Llegué a mí casa y nada más entrar en la habitación me dispuse a haber de qué era el libro que había encontrado en la habitación. Empecé a hojear el libro, el cuál tenía un peculiar olor a guardado y el amarillento color de sus páginas demostraba la antigüedad que tenía, no me lo podía creer lo que tengo en mis manos no es un libro sino un Diario, me sorprendió aún más quien fue el que escribió el Diario. Había sido escrito por James Risfort que por el apellido supuse que era el hijo de Thomas Risfort.
Me había entretenido tan en el museo que no me había dado cuenta de la hora que era, eran casi las 9 de la noche y aun ni me he duchado. Por lo que deje el Diario encima de la mesilla de noche y me fui a bañarme. Mientras me estoy duchando escucho que llaman a la puerta.
—Daniel tienes visita—escuchó decir a mi madre desde el otro lado de la puerta.
—Enseguida bajo—le dije a mi madre, y escuche sus pasos mientras se alejaba de la puerta.
«Se me olvidó preguntarle quien me buscaba, se ve que hoy estoy un poco distraído»Pensaba mientras terminaba terminaba de ducharme.
Salí del baño y baje las escaleras, escuché voces de sala de estar y me acerque para ver quien era el había venido a visitarme. Cuando crucé el marco de la puerta vi enseguida quien estaba con mamá, era Katherine. Se les veía a las dos hablando muy cómodamente y al verme entrar por la puerta centraron sus miradas en mi.
—Daniel tardaste una eternidad en el baño, ya Katherine se ha de haber cansado de escuchar las historias de cuando eras niño—dice mi madre en tono de broma y dedicando me una gran sonrisa.
Escuchó a Katherine reírse en voz baja y le dedicó una mirada y le digo a mi madre.
—Mamá mira que te he dicho que no cuentes esas cosas que me dan vergüenza—
—No te preocupes que no se lo he contado todo solo algunas cosas como la vez que te nos escapaste desnudo a la calle y no había quien te atrapará—dice mi madre entré risas.
Sentí el calor en mis mejillas por lo cual sabía que me estaba sonrojado por lo que mi madre le había contado Katherine de mi.
—Dani de verdad que eras travieso cuando niño—dice Kath riéndose casi a carcajadas.
—Bueno lo normal los hay peores que yo—Le digo Katherine y también me empiezo a reír.
Después de que todos dejamos de reírnos mamá dice.
—Katherine quieres quedarte a cenar con nosotros—
—Por supuesto Leticia que me gustaría quedarme a cenar—le dice Katherine a mí madre.
—Bueno voy a avisarle a tu abuela y a Teresa de que la cena ya está lista ustedes pueden ir al comedor—dice mi madre saliendo y de la habitación en dirección a las escaleras.
Ya estando a el comedor Kath me preguntó.
—¿Daniel y que has hecho hoy?—
Le empiezo a contar sobre mi visita a al biblioteca y la información que había encontrado sobre la criatura de la cual le he estado hablando. Y del extraño libro que había encontrado en el museo el cual resultó ser un Diario.
Terminado de decir eso entran mi madre seguido de de mi abuela y Teresa y se sientan en la mesa para cenar.
La cena estuvo muy entretenido ya que mi abuela y Teresa se comieron prácticamente a Katherine a preguntas sobre y su familia.
Después de terminar de cenar nos despedimos de todos y subimos a mí habitación.
Ya en la habitación le pregunto Kath sobre lo que había hecho hoy y sin darnos cuenta se nos fue el tiempo y ya era casi media noche. Por lo que le pregunto a Katherine.
—Kath te quieres quedar a dormir, por qué ya es tarde.—
—No Daniel quisiera dormir contigo pero no puedo ya que mañana tengo que ir con mi madre en la mañana a la ciudad—me dice ella con un tono un poco triste por no poder quedarse a dormir.
—No te preocupes otro día será—después de escuchar mi comentario me dedica una sonrisa y me da un suave beso en los labios.
Bajamos las escaleras y ya en el porche le pregunto.
—¿Quieres que te acompañe a tu casa?—
—No Daniel no es necesario son solo unas pocas cuadras, estaré bien—
—Bueno esta bien—después de decir esto le doy un beso de despedida y ella de marcha.
Me quede parado en el porche hasta que doblo la esquina y justo antes de entrar empecé a sentir la misma sensación de que me observaban. No le hice mucho caso ya que he estado un poco paranoico desde el día que me encontré con la criatura y entre a la casa, y subí las escaleras hacia mi habitación.
Ya en la mañana me despertó el sonido de mi móvil y cuando miré el reloj de la mesita de noche vi que eran las 7:30 de la mañanano «quién podría ser a estas horas pensé». Cuando miro el móvil era Karina la madre de Kath.
—Hola Karina—
—Hola Daniel me podrías poner con Katherine que la he estado llamando a su celular pero no contesta.—
—No Karina ella no durmió aquí, se fue por qué tenía que ir contigo a la ciudad hoy en la mañana.
—¡Como que no está contigo¡, si ella no llego aquí anoche—en su voz se sentía la preocupación y la desesperación.
CONTINUARÁ...