La doctora Vraria observaba con asombro y terror, parada en frente del inmenso agujero creado por el Prima-patrón Trevor después de implosionar. El agujero era increíblemente grande, toda la habitación mas todas las de alrededor y de los pisos superiores e inferiores habían desaparecido por completo, completamente incinerados y convertidos en cenizas. En el momento en el que Trevor exploto, se encontraba en el cuarto numero tres del veintiseisavo piso, ahora el agujero llegaba hasta casi la planta baja y hasta el piso 125, el edificio tenia literalmente un agujero mas grande que una ballena... Ahora el edificio parecía una media luna o un pacman con el agujero como la boca... Era absurdamente increíble...
Vraria pudo observar como el cuerpo de Supremo que había salido volando hasta cerca de ella estaba cortado a la mitad, literalmente le faltaba toda la parte derecha del cuerpo... Y el aumentado seguía vivo. Por suerte el héroe tenia una gran habilidad de supervivencia y podía sobrevivir a casi cualquier herida incluso si le cortaran la cabeza. Aquello era algo bueno, no iban a perder dos proyectos en un mismo día.
Vraria estaba enojada, asustada y extasiada, por un momento cuando vio que Trevor estaba a punto de explotar, por un segundo creyó que moriría, pero gracias a un milagro, la explosión apenas se acerco a ella, como si el radio de explosión hubiera sido hacia el lado contrario de Vraria. Eso no era lo único milagroso y es que ninguno de los cuartos del área de la explosión estaba habitado, todo el personal o Aumentado del edificio se encontraban en el lado contrario...
Todo era demasiado conveniente, primero los sistemas operativos y las señales internas de todo el edificio tuvieron un mal funcionamiento y hasta el momento no se sabia cual había sido el problema, eso causo que las señales transmitidas hacia los microchip de control fueran interrumpidas, permitiendo que el idiota del Supremo lograra escapar de su control... Lo que a Vraria no le encajaba era porque el héroe había decidido ayudar a Trevor... O mas bien, ¿Cómo es que había sabido que en aquel momento debía ayudarlo?, ¿acaso Supremo era parte de alguna especie de plan secreto orquestado por traidores internos?, ¿Acaso había un grupo de traidores en la ASEM y no tenían idea?... Vraria estaba al tanto de quienes estaban en compinchados con Yuri, unos cuantos científicos lame botas de bajo rango y un guardia de seguridad de poca monta... Pero era imposible que ninguno de esos idiotas hubiera sido capaz de sabotear de esa manera todos los sistemas de la Aguja... Algo extraño estaba pasando...
—¿Se... Señora? —pregunto el torpe de Jonny, el joven científico que no llevaba mas de seis meses con la ASEM y el cual había sido el único lo suficientemente estúpido para interrumpirla durante su tiempo de diversión... Aquel chico tenia coraje—. ¿Qué deberíamos hacer?
—¿Qué deberían hacer?... ¡Acaso todos son retrasados mentales! —exclamo Vraria a Jonny y a todos los otros científicos que se escondían detras de el como el grupo de cobardes que eran—. ¡Quiero a todos los malditos Aumentados que tengamos disponibles en este maldito pais y quiero que busquen día y noche a ese desgraciado!, ¡Nada de prensa, bloqueen todo lo referido en redes sociales sobre Aumentados peligrosos, no quiero que nadie se entere de Trevor!
Los científicos se quedaron mirándolo con miedo, como si fuera alguna clase de monstruo, en verdad eran una panda de inútiles.
—¿Qué diablos están espe...? —De repente Vraria sintió un golpe en la cabeza y un escalofrió le recorrió toda la espalda...
—¡No! —Vraria escucho una voz estruendosa y poderosa que provenía de algún lugar. La voz era increíblemente profunda, como de ultratumba lo que hacia que los pelos de Vraria se erizaran... Era la voz de su maestro.
—Ma... Mestro, ¿Señor? —pregunto confusa y con terror Vraria mientras hacia la señal de respeto hacia su maestro, con los brazos cruzados sobre su pecho y la cabeza inclinada—. ¿Cuál es el problema mi Señor?
—¡No debes atrapar aun a la llave! —La voz de su Maestro sonaba como un trueno dentro de su cabeza que retumbaba en cada centímetro.
—Ma... Maestro, pero no lo entiendo, estamos a punto de conseguir la llave... ¿Y quiere que lo deje escapar?... ¿Tan cerca de completar nuestro objetivo? —pregunto Vraria con temor en su voz.
—¡Acaso eres estúpida!... ¡Es que no entiendes que la llave aun no esta completa! —exclamo su Maestro con rabia—. ¡La llave debe de completarse para poder traer un mejor mañana!
—Pe... Pero señor... No entiendo como dejarlo escapar podría ayudar en... —De repente la cabeza de Vraria comenzó a arder en dolor, como si la estuvieran golpeando con un martillo desde adentro y podía escuchar como un grito de odio desgarraba sus oídos.
—¿Acaso osas cuestionar mis métodos? —Vraria entro en pánico, no era su intención insultar a su Maestro, así que decidió arrodillarse en el suelo y suplicar por perdón—. Bien... Eso esta mejor... ¡No debes enviar a todos los Grandes, no le dejarías suficiente tiempo a la llave para que pueda desarrollarse!... En vez de eso, debes enviar al Hunter, por ahora el será suficiente...
—Como mi señor desee, mi Señor —respondió Vraria a las ordenes de su Maestro. Como siempre, su señor pensaba en los mejores planes, con el Aumentado Hunter debería ser suficiente para atrapar a ese pequeño raton...
—¿Doc... Doctora? —pregunto Jonny que seguramente no entendía porque Vraria se estaba arrodillando en el suelo... Claro que no podía entenderlo, ella era la única que tenia el gran derecho de poder escuchar la maravillosa voz de su Señor. Vraria se levanto del suelo y se acomodo el uniforme.
—¡Olviden lo que dije! —exclamo Vraria con una sonrisa en su cara. Ahora se sentía mucho mas feliz que antes, después de todo, había sido capaz de escuchar las harmoniosas palabras de su Amo y eso siempre la ponía de buen humor—. ¡No quiero que llamen a ningún Aumentado!... Por ahora solo deben de llamar a Hunter... El será suficiente para este trabajo...