento, su instinto hacia seguirlo de manera rápida sin hacer sentir su presencia, salieron del centro comercial caminando entre la multitud cruzando la calle, es extraño que trabajaba tan lejos, al caminar por unos minutos más llegaron a un pequeño abasto, el joven entro con una sonrisa en su rostro algo que sorprendió a Aldric ya que hace poco lo miro prácticamente sin vida en su mirada.

El abasto era pequeño con tres o cuatros pasillos llenos de víveres, los trabajadores usaban el mismo uniforme color naranja, el local tenía un toque moderno y a pesar de lo pequeño era muy espacioso las personas caminaban entre los pasillos haciendo sus compras tranquilamente, el ambiente del lugar era muy ecológico en algunas zonas en especial donde estaban las frutas, Aldric camino entre los pasillos buscando al joven y aun no entendía él porque lo hacía y entonces sin darse cuenta lo observo, estaba hablando con una cliente sonreía con mucha amabilidad su brillo era diferente al que conoció, tenía dudas que aquel era el mismo joven de hace unas horas atrás, como una flor cuando nace y muestra su esplendor en medio de los malos momentos Aldric solo observaba oculto sin esperar ser visto por nadie en especial por él justo en ese momento se pregunto ¿Por qué esta allí? ¿Por qué ese muchacho estaba triste? ¿Qué le pasaba al mismo en ese momento? Preguntas sin respuesta para entonces, pero que poco a poco serian resueltas.

Aldric salió del lugar sin que aquel joven lo viera en ningún momento mientras se alejaba de aquel abasto sus pensamientos estaban empezando a ser mas confusos y sin pensarlo tomo su teléfono y llamo a la única persona que podía ayudarle.

—¿Si?

—Abasto Ecok—le dice Aldric sin mas ya Zee sabía que debía hacer con esa orden.

—Entendido

Aldric solo colgó y empezó a caminar nuevamente entre la multitud para ir a su único refugio fuera de la mansión de su padre donde esperar a Zee con lo que necesitaba saber. El camino a su departamento el cual estaba en una zona de categoría media/alta no era lejos de donde se encontraba en ese momento caminaba con toda la seguridad que una persona pudiera tener los transeúntes no le prestaban mucha atención ya que la mayoría eran como él, personas de altos recursos económicos y no tenía nada que envidiar.

Aquellas calles estaban bien conservadas, con tiendas de lujo en varias partes además de la publicidad llamativa de muchas marcas en los alto de algunos edificios donde hacia recordar al Times Square pero sin tanto bullicio, es por eso que Aldric escogió esta zona todos vivían en su mundo y nadie se interesaba en lo que hacía además de la tranquilad que existía a pesar de que estaba muy cerca del centro de la ciudad, no obstante los sirvientes de su padre eran fácil de reconocer en este lugar es por ello que se sentía seguro allí.

Su edificio era uno recién construido por su propia compañía la que inicio para alejar los negocios de su padre quien no sabía de esta existente compañía logrando hacer un capital y una fortuna más limpia que la que su familia realmente tenía, las estructuras era con la mejor calidad y era uno de los más modernos de la zona, su decoraciones internas junto con la tecnología que lo envolvía hacia que ese edificio pequeño de veintes pisos sea su pequeño hijo cuando comenzó esta travesía. Al verlo llegar los empleado solamente rendía homenaje con una pequeña reverencia sin conversar mucho su trabajo solo era atender a sus clientes, huéspedes e inquilinos sin hacer preguntas ni mezclarse con ellos en ningún momento.

Aldric miraba todo con su frio rostro no le gustaba que nada estuviera en mal estado ni fuera de lugar todo debe estar en perfectas condiciones es por ello que jamás avisa cuando llega ni la hora solo para así detectar los detalles ni las personas encargadas sabían sus movimiento, unos hombres de seguridad que vestían de manera elegantes se le acercaron mientras Aldric caminaba sin mirar a nadie directo al ascensor oculto que lo llevaría a su habitación.

—Buenas tardes jefe, le informo que tenemos un problema con uno de los empleados de lavandería—dice uno de ellos quien es el coordinador de seguridad, era un hombre robusto de cara ruda su voz gruesa hacia que cualquiera temblara de miedo pero para Aldric ni un susto le ocasionaba para él solo era un simple subordinado al quien podría derrotar con una sola mano sin usar tanta fuerza bruta como la mayoría de ellos.

—Si tengo un jefe de seguridad para que se encargue de esas cosas—le dice Aldric deteniéndose a mitad de las hermosas escaleras de lujos transparente antes de llegar a su acceso oculto—¿Por qué debe interesarme? —su voz sonaba fría y molesta, nunca le gusto esos detalles que al fin y al cabo se enteraría por sus propios medio y vería si su personal fue capaz de solventarlo.

—Lo siento señor—le dice aquel hombre bajando la mirada, su cuerpo estaba tenso y nervioso, un comportamiento patético en alguien que es jefe de seguridad.

—Si sabes que hacer solo hazlo, hay diferentes canales antes de llegar directamente a mí para tomar una simple decisión—Aldric miro aquel hombre con poco agrado, él sabía, mucho antes lo de ese trabajador y que estaba coqueteando con los huéspedes ya lo había observado sin que se dieran cuenta y se conocía todo los movimientos hasta donde vivía, nada se le había escapado y aun así su personal piensa que nunca se da por enterado cuando ya él conoce todo mucha antes—espero sea la última vez que me molesten por estas cosas.

Y sin más Aldric emprende nuevamente el camino a su habitación mientras el resto del personal solo se queda frio allí viendo como se aleja su jefe, nadie pensaría que una persona como él se interesaría por esos detalle sin embargo conoce cada persona que trabaja allí todos son investigados y puesto a prueba sin que ellos se entere son observado cuando menos piensa que lo vigilan y no es por las cámaras de seguridad solamente, es por ello que el control lo lleva Aldric nadie se cuestionaría su forma de trabajar o de llevar las cosas a su manera ya que siempre se entera todo a su alrededor.

Al subir en su ascensor privado este llevaba en mente aun lo de aquel muchacho del accidente no sabía pero quería conocer más de él con solo mirar sus ojos sintió que algo profundo ocultaba y después verlo alegre mostrando una cálida sonrisa a los clientes eso le mosqueaba un poco no entendía el por qué de aquello.

Su apartamento era enorme se encontraba en el último piso, la porcelana que cubría el piso era de un blanco perlado que se complementaba con los colores oscuros y claro de las paredes, sus muebles eran tapizados modernos como la mayoría de las cosas en el lugar no existía nada que no fuera lujo escrito en cada uno de los rincones del lugar pero lo que más le encantaba a Aldric de aquel lugar y es por ello que construyo era la vista al lago una vista hermosa donde se podía observar aquel lago a lo lejos con una hermosa montaña que en la época de invierno se parecía a una hermosa postal, esa vista es lo que calmaba el humor del joven en sus peores momentos su paz llegaba y podía pensar con más calma.

La terraza tenía dos butacas muy cómodas con plantas que adornaba haciendo que se sintiera más un hogar allí que en cualquier otra parte, todo el apartamento tenia plantas que llenaban de vida el lugar pero existían unas que eran sus preferidas y son los cactus que estaban en un lugar especifico del apartamento, esos eran sus pequeños hijos, Aldric dejo sus cosas en la mesa de la entrada se quito sus zapatos y los coloco en la puerta era su costumbre allí no permitía que nadie entrara con los zapatos a su casa a su recinto de paz con sus zapatillas sucias, aunque si lo analizaba bien solamente Zee era el único que tenia llave para entrar más nadie conocía ese lugar y eso hacia a Aldric muy feliz.

Aldric camino hacia su hermosa terraza para sentarse y ver la vista allí de su bolsillo saco algo que no dejo en la entrada, era el teléfono de aquel muchacho, lo miraba con calma recordando todo lo sucedido y como llego a encontrarlo nuevamente, le causaba curiosidad hasta tal punto que lo mosqueaba sin lograr comprender las cosas, era como una canción pegajosa y ruidosa que es difícil de sacar de tu mente y solo quieres escucharla una y otra vez, en ese momento Aldric sonrió levemente pensado que estaba loco.

—Pronto sabré quien eres en realidad—dice Aldric mirando fijamente aquel aparato como si le fuera a contestar—me pregunto si realmente se encuentra dañado.

Intento presionar el botón de encendido, esperando una respuesta de aquel equipo y como una señal el mismo encendió dándole la bienvenida al sistema, a pesar de la pantalla dañada se podía observar un poco lo que decía pero no estaba seguro si duraría mucho tiempo funcionado, cuando termino de cargar lo primero que vio una foto en la pantalla de bloqueo del Smartphone, era dos personas una la reconocía perfectamente era aquel joven y la otra era un hombre que se veía un poco mayor ambos abrazados muy contentos en una especia de montaña por la vestimenta que llevaba, Aldric observo un poco la foto y solo le causaba mas curiosidad quien era ese acompañante y qué tipo de relación tenia con ese él.

Al intentar ingresar le solicitaba una clave si Aldric solo sonrió, aunque tenía como desbloquearlo sin dañar nada algo lo detuvo lo que fuera a encontrar allí lo podía averiguar personalmente a su debido momento, entonces una llamada entrante con la foto de aquel sujeto que no tenia nombre guardado pero si una X en cambio.

—Vaya oculta algo—dice Aldric con voz fría entonces sin que le pesara contesta la llamada aquel sujeto.

—¿Dónde estás? —pregunta el hombre X del otro lado algo molesto su voz era algo gruesa y se notaba que era mando—Te he estado buscando, siento lo que hice pero no podía estar más contigo—Aldric no desea responder solo escuchaba con mucha atención a cada palabra que le dijera—se que estas molesto por favor, pero podemos vernos y estar juntos se que te gusta, responde.

Aldric ya escucho lo que necesitaba escuchar y no quería oírle más pero como no deseaba que ese X volviera a llamar debía cortar todo de raíz.

—Escúchame atentamente basura—le dice Aldric con un tono frio y sombrío que podía hacer helar las venas a cualquiera—no vuelvas a llamar si no quieres desaparecer.

—¿Quién eres…donde esta?

—Eso no te incumbe borra este número y espero no ver tu estúpida cara nunca más, recuerda esto, yo puedo ver todo entre las sombras y si me entero de que dijiste algo será lo último que hagas en tu patética vida.

Y sin más Aldric cuelga la llamada con mucha satisfacción pero con más odio de lo normal tanto así que apretó mas fuerte el celular en su mano hasta terminar de partirlo dejándolo inservible, no había sentido eso antes y ahora que lo piensa bien fue muy extraño comportarse de esa manera con alguien que apenas ha visto una sola vez quizás fue la forma en que hablo ese sujeto que lo saco de quicio sacando lo peor de él. Esa noche Aldric solo quedo pensando en aquel joven y su mirada triste intento poner su mente en blanco para lograr descifrarlo sin ningún éxito, lo único que debía hacer era esperar y eso era lo que odiaba.

Desde ese día habían pasado más de una semana en la que Aldric alterno su tiempo con sus negocios propios, los de su padre para que este no sospechara nada y vigilar al joven sin nombre ya se conocía la rutina de aquel muchacho, llegaba temprano al abasto todo los días a su hora de comer salía e iba al centro comercial, regresaba hacia su trabajo luego salía casi de noche, no se le veía un descansó y esto extraño a Aldric al principio pero luego entendió que por sus funciones no podía faltar, entre sus observaciones solo lo hacía desde lejos para evitar que él notara su presencia por ahora no deseaba ser visto sin embargo uno de los encargado ya empezaba a notar lo que Aldric estaba haciendo así que solo esperaba desde su auto tranquilamente. Nunca entendió el porqué estaba haciendo aquello pero su curiosidad era como una bola de nieve interna que empezaba a crecer cada día más sin control alguno.

Zee le dijo que ya poseía en su poder toda la información de aquel joven de mirada triste que Aldric veía siempre que lo observo desde las sombras, los únicos momento que nunca vio ese vacío era cuando estaba en su trabajo pero si se sentía que le faltaba algo.

—En la noche en donde siempre—le dijo la voz de Zee cuando este responde la llamada sus conversaciones telefónicas debían de ser precisas y corta con la información que ambos sabia con su ubicación y tiempo ya que su padre aun podía monitorear sus llamadas y eso nunca lo ponía en duda y menos ahora que empezaba a sospechar de su hijo menor que estaba involucrado en cosas fuera del negocio familiar.

Aldric finalizo la llamada y encendió el auto para alejarse de aquel lugar rápidamente y llegar a su refugio lo antes posible miro por última vez el local y antes de salir de allí aquel joven salió corriendo de allí con la mirada distante, Aldric solo vio pasar por su auto en cámara lenta fijamente sin ninguna expresión preguntando que le sucedió sus pasos entre la multitud. Se hacía esa pregunta una y otra vez lograr entender su acción en ese momento, por primera vez en su interior oscuro donde no existía una gota de emoción ni sentimientos por algo hizo un destello tan mínimo que fue apenas perceptible como un simple milagro a lo lejos de todo lo posible siendo la luz en la caja de pandora.

Aldric apago su lujoso auto y salió detrás del joven, la gente lo observaba y no era para menos ese día ligeramente frio estaba vestido un hermosos traje negro debido a la última junta que tuvo antes de estar estacionado por más de dos horas en el mismo lugar sin hacer ningún movimiento todos lo veían pero su mirada estaba en una sola persona de color naranja que no estaba muy lejos de la avenida, antes de estar tan siquiera unos metros más cerca se detuvo ya que el joven sin nombre no hacía otra cosa que mirar a los lados muy preocupado nervioso como si esperara a alguien allí. Al ver aquello se detuvo entre un poste y la multitud lo suficientemente cerca para ver con claridad lo que sucedía y entonces lo vio inmediatamente su destello se volvió una oscuridad total como su aura su cuerpo se tenso al ver aquello.

Era el hombre de la llamada el fulano X quien se le acerco por detrás, era un tipo con buen cuerpo y buen rostro pero para Aldric solo era un asco de la sociedad que debía de ser exterminado en ese momento, gracias a que no estaba tan lejos logro escuchar su conversación y solo quedo atento como una serpiente cazando a su presa.

—¿Qué haces aquí? —pregunta el joven sin nombre se le notaba su miedo y nerviosismo su ojos triste eran más visible en ese momento—me quedo en claro lo que me dijiste esa ves y lo entendí perfectamente ahora vete

—¿Quién era el que atendió ese día? —le dice X con fuerza pero sin tocarlo

—Te dije que no se que perdí o me robaron mi celular—le dice con algo exasperado pero aun se sentía su miedo—por favor no me llames mas, ni me busques con mis compañeros lo que hiciste no era necesario por poco pierdo el empleo

—¿Y qué? —le dice con mala cara y entonces ocurre algo X agarra el brazo del muchacho acercándolo más y al parecer le empezó a lastimar, Aldric al ver aquello se fue acercando a ellos con una mirada fría su semblante estaba a punto de golpearlo por lastimarle de esa forma, cada paso que daba era como si la propia oscuridad envolviera todo alrededor—te ves con otro, ah, el que me respondió es tu nuevo amante al cual te vendes.

—Disculpa pero te advertir que no apareciera ni lo molestaras mas en tu miserable vida—le dice Aldric con una voz fría, su mirada se fijo en aquel hombre quien al verlo soltó al joven de inmediato dando un paso hacia atrás totalmente asustado—te daré una nueva oportunidad para que te vayas y no lo moleste o me encargare de ti—Aldric se le hacer lo suficientemente cerca para ver su rostro asqueroso de insecto inservible, no deseaba pelear y menos en medio de la multitud así que todo aquello lo dijo en silencio pero muy amenazador solo para que él pudiera escuchar, de su rostro caía un sudor y tragaba con mucha dificultad su mirada de temor era palpable a simple vista—largo

Y con esas simples palabras aquel sujeto salió corriendo en dirección contraria como si su vida dependiera de ello, Aldric solo enderezo un poco su cuerpo para luego mirar aquel joven quien estaba aturdido, su mirada era confusa con una mezcla de curiosidad pero no mostraba temor en ningún aspecto simplemente estaba en silencio en sus pensamientos

—Gracias—dice el joven después de unos minutos con voz suave—no debías, podía arreglármelos solo.

—Lo dudo—le responde Aldric mirándolo sin ninguna expresión—regresa a tu trabajo ya es tarde.

El chico asiente aun absorto en sus pensamiento mientras este caminaba de regreso a su trabajo Aldric lo siguió en silencio sin decir nada mirando como esa persona caminaba despacio frente de él, justo antes de llegar al abasto el joven se detuvo y se dio la vuelta mirando fijamente a Aldric con aquellos ojos triste y agotados habían cambiado por completo haciendo ver unas ojeras que antes no había notado junto con el color de sus ojos se perdía entre aquel rostro de un joven que parecía que ha sufrido mucho en su vida o aun lo está haciendo.

—¿Puedo preguntar algo? —le dice sin miedo en su voz, pero sonaba suave como una brisa ligera en la mañana Aldric sin dejar de mirarle asiente lentamente—¿Por qué me estas siguiendo desde hace una semana? ¿Por qué alguien como tu tiene interés en alguien como yo? O sientes culpa por lo del incidente de ese día pensando que te buscaría para demandarte.

Al escuchar aquello Aldric no mostro ninguna emoción para que el chico dedujera sus intensiones que aun ni él mismo ha logrado entender sin embargo debía responderle ya que su rostro le causaba mucha curiosidad y su mirada aun mas.

—¿Cómo sabes que te estaba siguiendo? —le responde con otra pregunta, aquel joven solo parpadeo y se rio por lo bajo como si supiera que saldría con eso—lo del incidente no me interesa.

—Entonces ¿Por qué me espías? —le pregunta nuevamente con mucha insistencia esperando que le respondiera—sé que me observabas y veías lo que hacía mis acciones y todo a donde iba, que comía, hasta llegue a pensar que me ibas a secuestrar—aquello ultimo hizo que se riera por lo bajo nuevamente—como si eso llegara a sucederme no soy lo suficientemente bueno para alguien—murmuro por lo bajo lo suficientemente entendible para que Aldric lo escuchara aquello lo que hizo fue que este hiciera un sonido de desprecio y en desacuerdo.

—Si quisiera eso lo hubiera hecho hace mucho—dijo Aldric con voz muy fría

—Bien, si no me dirás me retiro—dice el joven con calma y sin insistir más en el tema algo que Aldric no entendía en ese momento su cambio—gracias nuevamente y si te interesa me llamo Liam…Liam Viray.

Y sin más el joven se fue rápidamente al local dejando a Aldric allí bajo su pensamiento, este se dirigió nuevamente a su coche observando atentamente la entrada del abasto, su único pensamiento ahora el nombre de aquel desconocido el cual ya no lo era para sus oídos debido a que resonaba su voz como una campana en su cerebro. Aquel destello que apareció nuevamente regreso aunque no era tan brillante sabia que ese chico por alguna razón cambiaria su vida.

—Liam Viray… ¿Qué ocultas realmente? —pregunta a la nada Aldric mientras se dirigía a su refugio nuevamente donde seguramente ya Zee tenía toda la información en su poder todo lo que realmente requería saber de ese joven de mirada triste

La noche estaba menos estrellada de lo normal era como si faltara un cuerpo celeste importante y así se sentía Liam en ese momento al salir de su trabajo bajo aquella noche caminando por las calles oscura de la ciudad, con todo lo acontecido no sabía que esperar a futuro y menos con aquel hombre quien lo defendió de su loco ex, y ahora que observaba el cielo nocturno ya sabía quién era el desconocido quien lo vigilaba discretamente todo los días, aunque no supo su nombre sentía que era su ángel guardián después del incidente del coche, su mente divagaba mientras caminaba entre las sombras sin darse cuenta que algo lo estaba asechando.

—Ahora que estamos solo y no tienes a nadie quien te cuide me vengare de ti.

Esa voz paralizo a Liam en medio del camino y sin darse cuenta ni poder hacer nada recibió un fuerte golpe dejándolo inconsciente en el frio suelo un hombre solo se paro justo frente del mientras un hilo pequeño de sangre salía de su frente, entre aquel silencio y soledad el cuerpo del joven Liam es arrastrado a un auto y es llevo a un lugar incierto por su secuestrador que en ese momento solo deseaba venganza por ser humillado.