El espacio exterior es un maravilloso mundo sin fronteras, afortunados son aquellos que han nacido para vivir la 茅poca de la gran exploraci贸n, dichosos los ojos de los que logran ver las maravillas del infinito mar de estrellas. El astronauta contemplaba desde su transbordador de mantenimiento la gran b贸veda azul- negra adornada con peque帽os brillos parpadeantes, en su mente no pod铆a haber mejor lugar que ah铆, afuera; la poderosa pasi贸n que despertaba en 茅l hac铆a que volviera una y otra vez al espacio pese a los peligros. Todos los que han viajado al espacio, saben los incontables riesgos a los que se exponen al salir de la atm贸sfera terrestre. Ese imponente vac铆o frente a 茅l, que separaba por cientos de miles de a帽os luz a los cuerpos celestes que resplandec铆an con tanta vitalidad, caer en esa negrura tenebrosa estaba a un simple desprendimiento de su cable de seguridad; sab铆a que de ocurrir eso, no ser铆a el primer naufrago en el eterno infinito del espacio.
Reflexionaba sobre la suerte que tienen pocos de poder ver ese espect谩culo mientras reparaba los paneles solares de un sat茅lite de observaci贸n espacial. Control monitoreaba constantemente los avances del astronauta, cada diez minutos hab铆a un peque帽o informe de avances que era constatado con los sistemas de mantenimiento del artefacto que orbitaba alrededor de la tierra; aquel sat茅lite pertenec铆a a una red de puestos de observaci贸n dedicados al estudio de las estrellas, permitiendo a los cient铆ficos que no pod铆an viajar al espacio poder apreciarlo en todo su esplendor. Desde tiempos inmemoriales el humano ha buscado respuestas a muchas preguntas dirigiendo su vista hacia los amplios cielos, sentimiento que se manten铆a vivo gracias a la dedicaci贸n de los astr贸nomos y cient铆ficos, anhelando alg煤n d铆a poder llevar a la civilizaci贸n m谩s all谩 de los cielos azules, all铆 donde el color se torna opaco y finalmente oscuro, donde el planeta deja de amarrarnos a 茅l y nos permite volar con libertad, m谩s all谩 del negro vac铆o, hay una incalculable cantidad de objetos por estudiar y el infinito de posibilidades que hay por explorar. Maravillado por las oportunidades que ofrec铆a aquella cadena de observatorios, pon铆a especial 茅nfasis en el que estaba trabajando el SOA-1103 pues era el que hab铆a sido asignado a su esposa, quien esperaba en tierra poder tener acceso al poderoso lente y ver y estudiar como nunca las maravillas y secretos que ten铆a por susurrar el universo a su observatorio.
A pesar de encontrarse muy lejos de su hogar, el astronauta se sent铆a en casa, tras unos d铆as trabajando en los ajustes finales, el sat茅lite estaba en pleno funcionamiento y los ojos de su esposa estaban ahora puestos en las estrellas. De pronto, memorias vinieron a su mente, desde el d铆a que conoci贸 a aquella prodigiosa mujer, despeinada, hecha un completo desastre pero animada, su aura emanaba una energ铆a de alegr铆a y orgullo pues reci茅n terminaban de calcular el paralaje de unas estrellas binarias con sistema planetario y posiblemente con zona habitable 贸ptima. Hablar con ella ese d铆a provoc贸 en el la misma sensaci贸n que le daba cada vez que pod铆a salir al exterior de la nave y poder ver el inmenso esplendor del espacio. La misma pasi贸n floreci贸 en ambos, camino que los llev贸 a contraer matrimonio y as铆 el tiempo transcurri贸 entre tardes de t茅, caf茅 y charlas sobre cualquier cosa que se les ocurriera; ambos se perd铆an en el inmensurable sempiterno de sus miradas llenas de vida.
La astr贸noma, desde tierra, saltaba de emoci贸n al ver c贸mo sus aparatos se sincronizaban a la se帽al del sat茅lite de observaci贸n, los monitores comenzaron a mostrar im谩genes aleatorias de lugares donde apuntaba el lente del artefacto, empez贸 a alinearlo con coordenadas m谩s espec铆ficas, apuntando a estrellas distantes, los ojos de ella se iluminaron al ver aquellos diamantes incandescentes suspendidos a miles de a帽os luz de distancia y haciendo las pruebas de calibraci贸n logr贸 obtener una imagen panor谩mica del centro gal谩ctico, un maravilloso cintur贸n de estrellas parpadeando que entre m谩s giraba, m谩s extenso y vivaz se tornaba. Ella, sab铆a que el astronauta ve铆a junto con ella aquel espect谩culo haciendo que el coraz贸n de ambos palpitara de emoci贸n.
Control alert贸 al astronauta de movimiento no identificado en el sector asignado para trabajar, trat贸 de identificar con el ojo desnudo si pod铆a ver algo a su alrededor, pero no se pod铆a a simple vista. La alerta de proximidad entr贸 en c贸digo amarillo, algo se dirig铆a a una velocidad de 450 Km/h y aumentando, entr贸 a su transbordador para verificar la alarma e identificar la direcci贸n, distancia y velocidad. El c贸digo cambi贸 a naranja con un aumento dr谩stico de velocidad, la alarma cambi贸 a una alerta de colisi贸n, r谩pidamente los propulsores del transbordador hicieron ignici贸n, pero inmediatamente se apagaron; sin pensarlo el astronauta se abalanz贸 hacia el sat茅lite para programar un avance evasivo para posicionar el telescopio a una distancia segura, Control volvi贸 a contactar al astronauta para saber la raz贸n del por qu茅 no hab铆a evacuado la zona. Sin pensarlo, el astronauta logr贸 reposicionar el sat茅lite que comenzaba a avanzar, mientras tanto 茅l se dirigi贸 con su equipo de propulsi贸n nuevamente a su transbordador.
La alerta de colisi贸n inminente pas贸 a roja, los objetos se mov铆an a una velocidad tremenda y en direcci贸n al transbordador, el astronauta hizo ignici贸n y los propulsores empezaron a hacer avanzar a la nave a toda marcha, en segundos se puso a salvo y por la ventana observ贸 los objetos, un enorme enjambre de basura espacial, producto de los incontables viajes que el hombre hab铆a hecho fuera de la atm贸sfera orbitaban, acechando como pira帽as el poder devorar cualquier cosa que se encontrara a su paso. La alarma se calm贸 para alivio de Control de misi贸n y 茅l mismo, la sensaci贸n de alivio hizo que se relajaran un poco todos mientras escuchaba c贸mo celebraban por el comunicador todos en tierra, el astronauta brome贸 un poco y contemplaba c贸mo el sat茅lite se alejaba de la zona de peligro. Se asom贸 por la ventana y logr贸 ver los escombros de la basura espacial entrando a la atm贸sfera y quem谩ndose proporcionando un espect谩culo visual a las personas abajo cual estrella fugaz.
La calma volvi贸 y los sistemas de la nave se silenciaron, el astronauta volvi贸 a accionar los propulsores para avanzar despacio cuando una alerta de colisi贸n inminente se activ贸 sin dar tiempo de reaccionar el transbordador fue impactado con estr茅pito haciendo que este perdiera el control y comenzara a despedazarse, los bruscos giros se ralentizaron cuando impact贸 con otro escombro de basura espacial. Todos en tierra vieron en sus monitores c贸mo perd铆an contacto y la se帽al del transbordador desaparec铆a luego de que el radar detectara a los dos objetos que aparecieron de la nada.
El astronauta flotaba en el interior del pertrecho de nave que hab铆a quedado, su mente procesaba a mil por hora, tratando de comprender lo que ocurr铆a y pese a que hizo cien peripecias, sab铆a que no hab铆a manera de salir de esa. Resignado a su desdichado destino, su expresi贸n de angustia y desesperaci贸n se fue suavizando, dirigi贸 su vista entonces al horizonte, el sat茅lite estaba muy lejos ya y s贸lo se ve铆a una estela iridiscente delatando su trayectoria, a salvo de todo peligro, una l谩grima comenz贸 a flotar dentro de su casco fracturado; sonri贸 sabiendo que a pesar de lo que pasara con 茅l, su esposa siempre podr铆a ver aquello que los uni贸 en un principio y que esa pasi贸n por explorar el universo infinito con sus ojos jam谩s desaparecer谩. Los restos del transbordador comenzaron a descender, el astronauta sab铆a que era cuesti贸n de tiempo para reentrar a la atm贸sfera; una fugaz remembranza de su vida le hizo aceptar lo buena que hab铆a sido y se iba sin ning煤n remordimiento, un objeto llam贸 su atenci贸n antes de irse, el anillo de bodas flotaba dentro de la cabina puesto que el impacto hab铆a destruido el locker donde guardaba sus pertenencias. Solt贸 su cintur贸n y flot贸 hacia el anillo, el cual tom贸 entre sus manos agradecido por todo lo que tuvo y se aferr贸 con todas sus fuerzas a 茅l mientras la luz invad铆a finalizando ese inefable momento; el transbordador desapareciendo en un bello estallido de sonido y luz convirti茅ndose en polvo estelar.
Desde entonces, la astr贸noma contin煤a observando con un mayor y mejor alcance que los dem谩s puestos de investigaci贸n, aferr谩ndose a la pasi贸n que la uni贸 a 茅l.