Download Chereads APP
Chereads App StoreGoogle Play
Chereads

supervivencia z

Desiree_Burillo
--
chs / week
--
NOT RATINGS
3.9k
Views
Synopsis
Intenté sepáralos, pero no pude, cogí un jarrón y le di en la cabeza a Raquel, justo en el momento en que ella le iba a morder en el cuello. Ella quedo tirada en el suelo inconsciente, Arturo estaba y al lado de ella perplejo no se podría creer
VIEW MORE

Chapter 1 - capítulo 1

Estaba en mi casa desayunando, cuando escuche en la tele que una variante de la gripe estaba llenando las consultas médicas y en varias ciudades de EE. UU. Había altercados y a causa de ello había muertos varias personas y otras tantas estaban en hospitales con heridas de gravedad

Cuando fui a vestirme escuché los gritos de mi vecina, cuándo me asume vi a su marido atacándola como un loco. Llame a la policía, cuando llegaron, intentaron que parase y cuando se dirigió hacia ellos, le dijeron que no a acercase a ellos o que le iban a disparar, pero no le hizo ningún caso se dirigió a ellos y uno le dispara a una pierna, pero aun así no le pudo frenar, al final le dieron en el corazón fue entonces cuando murió.me congele al ver la escena, no entendía lo que estaba pasando, ya que vivo en un pueblo pequeño y nunca ha pasado algo parecido.

Al cabo de un rato me dirigí al trabajo, hoy me tocaba abrir la tienda. Todo el mundo hablaba de lo que había pasado esta mañana.

Una compañera se acercó muy nerviosa y preocupada.

— ¿sabes lo que le ha ocurrido a Raquel? — me pregunto.

—No—Le conteste

—pues un borracho la ataco, por suerte no tiene nada solo unos rasguños, pero se empezó a sentir mal y fue a urgencias. – Dijo

—¿Pero es grave? — pregunté

—No, ya está en su casa. — me contestó.

Cuando salir del trabajo me encontré con Arturo, el hermano de Raquel que me conto lo mal que ella estaba, iba a la farmacia a por medicinas para ella. Le comenté que me pasaría luego para verla, cuando terminase de hacer unos recados.

Cuando llegue a casa de Raquel ella estaba muy mal, tenía mucha fiebre, estaba muy pálida y apenas podía habla.

Arturo y yo salimos de la habitación, fuimos al salón que es pequeño, nos sentamos en el sofá.

—Está muy mal, cada vez va a peor—Se lamentaba Arturo.

—Pero, el medico ¿Qué ha dicho? —Le pregunte

— Que la herida está infectada—Dijo agotado

— Esta mañana la he llevado al hospital, pero no tenía camas libres, por esa gripe es muy fuerte y ha afectado a mucha gente. Llevo toda la noche en vela —Continuo.

En ese momento entro Raquel, se quedó de pie, mirándonos fijamente, sus ojos tenían un color rojo sangre. La verdad que me puso muy nerviosa.

—¿Estas bien? —Le pregunto Arturo.

Pero ella no le contestó, solo quedo allí mirándolo, él se acercó para llevársela a su habitación, en ese instante se lanzó hacia él, cayeron al suelo, Arturo intentaba quítasela de encimas mientras ella instaba aráñale la cara. Intenté sepáralos, pero no pude, cogí un jarrón y le di en la cabeza a Raquel, justo en el momento en que ella le iba a morder en el cuello. Ella quedo tirada en el suelo inconsciente, Arturo estaba y al lado de ella perplejo no se podría creer que su propia hermana hubiera intentado matarle. La policía entro a la casa y se llevaron a Raquel, ni siquiera preguntaron nada. Parecía que sabían lo que había pasado. Ayude a Arturo a levantase, Fue entonces cuando vimos cómo había quedado el salón, la mesita del café estaba rota, varias fotos estaban tiradas por el suelo y estaba lleno de cristales, la pelea había durado unos minutos, al parecer unos vecinos fueron los que llamaron a la policía, al escuchar gritos y golpes.

—¿Estas bien? —Le pregunté cuando vi que tenía un poco de sangre que salía del cuello.

—Sí, solo un poco dolorido, creo que me cortado con algo. – Contesto.

—Pero ¿Qué la ha pasado? Nunca había actuado así, tú lo sabes ella es muy pacifica— Decía, intentando busca una explicación a lo ocurrido.

Me fui muy intranquila, no tenía ni idea de lo estaba ocurriendo.

Cuando pase por la calle mayor me cruce con un hombre que tenía una herida bastante grande en el brazo, iba corriendo como si huyese de alguien, cruzo la calle sin mira y un coche le atropello. ¿Pero qué pasa? ¿Se han vuelto todos locos?

Pase por delante de mí cafetería favorita y decidir tomar algo para aclarar mis ideas.

—Buenas—Salude a Luis, que es el camarero.

—Buenos días, ¿Lo de siempre? — dijo

—Si—vle contesté

—Hoy es un día de locos. —Me dijo mientras me servía el café.

—No lo sabes bien. —Le dije.

—Lleva toda la mañana pasando ambulancias y coches de la policía, hasta he visto a los bomberos. —Comento.

Mientras hablábamos paso una ambulancia a toda velocidad. Me puse a leer el periódico y hubo una noticia que me llamo la atención, ponía que en las costas de Japón estaban apareciendo barcos con cadáveres.

Supongo que con el día llevaba hoy esa noticia centro toda mi atención y algo me decía que las cosas se iban a poner peor.

Sonó mi móvil y era un whappsap de un amigo, para recordarme que mañana íbamos al bando de la huerta, la verdad que la idea me gustaba mucho.

—Yo de vosotros me iría de aquí ya, porque la situación va a empeora. —Dijo un hombre mayor, su aspecto era descuidado y nadie le tomo en serio. Quise acércame a él, para pregúntale si sabía lo que pasaba, pero se levantó y se fue, antes de salir por la puerta nos avisó de nuevo.

Termine mi café e intente pensar en otra cosa, pero no podía, sonó mi móvil era mi hermano, estaba preocupado, también parecía asustado por algo que no podía decirme.

La verdad es que siempre me llama acabamos discutiendo y hoy no tenía ganas de pelea y por eso le colgué.

Llegue a mi casa y me tumbe en el sofá, necesitaba borrar de mi mente lo que había pasado en la casa de Raquel.

Me desperté sobre las ocho de la tarde, cogí el ordenador .la verdad no buscaba nada en especial, cuando me vino a la cabeza lo que aquel hombre dijo y quería saber si en otros sitios pasaba algo parecido y lo que descubrí me sobresalto. Daba mucho miedo, personas que se mataban entre ellas, gente mutilada, eso pasaba prácticamente en todo el mundo. En algunas páginas ponían que era debido a alguna droga en otras que eran gente con un trastorno mental. ¿Será verdad que lo peor está por llegar? ¿Qué sabe ese hombre sobre todo esto? No paraba de pregúntame, cuando quise darme cuenta ya era de día. Puse la tele no decía nada interesante.

Cena una ensalada, mientras seguía las noticias, tenía la esperanza de que hablasen de lo que está ocurriendo, pero nada. Llame a Arturo estaba preocupada por el pero no me cogió el móvil. Decidí ir a su casa, pero no me abrió nadie, pensé que a lo mejor seguía en la casa de su hermana, pero tampoco estaba. Una vecina me dijo que unos militares se lo llevaron esta tarde y no saben nada más de él, regrese asustada porque si se han llevado a Arturo, me podía pasar algo parecido.

Escuché unos gritos, venia de unos vecinos que se iban, unos hombres con trajes aislantes blancos se llevaban a un niño de 10 años, sus padres estaban intentando que no se lo lleven, pero no pudieron hacer nada.

Después alguien llamo a mi puerta, era uno de ellos.

— Buenas noches, vengo a examinadla para saber si usted está bien. – dijo un militar

No sabía qué hacer, le había visto llevase a un niño por la fuerza. Un soldado se acercó, me amenazó diciéndome que se podía hacer por las buenas o por las malas.

Al final entraron, no me hacía mucha gracia, me tomaron la temperatura, me examinaron los ojos y se macharon

Sonó el timbre, era Alfonso, un amigo de toda la vida, él es moreno alto, llevaba unos vaqueros, camisa blanca, un chaleco con la faja azules.  Había venido a recógeme.

—Buenos días. ¿Qué pasa? ¿Estas listas para el bando? —me dijo

—Sí—Le dije.

-—¿Pasaron anoche por tu casa unos médicos? —le pregunte

—Sí, no quisieron decime que pasaba, me reconocieron y se marcharon. —

Alfonso no paraba de mirar su reloj.

—¿Tienes prisa? —Le pregunte al dame cuenta.

—No, pero por una vez, seremos los últimos en llegar. —dijo riéndose.

—O no, hoy no habrá tráfico. Todos cogerán el bus, porque así pondrán beber sin preocupase.— le dije con una sonrisa.

—Casi todos, te recuerdo que hoy me toca conducir de vuelta y eso es una faena. —Dijo un poco cabreado. No le pude animar porque hicimos un sorteo para asigna un conducto de vuelta y él era uno de ellos.

Alfonso me recordó que cogiera las bebidas, las tenías preparadas en una mochila. Cogí el móvil que estaba cargándose en mi cuarto.

Me di cuenta de que tenía varios WhatsApp. Había varios videos muy raros, se suponía que eran ataques salvajes de gente en varias ciudades. Ya no sabía que pensar ¿Eran videos reales o no? Que estaba pasando, los ataques. la visita de anoche, se llevan a gente no sé a dónde ni para que, estaba cada vez más segura de que aquel tipo tenía razón y. que lo peor estaba por venir.

Pero una parte de mí se negaba a créese todo lo que había visto en las últimas horas y solo quería disfrutar del bando con mis amigos como cada año.

Alfonso me llama la atención por mi tardanza. Me pregunto que me pasaba porque me veía rara y al final le explique todo incluyendo lo del niño que se llevaron a la fuerza.

Entonces el me explico que le había sucedido algo parecido, vio cómo se llevaron a su compañero de piso, solo porque tenía conjuntivitis y un poco de fiebre.

Nos dimos cuenta de que aquellos médicos nos miraron los ojos, quizás ese sea un síntoma de algún tipo de infección muy peligrosa.

Cuando salimos todo estaba tranquilo, como era de espera en un día festivo. Solo se escucha las sirenas de alguna ambulancia.