Luego de dos horas de matemáticas seguidas un nuevo receso llegó y esta vez no me pude salvar del recorrido por el colegio.
_ Este es el laboratorio y en el piso de arriba está la biblioteca -explicaba el más bajo mientras caminaba por los pasillos- oye, cuéntanos un poco más de ti ¿Tienes novia?
_ Estás invadiendo su vida privada, JiMin -bufó la chica y yo solo sonreí levemente mientras negaba-
_ No... No he tenido y tampoco tengo novia.
_ Oh... Como Hye -se burló el castaño ganándose un fuerte golpe en el brazo por parte de la nombrada-
_ Idiota, al menos yo no tengo un crush con un maldito viejo.
_ ¡No es un viejo! Uhg, ¡No entiendes nada del amor!
Miraba la escena divertido, intentando entender de lo que hablaban... ¿Acaso a JiMin le gustaban los viejos?
_ Creo que sería mejor si volvemos al salón -sugerí ya que solo faltaban unos pocos minutos para que el timbre sonara-
_ No~ -negó JiMin con tono melodioso- aún no viste la biblioteca o la cafetería.
El timbre sonó y JiMin puchereó, algo que se me hizo bastante tierno.
_ Ya bebito -Hye rodó los ojos y tomó de la muñeca a JiMin para hacerlo caminar- vamos al salón y luego seguiremos hablando en la hora del almuerzo ¿Te parece?
_ Shi~ -festejó el más bajo-
Los tres comenzamos a caminar hacia el salón de clases, yo en silencio, riendo levemente cada vez que ambos chicos hacían o decían alguna tontería. Bueno... Tal vez no sería tan malo estar en compañía de los dos amigos.
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~Narrador omnisciente~
El almuerzo y las dos últimas clases pasaron rápido, el castaño ya estaba fuera del instituto y ahora se encaminaba a la parada del bus que lo dejaría cerca de su casa. Ya estaba cerca, pero una voz conocida lo hizo detenerse.
_ Espera Tae -JiMin caminaba rápido hacia el lugar donde se encontraba el castaño- ¿Quieres ir a tomar algo con nosotros? Iremos a un lindo lugar -señaló a Hye-Jin la cual se encontraba a unos pasos detrás de ellos, la chica le sonrió levemente- no está muy lejos de aquí.
_ Oh, Uhm... No lo sé, tendría que hablarlo con mi madre y no quiero hacerlos esperar -el bus llegó- a-adios, nos vemos mañana -subió al transporte y se sentó en uno de los lugares libres cerca de la ventana-
Observó al más bajo y le sonrió ladino mientras lo saludaba con la mano y éste le devolvió el saludo con su característica sonrisa hasta que lo perdió de vista.
_ ¿Dijo que no? -la chica se acercó donde su amigo-
_ Así es.
_ Creo que sería mejor dejarlo JiMin, no parece querer compañía.
_ No, algo en ese chico me da curiosidad, no lo sé... Quiero incluirlo, eso es todo -le sonríe a su amiga y ésta le devuelve la sonrisa-
Ambos comenzaron a caminar hacia aquel café al que tanto concurrían solo por un pálido mozo un tanto mayor de edad que para el adolescente de manos regordetas era el chico más bello del mundo y el "amor de su vida": Min Yoongi.
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Ya estaban cenando, madre e hijo charlaban animados sobre cómo estuvo su día y la mujer no podía estar más feliz. Al parecer, su hijo no la había pasado tan mal en el primer día de clases en el nuevo colegio. Sonreía y asentía mientras oía a su pequeño hablar sobre los "extrovertidos chicos" o al menos así los llamaba el castaño.
_ Y entonces me dieron un recorrido por el instituto. En el almuerzo hablamos bastante. Descubrí que a JiMin le gustan los hombres, al parecer algo maduros -murmuró y su madre soltó una pequeña carcajada-
JiMin le había dejado en claro que no estaba "enamorado" de un viejo, sino que de un chico algo más maduro que él, lo que le hizo pensar que tal vez hablaba de un universitario. No le habló con exactitud del tema, tampoco le dijo nombres ni edades, solo que le gustaba y ya. Era entendible puesto a que recién se conocían, aunque al castaño le parecía algo sorprendente que el chico de manos regordetas se tomara tan a la ligera ser homosexual y que no le diera algo de pudor decirlo. En ese aspecto... A Taehyung le gustaría ser como JiMin.
_ Y... Creo que eso es todo. -sonríe al finalizar el relato de su día-
_ Cariño... Me alegra que la hayas pasado bien y que hayas podido hablar con otros chicos de tu edad.
Y Taehyung lo sabía. A su madre siempre le había preocupado un poco que el castaño no tenga amigos, sin embargo, éste le decía que estaba bien, que con Hobi Hyung era suficiente. Pero ahora que estaba en una nueva ciudad, a él también le preocupaba el no tener amigos. Aunque no sonara del todo cierto, a Taehyung le daba miedo la soledad y era algo que definitivamente nunca quería experimentar.
_ A mí también me alegra que las personas se interesen en alguien como yo. -rió suave-
_ ¡Eres un chico precioso e inteligente! ¿Quién no se interesaría en ti? Niño bobo. -el castaño rió al sentir el apretón en su mejilla por parte de su madre-
_ Yah~ mejor te ayudo a juntar la mesa así nos vamos a dormir ¿Si?
_ Ya, está bien. Junta la mesa y yo lavo los platos ¿Te parece? -el castaño negó-
_ Ve a dormir, yo me encargo de todo.
La mujer sonrió y dejó un casto beso en la cabellera de su pequeño castaño.
_ ¿Qué hice yo para merecer a un hijo tan perfecto como tú?
_ Ser la mejor madre del mundo~ -la mujer sonrió y, luego de dejar otro beso en la frente de su hijo, se fue a descansar-
Taehyung comenzó a lavar los trastes mientras tarareaba bajito una suave melodía. Luego de terminar de lavar subió a su habitación y repitió la rutina de la noche anterior para, próximamente, dormirse de manera instantánea.
Gracias por leer ('▽'ʃ♡ƪ)