Trevor siempre había sido un chico cualquiera, era afroamericano y su estatura estaba por encima del promedio, si, pero además de eso, no sobresalía en nada, nunca había sido bueno en los deportes, en ninguno realmente, tampoco tenía ningún talento artístico (incluso su gusto no era el mejor del mundo, sus películas favoritas eran películas asiáticas de bajo presupuesto sobre kung fu y artes marciales) o musical y tampoco era el más listo de su clase, tampoco era el más carismático o popular, tenía amigos, si, pero solo unos pocos y el único a quien consideraba su verdadero amigo era a Mauro. Nunca en sus diecisiete años de vida había sido especial en nada y eso hacia más sorprende la carta.
La carta venía en un sobre rojo, eso significaba que la carta era urgente, era el mismo sobre donde venían las cartas sobre alguna demanda o advertencia. El sobre no decía nada, era rojo carmesí y lo único que tenía escrito era un símbolo, una M cruzada con una flecha y dos líneas en forma de X. Aquel era el símbolo de MAJESTIC. Eso significaba que la carta provenía de la «Asociación de seres especiales y mejorados» o la "ASEM" para abreviar. Aquella carta solo la recibían un pequeño grupo de la población, solo aquellos que sobresalían por encima de los demás, con cualidades superiores y especiales. Trevor no tenía nada de especial.
Trevor estaba con sus padres. Su madre Clarisa Johnson, una enfermera en el hospital central de la ciudad de Nyx, Alabama y su padre Benjamín Johnson, un reconocido ingeniero de computadoras conocido por... Bueno, por nada. Su familia no podía ser más normal, no eran ricos, pero tampoco pasaban penas, eran una familia de clase media. Trevor era hijo único, y su madre siempre se lo hacia recordar cuando lo trataba como un niño. Sus padres estaban tan nerviosos como el.
—¿Y si son malas noticias? —preguntaba su madre nerviosa, era una mujer nerviosa por naturaleza.
—Para que la ASEM nos mandaría un correo con malas noticias a nosotros que no tenemos a ningún familiar en MAJESTIC que pudiera haber salido lastimado o algún familiar especial... Bueno, eso sí quitas a tu tía Claudia, ella si es especial, especialmente grande — decía su padre bromeando, no quería mucho a su tía y Trevor tampoco.
—Tal vez es para avisarnos que Trevor tiene alguna anormalidad genética que podría ser peligrosa, recuerda esas cosas que decían en las noticias, «"Aumentados" peligrosos que se vuelven locos y causan desastres». —A Trevor le agradaba la falta de esperanza de su madre. Años siendo enfermera la habían vuelto alguien realista, casi rozando el pesimismo.
—Si así fuera, agentes de la asociación estarían en nuestra puerta para llevarse a Brandom (Brandom es su segundo nombre) y ponerlo bajo contención. —Su padre por otro lado era un optimista, siempre alegre—. ¡Solo debe haber una razón para la carta, debe ser una invitación!
Aquello ponía más nervioso a Trevor, una invitación para formar parte de la ASEM era importante. Si era una invitación, eso daría la posibilidad a Trevor de convertirse en un aumentado.
La ASEM es la asociación de aumentados más grande de todo Estados Unidos y América. Un «Aumentado» es una persona a la cual se le desbloquea su poder genético latente, para poder convertirse en alguien excepcional y obtener poderes increíbles. Los poderes varían de persona en persona, algunos podían ser invisibles, otros podían crear fuego o controlar el agua, volar o tener visión de rayos X o visión láser (a Trevor le encantaría tener visión láser). Solo una pequeña parte de la población, aproximadamente el 10%, era capaz de convertirse en aumentados (por alguna razón, solo algunos nacen con el gen especial) y solo una cuarta parte de los aumentados era capaz de convertirse en superhéroes. La ASEM es la encargada de convertir a las personas en aumentados y son ellos quien dirigen y vigilan a todos los aumentados. Ellos son quienes controlan básicamente todos los hospitales e instituciones médicas en Estados Unidos (tienen registros médicos de todos y así es como encuentran quien tiene el gen especial).
MAJESTIC es una rama de la ASEM, una asociación de aumentados que en vista del peligro y el crimen que existían en el mundo, decidieron formar un grupo de aumentados poderosos para proteger el mundo, básicamente, superhéroes.
Trevor nunca había tenido especial deseo de convertirse en aumentado, claro que la perspectiva lo emocionaba y a quien no lo haría. Poder hacer cosas que otros no podían, nadie diría que no a tremenda oferta.
Entonces Trevor decidió abrir el sobre, estaba nervioso y le sudaban las manos. La carta decía:
«Felicidades por recibir esta carta, nos alegramos de informar que el ciudadano TREVOR JOHNSON a aprobado con satisfactorios resultados el "Test del gen omega" y estamos muy emocionados de informar que el ciudadano TREVORJOHNSON cumple con todas las cualidades necesarias para tomar la prueba del "Ser aumentado". Desde la asociación esperamos con especial emoción que el ciudadano TREVOR JOHNSON decida aceptar nuestra invitación para tomar la prueba y unirse a la ASEM. Esperamos con gran expectación su respuesta. Por favor, responder tan pronto como la carta llegue en manos del destinatario o lo antes posible.»
Debajo del mensaje había una cuadro donde podía aceptar o rechazar la invitación. La carta terminaba con una frase al pie de la pagina: «Que el futuro sea brillante para aquellos que lo merezcan».
Trevor volvió a leer la carta una y otra y otra vez, como asegurándose que había leído bien. No podía creerlo... Era una invitación para ser un aumentado, para unirse a la ASEM y tal vez, a MAJESTIC. Trevor no podía creerlo, estaba perplejo, dejó la carta sobre la mesa y fue a sentarse en el sofá de la sala. Entonces sus padres agarraron la carta y la leyeron. El grito de alegría que su padre había dado fue tan fuerte, que muy probablemente se puso escuchar a una cuadra de distancia y su madre lloraba de alegría.
—¡Mi hijo será aumentado! —grito su papá, probablemente para que todos los vecinos pudieran escucharlo—. ¡Un aumentado, por gloria de Dios!... ¡Trevor será un héroe!.
Su padre gritaba como nunca lo había escuchado y su madre abrazaba a Trevor, mientras que lloraba y decía que siempre supo que su hijo lograría grandes cosas.
—Siempre lo supe... —decía su madre, con la voz de una madre cuando su hijo crece y va a la Universidad, como si Trevor fuera a hacer un viaje muy largo y nunca más volvería.
Trevor se sentía extraño... Estaba feliz por la invitación, pero no estaba emocionado, su sueño nunca había sido ser un aumentado y ahora que la posibilidad se presentaba, no estaba seguro. Nunca había tenido un sueño en especifico, siempre había creído que su vida sería simple, se graduaría e iría a la universidad, probablemente a estudiar ingeniería a cualquier otra cosa, viviría una vida mediocre y aburrida y moriría de manera aburrida, probablemente a los noventa años de un infarto o por causas naturales, pero a Trevor no le molestaba... Pero ahora... Ahora todo era distinto, podría llegar a hacer cosas grandes, podría ayudar a las personas, podría ser famoso, podría ser un superhéroe... Eso lo asustaba.
Pero poco tiempo lo pensó, se paró del sofá, agarró la carta y con un bolígrafo marco la casilla que decía «aceptar» y firmó en la línea de abajo con su nombre. Metió la carta en un nuevo sobre y la puso en el buzón de correos. Si de todas formas no pensaba hacer nada en su vida, entonces era mejor aprovechar las oportunidades que te daban y así poder ayudar a otras personas, además... ¡Ser un superhéroe!
Aquella noche, su padre compro un gran pastel de chocolate (su sabor favorito) el más grande que jamás había visto, invitó a todos sus familiares y amigos y celebró una fiesta por su hijo. Trevor comió pastel hasta el cansancio.
Esa noche, Trevor se acostó temprano, todo aquello lo había dejado cansado y cayó en un sueño profundo inmediatamente.
Trevor tuvo un sueño extraño. Soñó con una llama, un pequeño fuego, pero que era caliente, muy caliente y brillaba como un faro en la oscuridad, pero cuando Trevor la toco, no se quemo... Al contrario, el fuego lo aceptó y por un momento, Trevor se volvió el fuego.